Lali
Pongo mi móvil en la cama junto a mí. Demonios… Sólo tuve
que oír su voz para sentir un dolor entre mis piernas. ¿Por qué tenía ese
efecto en mí? ¡Era una locura! Argh…
Todo este asunto de los amigos estaba
empezando a apestar de verdad. Sabía que Peter quería más, pero simplemente no
estaba lista para renunciar a mi corazón de nuevo. Confiaba en él con mi vida,
pero apenas le conocía todavía. Eso era lo que me asustaba demasiado. No podía
llegar a depender de él como lo había hecho de Gaston todos estos años.
Necesitaba ponerme mis pantalones de chica grade y resolver mis problemas.
Hoy lo voy a ver, pensé y tuve que sonreír con ese simple
pensamiento. Ya estaba preguntándome qué llevaría puesto. Siempre se veía tan
malditamente bien cuando lo veía. Mierda, podría llevar una bolsa de papel y
aún tendría buen aspecto. Hablando de buen aspecto… ¡Tenía que levantarme y
ponerme en marcha!
¡Ep! ¡No podía creer que Gaston fuera a comprarme un coche!
Encendí la ducha y me recogí el pelo en una cola de caballo. Después de cinco
minutos, salí y fui hasta el armario. Me deshice la coleta y empecé a buscar
algo que ponerme. ¡Mierda! En verdad necesitaba la ayuda de Rochi para elegir
algo. Justo entonces la oí en la puerta de mi habitación.
—Bueno… ¡Mírate, toda lista para empezar el día! —dijo
mientras se acercaba y se sentaba en la cama. Ya estaba vestida con un par de
pantalones cortos blancos y una camiseta azul mRochino sin mangas. Llevaba el
pelo recogido en dos trenzas y un par de botas vaqueras.
—Mierda, Rochi… ¿cómo combinas de esa manera? ¡Te ves
adorable! En todo caso, ¿qué demonios estás haciendo levantada y vestida tan
temprano? Te oí llegar anoche. ¿Por qué te fuiste del hospital? Gaston quería
verte —dije mientras me sentaba junto a ella en la cama. Vi sus ojos iluminarse
cuando mencioné que Gaston quería verla.
—¿Por qué iba a querer verme? —preguntó, intentando parecer
desinteresada.
—Creo que sólo quería hablar contigo, disculparse por todo.
Dijo que había estado intentando llamarte, pero que no le devolvías las
llamadas —dije mientras Rochi cerraba los ojos brevemente antes de abrirlos
otra vez.
—Lo siento por marcharme sin ti ayer, pero una vez que supe
que estabas bien pensé que lo mejor sería irme. Acabé llamando a Brian para que
volviera al hospital y me llevara a casa. Una vez que llegué fui con mi madre
al club para jugar un partido de tenis y me encontré con Jason Reed, de la
escuela. Hablamos un poco, me invitó a cenar, así que pensé en por qué no ir.
Llegué a casa y luego me reuní con él en Hula Hut. Terminamos jugando un poco
de billar y luego volví a casa. En realidad disfruté por una vez. Había
olvidado lo buen chico que era —dijo Rochi mientras miraba fijamente el suelo.
—Oh… eh… Jason no es el chico unos pocos años mayor que
nosotras, quien jugaba al fútbol y pasaba el rato con Gaston y los demás,
¿verdad? —pregunté mientras me levantaba y empezaba a buscar algo que ponerme
otra vez.
—Sí… ese. De cualquier forma, me llamó esta mañana y me
preguntó si quería comer con él. Le dije que vería cuáles eran tus planes y lo
llamaría.
—Oh, bueno… Gaston va a llevarme a comprar mi regalo de
graduación hoy junto con Peter.
Rochi se sentó un poco más erguida. —¿Sabes qué es lo que te
va a comprar?
—¡Sí, y no te lo vas a creer! ¡Yo apenas puedo! —dije
mientras saltaba de arriba abajo.
