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jueves, 26 de junio de 2014

Cappitulo: 29


Lali
Rochi y yo nos tomamos un poco de tiempo después de que Gaston y Peter se fueran para desempacar algunas cosas y ordenar.
La mañana había estado dichosa y me sentía como si estuviera en las nubes. Peter me había besado dos veces hoy y cada vez sentía como si fuera a derretirme en sus brazos. Definitivamente me gustaba el que hubiéramos pasado de amigos a más que amigos.
Todavía estaba nerviosa, sin embargo. Nunca me había sentido así con Pablo, ni siquiera de cerca. Cuanto más tiempo pasaba con Peter, más me sentía como si estuviera entrando en una zona peligrosa. Las últimas tres semanas sin ellos fueron un completo infierno y se sentía tan bien tenerlo de vuelta en mi vida.
Rochi estaba actuando bastante tranquila. No estoy realmente segura de lo que pasó con ella esta tarde. Gaston y ella se llevaron bastante bien y sólo discutieron un par de veces, lo que era un alivio. Me preguntaba si estaba preocupada por ir a la fiesta esta noche. Después de todo, la última fiesta en casa de Peter y Gaston resultó ser bastante mala para Rochi.
En ese mismo momento, Rochi saltó cuando un mensaje le llegó. Se levantó de un salto y agarró su celular al lado de la barra de desayuno. Su rostro cayó inmediatamente.
—¿Qué pasa? ¿Es una mala noticia o algo así? —le pregunté mientras caminaba hacia la cocina para agarrar una botella de agua.
—Oh, no, no… Eh, en realidad es de Jason. Parece que aterrizó en Francia hace un rato. Sólo preguntaba cómo ha sido mi día. Dulce, ¿eh? —dijo Rochi con una pequeña sonrisa.
—Sí, qué dulce. ¿Le has dicho que vamos a la fiesta de Agus esta noche?
—No iba a hacerlo. Quiero decir, no es mi novio, no tengo que contarle todo lo que haga —replicó Rochi y se fue.
¿Qué demonios fue eso? Rochi estaba sentada en el sofá escribiendo un mensaje de texto a Jason. Dios… estaba de mal humor.
—¿Qué diablos? ¿Estás bromeando? —gritó Rochi mientras me miraba. Estaba regresando a la sala y me detuve en seco—. Santo infierno, ¿acaba de decirme que probablemente debería quedarme en casa? ¿Quién diablos se cree que es?
Guau, creo que jamás he oído a alguien decirle a Rochi qué hacer. Jason, la jodiste.
—¿Qué vas a decirle? —le pregunté mientras me sentaba a su lado. ¡Escribía el mensaje tan rápido que casi podía ver el vapor saliendo de sus dedos!
—Sólo le diré que no tiene ningún derecho a decirme qué puedo y no puedo hacer. Quiero decir, mierda, acabo de pasar las últimas tres semanas de mi vida dedicada a él al cien por ciento. Ahora se va a Europa y espera que me siente en casa y lo espere. Le dije que lo siento, que no es como funciono. ¡Si no le gusta, puede irse a la mierda!
Me reí. Una parte de mí pensaba que Rochi estaba esperando que se fuera a la mierda. Su teléfono sonó de nuevo y leyó el mensaje. Todo su cuerpo se hundió en el sofá. Oh, no… ¿Tal vez le estaba diciendo que se fuera a la mierda?
—¿Qué fue lo que dijo, Rochi?
Rochi dejó escapar un suspiro y me miró. —Me dijo que tenía razón, no tenía derecho a decirme lo que puedo y no puedo hacer y que debía ir y pasar un buen rato.
—¿Y eso te hace infeliz? ¿No es eso lo que querías que dijera?
—¡Por supuesto que sí! Quiero decir, por supuesto, sí. Supongo que debería desearle un buen rato —dijo Rochi mientras me daba una sonrisa débil.
Bueno… Me siento confundida.
—Sí, probablemente deberías. Es probable que ya te esté extrañando.
—Dios… dijo que en la mañana se irán a su primera excursión por lo que no podrá estar en contacto conmigo por unos días, hasta que pueda conseguir señal. Qué lástima. De todos modos, creo que voy a ir a prepararme. ¿Tienes alguna idea de lo que te pondrás esta noche? —dijo Rochi.
