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lunes, 16 de junio de 2014

Capitulo: 1



Dos años después…

Dos días antes de mi graduación y allí me encontraba, de pie frente a mi casillero en estado de shock. La gente caminaba y se dirigía a clase, sin saber el infierno que atravesaba o sin importarles.
Los recuerdos de lo que mi madre me dijo cuando tenía siete años tuvieron que volver justo en ese momento.
Todo mi cuerpo empezó a temblar.
¿Por qué? Quería gritar tan fuerte como pudiese: ¿¡Por qué!?
Tal vez mi madre tenía razón: ningún hombre me querrá o amará realmente alguna vez. Tenía que darme por vencida con ellos, para siempre.
Sólo quería a Gaston. ¿Cuándo llegaría? Tenía que decirle lo que pasó o sabría que algo iba mal en cuanto viera mis llorosos ojos rojos. Gaston sabría qué hacer para alejar ese dolor antes de que tuviera que ir a casa y enfrentar a mi madre. Nunca dejaré que descubra lo que sucedió. No me dejaría olvidarlo jamás, al igual que lo que sucedió con Maxi. Dios, tenía un problema con el aire en mis pulmones. Necesitaba a Gaston.
Gaston es mi hermano mayor por tres años. Ha sido la única persona en mi vida que ha estado allí cuando lo necesito. Va en la Universidad de Texas y estudia ingeniería arquitectónica. Trabajó mucho enla escuela para obtener calificaciones perfectas y, por supuesto, ser excelente en fútbol. Recibió una beca para jugar en la universidad. Podría haber ido a donde quisiera, pero se quedó en Austin para ayudar a cuidarnos a mí y a mi madre.
No me dejaría sola haciéndole frente a ella. Él es todo lo que tengo en este mundo. Mi padre se fue cuando tenía tres años. Vino a vernos sólo una vez después de que se fue, justo después de que Gaston consiguiera su beca en la universidad. Apareció en nuestra puerta actuando como un padre orgulloso. Creí que Gaston iba a golpearlo hasta morir. Sólo se quedó el tiempo suficiente como para darnos a Gaston y a mí una herencia de una abuela que ninguno de los dos recordaba. También hizo que mi madre fuera a otra fiesta y perdiera otro trabajo.
Gaston me hizo ahorrar el dinero para la universidad mientras él compraba una camioneta y pagaba lo adeudado de la casa de nuestra madre. Quien no es más que una borracha que la mitad del tiempo ni siquiera sabe que tiene dos hijos. No soy nada más que un recordatorio del hombre que la dejó sola y acomplejada. Me dijo lo mucho que me parecía a él cuándo era más joven. Su odio hacia él la lleva a beber para olvidar sus problemas, o por lo menos intentar alejarlos.
Gaston es otro recordatorio de nuestro padre, pero mi madre lo ignora más que a mí. Mientras ponga dinero en su cuenta cada mes para comprar alcohol, es feliz. Él ha trabajado desde que tiene catorce para ayudar a poner comida en nuestra mesa. Dejé de contar cuántos puestos de trabajo tuvo mi madre en los últimos diez años. A veces se iba durante días, lo que nos gustaba. ¿Cómo logró Gaston trabajar, estudiar y llegar a sus prácticas de fútbol mientras cuidaba de su hermana menor? Nunca lo sabré.
Amo a mi hermano por todo lo que hace, incluso por ayudar a nuestra madre. Es la única persona en mi vida que ha estado allí para mí.
