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jueves, 26 de junio de 2014

Capitulo:28


Peter
Puse mi teléfono sobre la mesa de café y levanté la mirada para ver a Gas esperándome. Planeábamos ir a recoger unas cosas para el cumpleaños de Agus esta noche, antes de la llamada de Lali.

—Santa mierda, amigo… ¡Tienes un trabajo a medio tiempo en el maldito Hallmark4 del que no me dijiste! Me tenías a punto de llorar. Lo tomaré como que Lali reaccionó bien siendo que suena como que vas para allá en este momento —dijo Gas mientras caminaba hacia mí y me daba un manotazo en la espalda—. Sólo hazla feliz y trátala bien, Peter. Eso es todo lo que me importa.
—¡Lo tienes, amigo! —dije mientras tomaba su mano y golpeaba su brazo. Estaba feliz en ese momento y no me importaba quién me hubiese escuchado hablando con Lali.
Gas sabe el infierno por el que he pasado estas últimas tres semanas. La primera semana ni siquiera me levantaba para ir a ejercitarme. La segunda semana me había ejercitado tanto que casi me hice daño y esta semana todo lo que hacía era emborracharme cada noche.
—¿Irás allá ahora?
—Nosotros vamos para allá. Lali quiere verte y se están mudando a la casa de invitados de los padres de Rochi y necesitan ayuda moviendo algunas mierdas —dije mientras caminaba a tomar mis llaves y billetera.
—Bueno, ¿por qué no puede el novio de Rochi, Jason, ayudarlas? —dijo Gas, sentándose en el sofá.
—No lo sé. No le pregunté a Rochi cuando nos pidió que fuéramos a ayudarlas.
Gas se sentó derecho.
—¿Rochi pidió que yo fuera también?
Asentí y Gas se levantó de un salto y corrió a su habitación. Bueno, supongo que eso lo resuelve todo. Vi a Gas regresar a la sala de nuevo… ¿Qué demonios?
—Amigo… ¿acabas de cambiarte de ropa? —pregunté mientras lo miraba de arriba abajo, a los pantalones cortos caqui y la franela roja ajustada que se había puesto.
—¿Qué? No quería estar usando vaqueros si íbamos a estar moviendo cosas… Joder, hace calor afuera ya.
Sólo asentí y salí. Todo el camino hasta la casa de Rochi, Gas estuvo en silencio. Sabía que estaba muy emocionado por ver a Lali, ya que no la había visto en un par de semanas. La forma en que su rodilla se movía de arriba abajo me decía que también estaba emocionado por ver a Rochi.
—¿Quieres invitar a las chicas esta noche al cumpleaños de Agus? —le pregunté a Gas mientras él miraba por la ventana en silencio.
—Mmh, no me importa. Estoy seguro de que Rochi querrá traer a Jason. Ese tipo era un jodido imbécil en la secundaria, se follaba a toda chica que se lo permitía. No puedo creer que se la diera a ese cabrón.
Gas se había estado pateando a sí mismo por el último mes, por presionar a Rochi a dormir con otro tipo. Sabía que lo mataba por dentro. Hace una semana todos salimos y nos embriagamos, y cuando llegamos a casa, Gas y yo nos sentamos en el patio trasero por un rato. Me dijo cuán jodido se había sentido desde que se había enterado de que Rochi le había dado su virginidad a este tipo, Jason. Se culpa a sí mismo por haberla presionado. Sigue diciendo que debía haber sido especial para ella… Sabía de lo que hablaba. Pensaba en Lali todo el tiempo. Le rezaba a Dios para que yo fuera el primero con quien estuviera. Haría todo en mi maldito poder para hacerlo especial para ella. Por supuesto, no podía contarle a Gas de esto, no a menos que quiera que me patee el trasero.
—Gas, lo que está hecho, hecho está. No puedes retroceder el tiempo, amigo. No has visto a este tipo en, ¿cuántos años? Podría ser un buen tipo ahora —le dije a Gas mientras él me miraba.
—Si, bueno, supongo que tienes razón. Sólo espero que sea feliz.
Gas miró de nuevo hacia la ventana y vi como su cuerpo se tensaba mientras aparcaba en la extensa acera de Rochi. Maldición, estas personas tenían muchísimo dinero. Mientras nos acercábamos más hacia la casa vi a Rochi y Lali afuera poniendo cosas en sus coches.
Mi polla instantáneamente saltó cuando la vi.
