Dos años después…
Dos días antes de mi graduación y allí me encontraba, de pie
frente a mi casillero en estado de shock. La gente caminaba y se dirigía a
clase, sin saber el infierno que atravesaba o sin importarles.
Los recuerdos de lo que mi madre me dijo cuando tenía siete
años tuvieron que volver justo en ese momento.
Todo mi cuerpo empezó a temblar.
¿Por qué? Quería gritar tan fuerte como pudiese: ¿¡Por qué!?
Tal vez mi madre tenía razón: ningún hombre me querrá o
amará realmente alguna vez. Tenía que darme por vencida con ellos, para
siempre.
Sólo quería a Gaston. ¿Cuándo llegaría? Tenía que decirle lo
que pasó o sabría que algo iba mal en cuanto viera mis llorosos ojos rojos. Gaston
sabría qué hacer para alejar ese dolor antes de que tuviera que ir a casa y
enfrentar a mi madre. Nunca dejaré que descubra lo que sucedió. No me dejaría
olvidarlo jamás, al igual que lo que sucedió con Maxi. Dios, tenía un problema
con el aire en mis pulmones. Necesitaba a Gaston.
Gaston es mi hermano mayor por tres años. Ha sido la única
persona en mi vida que ha estado allí cuando lo necesito. Va en la Universidad
de Texas y estudia ingeniería arquitectónica. Trabajó mucho enla escuela para
obtener calificaciones perfectas y, por supuesto, ser excelente en fútbol.
Recibió una beca para jugar en la universidad. Podría haber ido a donde
quisiera, pero se quedó en Austin para ayudar a cuidarnos a mí y a mi madre.
No me dejaría sola haciéndole frente a ella. Él es todo lo
que tengo en este mundo. Mi padre se fue cuando tenía tres años. Vino a vernos
sólo una vez después de que se fue, justo después de que Gaston consiguiera su
beca en la universidad. Apareció en nuestra puerta actuando como un padre
orgulloso. Creí que Gaston iba a golpearlo hasta morir. Sólo se quedó el tiempo
suficiente como para darnos a Gaston y a mí una herencia de una abuela que
ninguno de los dos recordaba. También hizo que mi madre fuera a otra fiesta y
perdiera otro trabajo.
Gaston me hizo ahorrar el dinero para la universidad
mientras él compraba una camioneta y pagaba lo adeudado de la casa de nuestra
madre. Quien no es más que una borracha que la mitad del tiempo ni siquiera
sabe que tiene dos hijos. No soy nada más que un recordatorio del hombre que la
dejó sola y acomplejada. Me dijo lo mucho que me parecía a él cuándo era más
joven. Su odio hacia él la lleva a beber para olvidar sus problemas, o por lo
menos intentar alejarlos.
Gaston es otro recordatorio de nuestro padre, pero mi madre
lo ignora más que a mí. Mientras ponga dinero en su cuenta cada mes para
comprar alcohol, es feliz. Él ha trabajado desde que tiene catorce para ayudar
a poner comida en nuestra mesa. Dejé de contar cuántos puestos de trabajo tuvo
mi madre en los últimos diez años. A veces se iba durante días, lo que nos
gustaba. ¿Cómo logró Gaston trabajar, estudiar y llegar a sus prácticas de
fútbol mientras cuidaba de su hermana menor? Nunca lo sabré.
Amo a mi hermano por todo lo que hace, incluso por ayudar a
nuestra madre. Es la única persona en mi vida que ha estado allí para mí.
Sólo necesitaba a dos personas en mi vida: Gaston y Pablo…
Bueno, mierda. Al menos hasta hace media hora, las dos únicas personas que
necesitaba en mi vida eran Gaston y Pablo. Pablo ha sido mi novio durante los
últimos ocho meses; casi todo mi último año lo he pasado con él. Qué maldito
desperdicio.
Supongo que debería decir que era mi novio. ¡Ese hijo de puta!
Mi cuerpo empezó a temblar de nuevo cuando la imagen volvió a entrar en mi
mente. Sentí que las lágrimas amenazaban con volver. ¡No! No iba a llorar por
él nunca más.