Rochi echó la cabeza hacia atrás y rió. —Bueno… ¿qué es,
perra? ¡No me dejes así con la duda!
Me aclaré la garganta y la miré. —¡Va comprarme un auto!
Rochi se levantó de un salto y chilló. —¡¿Qué demonios?! ¿Un
coche? ¿Va comprarte un maldito coche? ¡Oh, Dios mío! ¿Qué tipo de coche, o
vas a elegirlo? ¿Hay un precio máximo? ¿Cómo demonios puede
darse el lujo de comprarte uno?
Uf, esta chica… —¡Rochi, si tomas un respiro podré ponerte
al corriente! —dije, riéndome.
—Oh, sí… lo siento… Voy a… Cuéntame… ¡Soy toda oídos! —dijo
mientras volvía a sentarse en la cama, tratando claramente de mantenerse
callada.
—Está bien, bueno… me dijo que tenía algún dinero ahorrado
del trabajo y que este era mi regalo de graduación. Sí, voy a elegirlo y no… no
me ha dicho un precio máximo… ¡Todavía! En realidad, esperaba que vinieras
conmigo para ayudarme a elegirlo, pero si has hecho planes con Jason, está
bien.
La sonrisa de Rochi se desvaneció. Empezó a juguetear con su
camiseta. ¿Eran lágrimas lo que veía en sus ojos? Cuando alzó la vista para
volver a mirarme, una se deslizó por su rostro.
—Oh, Dios mío, Rochi, ¿qué sucede? —pregunté mientras la
atraía hacia mí y la abrazaba.
—Oh, Lali… quiero pero no creo que pueda ver a Gas, no hoy
de cualquier modo. Me dejó un mensaje de voz esta mañana pidiéndome que por
favor le devolviera la llamada y que dejara de actuar como un bebé. No sé por
qué lo hice, pero lo llamé y no debí haberlo hecho, pero estaba tan enfadada
porque me llamó bebé. Me contestó su correo de voz, así que le dejé un mensaje.
—Empezó a llorar histéricamente.
Oh, no… —¿Qué le dijiste, cariño?
Siguió sollazando y temblando. ¿Qué demonios?
—Rochi… ¿Qué le dijiste? —le pregunté mientras la apartaba
de mí para poder mirarla a la cara.
—Yo… sólo le dije… le dije que aceptaba su disculpa y que él
tenía razón, que necesitaba crecer. Le dije que ya no tenía que preocuparse por
mi virginidad porque… porque…
Oh, Dios mío… ya sabía hacia dónde se dirigía esto.
—¡Rochi, simplemente dime que le dijiste en el mensaje de
voz! —le grité.
Comenzó a calmarse un poco. Tomó una respiración profunda y
empezó a hablar otra vez.
—Le dije que no tenía que preocuparse más por mi virginidad
porque la había perdido la noche anterior con Jason Reed.
No… ¡Oh, Dios, por favor, no!
Me sentí como si fuera a vomitar. Tuve que levantarme e ir
al baño para salpicarme agua en el rostro. Estaba inclinada sobre el lavado
mientras escuchaba a Rochi llorar. Oh, Dios mío, ¿cómo había podido hacer eso?
¿Por qué lo haría? ¡Era incorrecto! Tomé una profunda respiración y volví a la
habitación. Estaba tan enfadada con ella por hacer eso.
Rochi levantó la mirada hacia mí con lágrimas corriendo por
su rostro. —¡De todas las malditas estupideces tenías que hacer esto! ¿Cómo has
podido ser tan estúpida, Rochi? ¡No tienes ni idea de lo decepcionada que estoy
de ti ahora mismo! —Temblaba de pies a cabeza.
—¡Espera! ¡Lali, espera! Déjame explicarte… —Rochi se levantó
de un salto y empezó a caminar hacia mí.