Mierda… había pasado demasiado tiempo desde la última vez que había visto su hermoso rostro.
—Bueno, supongo que estoy a punto de ver si Rochi me odia —dijo Gas con una risa. Me detuve detrás del Jeep de Rochi y mis ojos se cruzaron con los de Lali. Dios… Lo que me hace su sonrisa.
Gas salió de la camioneta primero y luego yo, sin apartar mis ojos de los de ella. Di por sentado que primero iría por Gas pero me quedé en shock cuando comenzó a correr hacia mí. Me detuve en seco. Ella corrió y se estrelló contra mí con tanta fuerza que casi pierdo el equilibrio.
La abracé tan fuerte como pude y respiré su olor. Dios, la había extrañado tanto.
—Mierda, Lali, te he extrañado —susurré mientras besaba un lado de su cabeza, abrazándola aún más fuerte y levantándola del suelo.
—¡Peter! ¡Gracias por venir! También te he extrañado. —La puse suavemente en el suelo. Cuando me miró, tenía la sonrisa más dulce en su rostro. Me agaché y rocé sus labios con los míos. El hecho de que Gas se encontrara allí, mirando, me ponía un poco… incómodo. Lali contuvo el aliento mientras nuestros labios se rozaban. Santo infierno, lo único que quería hacer era besarla. Ella se debía sentir igual, porque abrió los ojos, me miró y comenzó a reír.
—¿Con qué necesitas ayuda, dulzura? ¡La caballería ha llegado a ayudar con cualquier cosa que necesite moverse! —dije, mirando a Gas, quien ahora miraba a Rochi.
—Hola, Rochi, ¿cómo estás? —dijo Gas mientras Lali caminaba hacia él y le daba un abrazo.
—Todo bien. Escuché que darán una fiesta esta noche por el cumpleaños de Agus —respondió Rochi. Podía ver que intentaba que las cosas volvieran a la normalidad.
—Eh, sí, ¿Cande les dijo?
—Sí, lo hizo. ¿Así que estamos invitadas a esta pequeña fiesta? Lali y yo necesitaremos un descanso después de la mudanza de hoy. —Rochi le guiñó a Lali. Lali me miró y sonrió.
Tenía que concedérselo a Rochi… Merecía un Oscar.
—Sí, por supuesto, quiero decir, ustedes siempre están invitadas a nuestras fiestas. Es una invitación abierta. Siéntete libre de traer a quien quieras —dijo Gas mientras caminaba y comenzaba a agarrar una caja que se hallaba cerca del Jeep de Rochi.
—Bien… pero sólo seremos Lali y yo esta noche. Hay más cosas en la casa; eran demasiado pesadas como para que las lleváramos —dijo Rochi mientras se dirigía a la casa con Gas siguiéndola.
Me incliné hacia Lali y susurré—: Bien… ¿Esa es su manera de dejar que Gas sepa que Jason no se nos unirá esta noche?
Lali trató de contenerla, pero dejó escapar una risa.
—¡Sí! Se ha ido por al menos un mes… de mochilero a Europa con su papá y su hermano. Para ser honesta, Peter, pienso que ni siquiera le gusta.
—Bueno, debe gustarle para haber dormido con él —dije mientras miraba hacia la casa.
—Ah, sí, acerca de eso… ¿Puedes guardar un secreto?
—¿Conseguiré besarte si digo que sí? —le dije mientras movía las cejas sugestivamente. Lali se ruborizó instantáneamente. Mierda… otro salto en mis pantalones. Tuve que moverme para intentar ajustar mi creciente problema.
—Sí… ¡Sí lo conseguirás!
—Bueno, soy todo oídos. ¡Escúpelo!
Lali volvió la vista hacia la casa; la puerta se encontraba abierta y parecía que Mark hablaba con Gas y Rochi.
—Rochi nunca durmió con Jason, sólo lo dijo para poner celoso a Gas.
Whoa. Esperen.
—¡¿Qué?! —grité un poco demasiado fuerte. Gas asomó la cabeza por la puerta.
—¿Está todo bien? —Miró entre Lali y yo.
—Oh, sí. Lali sólo me dijo… eh… un chiste que no entendí. —Gas me dio una extraña mirada y luego se volvió hacia Mark y Rochi.
Jalé a Lali hacia el otro lado de mi camioneta.
