Lali
Peter aguantó la respiración hasta que le dije que yo
también quería niños algún día. Me pregunto lo que estaría pensando. De hecho,
lo vi dejar escapar el aliento que retenía cuando le dije que sí. ¿Pensaba que
quería tener niños conmigo?
Sólo podía soñar. La idea de tener los hijos de Peter era
demasiado para siquiera pensarlo. Podía imaginarlos corriendo por el rancho con
Peter persiguiéndolos. Apuesto a que sería un padre genial para nuestros hijos.
Oh, vaya… ¿de dónde demonios vino eso? ¿Nuestros hijos? Me
senté rápidamente y sacudí la cabeza. Maldición, ¿por qué seguía teniendo esos
pensamientos?
Entonces, el tema de Lady Antebellum, Just a Kiss, comenzó a
sonar. ¡Oh, Jesús, me encanta esa canción! Me levanté de un salto, asustanto a Peter.
—¡Oh, Dios mío, me encanta esta canción! ¿Puedo subirle?
Peter se rió.
—¡Por supuesto que sí, cariño!
Me levanté y comencé a caminar hacia el Jeep. Sólo entonces
escuché algo. ¡Era alguien silbando muy alto! Luego escuché perros aullando.
Dejé escapar un grito mientras me giraba para correr hacia Peter. Lo vi
levantarse y antes de darme cuenta, estaba en sus brazos, enroscando mis
piernas alrededor de su cuerpo y enterrando mi cara en él.
—¡Joder, Lali! ¿Qué sucede?
—¡Oh, Jesús! ¡Oh, Jesús! ¿Quién nos silbaba, y no oyes a los
coyotes? ¡Vienen tras nosotros! —prácticamente grité en su pecho.
Entonces escuché el silbido otra vez. Mierda, sonaba como si
perteneciera a la selva amazónica.
—¡Ahí está otra vez!
Peter echó la cabeza hacia atrás y se rió. Mantuve la cabeza
en su cuello.
—Diablos, La… son chotacabras cuerporruínes. ¡Son pájaros! —Peter
se reía con ganas mientras me abrazaba. No creo que pudiera tener las piernas
más apretadas a su alrededor porque no era posible. Lo miré, confundida.
—Espera. ¿Qué? ¿Son pájaros? Por todos los cielos, ¿qué tipo
de pájaro sale de noche? ¿Y cuán cerca están esos coyotes?
—No están tan cerca. En el campo el sonido viaja, La.
Podrías estar a un kilómetro de mí, hablando, y sería capaz de escucharte. Está
bien, no hay nada que temer.
Oh, rayos… Me siento como una idiota. Él tenía en su rostro
esa hermosa sonrisa torcida. Instantáneamente sentí el dolor entre mis piernas.
Ni siquiera me di cuenta al principio, pero empujé mis caderas contra él. Su
sonrisa se desvaneció y se inclinó para besarme.
¡Y me besó! Maldita sea, este podría haber sido nuestro beso
más apasionado. Agarré su cabello y lo apreté con fuerza, devolviéndole el beso
con la misma pasión. Comenzó a caminar mientras me presionaba contra sí y lo
próximo que supe es que me tenía contra el Jeep, ajustándome al sitio donde
podía sentir su erección. Nunca rompimos el beso. El dolor entre mis piernas
crecía mientras él, lentamente, movía sus caderas contra mí. Instintivamente
moví las mías contra las suyas. Peter alejó su boca de la mía; la mirada en sus
ojos era increíble. Nunca la olvidaré mientras viva.
—Lali, ¿puedo tocarte?
Oh. Dios. Mío…
—Sí.
Puso su mano tiró de mi camiseta lentamente. Comenzó a
moverla sobre mi estómago hacia arriba y pensé que iba a explotar.
—Mierda, Lali… tu piel es tan suave.
No podía pensar. Su roce me volvía loca. El dolor entre las
piernas creció aún más y comencé a sentirme rara. Me estremecí y Peter dejó de
mover la mano.
—Tócame, Peter… por favor, sigue tocándome —supliqué. Dios
sabía que no quería que se detuviera.
Se inclinó y comenzó a besarme nuevamente. Lo sentí mover mi
sujetador y liberar mis pechos. Su mano se movió, acariciandolos
indistintamente. Luego comenzó a jugar con mi pezón. Dejé escapar un gemido
contra su boca y sentí sus caderas presionar con fuerza contra mí.
Allí estaba ese intenso sentimiento creciendo en mi cuerpo.