—No puedo creer que hayas dormido con un chico al que apenas
conoces solo para vengarte de Gaston. ¿Qué está mal con ustedes dos, de
cualquier modo? ¿Estar con otras personas los ayudará a resolver sus problemas?
Es probable que sólo lo hayas arruinado todo, Rochi… ¡Todo! —le grité.
—No, espera… Lali, por favor, déjame hablar —suplicó Rochi.
Simplemente me quedé allí de pie, esperando que empezara a
hablar. Nada de lo que fuera decirme iba a mejorar esto. Gaseron debía estar
probablemente devastado pensando que él había empujado a Rochi a tener sexo con
alguien.
Se limpió las lágrimas del rostro frenéticamente. —¡No tuve
sexo con Jason! Estaba tan enfadada y herida que todo lo que quería era herir a
Gas a cambio. Sé que fue algo infantil… ¡Créeme que lo sé! Yo sólo… mierda, no
sé en qué pensaba.
Me quedé quieta durante un segundo, asimilando todo lo que
acababa de decir. Sentí ganas de abofetearla hasta sacar todas esas ideas de su
cabeza. —¡Perra! No sé qué es peor. Que me hicieras creer que habías perdido tu
virginidad o el hecho de que sólo quesieras herir a Gas con esto. ¿Cómo puedes
hacer esto? ¡Estoy tan enfadada contigo ahora mismo que ni siquiera quiero
hablarte! —le grité. Cogí mi celular para llamar a Gaston. Fue directo al buzón
de voz.
»¡Genial! El buzón de voz. Tienes que decirle la verdad
—dije mientras la miraba, disgustada.
—No…
—¿Qué quieres decir con no? No puedes hacer que Gaston
piense que te acostaste con Jason sólo porque tus sentimientos están heridos.
Te
estás comportando igual que él la noche del sábado —dije
mientras caminaba hasta mi armario. Tenía que vestirme y prepararme antes de
que Gaston y Peter llegaran.
—Creo que esto es lo mejor. Si Gas piensa que he seguido
adelante, entonces será capaz de continuar también. Lali, está jodidamente
claro que él nunca ha tenido ninguna intención de que las cosas pasaran de la
amistad. De esta forma tal vez, de alguna manera, podamos volver a ser amigos
en algún momento. Él puede salir con quien quiera… Tengo que seguir adelante y
creo que Jason podría ser el chico que necesito para hacerlo —dijo mientras se
acercaba a mi armario y sacaba un par de capris blancos y una camiseta negra
sin mangas—. Tengo un par de zapatos negros y un cinturón que quedarían realmente
lindos con esto.
Y sólo con eso… ella estaba siguiendo adelante.
—¿De verdad crees que diciéndole a Gaston que tuviste sexo
con otro chico anoche va a hacer que él simplemente… siga adelante? Rochi, sé
que Gaston siente algo por ti. ¿Por qué tú no…?
—¡Dije que no! He acabado con todo esto; no voy a hablar
sobre ello. Voy a traerte los zapatos y el cinturón y voy a salir para reunirme
con mi madre para desayunar y luego voy a llamar a Jason. Saluda a Peter de mi
parte.
Se dio la vuelta y salió de la habitación. Cogí la camiseta
y los pantalones y entré en el baño. Traté de hacer algo con mi pelo, pero nada
me parecía bien, así que al final terminé recogiéndomelo en una cola de
caballo. Me puse un poco de maquillaje y pasé los dedos por el collar de la margarita.
Tuve que sonreír ante el recuerdo de nuestro primer beso. Buen Dios, ¿cómo
podía desear besarle de nuevo tan desesperadamente? Sentir su cálido aliento en
mi rostro, sus manos envolviéndose alrededor de mi cuerpo para acercarme más a
él. Cerré los ojos y soñé con ese beso. Todo acerca él era perfecto. Él era
perfecto… ¿pero realmente me quería? ¿Era yo lo suficientemente buena como para
conservar a alguien como Peter?
Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos. Esta es la
razón por la que necesitaba tiempo. Tenía que poner mis sentimientos y
pensamientos en orden.
Aquí estaba yo, empujando a Rochi hacia Gaston, cuando yo
misma estaba tan malditamente asustada de admitir mis propios sentimientos por Peter.
Oí la puerta de la habitación cerrarse, así que fui a ver si Rochi había
vuelto. Había dejado un par de zapatos y un cinturón negros extendidos a los
pies de la cama.
Miré el reloj. Estarían aquí en cualquier momento. Intenté
llamar a Gaston otra vez… directo al buzón de voz. Después lo intenté con el
teléfono de Peter.
—Hola, cariño, ya estamos casi allí. —Dios mío, mi corazón
dejó de latir durante un segundo cuando oí su voz. Nunca me cansaría de oírle
llamarme cariño. Nunca.
—Vale, genial. Eh, he estado intentando llamar a Gaston.
¿Sabes si tiene el teléfono apagado? —pregunté.
—Sí, eh, sobre eso… tenemos que detenernos y comprarle uno
nuevo. Él como que, bueno, como que rompió su teléfono antes, así que… es por
eso que va directamente al buzón de voz.
—Ya veo… Supongo entonces que escuchó el mensaje de Rochi.
—Oh, sí… —dijo Peter en voz baja.
—Cierto… Bueno, supongo que me reuniré con ustedes afuera. Rochi
aún podría estar aquí y ha dejado bastante claro que no quiere ver a Gas hoy.
Peter dejó escapar una risa nerviosa. —Está bien, La, te vemos
en unos tres minutos.
Colgué, cogí mi bolso y me dirigí hacia las escaleras.
Efectivamente, Rochi seguía en casa. La oí hablar por teléfono mientras
caminaba hacia la puerta principal.
—Comer suena genial, Jason. ¿Quieres recogerme o debería
reunirme contigo?
Tenía una horrible sensación en mi estómago. ¿Qué era esto?
Asomé la cabeza en la biblioteca, donde Rochi estaba sentada y me despedí de
ella con la mano. Ella me sonrió, pero la sonrisa lucía perdida y poco sincera.
Luego miró por la ventana hacia el exterior y su sonrisa se desvaneció
rápidamente. Volvió a mirarme y pude ver las lágrimas construyéndose en sus
ojos mientras intentaba dedicarme otra sonrisa y un saludo.
Mierda…
Tan pronto como salí, Peter salió de la camioneta de Gaston
de un salto y me ayudó a subirme al asiento delantero. Besó la palma de mi mano
y su sonrisa se hizo más grande cuando vio el rubor que se extendía por mis
mejillas. ¡Mierda! ¿Por qué tiene ese efecto sobre mí?
¡Despierta, Lali!
Me giré para mirar a Gaston, quien se inclinó y me dio un
beso en la mejilla. Lo vi mirar más allá de mí, como si estuviera buscando a Rochi
justo detrás. Allí iba esa sensación de enfermedad otra vez.
—¡Buenos días, cariño! —dijo Gas mientras miraba por encima
de mi hombro—. Eh, ¿dónde está Rochi? Estaba seguro de que vendría contigo para
elegir tu nuevo coche. —Siguió mirándome y luego volvió a mirar hacia la casa.
—Ella, eh, en verdad quería venir, pero ya había hecho
planes para hoy —dije mientras intentaba buscar una forma de cambiar el tema de
conversación antes de que me preguntara por sus planes.
Demasiado tarde…
—Oh, ¿de verdad? ¿Qué podría ser más importante que su mejor
amiga consiga un coche? —dijo Gaston mientras miraba hacia la casa de Rochi.
—Supongo que tenía planes para comer —dije con un
encogimiento de hombros y volví a mirar a Peter—. ¡Peter, me alegro tanto de
que vengas con nosotros!