Tuve que reírme. No había manera de que estuviera enamorada de Jason, en absoluto. Yo estaría devastada si eso pasara con Peter.
—No, ni siquiera he pensado en ello. ¿Quieres ayudarme a escoger algo?
—¡Demonios, sí! ¡Vamos a mi armario primero! —dijo Rochi mientras me agarraba y me llevaba hasta su dormitorio.
Rochi y yo pasamos las siguientes dos horas escogiendo lo que íbamos a usar, tomando una ducha y arreglándonos. Rochi llamó a Euge y le dijo a qué hora iríamos a recogerla. Todavía no podía creer que Cande estuviera saliendo con Agus. Rochi puso al tanto a Euge sobre Nico, pude oír a Euge riendo a través del teléfono. Estaba bastante segura de haber oído la palabra gigoló en alguna parte.
Peter me había enviado tres mensajes de texto desde que volvió a casa. El primero ponía que había llegado a casa sano y salvo y que estaban preparando la casa para esta noche. El segundo decía que pensaba en mí y el tercero que no podía esperar para sostenerme entre sus brazos. Sentí el calor en mis mejillas mientras leía el último.
¿Todo esto era real? A veces siento que voy a despertar para descubrir que todavía estoy viviendo en casa con mi madre y Peter nunca existió.
—¿Estás lista para irnos, chica? ¡Porque yo estoy lista para la fiesta! No he estado en una fiesta desde… bueno… joder desde la última fiesta de Gaston —dijo Rochi con una sonrisa.
Comencé a reírme al ver cuánto había mejorado el estado de ánimo de Rochi en comparación con el de hace unas horas.
—¡Estoy lista, vamos!
Rochi llevaba una mini falda vaquera con una camiseta sin mangas de color rosa junto con sus botas de vaquero de color rosa. Llevaba el pelo recogido en una cola de caballo y tenía un sombrero vaquero que combinaba con sus botas. Yo llevaba un vestido corto negro con botas de vaquero simples. A diferencia de Rochi, que poseía diez pares de botas de todos los colores, opté por sólo un par de botas marrones. Decidí recoger mi cabello también, ya que estoy segura de que iba a pasar la mayor parte de la noche en el baile del patio trasero.
—Oh, Gas me envió un mensaje pidiendo que lleváramos vasos de plástico, por lo que tenemos que parar en el supermercado para comprarlos —dijo Rochi mientras hacíamos nuestro camino a su Jeep.
¿Estaba saltando?
—Entonces, ¿qué hizo que tu estado de ánimo mejorara, Rochi? —le pregunté mientras me subía al Jeep.
Rochi echó la cabeza hacia atrás y se rió. —¡Voy a una fiesta en lugar de a una maldita cena en el club de campo! ¡Dios, amo a Jason, pero tiene que relajarse un poco! Pero bueno… mientras que los gatos están lejos… los ratones se divierten —dijo Rochi con otra carcajada mientras movía las cejas de arriba abajo.
Después de que recogiéramos a Euge y luego compráramos los vasos para Gaston, terminamos llegando a la casa de Peter alrededor de las siete cuarenta y cinco. Rochi estacionó detrás de la camioneta de Gaston. Tan pronto como entramos por la puerta principal, Peter me me abrazó y levantó para besarme. No estoy segura del por qué, pero cada vez que lo hacía, me hacía reír.
—¡Dios, me encanta el sonido de tu risa! —Me bajó y dio un rápido beso en los labios. En el momento en que me dejó, me sentí decepcionada. Dios mío, tenía que calmarme. No podía estar actuando de esta manera, necesitando más y más de él cada vez que lo veía. Sin embargo, me habría gustado un mejor beso.
Peter me agarró de la mano y llevó a la cocina, donde Gaston, Agus, Nico y otro chico al que nunca había visto antes hablaban. Peter tomó una cerveza de la nevera y me la entregó después de abrirla. Luego me presentó a su amigo.
—Maxi, esta es Lali, Lali este es Maxi. —Estiré la mano para estrechar la suya y nuestros ojos se encontraron. Guau… tenía los ojos verdes más increíbles. Traté de alejar mi mano, pero se aferró a ella unos segundos. La forma en que me miraba me hizo sentir instantáneamente incómoda. Me miró de arriba abajo y, finalmente, soltó mi mano.