Me llegó un mensaje de Pablo pidiéndome que nos
encontráramos en el auditorio durante el sexto período. Trabajaba en la
oficina, por lo que no era raro que me reuniera con él durante ese período,
antes de salir de la escuela. Pero podría jurar que me dijo que salía justo
después del quinto.
Hoy fue algo diferente, y lo supe en el momento en que entré
por la puerta. Oí gemidos procedentes desde detrás del escenario. Poco a poco,
me acerqué y encontré a Pablo detrás del escenario follando con Juliet Harris.
Pensé que iba a vomitar. Me quedé como una idiota viéndolos por lo menos un
minuto antes de que mi cerebro comenzara a trabajar otra vez.
Finalmente fui capaz de apartar la mirada de uno de los
peores momentos en mi vida, sólo para chocar con la estúpida utilería de la
obra del Mago de Oz que la clase de drama estaría presentando esa noche. Hizo
un estruendo cuando chocó con el suelo y me di la vuelta justo a tiempo para
encontrarlo mirándome con su rostro lleno de asombro y ver a Juliet dándome la
sonrisa más malvada que alguna vez había visto. Quiero decir, ¿en serio…? Esa
perra podría lanzarle dagas a su madre mientras cantaba una canción de Disney.
En ese momento supe que todo fue obra suya, que fue ella quien me envió el
mensaje e hizo que viera eso.
Me di la vuelta y salté la utilería para correr hacia la
puerta. Todo lo que sabía era que apenas podía respirar y que tenía que salir
de allí, rápido. Oí al bastardo llamándome en voz alta.
—¡Déjame explicártelo! ¡Lali! ¡Por favor! ¡Deja que te lo
explique! —siguió gritando. En serio… ¿Cómo iba a explicar que estuviera
teniendo sexo con una chica que me odiaba hasta las entrañas?
Desde que Pablo me pidió ir con él al baile de otoño, Juliet
hizo de su misión odiarme y alejarme de Pablo. Con su perfecto cabello rubio,
ojos azules y el dinero de papá, no necesitaba nada y conseguía todo lo que quería.
Supongo que consiguió alejar a Pablo de mí.
Después de haber pasado los últimos veinte minutos hecha un
mar de lágrimas en el horrible baño de chicas con mi mejor amiga, Rocio, de pie
fuera de la cabina pidiéndome que le dijera qué sucedía, me sentí lista para
darme de golpes con la idiota de Juliet Harris.
Finalmente fui capaz de hablarle a Rochi, una vez que los
sollozos cesaron un poco.
—Oh, Jesús, Rochi, ese hijo de puta… bueno para nada… —Y
allí venía: otra ronda de sollozos interminables.
—Por favor, Lali, me estás asustando. Por favor, dime de
quién y de qué demonios estás hablando antes de que derribe esta maldita puerta
y te lo saque a golpes —gritó Rochi por encima de mis sollozos.
—Es… es Pablo. Lo vi teniendo sexo con… con… Ju… Ju… Juli…
No puedo respirar… ¡Oh, Dios mío! ¿Por qué?
—¡Acabo de ver a Pablo tirándose a la puta de Juliet detrás
delescenario! —grité con tal fuerza que esperaba que alguien viniera a ver qué
pasaba en el baño de chicas del pasillo C.
Durante unos minutos, pensé que Rochi me había dejado sola
con mi miseria. Me hallaba sola, sentada en el baño de chicas llorando por un
idiota.
Siempre terminaba sola.
Qué estúpido era pensar que Pablo esperaría estar conmigo
hasta que estuviera lista. Nunca me sentí como que fuese “el único” para quien
me reservaba. A duras penas nos besábamos y nunca trató de ir más lejos. Mi
madre me dijo la primera y última vez que vio a Pablo que sólo era un accesorio
para él.
Siempre voy a estar sola. Negué con la cabeza. No era
cierto… tenía a Gaston. Siempre tendría a Gaston.