—¿Sabes qué clase de coche quieres, La? —Claramente él sabía
que estaba intentando cambiar de conversación, pero Gaston no iba a dejarlo tan
fácilmente.
—¿Con quién tiene planes para comer? —preguntó antes de que
pudiera responderle a Peter.
Joder… ¿por qué yo? Maldita fuera Rochi por ponerme en esta
situación.
—Eh… con un viejo amigo de la escuela o algo —dije mientras
levanta la mirada hacia Gaston, quien todavía miraba hacia la casa. Me giré y
pude ver a Rochi de pie en la ventana hablando por teléfono, probablemente aún
con Jason.
—¿Es Jason Reed? ¿Es él el viejo amigo de la escuela?
—preguntó Gaston mientras se volvía para mirarme.
¡Dios, cuando volviera iba a darle una paliza a Rocio! Su
estúpido comportamiento infantil me había puesto en medio de todo esto… ¡Joder!
Miré a Gaston e hice la única cosa que podía hacer. —Sí, Gaston,
va a comer con Jason Reed hoy. Supongo que se encontraron ayer en el club de
campo.
—¿Salió con él anoche?
—Eh… ella mencionó algo de eso. —Oh, por Jesucristo, por
favor, Peter, cambia de tema.
Justo entonces, Peter se aclaró la garganta y Gaston pareció
salir de un aturdimiento.
—Agus llamó antes para ver si queríamos unirnos a él y a Cande
para ir a Rebels esta noche. ¿Quieres ir? —me preguntó Peter mientras Gaston
empezaba a salir del camino de la casa de Rochi.
¡Oh, Dios, si pudiera saltar a través de este asiento ahora
mismo, plantaría mis labios sobre los suyos! Me di la vuelta y él me dedicó un
guiño. Le sonreí en respuesta.
—¡Me encantaría ir! Rochi, Cande, Euge y yo fuimos una vez.
¿Vas a montar en el toro mecánico? —pregunté con una sonrisa y un guiño.
Peter echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada. —¡No!
¡Pero aquí Gas… puede montar esa cosa como si hubiera crecido en un maldito
rodeo!
—Espera… ¿acabas de decir que Cande y Agus van a ir? ¿Al
igual que en… están juntos… como una pareja? —pregunté cuando me di cuenta de
lo que Peter acababa de decir.
Gaston y Peter soltaron una carcajada.
—¡SÍ… parece que tu pequeña amiga Amada dejó una fuerte
impresión en Agus! —dijo Gaston mientras subía y bajaba las cejas.
—Supongo que sí —dije mientras me reía con ellos.
—Por qué no te adelantas e invitas a Rochi a venir esta
noche también. Quizás a su amigo Jason le gustaría ir —dijo Gaston, derrochando
sarcasmo.
—Oh, está bien, sí, le enviaré un mensaje. ¿A qué hora crees
que iremos? —pregunté mientras me volvía a mirar a Peter.
—¿Qué tal si te recojo temprano y vamos a comer? Luego
podemos reunirnos con todos allí. ¿Te parece bien, Gas? —preguntó Peter
dedicándome un guiño. Vi sus ojos descender y aterrizar sobre mi collar.
Extendí la mano y lo toqué con mis dedos. Sus ojos se alzaron instantáneamente
y capturaron los míos. Su sonrisa acababa de derretir mi corazón. Intenté no
hacerlo, pero mis ojos se posaron sobre sus labios. Esos hermosos y suaves
labios… Mierda… quería esos labios sobre los míos tan desesperadamente. Me pasé
la lengua por mis labios ahora secos, y levanté la mirada para ver a Peter.
Oh, Jesús… La sonrisa que había en su cara había sido
remplazada por una mirada de pura lujuria. Sentí un estremecimiento recorrer
todo mi cuerpo y mis mejillas calentarse inmediatamente. Él se inclinó hacia
delante y acRochició mi mejilla con su mano y me dedicó una de sus sonrisas
torcidas. Volvió a echarse hacia atrás una vez que Gaston empezó a hablar.
