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lunes, 23 de junio de 2014

Capitulo: 19


Lali
Esperaba que no estuviera cometiendo un error al decirle a Peter que nos tomáramos las cosas con calma. Vi la decepción en sus ojos cuando dije que quería que fuéramos sólo amigos.
Dios, eso fue lo más difícil que alguna vez he tenido que decir. No dudo que Peter sienta algo por mí. Y ciertamente, yo tenía sentimientos por él. Sentimientos que empezaban a asustarme.
Esto es lo mejor; sólo necesito seguir recordándome eso. Necesito tiempo para pensar, pero esto se está moviendo demasiado rápido. Estos sentimientos… están confundiéndome. Quiero decir, voy a ir a la universidad ahora. Tengo que mantener mis opciones abiertas, ¿no? No necesito comenzar otra relación el día después que terminé una.
Peter se agachó y le subió volumen a su iPod. Se oía Fearless de Taylor Swift. Sonreí. Esa canción describe exactamente cómo me sentí hoy con Peter. Lo miré y parecía perdido en sus pensamientos.
Mierda… realmente espero no joderlo con él. Dios, si solamente supiera la forma en que me hace sentir. Todo lo que quiero hacer es saltar en sus brazos y quedarme ahí por siempre.
¿Qué siente por mí? Me refiero a ese beso. Joder… ese beso. Fue increíble, pero todavía tenía esa insistente sensación de que sólo era una chica por conquistar.
Peter empezó a hablar y me sacó de mi aturdimiento. Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos. Era lo correcto.
—Joder… ¡¿Aquí es donde vive Rochi?! —dijo Peter mientras se detenía en la casa de los padres de Rochi de mil seiscientos metros cuadrados. Se estacionó frente a la casa y se bajó.
—¿Qué demonios hacen sus padres? —preguntó Peter mientras abría mi puerta para dejarme salir. Había aprendido que era algo que le gustaba hacer, y si salía primero, le molestaba, así que sólo lo esperaba.
—Su padre es uno de los peces gordos en lo que se trata de abogados y su madre es ama de casa. ¡Pero te encantarán! Son realmente geniales. La mamá de Rochi es una gran fan de Katherine Hepburn. Nos hizo ver todas sus películas. A su papá le encanta el fútbol y te amará, al igual que a Gaston. No me sorprendería si conoce todas tus estadísticas. Fue a la Universidad de Texas y es un gran fan del equipo —dije mientras Peter sacaba los bolsos del asiento trasero de su camioneta.
Peter dejó escapar una carcajada. —¡Ya me agrada! ¡A quien le guste el futbol y conoce sus estadísticas es un colega aceptable en mis libros! —Ambos nos reímos y giramos cuando oímos a Rochi corriendo escaleras abajo.
—¡La… gracias a Dios que estás aquí! ¡¿Dónde diablos estabas?! ¡Gaston lleva aquí cuarenta y cinco minutos y está jodidamente loca! Afortunadamente, mi papá llegó a casa y ahora hablan sobre futbol. —Rochi retrocede un paso y me mira, luego a Peter, y luego de nuevo a mí. Una gran sonrisa cruza su rostro.
—¿He conseguido el bolso Coach? —dijo Rochi. Empezó a reír y enganchó su brazo con el mío mientras entrábamos a la casa. Sólo me reí y me di la vuelta para ver a Peter con mi sonrisa derrite bragas favorita en su rostro. Me guiñó un ojo, como si supiera lo que ese intercambio significaba. Le devolví la sonrisa mientras nos dirigíamos a la casa.
Peter y Gas se quedaron casi una hora más después de que llegamos allí. Mark, el papá de Rochi, estaba en el paraíso teniendo a dos jugadores emergentes de futbol de la Universidad de Texas en su casa. Susan, la mamá de Rochi, le rogó a los chicos que se quedaran a cenar, pero dijeron que necesitaban limpiar la casa para mi fiesta de graduación de mañana por la noche.