—¡Santas campanas del infierno! ¡Jesús, María y José! ¡Ese
sucio y podrido hijo de puta! Le voy a cortar las pelotas y…
Dios, amaba a esta chica. Rocio había sido mi mejor amiga
desde que teníamos diez. Era hermosa, divertida y bastante inteligente. Se iba
a graduar como la mejor de nuestra clase. Ambas medíamos un metro sesanta y
siete y pesábamos casi lo mismo. Lo que era genial, ya que me encantaba la ropa
que me prestaba.
Tenía un hermoso cabello castaño que le llegaba justo por
debajo de los hombros y unos ojos verdes inquietantemente bellos. Su único
inconveniente era que no sabía cuándo dejar de hablar. La chica podía hablar
todo el día si la dejabas.
—Rochi, por favor, si alguien va a cortarle las pelotas, te
aseguro que voy a ser yo, no tú. Pero gracias por el apoyo —dije mientras salía
de la cabina, más tranquila de lo que debería haber estado en realidad.
De alguna manera, en los últimos sesenta segundos, lo
comprendí. No iba a ser feliz o encontrar el amor. Al igual como me dijo mi
madre cuando era más joven.
Nunca voy a ser querida.
Por nadie, mucho menos por uno de las chicos más populares
de la clase superior. ¡Qué tonta fui! Argh, sólo necesitaba que mi hermano
llegara. Me llevaría lejos de este desastre, como siempre lo había hecho.
Una vez que Rochi se aseguró que me encontraba bien, salió
del cuarto de baño antes de que sonara la campana para que la señora Esposito
supiera que no me sentía bien. Pensaba decirle a nuestro profesor de ciencias
que tenía cólicos y que estaría en el baño de chicas.
Tenía razón, en cierto modo. Tenía un dolor terrible, pero
no tenía nada que ver con los calambres. Era por mi corazón roto y nada más. A
la señora Esposito no le importaría. Era nuestro último día en la escuela y
todo lo que estábamos haciendo eran juegos estúpidos.
Le había enviado un mensaje a Gaston cuando entré al baño y
me encerré en la cabina, preguntándole si podía venir a recogerme temprano. Rochi
me vió corriendo por el pasillo y vino detrás de mí. Había logrado evitar a Pablo
escondiéndome al otro lado de la escuela por los últimos minutos. Esperaba
silenciosamente que sólo se fuera de la escuela una vez que no pudiera
encontrarme. Ahora estábamos en recreo, por lo que sólo esperaba que mi
teléfono sonara con un: “Estoy aquí, cariño”, así podía salir de allí y entrar
en la seguridad de la camioneta de Gaston. Si podía manejar eso y no ver a Pablo,
estaría bien.
—La… Por favor, déjame hablar contigo.
Joder. Síp, era cierto: Mi vida nunca iría de la forma que
deseaba que fuera. ¡Maldita sea!
—Vete, R-Pablo. —Oh, mierda, no pierdas el control, Lali, no
pierdas el control. ¡No llores frente a él!
—Por favor, La, he cometido un terrible error. Juliet me
dijo que te escuchó decirle a Rochi que no planeabas seguir conmigo, que ibas a
terminar lo nuestro antes del verano… y, bueno, mierda. Lali, no estaba
pensando correctamente, cariño. He estado tratando de ser paciente contigo,
pero por todo lo santo, todo lo que hacemos es besarnos y bueno, fui débil. Un
hombre tiene necesidades y, eh, bueno… Me hizo dudar, y tuve un momento de
debilidad. Te prometo que no volverá a suceder. Te lo prometo. Lo juro. Nunca
te traicionaré de nuevo, Lali. Te lo prometo, cariño. Vamos a olvidarlo, ¿está
bien? Seguir adelante, podemos superarlo, ¿cierto?
Oh, Dios mío, creo que acababa de vomitar en mi boca. ¿Un
hombre tiene necesidades? ¡Qué locura! ¿Tuvo un pequeño momento de debilidad?
¡Tiene que estar bromeando! ¿De verdad dijo eso?
Conseguí el coraje de algún lugar profundo en mi interior y
me volví para mirarlo.