Aún podía sentir el calor en mi cara en donde su mano había
tocado mi piel.
—Suena como un plan. Nos encontraremos allí a las ocho y
treinta. Ahora… Lali… ¿qué tipo de coche quieres? —dijo Gaston, mirándome con
una enorme sonrisa en su cara.
—Bueno, ¿tengo que ajustarme a algún rango de precio?
Gaston se rió. —En realidad, no, simplemente no elijas
ningún BMW, ¿está bien?
—¡Está bien! Entonces, estoy pensando en algo que sea
económico respecto al combustible.
Gaston y Peter se rieron. —Estoy seguro de que lo estás, cariño
—dijo Gaston con un guiño.
—Un Honda Accord si es algo que nos podemos permitir —dije
mientras miraba la cara de Gaston.
—De algún modo, sabía lo que ibas a decir. Vamos a
conseguirte un coche.
Nunca pensé que comprar un coche podría ser tan divertido.
Terminé con un Honda Accord del 2013. Entre Gaston y Peter, el pobre vendedor
no tenía ninguna esperanza. Lo consiguieron por trescientos dólares menos y Gaston
escribió un cheque por el importe total. Cuando vio mi expresión de sorpresa,
me dijo que había apartado el dinero de la herencia de nuestra abuela y que
había estado añadiéndole más durante los últimos tres años, además de lo que
había ganado en inversiones.
Corrí a sus brazos y lo abracé. Estaría tan perdida sin él.
* * *
Iba de camino a recoger a Peter en mi nuevo coche con
Fearless de Taylor Swifts sonando a través de los altavoces. Esa canción me
recordaba a lo que sentía cuando estaba con Peter. Tuve que sonreír
mientras cantaba. Había invitado a Rochi a venir, pero dijo
que había hecho otros planes con Jason y que tal vez en otro momento.
Llegué a la casa de Peter. Estaba sentado en el pórtico
delantero con su teléfono. Tan pronto como me vio, sonrió y debió de decirle
que tenía que irse a quién fuera con el que estaba hablando. Se levantó de un
salto y corrió hacia el coche. Bajé el volumen y aparqué. Se subió y se inclinó
para darme un beso en la mejilla.
Rayos… allí iba ese dolor entre mis piernas del todo
familiar…
Intenté con todas mis fuerzas no dejar escapar un gemido…
¡Por el amor de Dios, era solo un beso en la mejilla, Lali!
Peter y yo comimos en un pequeño restaurante mexicano en
Hyde Park y luego nos dirigimos al centro de la ciudad, hacia Rebels. Pasamos
la mayor parte de la noche hablando. Cande y Agus sin duda se las arreglaban.
Se pasaron prácticamente toda la noche el uno colgado del otro. Gaston parecía
decepcionado de que Rochi no estuviera allí, pero se recuperó y pasó la mayor
parte de la noche bailando. Juro que cada vez que se sentaba, seis chicas se
acercaban a él y le pedían que bailara con ellas. Intentó ser tan educado como
pudo y bailó con la mayoría, pero a las once y treinta estaba agotado. Empezó a
decaer.
Me sorprendió la cantidad de chicas que me ignoraban
completamente y se sentaban con Peter y le pedían bailar. Él las rechazó,
incluso aunque le dije que no me importaba. Quiero decir, éramos sólo amigos…
¿verdad?
Entonces apareció ella.
Me di cuenta de que estaba charlando con Gaston al
principio, pero la primera vez que se acercó Peter la saludó. Su nombre era Belen.
Por lo que podía decir, ella también debía estar especializándose en ingeniería
arquitectónica. Pronto volvió su atención hacia Peter. Él nos presentó y ella
hizo todo lo posible para mantenerme fuera de la conversación.