Rochi estaba extraña. Estaba mucho más habladora y parecía nerviosa. No sabía si era porque Gaston llevaba en su casa mucho tiempo, o si era algo más. La noté mirando a Gaston unas cuantas veces y, en realidad lo sorprendí mirándola, también. ¿Qué demonios pasaba con esos dos? Empezaba a pensar que Peter había acertado con eso de que a Gaston le gustaba Rochi.
Rochi casi parecía como si estuviera intentando deshacerse de Gaston y Peter. Dios, espero que no quisiera hablar. Me sentía tan feliz ahora mismo que no quería hablar sobre mi madre o lo que sucedió hoy con ella o Pablo.
—Está bien, bueno, creo que es hora de que ustedes chicos se vayan. Necesitamos que Lali desempaque y se prepare para la graduación de mañana, así que… pueden irse cuando quieran —dijo Rochi mientras miraba directamente a Gaston.
—¡Rocio Katherine Igarzabal! No se trata así a los invitados —dijo la mamá de Rochi.
—Sí, Rocio Katherine Igarzabal. Si sigues siendo así de grosera, no serás invitada a la fiesta de Lali —dijo Gaston, guiñándole a Rochi.
Rochi se levantó y acercó a Gaston. Se inclinó y se puso justo al lado de su oído.
—¡Vete a la mierda, idiota! —dijo lo suficientemente fuerte para que Peter y yo escucháramos, pero no su madre. Cuando Peter y yo nos reímos, Rochi se puso de pie y regresó junto a mí. La cara de Gaston se puso roja. ¿Sonrojado o sólo enojado?
—Vamos, amigo… tengo cosas que necesito hacer de todos modos. Podemos pasar y comprar una cerveza de camino a casa —dijo Peter, dándole a Gaston una palmada en la espalda.
Gaston se levantó y se acercó a mí. Me puse de pie porque sabía que conseguiría uno de mis abrazos de hermano oso. Después de que me dio el abrazo, se inclinó hacia Rochi.
—Cuida tu lenguaje, pequeña, no querrías que mami y papi se enojen contigo —susurró en su oído.
—Deja de llamarme pequeña y mientras haces eso… vete al infierno, imbécil.
Gaston soltó una carcajada y caminó hacia Mark y Susan para despedirse.
Rochi agarró mi brazo y empezó a llevarme escaleras arriba. Me detuve para decirle buenas noches a Peter. Me hubiera gustado que estuviéramos solos porque, de repente, comencé a sentir pánico. ¿Y si cometí un error al decirle que sólo quería que fuéramos amigos? ¿Y si salía con alguien esta noche? ¡O traía a una cita mañana en la noche!
—Eh, gracias de nuevo por todo lo de hoy, Peter. Realmente lo disfruté —dije, sonriéndole. También sonrió, y por un segundo, no quería nada más que me besara otra vez.
—La verdad es que también lo pasé bien hoy. Buena suerte mañana en tu graduación, Lali y a ti también, Rochi, y felicitaciones por ser la mejor de la clase.
—Gracias, Peter, y muchas gracias por cuidar a Lali hoy. ¡Supongo que nos veremos mañana en la noche! —dijo Rochi mientras conducía fuera a Peter y Gaston.
Me giré para encontrar a Mark y Susan sonriéndome. Lo sabían.
—Nos vamos al club por un tiempo. Dile a Rochi que regresaremos por la noche, cariño —dijo Susan, dándome un beso en la frente.
—Está bien, me aseguraré de que lo sepa. Gracias, Susan y Mark… por… todo.
—No pasa nada, mi dulce niña —dijo Mark cuando besó mi mejilla.
Rochi y Gaston deben de haberle informado a sus padres sobre lo sucedido, porque no dijeron una palabra sobre mí quedándome ahí, excepto para decirme que era siempre bienvenida en su casa. Han sido como mis segundos padres desde que tenía diez. Solía quedarme en su casa por días. Los amaba más de lo que creo amo a mi propia madre.