¿Qué diablos pasaba? Me apreté contra Peter y comencé a mecerme. Siguió jugando
con mis pezones, retorciéndolos y tirando de ellos. Me apretó más contra el
Jeep y con su otra mano agarró mi cabeza, profundizando el beso.
Maldito. Infierno…
Algo me sucedía… Me alejé de Peter mientras lo comprendía.
Comencé a gritar su nombre mientras la sensación se intensificaba y pensé que
moriría. Peter atrapó mis gritos con su boca.
Por un momento, dejé que mi cuerpo se hiciera cargo.
Mientras las abrumadoras sensaciones pulsantes se desvanecían, Peter también
ralentizó en ritmo de sus besos y dejó de jugar con mi pezón. Movió la mano
alrededor de mi espalda. Me sentí tan débil que pensé que, si me bajaba ahora,
colapsaría en el suelo.
Peter se alejó muy despacito de mi boca y abrí los ojos.
Respiraba como si acabara de correr una jodida maratón, y él también. Inclinó
su frente contra la mía y no nos movimos hasta que recuperamos el aliento.
—Nena, por favor, dime que ese fue tu primer orgasmo.
Maldición… acababa de tener un orgasmo. Iba a matar a Rochi
por no decirme lo jodidamente increíble que eran. ¿Todos eran así de
maravillosos? ¿Tal vez fue así porque Peter lo provocó? Ni siquiera sabía que
se podía tener uno sin tener sexo… De acuerdo, sí, lo sabía, pero no sabía que
con sólo unos besos y un poco de movimiento de caderas lo lograría.
—Peter… —fue todo lo que salió de mi boca. Lo miré mientras
una sonrisa aparecía en su hermoso rostro.
—¿Otro primero, nena?
Comencé a reír.
—¡Sí! ¡Otro primero!
Peter agarró mi nuca y me besó como loco. Luego se retiró y
besó la punta de mi nariz.
—Dios mío, Lali, si supieras las cosas que me haces, nena.
Quiero hacerte sentir así de bien todos los días.
—¡Estoy de acuerdo con eso!
Peter inclinó la cabeza hacia atrás y se rió.
—Lali, gracias por dejarme hacer eso por ti. Has tenido un
día lleno de “primeras veces”, ¿no?
Dejé escapar una risita mientras él comenzaba a ponerme en
el suelo y yo me acomodaba el sujetador.
—¡Sí, pero creo que esa última es mi favorita! —dije,
mirándolo. dios mío, era tan hermoso y sus ojos estaban llenos de… amor.
Peter me empujó hacia el Jeep y comenzó a besarme. Era el
momento más mágico de mi vida y nada lo superaría.
Lentamente, alejó sus labios de los míos, pero los mantuvo
rozándome.
—Lali… te amo…
No, estaba muy equivocada… ese era el momento más mágico de
mi vida.
—Yo también te amo, Juan Pedro.
Peter retiró la cabeza y me miró, sorprendido. Yo también
estaba sorprendida por haber dicho eso en voz alta. Aunque era cierto y parecía
el momento adecuado para decirlo.
Luego, él sonrió. Sentí mi cuerpo deslizarse suavemente por
el Jeep… mis rodillas no parecían capaces de sostenerme. Peter alcanzó mis caderas
y tiró de mí, apretándome de nuevo contra el auto.
—Me acabas de hacer el hombre más feliz de la tierra, Lali Esposito.
Te amaré por el resto de mi vida, nena.
Entonces me besó muy suave y dulcemente. Mi corazón se
apretaba en mi pecho. Lo hice; le di mi corazón a alguien cuando juré que no lo
haría otra vez. Recé para que Peter tuviera razón… ¿me amaría el resto de su
vida? ¿Siempre me querría?
Nunca serás querida por nadie…
Una lágrima rodó por mi rostro. Peter también debió de
haberla sentido. Se apartó y la limpió con el pulgar.
—Por favor, cariño, dime que es una lágrima de felicidad.
—Sí, sí, lo es. Prométeme que no me romperás el corazón, Juan
Pedro. Prométemelo, ¿sí?
Me miró y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Oh,
Dios…
—Lali, preferiría morir antes que romperte el corazón. En mi
vida nunca me he sentido así. Dejaría mi vida por ti si tuviera que hacerlo. Te
amo, nena.
Me alcé y rodeé su cuello con mis brazos mientras él me
levantaba del suelo. ¡Quería quedarme así, aquí, para siempre!