—Así que tu nombre es Ellen. Eres la hermana pequeña de Gas,
¿verdad? —me dijo Belen con una sonrisa falsa.
—Es Lali… y sí, soy la hermana de Gaston —le respondí con mi
propia sonrisa llena de bravocunería.
—Peter, no sabía que estabas saliendo con alguien, y mucho
menos con la hermanita de Gas.
Peter me miró. Sé que él esperaba que yo respondiera. Así
que… siendo una idiota, respondí la pregunta por Peter.
—Peter y yo sólo somos amigos, Belen. No estamos saliendo.
—Una sonrisa se extendió a través de su cara de aspecto plástico.
Eso era todo lo que la perra necesitó oír y se puso de pie
de un salto y agarró el brazo de Peter y tiró de él para levantarle.
—¡Entonces, vamos a bailar! —dijo Belen mientras me sonreía.
Peter iba a volver a sentarse. —Eh, en realidad no, estoy
aquí con Lali, Belen y…
—Está bien… ve a bailar, Peter, no estamos juntos, puedes
bailar con alguien más. —¿Qué demonios? Lo dije antes de que pudiera detenerme.
Peter se giró y me miró. Vi el dolor en sus ojos y se limitó
a sacudir la cabeza. Parecía enfadado.
¡Oh, Dios mío! Quise abofetearme por ser tan estúpida. Estoy
segura de que acababa de enfadarle con todo eso de “solo somos amigos”
—Mira… ella quiere que bailes, Gun —dijo la perra de Belen
mientras me guiñaba un ojo y caminaba con su brazo alrededor de Peter.
Justo entonces Hot Tottie de Usher comenzó. ¿En serio? ¿Por
qué esa canción de entre todas las canciones?
¡¿Por qué la vida me estaba sirviendo otro plato lleno de
mierda?!
Simplemente me senté allí e intenté no verles bailar. Miré a
Gaston, que estaba mirando a Peter. Me miró y me dedicó una sonrisa débil.
Bueno, mierda… eso sólo hizo que quisiera mirarles.
Santo infierno… Está chica estaba prácticamente follándose a
Peter y el muy bastardo le estaba devolviendo tanto como ella le daba, pero
tenía los ojos cerrados por alguna razón.
Ella se dio la vuelta y puso su trasero contra su polla…
luego miró hacia mí y se metió el dedo en la boca y lo chupó mientras empujaba
su culo contra él aún más. Levantó la otra mano y se la pasó a Peter por la
cara y el costado. Él tenía las manos sobre sus caderas y se movía junto con
ella.
Oh. Dios. Mío. Iba a vomitar.
Me puse de pie y caminé hacia Gaston. —¿Puedes acompañarme
hasta mi coche?
—¿Te vas? ¿Qué pasa con Peter? —Miré hacia la pista de
baile.
—Parece que ha encontrado a alguien más para ir a casa.
—Lali, solo está bailando, cariño, y tú le dijiste que lo
hiciera. —Gaston volvió a mirar hacia la pista de baile. Le vi fruncir el ceño.
Miré hacia atrás… todavía bailaban. Ahora ella se había dado la vuelta otra
vez, pero Peter aún tenía las manos sobre sus caderas y realmente se estaban
moviendo. Peter se encontraba de espaldas a mí ahora.
—Quiero irme… ahora —le grité a Gaston.
—Está bien, Lali, Jesús… —Gaston tomó mi mano y empezamos a
irnos. Eché una última mirada hacia Peter. Ni siquiera sabía que me iba. Sentí
como si alguien hubiera exprimido mi corazón hasta sacarle la vida. Esta era la
razón por la que no podía entregarle mi corazón a nadie otra vez. Si él de
verdad me quisiera, no estaría bailando con una chica como si estuviera listo
para follarla ahí mismo, en la pista de baile. Todo lo que podía oír era la voz
de mi madre una y otra vez en mi cabeza.