Sólo necesitaba a dos personas en mi vida: Gaston y Pablo… Bueno, mierda. Al menos hasta hace media hora, las dos únicas personas que necesitaba en mi vida eran Gaston y Pablo. Pablo ha sido mi novio durante los últimos ocho meses; casi todo mi último año lo he pasado con él. Qué maldito desperdicio.
Supongo que debería decir que era mi novio. ¡Ese hijo de puta! Mi cuerpo empezó a temblar de nuevo cuando la imagen volvió a entrar en mi mente. Sentí que las lágrimas amenazaban con volver. ¡No! No iba a llorar por él nunca más.
Me llegó un mensaje de Pablo pidiéndome que nos encontráramos en el auditorio durante el sexto período. Trabajaba en la oficina, por lo que no era raro que me reuniera con él durante ese período, antes de salir de la escuela. Pero podría jurar que me dijo que salía justo después del quinto.
Hoy fue algo diferente, y lo supe en el momento en que entré por la puerta. Oí gemidos procedentes desde detrás del escenario. Poco a poco, me acerqué y encontré a Pablo detrás del escenario follando con Juliet Harris. Pensé que iba a vomitar. Me quedé como una idiota viéndolos por lo menos un minuto antes de que mi cerebro comenzara a trabajar otra vez.
Finalmente fui capaz de apartar la mirada de uno de los peores momentos en mi vida, sólo para chocar con la estúpida utilería de la obra del Mago de Oz que la clase de drama estaría presentando esa noche. Hizo un estruendo cuando chocó con el suelo y me di la vuelta justo a tiempo para encontrarlo mirándome con su rostro lleno de asombro y ver a Juliet dándome la sonrisa más malvada que alguna vez había visto. Quiero decir, ¿en serio…? Esa perra podría lanzarle dagas a su madre mientras cantaba una canción de Disney. En ese momento supe que todo fue obra suya, que fue ella quien me envió el mensaje e hizo que viera eso.
Me di la vuelta y salté la utilería para correr hacia la puerta. Todo lo que sabía era que apenas podía respirar y que tenía que salir de allí, rápido. Oí al bastardo llamándome en voz alta.
—¡Déjame explicártelo! ¡Lali! ¡Por favor! ¡Deja que te lo explique! —siguió gritando. En serio… ¿Cómo iba a explicar que estuviera teniendo sexo con una chica que me odiaba hasta las entrañas?
Desde que Pablo me pidió ir con él al baile de otoño, Juliet hizo de su misión odiarme y alejarme de Pablo. Con su perfecto cabello rubio, ojos azules y el dinero de papá, no necesitaba nada y conseguía todo lo que quería. Supongo que consiguió alejar a Pablo de mí.
Después de haber pasado los últimos veinte minutos hecha un mar de lágrimas en el horrible baño de chicas con mi mejor amiga, Rocio, de pie fuera de la cabina pidiéndome que le dijera qué sucedía, me sentí lista para darme de golpes con la idiota de Juliet Harris.
Finalmente fui capaz de hablarle a Rochi, una vez que los sollozos cesaron un poco.
—Oh, Jesús, Rochi, ese hijo de puta… bueno para nada… —Y allí venía: otra ronda de sollozos interminables.
—Por favor, Lali, me estás asustando. Por favor, dime de quién y de qué demonios estás hablando antes de que derribe esta maldita puerta y te lo saque a golpes —gritó Rochi por encima de mis sollozos.