—Lali, Peter me ha hablado mucho de ti. Es un verdadero placer conocerte por fin —dijo mientras me sonreía con una sonrisa que dejaría a cualquier chica a sus pies.
Miré a Peter, que observaba todos mis movimientos. —Espero que todo fuera bueno.
Oh, Cristo. ¡Qué respuesta tan estúpida!
Maxi echó la cabeza hacia atrás y se rió mientras se pasaba una mano por su rubio cabello. Era musculoso, pero no como Peter o Gaston.
—¿También juegas fútbol en la universidad? —le pregunté mientras Peter se acercaba a mí y ponía su brazo alrededor de mi cintura. Al instante, sentí las mariposas despegar en mi estómago, su contacto enviando una onda de calor entre mis piernas. Le rezaba a Dios que no me sonrojara. Por una vez, me gustaría no mostrar en mi rostro lo que el toque de Peter me hacía.
Maxi me sonrió e inclinó la cabeza mientras me miraba. ¿Qué demonios? Miró la mano de Peter descansando en mi cintura y luego a mí.
—No, querida, no juego fútbol para la universidad. Sin embargo, juego béisbol. ¿Te gusta el béisbol, Lali?
¿Querida? De acuerdo… ¿Por qué la forma en que me habló me hizo sentir toda rara?
—Eh, supongo que sí, pero realmente sólo veo fútbol, lo siento —le dije con un encogimiento de hombros.
Maxi soltó una carcajada y miró a Peter. —Qué afortunado hijo de perra eres. —Me miró de nuevo—. Puede que hagamos que te guste el béisbol ahora, ¿no, Lali?
Sólo sonreí; no sabía muy bien qué responder. Peter se inclinó y me susurró al oído si quería alejarme y asentí. Todo lo que quería hacer era alejarme de este tipo. Me pregunté si Peter había notado la forma en que me miraba. ¡Este tipo me asustaba!
Peter tomó mi mano y me llevó a un lugar al que no esperaba ir… su dormitorio. Mi corazón empezó a latir con fuerza y mi cabeza empezó a girar. Cuando abrió la puerta y me llevó dentro, sentí que iba a dejar de respirar.
¡Oh, Jesucristo! No creía que iba a dormir con él, ¿cierto? Antes de que pudiera abrir la boca, Peter me tuvo en sus brazos.
—No es eso, Lali, cariño. Sólo te traje aquí para darte un beso apropiado. —Pasó una mano por mi cabello y la llevó a un lado de mi rostro. Dio vuelta su mano y la deslizó de arriba abajo por mi costado. Todo lo que podía sentir era una sensación de hormigueo en todos los lugares por los que su mano pasaba. A continuación, levantó las dos manos y ahuecó mi rostro. Inclinó mi cara hacia arriba y sonrió con esa sonrisa torcida que tanto me gustaba. Juraba que sentí mis rodillas temblar. Se inclinó y rozó sus labios contra los míos cuatro veces, lo que me estaba volviendo loca.
—Más…
Sentí la sonrisa de Peter contra mis labios.
—Más, ¿eh? —preguntó mientras soltaba una pequeña carcajada.
—Sí, Peter, por favor… necesito más.
Lo siguiente que supe fue que los labios de Peter estaban de nuevo en los míos y su lengua buscaba entrar en mi boca. La abrí y le permití entrar. Movió su mano a la parte posterior de mi cabeza y profundizó tanto el beso que me sentí como si todo el aire estuviera siendo sacado de mi cuerpo. Lentamente, me apoyó contra la pared. Gracias a Dios, porque necesitaba que algo me ayudara a mantenerme de pie ya que mis piernas iban a fallarme en cualquier instante.
Dios, no quería que se detuviera nunca. La forma en que me hacía sentir era increíble. Me sentí… apreciada. Cuando finalmente separó sus labios de los míos, abrí lentamente los ojos para mirarlo. Sus hermosos ojos azules miraban hacia los míos. Poco a poco, una sonrisa cruzó su hermoso rostro. No pude evitar sonreírle de vuelta.
—¿Eso estuvo mejor, señorita Esposito?
Dejé escapar una risita. —Sí… Señor Lanzani. Me ha cautivado satisfactoriamente.