—¡Vamos, déjame mostrarte tu cuarto! —dijo Rochi, arrastrándome por las escaleras.
—Mi cuarto… espera… ¿no voy a quedarme en tu habitación como siempre? —le pregunté a Rochi, deteniéndome en el rellano superior.
—No. ¡He estado muriéndome por hablar contigo desde que llegaste con el más que sexy Peter! —dijo Rochi con una sonrisa.
—¡Cierra la boca, perra! —dije, golpeándola en el brazo con mi mano izquierda.
—Bueno, quiero todos los detalles de lo que pasó con ustedes hoy y no intentes decir que nada pasó. Vi la mirada en tu rostro cuando subías con él. ¡O perdiste tu virginidad hoy o ese chico tiene dedos mágicos! —dijo Rochi con un meneo de cejas.
—¡Oh, por Dios! ¡Eres imposible! ¡No… no perdí mi virginidad, perra! —dije mientras seguía a Rochi por el pasillo. Se detuvo fuera de una puerta, junto a la de su dormitorio.
—Este es tu cuarto, cariño —dijo Rochi mientras abría la puerta del dormitorio de invitados. Mis bolsos ya se hallaban en la habitación, y en la mesita de noche había un ramo de margaritas frescas. Me acerqué a las flores, inclinándome y oliendo profundamente.
—¡Oh, Dios mío, qué dulce de tu madre poner estas aquí! —dije, sentándome en la cama. Por primera vez, desde que había dejado la casa de mi madre hoy, de verdad sentía que las cosas iban a estar bien.
—No fue mi madre quien quería poner flores aquí, Lali. Fue Peter —dijo Rochi mientras se sentaba en la cama junto a mí.
¿Peter? ¡¿Qué?! ¿Cómo? ¿Por qué?
—Espera… no pudo haber sido Peter, estuvo conmigo todo el día, Rochi, ¿cómo pudo haber comprado flores y haberlas puesto aquí? —pregunté mientras mi cabeza empezaba a dar vueltas.
Se echó a reír. —Jesús, María y José, ¿cómo eres tercera de la clase con esa cabeza? Peter me envió un mensaje más temprano. Dijo que te llevaría a pasear en canoa, que se lo habías pedido, y me preguntó si podía recoger algunas margaritas para ponerlas en tu habitación. Las quería aquí cuando llegaras.
—¿Cómo diablos sabía que las margaritas son mis flores favoritas? ¿Le dijiste? —pregunté, bastante confundida.
—Nop —dijo haciendo sonar la P como un estallido.
—¿Gaston? —pregunté.
»¡Te dije que el chico quería meterse en tus bragas, Lali! —dijo mientras caía de espaldas en la cama, riendo a carcajadas.
—¡Rocio! Estoy muy confundida. ¿Sólo lo adivinó? ¡Por favor, dime! Jesús, este chico tiene mi cabeza dando vueltas y mi corazón latiendo con fuerza; su beso casi me noqueó —dije, recostándome a su lado.
Oí un grito y vi a Rochi saltar.
—¿Qué diablos, Lali, te besó? ¡¿Te besó?! ¿Cuándo? Quiero decir, Jesucristo, perra, ¡¿por qué no me lo dijiste antes?! No puedo creerlo… ¿cómo pudiste? —soltó Rochi.
—¡Joder, Rochi, si cerraras la boca, sólo hemos estado solas por cinco minutos! ¡Ya te cuento, por Dios! —dije riendo al ver como Rochi saltaba de arriba abajo.
Le conté a Rochi sobre nuestra mañana y cuán perfecta fue. Incluso le conté sobre la perra de Paula. Hablamos sobre cuán dulce fue Peter después de que dejamos la casa de mi madre y el impresionante paseo en canoa. Luego le conté cada detalle del beso.
—Jesús… ¿tuviste un orgasmo por ese beso? —preguntó mientras fingía abanicarse.
—¡Oh, por Dios! ¡Rocio! ¡No puedo creer lo que acabas de decir! —dije mientras le arrojaba una almohada.