—Tienes que estar bromeando, ¿verdad? ¿Ese es el por qué te
follaste a Juliet? Porque esperaba que por lo menos hicieras que valierala
pena, Pablo. —Logré soltar todo eso incluso con las lágrimas que contenía y la
creciente ira.
—¿Hacer que valga la pena? ¡Lali, haré cualquier cosa!
—declaró Pablo. En ese momento, reuní toda la fuerza femenina de la que la
madre de Rochi siempre nos hablaba. Chicas, ustedes son más fuertes de lo que
piensan. Si no les gusta ser tratadas como idiotas, entonces no lo permitan…
Ah, y mi favorita de todos los tiempos: “Si obedeces todas las reglas, te
pierdes toda la diversión”. Era una cita de Katherine Hepburn. La madre de Rochi
adora a Katherine Hepburn y juro que nos ha hecho ver todas sus películas.
Síp, una vez que tenía toda esa fuerza hirviendo por mi
cuerpo, apreté el puño y golpeé a ese hijo de puta tan duro como podía en la
cara. Está bien, no voy a mentir y decir que no me dolió. Me dolió bastante, y
estoy segura de que dejé escapar un grito de dolor una vez que mi puño entró en
contacto con su mandíbula, pero… al ver la cabeza de Pablo caer hacia atrás y a
todo el mundo detenerse para mirar: ¡Jesús, valió la pena!
Incluso aunque pensaba que me había roto la mano. ¡Mierda!
—Para hacer que valga la pena, infeliz —le grité a Pablo.
Por un segundo, me sentí muy bien, hasta que mi mano empezó a latir más fuerte.
Oh, infiernos.
—Lali, ¿qué demonios sucede? —Era Gaston. Fui sacada del
estupor en el que me hallaba mientras permanecía allí y miraba mi mano, que
comenzaba a hincharse cada vez más.
—Vi tu mensaje, cariño, ¿qué sucede?
Gaston me miró, luego mi mano y a Pablo, que se frotaba la
mandíbula, y todo debió haber calzado en ese momento. Gaston lo tenía clavado
en las taquillas en dos segundos.
—¿Qué demonios le hiciste a mi hermana, idiota? ¡Te mataré
si le hiciste daño! —siseó Gaston entre dientes.
Me acerqué y traté de alejar a Gaston de Pablo antes de que
lo lastimara o algo peor, se metiera en problemas por golpear a un estudiante
de preparatoria. Me había olvidado de mi mano, por lo que retrocedí ante el
dolor y solté un pequeño jadeo cuando lo cogí por la camisa. Justo en ese
momento, sentí unas cálidas y fuertes manos en mis hombros y todo mi cuerpo
comenzó a temblar y sentirse cálido por dentro.
¿Qué demonios? ¿Qué sucedía?
—Retrocede, Lali, así no saldrás herida, cariño. —Levanté la
mirada para ver los ojos azules más bonitos que había visto en mi vida. Nunca
había visto a un hombre tan hermoso como el tipo que se hallaba parado frente a
mí. Debía medir por lo menos un metro ochenta, y pesar ciento cuatro kilos. Lo
sé porque Gaston medía uno setenta y cinco y pesaba cien kilos.
Mis ojos recorrieron su cuerpo de arriba abajo rápidamente.
Mierda, el tipo estaba increíble. Siempre pensé que mi hermano era el hombre
más guapo que alguna vez había pisado la tierra. Gaston tenía el cabello de un
castaño claro y ojos verde esmeralda. Trabajaba todos los días desde que tenía
memoria. Me dijo que era su manera de liberar el estrés. No podía ir a ninguna
parte sin que todas las chicas tropezaran con él para llamar su atención. Lo
que más me gusta de mi hermano es que no se entera de ello. Bastaba con lanzar
a mi hermano en un lago sin camisa y todas las chicas aparecerían. Tenía un
cuerpo precioso; parte de su pecho y brazos se hallaba cubierta en tatuajes.
Tenía un tatuaje de la bandera de Texas en el brazo izquierdo, y uno tribal en
el pecho y el hombro derecho, terminando en su espalda. Él y algunos amigos
fueron el verano pasado a hacerse tatuajes de ese tipo.