En los brazos de Peter, yaciendo en el rancho, bajo las
estrellas.
—¿Estás lista para regresar a casa, cariño?
Cada vez que me llamaba cariño o nena, mi corazón daba un
vuelco. Me encantaba. Lo amaba. Sí… lo amaba, y si él estaba dispuesto a dar
ese salto de fe, yo también lo estaba.
—De acuerdo, excepto que apenas comimos algo de lo que
empacó tu abuela. ¡Me siento mal!
—No te preocupes por eso. Podemos llevarlo con nosotros
mañana al río. Gas y yo tenemos un par de cosas del rancho de las que ocuparnos
por la mañana, pero tenemos la tarde libre. ¿Qué dices si tú y Rochi se
encuentran con nosotros en el río alrededor de las una? —dijo Peter y metió la
cesta en el Jeep mientras yo doblaba la manta y la ponía en el asiento trasero.
—Suena bien, pero, ¿cómo encontraremos el camino hacia el
río? Este sitio es inmenso.
Peter dejó escapar una risa y me dio un beso antes de salir
al camino de grava y dirigirnos a la casa del rancho. Nunca en mi vida me había
sentido tan feliz como en ese momento. No quería irme. Pensé que estaba
emocionada con empezar en otoño en la universidad de Texas, pero me encontré
soñando con comenzar una familia con Peter y vivir aquí, en el rancho. Qué
sueño más tonto… él iba a la universidad para convertirse en arquitecto, no en
ranchero.
Condujimos en silencio hasta llegar a la casa. Antes de que Peter
saliera, toqué su brazo y lo detuve.
Se volvió y me miró con una sonrisa.
—¿Qué pasa, cariño?
No estaba segura de por qué necesitaba preguntarle esto,
pero de pronto se volvió muy importante para mí.
—No pasa nada, es sólo… bueno, quiero decir, con esto de los
niños y todo, yo sólo… bueno, sólo quería preguntarte… mierda… ¡Esto es
difícil!
—Lali, cariño, ya te dije que podías preguntarme lo que
quisieras. Nunca te esconderé nada.
—Sólo me preguntaba, ¿dónde te ves en el futuro? Quiero
decir, sé que sólo te queda un año más de universidad y tendrás tu diploma de
arquitecto, pero también te encanta el fútbol. Gaston mencionó que ya tenías
equipos de la liga nacional interesados en ti. ¿Te ves jugando fútbol de manera
profesional?
Peter se recostó en su asiento y se pasó las manos por el
cabello. Diablos, me encantaba cuando hacía eso y comencé a sentir ese maldito
dolor entre mis piernas otra vez. Tuve que moverme en el asiento para calmar el
dolor. Mierda, ¿cómo se las ingeniaba para excitarme con tanta facilidad?
Me miró después de sentarse en silencio por casi un minuto.
Oh, mierda… aquí viene… Supe que diría que se veía jugando
al fútbol profesional… ¿Quería estar con alguien que viajaba todo el tiempo? No
pude imaginar la cantidad de mujeres que estarían detrás de él, intentando
llamar su atención… y mi corazón se hundió.
—Honestamente, Lali, mi sueño desde niño era diseñar y
construir edificios y dirigir este rancho. Pensé que podía hacer ambas, así que
por eso estudié para arquitecto. Gas y yo seremos contratados, después de la
universidad, en el sitio donde hemos estado trabajando como internos, pero yo
ya definí hacia dónde enfocaría mi trabajo fuera de aquí. Mi sueño número uno
es tomar el control del rancho. Me gustaría casarme aquí, tener hijos y
criarlos en el rancho.
No esperaba que dijera eso. Sentí que al menos un centenar
de mariposas levantaba vuelo en mi estómago. ¿Querría esa vida conmigo?
—Así que, fútbol profesional no, ¿aún cuando tienes tantos
equipos intentando contratarte? —pregunté, jugueteando con mis manos.
—No, La, fútbol profesional no. No quiero estar lejos de la
gente que amo. Especialmente de mis abuelos; están envejeciendo y quiero estar
aquí para ellos. Quitarles la carga del rancho y si soy bendecido, espero
darles bisnietos.
—Oh, vaya… eh… eso suena maravilloso, Peter. —Me di la
vuelta para abrir la puerta y salir del Jeep, pero Peter me agarró la mano y me
detuvo.
Comenzó a reírse.
—Eso no es justo. Me preguntas sobre mi futuro, ¿y qué hay
del tuyo?