—En serio, La… suena como que fue bastante caliente. ¡Quiero decir, el sólo mirar a ese chico me hace tener pensamientos sucios! ¡No puedo imaginar el besarlo!
—Maldición, Rochi… no puedo creer que me haga olvidar todo. Fue el momento más emocionante de mi vida. Nunca he sido besada así antes.
—¿Pablo no besaba bien?
Me eché a reír. —Pablo apenas y me besaba y cuando lo hacía, parecía como si fuera forzado. Los primeros meses, trató de ir más lejos, pero… nunca me sentí como si fuera lo correcto. Nunca me hizo sentir… especial. —Miré a Rochi, que sonreía con la sonrisa más ridícula que alguna vez había visto.
—Y, ¿Peter te hace sentir… especial? —dijo, golpeando mi hombro con el suyo.
—Sí, pero… me pregunto si sólo soy algo que necesita porque estoy prohibida o si realmente siente algo por mí. No estoy segura. De todos modos, le dije que sólo quería que fuéramos amigos.
—¿Le dijiste qué? ¿Estás jodidamente loca, Lali? ¿Qué diablos te pasa? —dijo mientras se giraba hacia mí. Claramente debía haber olvidado toda la cosa de Pablo engañándome.
—Rochi, vamos, ¿un chico como Peter interesado en mí? ¡Por favor! Además, ayer recién me enteré de que mi novio me engañaba. No estoy lista para entrar en cualquier tipo de relación. Necesito algo de tiempo. Averiguar a dónde quiero ir y lo que quiero hacer.
Rochi me miró fijamente.
—¿Qué?
—En primer lugar, perra estúpida… ¡Sí, un chico como Peter bien podría estar interesado en ti! En segundo lugar, no vuelvas a referirte a ese imbécil de Pablo como tu novio. En tercer lugar, está bien, entiendo que necesites tiempo. ¿Qué dijo Peter cuando le dijiste que sólo querías que fueran amigos?
—Fue muy comprensivo. Me dijo que siempre sería mi amigo. Realmente es increíble y casi demasiado bueno para ser verdad. Quiero decir, abre las puertas del auto para mí… todo el tiempo. ¡De hecho, creo que se decepciona cuando la abro y salgo por mi cuenta!
—Bueno, creo que estás loca con lo de sólo ser amigos. Por cómo sonó ese beso, puedo imaginar cómo es en la cama. ¡Diablos! Apuesto a que una chica puede tener al menos tres o cuatro orgasmos con ese chico.
—¡Jesucristo! ¡Rochi! ¡¿Cómo diablos eres virgen, por el amor de Dios?!
Rochi se encogió de hombros y me guiñó un ojo.
Se puso de pie y me miró. —Se está haciendo tarde y todavía tengo que terminar mi discurso. ¿Estás bien, Lali? Quiero decir, ¿con todo lo que sucedió con tu mamá hoy? Sabes que puedes hablarme en cualquier momento y de lo que sea, cariño. Lo sabes, ¿cierto?
Me levanté y caminé hacia mi mejor amiga. Estaría perdida sin ella y Gaston. La abracé tan fuerte como podía. —¡Te quiero! Gracias, buenas noche, chica.
—Buenas noches, La, trata de no soñar demasiado con tu príncipe encantador esta noche —dijo mientras echaba la cabeza hacia atrás y se reía.
Esa noche dormí mejor de lo que he dormido en años. Mi mano ni siquiera me dolió. Por primera vez en mucho tiempo, sentí como que las cosas podrían salir bien. Lástima que no podía deshacerme de esa molesta sensación en mi estómago.

 

3 comentarios:

  1. me encantaaa
    maass
    q pena q lali tenga el autoestima tan baja aunq es ovbio

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  2. Esa molestia sensacion es...el amor Lali !!!!
    Me encantó el capitulo !!
    Algo pasó entre Rochi y Gas..ohhh ya quiero saberlo !!

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  3. se esta enamorando!!!!!!!!
    hay dios que linda la nove
    seguila

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