Pero este tipo de pie frente a mí, era impresionante. No
podía apartar los ojos de él.
Oí una pequeña carcajada escapar de su hermosa boca y me di
cuenta de que aún sujetaba mis hombros. Salí del otro aturdimiento.
Me sonrió y en ese momento todo pareció desaparecer. Casi no
escuché a Gaston gritándole a Pablo, o al señor Watson imitándolo,
preguntándole porque estaba en la escuela y pidiéndole que soltara a Pablo.
Sólo tenía ojos para la más magnifica sonrisa mirándome. Todo mi cuerpo se
sentía débil y tuve que esforzarme por respirar. Me las arreglé para mirar por
encima de su hombro para ver lo que sucedía con Gaston.
Le dio a mis hombros un pequeño apretón y un momento
después, se volvió para alejar a Gaston de Pablo.
—Gas, cálmate, hombre. ¡Cálmate, joder! No vale la pena ir a
la cárcel por esto —dijo suave y tranquilamente.
Sí, nunca había oído una voz tan dulce en mi vida. ¿Puede un
cuerpo fundirse, literalmente, por una voz? ¿Qué demonios me pasaba?
—Voy a matar a ese hijo de puta si la lastimó de alguna
forma, Peter. ¡Lo voy a matar! —siseó mientras miraba a Pablo.
Así que este era Peter, ¿eh? El mejor amigo de mi hermano. Gaston
hablaba de Peter todo el tiempo, pero no la había conocido en persona. Lo vi varias
veces en el campo de fútbol. Juegan fútbol juntos para la universidad, y los
dos estudiaban ingeniería arquitectónica.
Peter dejó escapar una carcajada que se deslizó por todo mi
cuerpo como una cálida manta. ¿Qué me sucedía? Permanecí de pie allí, sin poder
moverme y mirándolo fijamente. ¿Qué tenía este hombre que hacía que mi interior
se derritiera? Quiero decir, acabo de ver a mi novio follar con otra y nunca
volvería… dejénme repetirlo… nunca volvería a enamorarme otra vez. Todos los
hombres eran escoria. Unos desgraciados hijos de puta que sólo querían una cosa
de ti. Sexo. Diles que eres virgen y supongo que invertirían hasta meses de su
vida para poder decir que te la arrebataron.
Bastardos.
Miré a Peter de nuevo. Había algo en él. Me impresionaban
los intensos e inmediatos sentimientos que tuve, especialmente después de lo
que acababa de suceder. Recorrí su cuerpo de arriba abajo mientras me lamía los
labios, después de que mi boca se secara en un instante. Traté de mirar a otra
parte, pero no podía. Era sólo unos cuantos centímetros más alto que Gaston.
Tenía este castaño cabello que lucía de esa forma desordenada que sólo un tipo
así de caliente podía conseguir. Le eché un vistazo a sus ojos. Santa mierda.
Tenía un par de hermosos ojos azules. Podía verme perdiéndome en ellos. Aparté
la mirada de su rostro y en cambio, miré su ancho y musculoso pecho. Tenía un
tatuaje. Pude ver una parte de él en su brazo, asomándose por debajo de su
camiseta blanca. Casi podías verlo por debajo de su camisa si mirabas lo
suficientemente duro, y de seguro yo lo hacía. Parecía comenzar en su pecho,
trasladándose hasta su hombro y espalda, para luego deslizarse por su brazo.
Qué no daría por darle un vistazo más cercano y pasar los dedos a lo largo…
¡Bien! Espera… ¡Detente, Lali! Querido Jesús, ¿qué estoy
haciendo? Tuve que sacudir la cabeza para aclarar mis pensamientos. Estaba
prácticamente desvistiendo al mejor amigo de mi hermano en mi mente.
¡No! Nunca voy a dejar que un hombre me lastime otra vez. Mi
madre tenía razón, nadie me iba a querer nunca, y Pablo era la prueba de ello.
Nunca más iba a dejar que un hombre entrara en mi vida para hacerme daño.