—Es… es Pablo. Lo vi teniendo sexo con… con… Ju… Ju… Juli…
No puedo respirar… ¡Oh, Dios mío! ¿Por qué?
—¡Acabo de ver a Pablo tirándose a la puta de Juliet detrás delescenario! —grité con tal fuerza que esperaba que alguien viniera a ver qué pasaba en el baño de chicas del pasillo C.
Durante unos minutos, pensé que Rochi me había dejado sola con mi miseria. Me hallaba sola, sentada en el baño de chicas llorando por un idiota.
Siempre terminaba sola.
Qué estúpido era pensar que Pablo esperaría estar conmigo hasta que estuviera lista. Nunca me sentí como que fuese “el único” para quien me reservaba. A duras penas nos besábamos y nunca trató de ir más lejos. Mi madre me dijo la primera y última vez que vio a Pablo que sólo era un accesorio para él.
Siempre voy a estar sola. Negué con la cabeza. No era cierto… tenía a Gaston. Siempre tendría a Gaston.
—¡Santas campanas del infierno! ¡Jesús, María y José! ¡Ese sucio y podrido hijo de puta! Le voy a cortar las pelotas y…
Dios, amaba a esta chica. Rocio había sido mi mejor amiga desde que teníamos diez. Era hermosa, divertida y bastante inteligente. Se iba a graduar como la mejor de nuestra clase. Ambas medíamos un metro sesanta y siete y pesábamos casi lo mismo. Lo que era genial, ya que me encantaba la ropa que me prestaba.
Tenía un hermoso cabello castaño que le llegaba justo por debajo de los hombros y unos ojos verdes inquietantemente bellos. Su único inconveniente era que no sabía cuándo dejar de hablar. La chica podía hablar todo el día si la dejabas.
—Rochi, por favor, si alguien va a cortarle las pelotas, te aseguro que voy a ser yo, no tú. Pero gracias por el apoyo —dije mientras salía de la cabina, más tranquila de lo que debería haber estado en realidad.
De alguna manera, en los últimos sesenta segundos, lo comprendí. No iba a ser feliz o encontrar el amor. Al igual como me dijo mi madre cuando era más joven.
Nunca voy a ser querida.
Por nadie, mucho menos por uno de las chicos más populares de la clase superior. ¡Qué tonta fui! Argh, sólo necesitaba que mi hermano llegara. Me llevaría lejos de este desastre, como siempre lo había hecho.
Una vez que Rochi se aseguró que me encontraba bien, salió del cuarto de baño antes de que sonara la campana para que la señora Esposito supiera que no me sentía bien. Pensaba decirle a nuestro profesor de ciencias que tenía cólicos y que estaría en el baño de chicas.
Tenía razón, en cierto modo. Tenía un dolor terrible, pero no tenía nada que ver con los calambres. Era por mi corazón roto y nada más. A la señora Esposito no le importaría. Era nuestro último día en la escuela y todo lo que estábamos haciendo eran juegos estúpidos.
Le había enviado un mensaje a Gaston cuando entré al baño y me encerré en la cabina, preguntándole si podía venir a recogerme temprano. Rochi me vió corriendo por el pasillo y vino detrás de mí. Había logrado evitar a Pablo escondiéndome al otro lado de la escuela por los últimos minutos. Esperaba silenciosamente que sólo se fuera de la escuela una vez que no pudiera encontrarme. Ahora estábamos en recreo, por lo que sólo esperaba que mi teléfono sonara con un: “Estoy aquí, cariño”, así podía salir de allí y entrar en la seguridad de la camioneta de Gaston. Si podía manejar eso y no ver a Pablo, estaría bien.