¿Qué iba a decirle? Oh, bueno, está bien… sólo te conozco
poco más de un mes, pero quiero casarme contigo, ser la madre de tus hijos y
vivir aquí, en el rancho de tu familia. Sí, eso lo asustaría un poco.
—Bueno, supongo que no estoy muy segura de dónde veo mi
futuro. Pronto empezaré la universidad, así que supongo que eso es lo más lejos
que pienso ahora. —Me encogí de hombros mientras lo decía.
Su rostro cayó, luciendo devastado. ¿Qué demonios? ¿Qué
dije?
Lentamente, me obsequió una sonrisa y me soltó la mano.
Salió del Jeep tan rápido que casi ni lo vi agarrar la cesta y dirigirse a la
puerta principal.
¡Oh, mierda! Supongo que con eso le dije que no creía verlo
en mi futuro.
¡Oh, no! ¡Joder!
—¡Peter, espera un minuto! Esa no es la verdad, para nada.
—Está bien Lali, tenemos ideas distintas sobre nuestro
futuro, no es gran cosa —dijo mientras se volvía, alejándose. ¿Cómo podía decir
eso? ¿Por qué diría eso?
—¡Peter, por favor, detente! ¡No te alejes de mí después de
lo que pasó entre nosotros!
Se detuvo y se dio la vuelta para mirarme.
—Nunca me alejaría de ti, Lali. Jamás.
Caminé hacia él y me detuve en el pórtico, a su lado. Estaba
asustada hasta el tuétano de decirle lo que realmente había visto, pero tenía
que hacerlo. Por alguna razón, tenía que decirle que vi el mismo futuro y que
rezaba con que fuera yo a quien viera en su futuro como lo había visto a él en
el mío.
—Peter, esto va demasiado rápido para mí y… bueno… fue
grande para mí decir lo que siento por ti. Estoy muy asustada; no tienes idea
cuánto. ¡Te amo! Te amo con todo mi corazón y antes, en el momento en que salí
de tu camioneta, todo lo que pasaba por mi mente era estar aquí, en este
rancho; sentada en este pórtico contigo; mirando amaneceres y atardeceres
contigo, viendo a nuestro hijos correr por todo el lugar y a Emma enseñándome a
preparar tus comidas favoritas. ¡No he sido capaz de dejar de pensar en eso
todo el día y me asusta! —barboté con Peter de pie allí, mirándome sin emoción
alguna en el rostro. Tenía que sentarme.
Mierda… ¡Creo que voy a vomitar! ¡Oh, Jesuscristo, no puedo
respirar!
Caminé hacia las sillas y me senté en una. Recosté la cabeza
en mis manos y me maldije por ser tan estúpida. ¿Cómo podía exponer todo mi
corazón así como así? ¡Dios mío!
Nunca serás querida por nadie…
Escuché a Peter poner la cesta en el suelo y caminar hacia
mí. Se arrodilló y se quedó así. ¿Qué esperaba? ¿Qué hacía? Levanté la cabeza
lentamente para mirarlo. ¿Qué vería? Probablemente la lástima en sus ojos… sólo
porque dijera que me amaba no significaba que quisiera pasar el resto de su
vida conmigo.
Cuando alcé la cabeza, di un respingo. ¡Las lágrimas bañaban
su rostro! Infiernos…
—Peter… ¿qué pasa? ¿Por qué lloras?
Lo siguiente que supe era que estaba poniendo su cabeza en
mi regazo y sólo… lloró. Estaba anonadada. Alcé una mano y comencé a pasarla
por su cabello. ¿Por qué demonios estaba enojado?
—Peter, lo siento mucho si te hice enojar. Yo… yo no sé por
qué te dije todo eso… entiendo completamente si no te sientes del mismo modo
sobre mí…
—Lali, deja de hablar.
Lo hice de inmediato. Me miró y tenía en el rostro la
sonrisa más ladrona de alientos. No quería, pero sonreí de vuelta.
—Cuando antes me dijiste que me amabas… ni siquiera puedo
comenzar a decirte lo feliz que me hiciste. Que me digas que en tu futuro te
ves casándote conmigo, teniendo hijos conmigo y viviendo aquí… siento que puedo
explotar de lo malditamente feliz que estoy ahora mismo. Sé que estamos
demasiado verdes ahora mismo… es demasiado pronto para siquiera hablar de eso,
pero maldición, Lali. No quiero hacer nada más que exactamente eso que dijiste
y hacerlo solamente contigo, nena.
Estaba bastante segura de que nuestros corazones latían como
locos. Me incliné, tomé su cara y lo besé.