Justo en ese momento, fui llevada de vuelta a la realidad
cuando Rochi me pidió que le dejara ver mi mano. Cuando llegó allí, no tenía
idea.
—¡Oh, mierda… La! ¡Gas! ¡Tenemos que llevar a Lali al
hospital ahora mismo! —gritó, tratando de llamar la atención de Gaston.
—Amigo, escúchame, tú hermana está herida. Tenemos que
llevarla al médico. No te preocupes por esto, Gas. Podemos ocuparnos de él más
tarde —dijo Peter mientras le daba a Pablo una mirada de odio y asco. Si no
fuera porque lo acababa de conocer, habría pensado que lo quería matar más de
lo que mi hermano deseaba.
El cuerpo de Gaston se relajó un instante. Nunca había visto
a alguien calmar a mi hermano tan rápido. Se acercó a Pablo, lo suficiente para
que el señor Watson no lo oyera, pero lo escuché.
—Voy a volver por ti, hijo de puta —siseó.
—Vamos, Gas —dijo Peter mientras lo alejaba de lo que Rochi
llamaba “la escena del crimen”.
Comenzamos a caminar por el pasillo para salir a la calle
cuando Rochi comenzó con sus famosos comentarios.
—De seguro no van a dejarte salir de esta así de fácil, La…
Jesús, ¿qué demonios pensabas al golpearlo justo aquí en la escuela, frente a
todos? Quiero decir, sé que eres la tercera de la clase, pero eso no significa
que no te vayan a hacer nada. ¡No voy a poder subir ahí a dar un discurso,
sabiendo que mi mejor amiga no va a estar conmigo en el mismo escenRochio! ¿No
te he enseñado nada de nada? Quiero decir, necesitabas esperar…
—¡Rocio! Por favor, cállate de una puta vez, ¿vale? —gritó Gaston.
A pesar de que mi mano estaba hinchada y dolía como el
infierno, me reí. Gaston y Rochi tenían una relación de amor/odio. Rochi amaba
a Gaston mientras que él parecía odiarla. Aunque no siempre fue así.
Cuando tenía diez, Rochi se convirtió en mi mejor amiga en
la escuela después de que se mudara de Dallas a Austin. Gaston tenía trece y
solía jugar con nosotras y burlarse de Rochi. Entonces, algo cambió cuando
estábamos en noveno grado y se convirtió en un sénior. Apenas miraba a Rochi.
No quería estar cerca de ella, lo que hacía la vida un poco difícil para mí. Sé
que se preocupa por ella como si fuera su hermana. Cuando Brad Roberts se jacto
de que iba a llevar a Rochi una semana a su casa del lago e iba a arrebatarle
la virginidad, Gaston se enteró y le dio una paliza. Rochi, por supuesto, creyó
que era porque la amaba.
Lo tomé como que estaba protegiendo a la mejor amiga de su
hermana pequeña, porque Gaston hacía ese tipo de cosas. Es por eso que lo
necesitaba mucho, y estaría perdida sin él.
Rochi y Gaston continuaron discutiendo todo el camino hasta
la camioneta, pero dejé de escucharlos porque mi mano dolía demasiado, de lo contrario,
habría sido molesto.
Gaston me ayudó a subir al asiento trasero de su Ford F250. Peter
corrió detrás de él y me entregó una bolsa llena de hielo. ¿Eh? ¿Dónde y cuándo
la consiguió?
—Gracias, eh, Peter —tartamudeé.
Jesús, ¿qué estaba mal conmigo? Ni siquiera podía hablar
bien. ¿Por qué me hacía sentir tan rara? Justo cuando pensaba que no podía ser
peor, me sonrió.
Joder. Esos hermosos ojos azul cielo, y esos perfectos
dientes, rectos y blancos, completaban la sonrisa más hermosa que alguna vez
había visto.
—No hay problema, Lali. Trata de ponerla cerca de tu
corazón, cariño y toma, tómate estas pastillas para la antiinflamación. —Me las
entregó con una botella de agua.
Rayos, ni siquiera podía hablar. Rochi se inclinó y me
susurró al oído—: Respira, La, respira. —Tomé una larga respiración y logré
darle las gracias por el hielo, la botella de agua y las pastillas.