—Primero lo primero…
Me agaché y rocé los labios contra los suyos. Ella se acercó y puso los brazos alrededor de mi cuello, lo que profundizó el beso. Dios, en el momento en que sentí su lengua contra la mía, mis rodillas casi se doblaron debajo de mí. Dejé escapar un pequeño gemido que hizo que Lali sonriera. Me aparté de ella y le devolví la sonrisa.
—Maldición. He estado soñado con besarte, cariño.
Lali se rió y miró alrededor para ver donde se encontraban Gas y Rochi.
Ahora, regresando a lo otro.
—Bien, así que, lo que quieres decirme es que Rochi aún es… eh tú sabes, eh…
—¿Virgen? Sí, lo es. Estaba molesta esa mañana que llamó a Gaston. Traté de decirle que necesitaba contarle la verdad, pero piensa que esto los ayudará a seguir adelante. Yo, por supuesto, pienso que está cometiendo un terrible error, pero no me corresponde entrometerme. Por favor, no le digas nada a Gaston, Peter.
—Por supuesto que no lo haré, pero, mierda… ¿Por qué no pueden ver cómo se sienten con respecto al otro? ¡Te juro que quiero golpearlos!
—¿Qué demonios están haciendo ustedes ahí? Esta es una casa de familia. ¡Por el amor de Cristo! —escuché gritar a Rochi. Miré a Lali en el momento justo… allí iba ese rubor en sus mejillas.
»¡Vamos, vamos!
Todo el tiempo que ayudamos a mover las pocas cosas que tenían, seguí pensando en lo que Lali me había dicho acerca de Rochi. Mirando a Gas y Rochi juntos, sí que parecían más sueltos y cada vez más relajados alrededor del otro. Gas hasta le pidió a Rochi que dejara de hablar cuando ella hablaba sin parar sobre algo y le respondió con un: Jódete, imbécil. Síp, diría que las cosas volvían a la normalidad.
Una vez que tuvimos todo dentro de la casa de huéspedes, y Gas había acomodado el nuevo televisor de pantalla plana, ya era la hora del almuerzo.
—Maldición… Sé a dónde vendré a ver fútbol. ¡Esta mierda es enorme! —dijo Gas mientras se sentaba en el sofá.
—Así qué, ¿a dónde quieren ir a almorzar? —preguntó Rochi mientras se sentaba en el sofá al lado de Gas
—¿Qué tal unas hamburguesas? ¿Mighty Fine suena bien? —preguntó Gas, mirándonos.
—¡Suena tremendamente bien  para mí! —dijo Rochi, levantándose del sofá y tomando sus llaves—. Yo conduzco. El clima está muy bueno como para no ir en el Jeep.
Cuando comenzamos a caminar hacia el Jeep de Rochi, Lali me detuvo. El sólo tomar su mano hacía que mi estómago hiciera todo tipo de saltos y zambullidas. Gas y Rochi ya habían salido y se dirigían al Jeep.
—¿Qué pasó, cariño? ¿Está todo bien?
—No… No lo está —dijo con una mirada seria en su cara. Oh, mierda. Comencé a rebobinar toda la mañana en mi cabeza. ¿Había dicho algo? ¿Qué demonios había hecho?
—¿Qué sucede, La? ¿Cuál es el problema? —pregunté, mi corazón comenzando a latir fuera de control. Las cosas volvían a la normalidad. No… mejor que eso. Ya habíamos pasado todo eso de ser sólo amigos.
—Es solo que necesito que me beses, ahora mismo —dijo con una sonrisa que derritió mi corazón en ese mismo momento.
Bueno, mierda… justo cuando pensé que esto no podía ponerse mejor.
—Nada me daría más placer que besarte, Lali —dije agachándome y agarrándola por la cintura. Se rió cuando la levanté y llevé sus labios a los míos. Mierda… mi polla estaba dura otra vez. Solamente quería llevarnos hacia el sofá y besuquearnos. Tocar su cuerpo y hacerle sentir cosas que nunca había sentido.
Justo cuando el beso pasaba de dulce e inocente a pasional y necesitado… Rochi tocó la bocina. Lali comenzó a reír y aunque sólo quería gritar, comencé a bajar a Lali. Tenía una gran sonrisa en su rostro, lo que sólo me hizo sonreírle de vuelta.
—¿Era eso lo que buscabas? —le pregunté, dándole un guiño.
Sonrió y me golpeó en el brazo
—¡Sí! Pero más que otra cosa, amo la manera en que me cargas y me sostienes cerca de ti. —Justo a tiempo… el rubor se deslizó en sus mejillas. Nunca me cansaría de eso.