—Te amo, Lali.
—Yo también te amo, y ya que estamos sincerándonos… ¿puedo
decirte lo mucho que me excita cada vez que me llamas nena?
¡Peter echó la cabeza hacia atrás y se rió! Se levantó y
tiró de mí.
—¡Eso lo voy a tener que recordar! Vamos, necesito
levantarme temprano para ayudar a Drake.
Puso su mano alrededor de mi hombro y me guió hacia la casa.
Cuando entramos, una débil luz estaba encendida en la sala de estar. Rochi
estaba en su silla, durmiendo con un libro abierto. Parecía en paz y en casa.
¡Si no la conociera, diría que estaba hecha para ser la esposa de un ranchero!
No una chica de club de campo, de esas que un idiota lleva del brazo.
—¿La despertamos o la dejamos? —preguntó Peter. Después de
mi noche, tenía que despertarse para que pudiéramos hablar.
—Creo que debemos despertarla. Estaría más cómoda en la
cama. —Entonces Gaston bajó las escaleras.
—Pensé haberlos oído. ¿Te divertiste mirando las estrellas, La?
—¡Sí! Fue increíble. Toda la noche fue increíble —dije con
demasiado entusiasmo.
Gaston sólo me miró y luego a Peter, alzando una ceja.
—Vale, ¿cuán increíble fue?
Le golpeé el brazo.
—¡Gaston Esposito! ¡No pasó nada y deja de pensar así! ¡Peter
es demasiado caballeroso para hacer semejante cosa!
Peter dejó escapar una carcajada.
—Jesús, amigo… dame un poco más de crédito.
Gaston miró a Rochi, dormida en la silla.
—¿Ha estado ahí todo el tiempo? El cuello la va a matar por
la mañana y luego voy a tener que oírla quejarse al respecto todo el día.
—Justo iba a despertarla, pero a veces cuesta trabajo si
duerme profundamente.
Intentamos hacerlo durante diez minutos. Finalmente, Gaston
se dio por vencido.
—Al demonio, simplemente la voy a llevar a su habitación.
—Se dobló y recogió a Rochi como si no pesara nada.
—Su cama es la más cercana a la puerta —dije mientras nos
pasaba y se dirigía escaleras arriba con Peter y yo siguiéndolo.
Una vez en nuestra habitación, tiré de las mantas y Gaston
comenzó a poner a Rochi sobre la cama. Ella abrió los ojos, lo miró y sonrió.
Al instante, él dejó de moverse y sólo la miró. Rochi murmuró algo sobre que
esto era el mejor sueño y Gaston le devolvió la sonrisa mientras la ponía sobre
la cama. Entonces se inclinó y la besó en la mejilla. Rochi se llevó una mano a
ella y sonrió. Entonces dejó escapar un ronquido… tuve que reírme.
—Típico —dijo Gaston mientras sacudía la cabeza y se daba
media vuelta para salir—. Buenas noches, La —dijo y me dio un beso.
—Buenas noches, Gaston, duerme bien.
Peter me tomó en sus brazos y me dio un maravilloso beso de
buenas noches. Tan hermoso como era, no quería que terminara. Se alejó de mí y
sonrió.
—Piensa en mí esta noche, ¿sí? —dijo mientras le daba un
rápido beso.
—¡Siempre!
Se dio la vuelta y salió, cerrando la puerta tras de sí.
Caminé hacia mi cama y sólo me tiré en ella. Comencé a saltar como una
colegiala que acababa de recibir su primer beso. ¡Santas campanas del infierno,
este ha sido el día más maravilloso de mi vida!
Me senté rápidamente y miré a Rochi. ¡Tenía que decírselo o
explotaría! Sólo entonces la escuché roncar. Mierda, no había manera de que
despertara. Tendría que esperar al día siguiente.
Fui de puntillas hacia el baño, me cambié y cepillé los
dientes. Tan pronto como me acosté, comencé a soñar.
Yo… Peter… y un campo lleno de gente mirándonos… no quería
despertar.
5+
5+
Massss
ResponderEliminarOtro mas por favor 🙏🙏
ResponderEliminarOMG!! peter es demasiado caballeroso que le dijera eso fue como wow jajajaja pero que lindosss me muero!!!!!11
ResponderEliminarmas!!!!!!!!!!!!!!1
awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww, seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!
ResponderEliminarAtyyy por dios cada vez se pone más y más buena la nove !!!
ResponderEliminarSeguila !!!!