—Hola, soy Rochi, por cierto, la mejor amiga de Lali —dijo Rochi.
Peter le dio una sonrisa bastante dulce y luego se inclinó
un poco más cerca de mí.
—Vamos a llevarte al médico, ¿qué dices? —susurró en mi
oído. La sensación de su cálido aliento en mi rostro hizo que mi cuerpo
comenzara a temblar.
—Eh, sí, bien, un doctor suena bien. Vamos.
Bien, ¿por qué mi boca seguía hablando cuando claramente mi
cerebro estaba grabando el momento en que me sonrió? Cerró la puerta y se metió
en el asiento del copiloto. Gaston encendió la camioneta y, por supuesto, Truck
Yeah de Tim McGraw comenzó a sonar. Juraba por Dios que si tenía que escuchar
esa canción una vez más, iba a vomitar.
Miré a Rochi, que tenía una retorcida sonrisa en su rostro.
Se inclinó y habló lo suficientemente bajo para que sólo yo escuchara. —¡De
acuerdo, ese chico quiere meterse en tus bragas!
Le di mi mejor mirada de cállate y dije—: Ya, claro… ¡Estás
loca! ¿Te he dicho últimamente que necesitas terapia? En serio la necesitas, Rocio,
estoy empezando a preocuparme por ti —le reproché en respuesta.
Rochi lanzó la cabeza hacia atrás y se rió. —Perra, no
puedes decir que estoy equivocada. De hecho, te apuesto el bolso Coach que has
estado viendo los últimos tres meses a que ese chico te desea.
Tuve que reírme, lo que hizo que mi mano palpitara más y mi
corazón se rompiera.
Nunca serás querida por nadie…
—Incluso si decidiera aceptar, sé que estás equivocada —dije
un poco demasiado fuerte.
—¿Rochi se equivoca en qué, Lali? —preguntó Gaston mientras
salía del estacionamiento de la escuela.
—Nada, está alucinando, eso es todo. Está viendo cosas que
claramente no están allí —dije, entrecerrándole los ojos a Rochi.
—Bueno, que Rochi esté jodidamente loca no me importa.
¡Ahora, quiero saber qué diablos pasó contigo y Pablo!
Rochi le disparó una mirada y rodó los ojos. Estoy segura de
que la escuché decirle “idiota”.
Mierda… Aquí vamos. Tengo que decirle a Gaston lo que pasó y
rogarle a Dios que no mate a Pablo. Me gustaría ver a alguien pateando su
trasero, pero no a Gaston. Él tenía que pensar en su beca y futuro. No en lo
que un idiota le había hecho a su hermana, quien probablemente se lo merecía. Peter
se giró y me dio una sonrisa que derritió mi corazón, por no hablar de mi ropa
interior. Era casi como si me estuviera dando el coraje para hablar. Le di una
pequeña sonrisa y mi cuerpo en realidad se sentía como si estuviera zumbando.
Pensé que iba a tener problemas para respirar de nuevo, pero su sonrisa me hizo
olvidarlo.
¿Qué demonios? Ningún hombre me había hecho sentir alguna
vez de la forma en que él lo hacía. ¿Qué sucedía conmigo? Tenía que
concentrarme. Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos.
—Bueno, todo comenzó cuando recibí un mensaje de Pablo
pidiéndome que lo encontrara en el auditorio…
Que les parecio el primer cap?
Que les parecio el primer cap?
ME ENCANTO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSEGUILAAAAAAAA
XFA ESTA BUENISIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Ale ne dejas. Con la intriga seguilaaa
ResponderEliminarNooo el otro porfía genial la nove
ResponderEliminarComo se llama el autor
Esta genial esto.....Maaaaaaasssssssssssss
ResponderEliminarayyyyy me encanto!!!!!!!
ResponderEliminarseguiila Ale !!!!
no nos dejes con esta intriga !!!
Aaaaa me encatoooo
ResponderEliminarOtroooo
Otroo ya !!!!! Esta super bueno el cap.cuando maraton? !!
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