Nunca serás querida por nadie…
Tan pronto como salimos del club, me detuve y respiré hondo.
—Lali, no entiendo por qué estás tan enfadada. Le has dicho a Peter que son
sólo amigos. Le dijiste que bailara con Belen y luego te enfadas porque lo ha
hecho.
—¿Qué? —Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos—. ¿No
has visto cómo estaban bailando? ¡No has visto lo que yo he visto, porque para
mí estaban prácticamente follando en la pista de baile! —le respondí a Gaston
más alto de lo que quería.
—Oh, Dios mío, Lali… solo están bailando. ¡Todo el mundo
baila así! ¡Deja de actuar de esta manera y decide qué quieres! ¿Quieres a Peter
como más que un amigo o no? Si lo haces, entonces vuelve allí dentro y dile a Belen
que se largue… si no… entonces…
—¿Entonces qué, Gaseson? ¿Qué? Por favor, dime, porque tú
eres un experto en este campo. —Gaston parecía aturdido.
—Tienes razón. Tengo que mantener la boca cerrada. Vamos a
por tu coche.
Gaston me acompañó la corta distancia hasta mi coche en
silencio. —Lo siento, Gaston, es solo que estoy tan asustada de los
sentimientos que tengo por Peter. No veo qué ve en mí cuando puede tener a
cualquiera, a Belen o Paula —dije mientras una lágrima escapaba de mis ojos y
rodaba por mi cara. Gaston la limpió.
—Lali, como te dije antes, cariño, eres exactamente lo que Peter
está buscando. Eres hermosa, inteligente y le haces feliz. No eres una de esas
chicas que se iría a la cama con el primer chico atractivo que le presta
atención. Tienes que dejar de escuchar las palabras de mamá que
se reproducen en tu cabeza. Tú no eres mamá. Nunca lo serás.
Tienes que dejar de apartarle. Él quiere estar contigo.
—Pues seguro que no lo parecía esta noche.
—Sé qué crees eso, Lali, pero cariño, tienes que verlo desde
su punto de vista. Prácticamente le has empujado hacia ella esta noche. Por
supuesto que va a intentar ponerte celosa porque ella es una zorra que ha
estado detrás de Peter durante tres años. Estoy seguro de que él estaba herido
cuando le dijiste que fuera a bailar. Has cometido un error, La —dijo Gaston
mientras alzaba mi barbilla para que le mirara.
»Sé lo que se siente al tomar una decisión estúpida. Por
favor, habla con él cuando te llame, ¿de acuerdo?
Respiré hondo y traté de sonreír. —Sólo quiero ir a casa.
Gracias por acompañarme hasta el coche, Gaston. Eres un gran hermano mayor. Te
quiero —dije mientras me ponía de puntillas para darle un beso.
Se inclinó y me dio un abrazo. —Yo también te quiero, La…
más de lo que nunca sabrás.
Me metí en el coche y vi a Gaston caminar de regreso hacia
Rebels. Mis manos empezaron a temblar y todo lo que podía oír era la voz de mi
madre diciéndome que terminaría sola como ella. Nunca sería lo suficientemente
buena para mantener a alguien como Peter Lanzani feliz por mucho tiempo.
Salí del aparcamiento y empecé a conducir de regreso a casa
de Rochi. Seguía sin quitarme de encima esa sensación de malestar y ahora
estaba de vuelta. Sentí las lágrimas rodar por mi rostro mientras tocaba el
collar alrededor de mi cuello.
Nunca serás querida por nadie…
Es una boluda! Maaass
ResponderEliminarnoooooooooooooo!!!!!!!!!!! pobre lali y encima el hdp de peter esta con belen!!!!!!!!
ResponderEliminaraghhh seguila
Ayyyy por diosssssss ...noooo todo hiba bien hasta que llega Paula..
ResponderEliminarUyyy quieo más !!!!
Seguila !!