Peter levantó su dedo índice y delineó la línea de mi mandíbula y luego lo pasó por mis labios. Todo mi cuerpo temblaba y el dolor entre mis piernas se hizo más fuerte. Todo lo que quería hacer era juntar las piernas para aliviar el dolor.
—Me alegra saber que te he cautivado cariño. Pensé por un momento que alguien más podría estar tratando de hacer lo mismo —dijo mientras le daba un golpecito a mi nariz con su dedo.
¡Se dio cuenta y por eso me trajo aquí! Quería lanzarme a sus brazos de nuevo y rogarle que me besara una vez más. Quería olvidar todo lo sucedido con el tipo coqueteando conmigo frente a él. Todo lo que quería ver era los hermosos ojos de Peter mirando los míos.
—¿Estás lista para una fiesta?
—Sólo si me prometes bailar conmigo toda la noche —dije con una sonrisa.
—¡Hecho! —Peter agarró mi mano y me llevó a la puerta de su dormitorio. Me dio la vuelta y estrelló mi espalda contra la puerta, besándome profundamente una vez más. Cuando apartó sus labios de los míos, me faltaba el aire.
—Eso es para que no te olvides quién te ha cautivado —dijo con un guiño. Me alejé de la puerta para que pudiera abrirla. La cabeza me daba vueltas de nuevo, pero esta vez, en el buen sentido. Mientras salíamos de la habitación de Peter y atravesábamos de la sala de estar, sentí unos ojos mirándonos. Miré hacia la cocina y vi a Maxi mirándonos a Peter y a mí caminar. Por la forma en que sonreía parecía como si estuviera tratando de mirar dentro de mi alma, lo que envió un escalofrío por mi espalda. Rápidamente giré la cabeza y miré a Peter, que sonreía de oreja a oreja mientras nos conducía fuera, hacia la música.
Una vez que salimos, el aire fresco se sentió increíble. Miré a mí alrededor y vi a Cande, Rochi y Euge bailando. Todas parecían felices, lo que me hizo sonreír. Gas había salido por la puerta de atrás y señaló unas sillas para que Peter y yo nos sentáramos. Aún no había bebido un trago de la cerveza en mi mano.
—¿Quieres ir a bailar con tus amigas, Lali? —preguntó Peter.
—No, sólo quiero quedarme aquí, contigo. —Lo siguiente que hice fue probablemente lo más audaz que he hecho en toda mi vida. Sobre todo porque mi hermano estaba sentado justo al lado. Peter se sentó y me senté en su regazo antes de acobardarme. Creo que Peter estaba tan sorprendido como mi hermano. Tomé un trago de mi cerveza y luego sentí algo… Oh… Oh, guau… ¿Yo provoqué eso? Detuve la cerveza justo en mis labios cuando sentí a Peter acomodarme en su regazo. Gaston estaba ocupado mirando bailar a todos, por lo que no notó a Peter inclinarse y susurrarme al oído.
—Lo siento, cariño. No esperaba que hicieras eso, y como que tiene mente propia.
Giré la cabeza de golpe y miré a Peter. ¿En serio acababa de decirme eso? ¿Acababa de decirme que lo puse duro? Me eché a reír y me incliné para darle un beso directamente en los labios. Con Gaston o sin él… quería que Peter supiera cómo me sentía por él cada segundo del día.
—Jesucristo… ¿Puedes parar, Lali? ¡Puedo verte sentada en su regazo, pero no succionando su cara todo el maldito tiempo!


5 comentarios:

  1. Otro capítulo mas porfavooor. Esta novela me encanta!!! Gas celoso es lo mas y Peter tambien!! Los amo proofundamente a laliter ♥ otro cap mas, no nos puedes dejar asiiiiiiii

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  2. Son como muy tiernos me derrito de ternuraaa
    Me encantaa
    Mass

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  3. jsjajjajajja seguilaaaaaaa
    gas celoso jajaja
    massssssssssss

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  4. Jaja Gasse puso celoso !!!
    Me encanta verlos así a Peter y Lali
    Seguila !!!

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