—La… Por favor, déjame hablar contigo.
Joder. Síp, era cierto: Mi vida nunca iría de la forma que deseaba que fuera. ¡Maldita sea!
—Vete, R-Pablo. —Oh, mierda, no pierdas el control, Lali, no pierdas el control. ¡No llores frente a él!
—Por favor, La, he cometido un terrible error. Juliet me dijo que te escuchó decirle a Rochi que no planeabas seguir conmigo, que ibas a terminar lo nuestro antes del verano… y, bueno, mierda. Lali, no estaba pensando correctamente, cariño. He estado tratando de ser paciente contigo, pero por todo lo santo, todo lo que hacemos es besarnos y bueno, fui débil. Un hombre tiene necesidades y, eh, bueno… Me hizo dudar, y tuve un momento de debilidad. Te prometo que no volverá a suceder. Te lo prometo. Lo juro. Nunca te traicionaré de nuevo, Lali. Te lo prometo, cariño. Vamos a olvidarlo, ¿está bien? Seguir adelante, podemos superarlo, ¿cierto?
Oh, Dios mío, creo que acababa de vomitar en mi boca. ¿Un hombre tiene necesidades? ¡Qué locura! ¿Tuvo un pequeño momento de debilidad? ¡Tiene que estar bromeando! ¿De verdad dijo eso?
Conseguí el coraje de algún lugar profundo en mi interior y me volví para mirarlo.
—Tienes que estar bromeando, ¿verdad? ¿Ese es el por qué te follaste a Juliet? Porque esperaba que por lo menos hicieras que valierala pena, Pablo. —Logré soltar todo eso incluso con las lágrimas que contenía y la creciente ira.
—¿Hacer que valga la pena? ¡Lali, haré cualquier cosa! —declaró Pablo. En ese momento, reuní toda la fuerza femenina de la que la madre de Rochi siempre nos hablaba. Chicas, ustedes son más fuertes de lo que piensan. Si no les gusta ser tratadas como idiotas, entonces no lo permitan… Ah, y mi favorita de todos los tiempos: “Si obedeces todas las reglas, te pierdes toda la diversión”. Era una cita de Katherine Hepburn. La madre de Rochi adora a Katherine Hepburn y juro que nos ha hecho ver todas sus películas.
Síp, una vez que tenía toda esa fuerza hirviendo por mi cuerpo, apreté el puño y golpeé a ese hijo de puta tan duro como podía en la cara. Está bien, no voy a mentir y decir que no me dolió. Me dolió bastante, y estoy segura de que dejé escapar un grito de dolor una vez que mi puño entró en contacto con su mandíbula, pero… al ver la cabeza de Pablo caer hacia atrás y a todo el mundo detenerse para mirar: ¡Jesús, valió la pena!
Incluso aunque pensaba que me había roto la mano. ¡Mierda!
—Para hacer que valga la pena, infeliz —le grité a Pablo. Por un segundo, me sentí muy bien, hasta que mi mano empezó a latir más fuerte.
Oh, infiernos.
—Lali, ¿qué demonios sucede? —Era Gaston. Fui sacada del estupor en el que me hallaba mientras permanecía allí y miraba mi mano, que comenzaba a hincharse cada vez más.
—Vi tu mensaje, cariño, ¿qué sucede?
Gaston me miró, luego mi mano y a Pablo, que se frotaba la mandíbula, y todo debió haber calzado en ese momento. Gaston lo tenía clavado en las taquillas en dos segundos.
—¿Qué demonios le hiciste a mi hermana, idiota? ¡Te mataré si le hiciste daño! —siseó Gaston entre dientes.