—Esa es solo una de las muchas cosas que amo hacerte.
Rochi tocó la bocina de nuevo, pero esta vez la dejó por unos buenos cinco segundos. Lali y yo nos reímos y comenzamos a caminar hacia la puerta.
—¡Probablemente sólo está molesta por estar sentada en el Jeep con Gaston! —dijo Lali con una risa.
Después del almuerzo recogimos algunas cosas para la fiesta de cumpleaños de Agus antes de volver a la casa de las chicas. Rochi le había enviado un mensaje de texto a su amiga Euge, preguntándole si quería ir esta noche, ya que Cande también estaría ahí con Agus.
—Mejor le adviertes a tu amiga Euge que Nico tiene sus ojos puestos en ella —dijo Gas con un guiño hacia Rochi y Lali.
—¡Mierda! Todo lo que el bastardo podía decir las veces que bailé con él era Euge. El maldito tuvo una erección toda la noche y no era por bailar conmigo —dijo Rochi mientas sacaba la última bolsa para la fiesta de su Jeep y la llevaba hasta mi camioneta.
De alguna manera, nada de lo que salía de la boca de esta chica me sorprendía. Rochi era la pareja perfecta para Gas. Si tan solo lo notaran.
—Bien, bueno, eh, supongo que nos veremos esta noche, ¿cierto? —dijo Gas, mirando de Lali a Rochi. Sus ojos permanecieron un poco más de tiempo en Rochi… ¿Rochi acaba de sonrojarse?
—¡Síp! Tenemos que recoger a Euge, pero estaremos ahí alrededor de las qué, ¿siete? —dijo Lali mientras me miraba y sonreía. Ni siquiera podía pensar cuando me miraba de esa manera.
—Sí, a las siete está bien, cariño —dijo Gas, acercándose y dándole un beso a Lali en la mejilla. Luego se volvió para caminar hacia Rochi, que se encontraba apoyada contra el Jeep. Vi todo su cuerpo tensarse.
—Te veré luego —dijo Gas mientras se estiraba alrededor de ella por su té.
Mierda. Por un momento pensé que iba a inclinarse y besarla. Y por la forma en que se encontraba el cuerpo de Rochi, ella pensaba lo mismo. Él tomó su té, sorbió un poco y le guiñó un ojo. Una vez que se volteó, vi a Rochi dejar salir el aire que contenía.
Caminé hacia Lali y puse mi boca contra su oreja. —No puedo esperar para verte más tarde, cariño. Gracias por este maravilloso día. — Besé un lado de su cabeza antes de volverme y caminar hacia mi camioneta.
Entré de un salto y levanté la mirada para verla sonriéndome. Tuve que luchar contra la urgencia de bajarme otra vez y besarla de nuevo.
Me despedí con la mano mientras salía de su pequeña acera hasta el camino principal que conducía fuera de la propiedad. Miré a Gas, que tenía una sonrisa de idiota en el rostro.
—¿Me vas a decir de qué iba todo eso? —pregunté mientras Gas me devolvía la mirada.
—Pienso que deberíamos invitar a Lali y Rochi al racho con nosotros. A tus abuelos les encantaría conocer a Lali —dijo Gas mientras yo comenzaba a deslizarme a través de mi iPod.
—Es gracioso que lo menciones, porque estaba pensándolo mientras las ayudábamos a mudarse. ¿Crees que querrían venir?
—Sé que Lali se muere por salir del aire de la ciudad. Me ha hablado de mudarse al campo desde que era niña, así que sé que estará emocionada por ir.
—¿Qué hay de Rochi?
Gas dejó escapar una carcajada y me miró.
—Rochi, bueno, ella irá si Lali le pide que vaya. No estoy seguro de cómo se las arreglará la princesa en el campo, pero estoy seguro que me encantaría verlo.
—Bueno, mierda… eso hará el viaje al rancho interesante, tenlo por seguro. Vamos a ver cómo se llevan durante la fiesta esta noche, ¿de acuerdo? Por cierto, respecto a ese movimiento que hiciste cuando alcanzabas tu té. Espero que hayas notado su reacción —dije mientras miraba a Gas.
—Te gustó eso, ¿eh? Claro que lo noté y créeme, estoy intentando usarlo en mí ventaja.
Sólo sacudí mi cabeza.
—No lo dudo, amigo.


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