Me acerqué y traté de alejar a Gaston de Pablo antes de que lo lastimara o algo peor, se metiera en problemas por golpear a un estudiante de preparatoria. Me había olvidado de mi mano, por lo que retrocedí ante el dolor y solté un pequeño jadeo cuando lo cogí por la camisa. Justo en ese momento, sentí unas cálidas y fuertes manos en mis hombros y todo mi cuerpo comenzó a temblar y sentirse cálido por dentro.
¿Qué demonios? ¿Qué sucedía?
—Retrocede, Lali, así no saldrás herida, cariño. —Levanté la mirada para ver los ojos azules más bonitos que había visto en mi vida. Nunca había visto a un hombre tan hermoso como el tipo que se hallaba parado frente a mí. Debía medir por lo menos un metro ochenta, y pesar ciento cuatro kilos. Lo sé porque Gaston medía uno setenta y cinco y pesaba cien kilos.
Mis ojos recorrieron su cuerpo de arriba abajo rápidamente. Mierda, el tipo estaba increíble. Siempre pensé que mi hermano era el hombre más guapo que alguna vez había pisado la tierra. Gaston tenía el cabello de un castaño claro y ojos verde esmeralda. Trabajaba todos los días desde que tenía memoria. Me dijo que era su manera de liberar el estrés. No podía ir a ninguna parte sin que todas las chicas tropezaran con él para llamar su atención. Lo que más me gusta de mi hermano es que no se entera de ello. Bastaba con lanzar a mi hermano en un lago sin camisa y todas las chicas aparecerían. Tenía un cuerpo precioso; parte de su pecho y brazos se hallaba cubierta en tatuajes. Tenía un tatuaje de la bandera de Texas en el brazo izquierdo, y uno tribal en el pecho y el hombro derecho, terminando en su espalda. Él y algunos amigos fueron el verano pasado a hacerse tatuajes de ese tipo.
Pero este tipo de pie frente a mí, era impresionante. No podía apartar los ojos de él.
Oí una pequeña carcajada escapar de su hermosa boca y me di cuenta de que aún sujetaba mis hombros. Salí del otro aturdimiento.
Me sonrió y en ese momento todo pareció desaparecer. Casi no escuché a Gaston gritándole a Pablo, o al señor Watson imitándolo, preguntándole porque estaba en la escuela y pidiéndole que soltara a Pablo. Sólo tenía ojos para la más magnifica sonrisa mirándome. Todo mi cuerpo se sentía débil y tuve que esforzarme por respirar. Me las arreglé para mirar por encima de su hombro para ver lo que sucedía con Gaston.
Le dio a mis hombros un pequeño apretón y un momento después, se volvió para alejar a Gaston de Pablo.
—Gas, cálmate, hombre. ¡Cálmate, joder! No vale la pena ir a la cárcel por esto —dijo suave y tranquilamente.
Sí, nunca había oído una voz tan dulce en mi vida. ¿Puede un cuerpo fundirse, literalmente, por una voz? ¿Qué demonios me pasaba?
—Voy a matar a ese hijo de puta si la lastimó de alguna forma, Peter. ¡Lo voy a matar! —siseó mientras miraba a Pablo.
Así que este era Peter, ¿eh? El mejor amigo de mi hermano. Gaston hablaba de Peter todo el tiempo, pero no la había conocido en persona. Lo vi varias veces en el campo de fútbol. Juegan fútbol juntos para la universidad, y los dos estudiaban ingeniería arquitectónica.
Peter dejó escapar una carcajada que se deslizó por todo mi cuerpo como una cálida manta. ¿Qué me sucedía? Permanecí de pie allí, sin poder moverme y mirándolo fijamente. ¿Qué tenía este hombre que hacía que mi interior se derritiera? Quiero decir, acabo de ver a mi novio follar con otra y nunca volvería… dejénme repetirlo… nunca volvería a enamorarme otra vez. Todos los hombres eran escoria. Unos desgraciados hijos de puta que sólo querían una cosa de ti. Sexo. Diles que eres virgen y supongo que invertirían hasta meses de su vida para poder decir que te la arrebataron.
Bastardos.
Miré a Peter de nuevo. Había algo en él. Me impresionaban los intensos e inmediatos sentimientos que tuve, especialmente después de lo que acababa de suceder. Recorrí su cuerpo de arriba abajo mientras me lamía los labios, después de que mi boca se secara en un instante. Traté de mirar a otra parte, pero no podía. Era sólo unos cuantos centímetros más alto que Gaston. Tenía este castaño cabello que lucía de esa forma desordenada que sólo un tipo así de caliente podía conseguir. Le eché un vistazo a sus ojos. Santa mierda. Tenía un par de hermosos ojos azules. Podía verme perdiéndome en ellos. Aparté la mirada de su rostro y en cambio, miré su ancho y musculoso pecho. Tenía un tatuaje. Pude ver una parte de él en su brazo, asomándose por debajo de su camiseta blanca. Casi podías verlo por debajo de su camisa si mirabas lo suficientemente duro, y de seguro yo lo hacía. Parecía comenzar en su pecho, trasladándose hasta su hombro y espalda, para luego deslizarse por su brazo. Qué no daría por darle un vistazo más cercano y pasar los dedos a lo largo…
¡Bien! Espera… ¡Detente, Lali! Querido Jesús, ¿qué estoy haciendo? Tuve que sacudir la cabeza para aclarar mis pensamientos. Estaba prácticamente desvistiendo al mejor amigo de mi hermano en mi mente.
¡No! Nunca voy a dejar que un hombre me lastime otra vez. Mi madre tenía razón, nadie me iba a querer nunca, y Pablo era la prueba de ello. Nunca más iba a dejar que un hombre entrara en mi vida para hacerme daño.
Justo en ese momento, fui llevada de vuelta a la realidad cuando Rochi me pidió que le dejara ver mi mano. Cuando llegó allí, no tenía idea.
—¡Oh, mierda… La! ¡Gas! ¡Tenemos que llevar a Lali al hospital ahora mismo! —gritó, tratando de llamar la atención de Gaston.
—Amigo, escúchame, tú hermana está herida. Tenemos que llevarla al médico. No te preocupes por esto, Gas. Podemos ocuparnos de él más tarde —dijo Peter mientras le daba a Pablo una mirada de odio y asco. Si no fuera porque lo acababa de conocer, habría pensado que lo quería matar más de lo que mi hermano deseaba.
El cuerpo de Gaston se relajó un instante. Nunca había visto a alguien calmar a mi hermano tan rápido. Se acercó a Pablo, lo suficiente para que el señor Watson no lo oyera, pero lo escuché.
—Voy a volver por ti, hijo de puta —siseó.
—Vamos, Gas —dijo Peter mientras lo alejaba de lo que Rochi llamaba “la escena del crimen”.
Comenzamos a caminar por el pasillo para salir a la calle cuando Rochi comenzó con sus famosos comentarios.
—De seguro no van a dejarte salir de esta así de fácil, La… Jesús, ¿qué demonios pensabas al golpearlo justo aquí en la escuela, frente a todos? Quiero decir, sé que eres la tercera de la clase, pero eso no significa que no te vayan a hacer nada. ¡No voy a poder subir ahí a dar un discurso, sabiendo que mi mejor amiga no va a estar conmigo en el mismo escenRochio! ¿No te he enseñado nada de nada? Quiero decir, necesitabas esperar…
—¡Rocio! Por favor, cállate de una puta vez, ¿vale? —gritó Gaston.
A pesar de que mi mano estaba hinchada y dolía como el infierno, me reí. Gaston y Rochi tenían una relación de amor/odio. Rochi amaba a Gaston mientras que él parecía odiarla. Aunque no siempre fue así.
Cuando tenía diez, Rochi se convirtió en mi mejor amiga en la escuela después de que se mudara de Dallas a Austin. Gaston tenía trece y solía jugar con nosotras y burlarse de Rochi. Entonces, algo cambió cuando estábamos en noveno grado y se convirtió en un sénior. Apenas miraba a Rochi. No quería estar cerca de ella, lo que hacía la vida un poco difícil para mí. Sé que se preocupa por ella como si fuera su hermana. Cuando Brad Roberts se jacto de que iba a llevar a Rochi una semana a su casa del lago e iba a arrebatarle la virginidad, Gaston se enteró y le dio una paliza. Rochi, por supuesto, creyó que era porque la amaba.
Lo tomé como que estaba protegiendo a la mejor amiga de su hermana pequeña, porque Gaston hacía ese tipo de cosas. Es por eso que lo necesitaba mucho, y estaría perdida sin él.
Rochi y Gaston continuaron discutiendo todo el camino hasta la camioneta, pero dejé de escucharlos porque mi mano dolía demasiado, de lo contrario, habría sido molesto.
Gaston me ayudó a subir al asiento trasero de su Ford F250. Peter corrió detrás de él y me entregó una bolsa llena de hielo. ¿Eh? ¿Dónde y cuándo la consiguió?
—Gracias, eh, Peter —tartamudeé.
Jesús, ¿qué estaba mal conmigo? Ni siquiera podía hablar bien. ¿Por qué me hacía sentir tan rara? Justo cuando pensaba que no podía ser peor, me sonrió.
Joder. Esos hermosos ojos azul cielo, y esos perfectos dientes, rectos y blancos, completaban la sonrisa más hermosa que alguna vez había visto.
—No hay problema, Lali. Trata de ponerla cerca de tu corazón, cariño y toma, tómate estas pastillas para la antiinflamación. —Me las entregó con una botella de agua.
Rayos, ni siquiera podía hablar. Rochi se inclinó y me susurró al oído—: Respira, La, respira. —Tomé una larga respiración y logré darle las gracias por el hielo, la botella de agua y las pastillas.
—Hola, soy Rochi, por cierto, la mejor amiga de Lali —dijo Rochi.
Peter le dio una sonrisa bastante dulce y luego se inclinó un poco más cerca de mí.
—Vamos a llevarte al médico, ¿qué dices? —susurró en mi oído. La sensación de su cálido aliento en mi rostro hizo que mi cuerpo comenzara a temblar.
—Eh, sí, bien, un doctor suena bien. Vamos.
Bien, ¿por qué mi boca seguía hablando cuando claramente mi cerebro estaba grabando el momento en que me sonrió? Cerró la puerta y se metió en el asiento del copiloto. Gaston encendió la camioneta y, por supuesto, Truck Yeah de Tim McGraw comenzó a sonar. Juraba por Dios que si tenía que escuchar esa canción una vez más, iba a vomitar.
Miré a Rochi, que tenía una retorcida sonrisa en su rostro. Se inclinó y habló lo suficientemente bajo para que sólo yo escuchara. —¡De acuerdo, ese chico quiere meterse en tus bragas!
Le di mi mejor mirada de cállate y dije—: Ya, claro… ¡Estás loca! ¿Te he dicho últimamente que necesitas terapia? En serio la necesitas, Rocio, estoy empezando a preocuparme por ti —le reproché en respuesta.
Rochi lanzó la cabeza hacia atrás y se rió. —Perra, no puedes decir que estoy equivocada. De hecho, te apuesto el bolso Coach que has estado viendo los últimos tres meses a que ese chico te desea.
Tuve que reírme, lo que hizo que mi mano palpitara más y mi corazón se rompiera.
Nunca serás querida por nadie…
—Incluso si decidiera aceptar, sé que estás equivocada —dije un poco demasiado fuerte.
—¿Rochi se equivoca en qué, Lali? —preguntó Gaston mientras salía del estacionamiento de la escuela.
—Nada, está alucinando, eso es todo. Está viendo cosas que claramente no están allí —dije, entrecerrándole los ojos a Rochi.
—Bueno, que Rochi esté jodidamente loca no me importa. ¡Ahora, quiero saber qué diablos pasó contigo y Pablo!
Rochi le disparó una mirada y rodó los ojos. Estoy segura de que la escuché decirle “idiota”.
Mierda… Aquí vamos. Tengo que decirle a Gaston lo que pasó y rogarle a Dios que no mate a Pablo. Me gustaría ver a alguien pateando su trasero, pero no a Gaston. Él tenía que pensar en su beca y futuro. No en lo que un idiota le había hecho a su hermana, quien probablemente se lo merecía. Peter se giró y me dio una sonrisa que derritió mi corazón, por no hablar de mi ropa interior. Era casi como si me estuviera dando el coraje para hablar. Le di una pequeña sonrisa y mi cuerpo en realidad se sentía como si estuviera zumbando. Pensé que iba a tener problemas para respirar de nuevo, pero su sonrisa me hizo olvidarlo.
¿Qué demonios? Ningún hombre me había hecho sentir alguna vez de la forma en que él lo hacía. ¿Qué sucedía conmigo? Tenía que concentrarme. Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos.
—Bueno, todo comenzó cuando recibí un mensaje de Pablo pidiéndome que lo encontrara en el auditorio…


Que les parecio el primer cap?

7 comentarios:

  1. ME ENCANTO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    SEGUILAAAAAAAA
    XFA ESTA BUENISIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

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  2. Ale ne dejas. Con la intriga seguilaaa

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  3. Nooo el otro porfía genial la nove
    Como se llama el autor

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  4. Esta genial esto.....Maaaaaaasssssssssssss

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  5. ayyyyy me encanto!!!!!!!
    seguiila Ale !!!!
    no nos dejes con esta intriga !!!

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  6. Otroo ya !!!!! Esta super bueno el cap.cuando maraton? !!

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