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viernes, 27 de junio de 2014

Capitulo: 34


Peter
Me senté con Lali en mi regazo y me sentí en el paraíso. Mientras la escuchaba hablar y reír con Rochi, pensé que nunca me había sentido más contento.
Cada vez que ella se reía o sonreía, dejaba de respirar.
La amaba.
Tenía que sonreír cada vez que pensaba en cómo mi mundo se había vuelto al revés. Sabía que Lali todavía quería tomar las cosas con calma, pero maldición si no quería gritarlo para que el mundo lo supiera. Rochi le preguntó a Lali si quería bailar y ella me miró. —¿Te importa?
 —No. Ve y diviértete. Voy a sentarme aquí y esperar a que Gas regrese de lo que sea que tenía que encargarse —dije, mientras movía las cejas de arriba abajo y le sonreía a Rochi.
Rochi se rió, pero Lali no pensó que ese comentario fuera muy divertido. —Oh, por el amor de todas las cosas buenas… ¡Es mi hermano, Peter! ¡Asqueroso! —Lali se bajó de mi regazo y me golpeó el brazo. Me eché a reír y tiré de ella hacia mí, susurrando contra su oído—: No dejes que Maxi se te acerque, ¿está bien?
Me miró con una sonrisa dulce y tierna. —¡Está bien, bebé!
Se levantó y salió al patio, abrazó a Cande y empezaron a bailar. Santa mierda, me acababa de llamar bebé. Me recosté en mi silla y bebí una cerveza mientras la observaba. Miré hacia donde estaba Maxi de pie y me di cuenta de que el hijo de puta la veía también. Terminé mi cerveza y agarré otra. —Jesús, amigo, ¿estás tratando de emborracharte? Recuperaste a La, ¿por qué razón estás bebiendo? —dijo Gas, mientras tomaba otra cerveza de la nevera.
 —Vete a la mierda, estoy celebrando, idiota. —Miré a Gas y sonreí—. Entonces, ¿qué era eso de lo que necesitabas encargarte tan rápido? —le dije con una sonrisa.
 —Muy divertido, imbécil, pero eso no es lo que estaba haciendo. ¡Peter, te juro que esa chica va a ser mi muerte! Tuve que alejarme de ella antes de rasgar su maldita ropa. No puedo creer que me haya hecho esto. ¡Mierda! Vi a Nico en la casa y tuve que sentarme y escucharlo hablar y hablar sin cesar sobre Euge, y así tratar de perder mi erección.
Eché la cabeza hacia atrás y me reí. —Eso debe haber sido entretenido. —Joder, por no decir más. Amigo, está mal por esa chica. Jesús, nunca en mi vida vi a Nico estar así de interesado por alguien, y tan jodidamente nervioso por hablar con ella. —Sí que lo tiene mal. El estúpido hijo de puta ni siquiera ha hablado con ella en toda la noche. Hablando de estúpidos cabrones, ¿qué vas a hacer con Rochi?
Gas tomó un trago de su cerveza mientras miraba hacia Rochi y Lali, que bailaban. —Nada.
—¿Qué mierda quieres decir con nada?
—Quiero decir nada. No voy a hacer nada. Me dijo esta noche que nunca se acostó con Jason, lo cual fue un alivio, porque me habría odiado el resto de mi vida sabiendo que sólo se acostó con él para vengarse de mí. Así que, ahora que sé que estamos bien, voy a seguir adelante —dijo Gas mientras tomaba otro trago de su cerveza. Esta vez malditamente cerca de terminársela.
 —Tienes que estar bromeando —dije, negando con la cabeza y mirándolo—. Gas, ¿no puedes ver que ella siente algo por ti? Quiero decir, mierda, estoy jodidamente seguro de que ese beso que te dio era algo más que un espectáculo. ¿Por qué insistes en alejarla?
Gas miró a Rochi fijamente. Ella lo vio, sonrió y él apartó la mirada.
—No puedo hacerlo, Peter. No puedo arriesgarme a perderla. Si las cosas no resultan bien, ella se iría para siempre. Creo que no podría vivir mi vida si ella no estuviera conmigo. Incluso si eso significa ser sólo amigos.
Me pasé la mano por el cabello y solté un suspiro. Parece que su madre no solo jodió la manera de pensar de Lali, sino que jodió a Gas también.
—Gas, entiendo que no quieras perderla. Quiero decir, realmente lo entiendo —dije mientras miraba a Lali y sonreía—. Pero, ¿qué vas a hacer cuando se canse de esperar por ti? ¿Cuándo termine con alguien como Jason Reed? Ella va a casarse, tener hijos, vivir una vida de la que a la larga no serás parte. ¿Crees que puedes manejar eso? ¿Vas a estar preparado para cuando suceda?
Gas echó la cabeza hacia atrás y terminó su cerveza. —No lo sé, Peter. Sinceramente, no lo sé, hombre.
—Bueno, Gas, será mejor que lo averigües, y que lo hagas pronto. Esa chica no va a sentarse a esperar por ti. Si la quieres, es mejor que luches por ella y le hagas saber cómo te sientes. —Terminé mi propia cerveza, me levanté y dirigí hacia Jack. Tenía que bailar con Lali. —Oye, Jack, ¿tienes algo de Vince Gill? —le grité al oído por encima la música.
 —¡Sabes que sí! ¿Qué estás buscando?
—Quiero que pongas Whenever You Come Around después, ¿de acuerdo?
Jack me dio esa gran sonrisa típica de él y asintió. —Lo tienes, amigo.
Caminé de nuevo hacia Gas. Mierda, me estaba empezando a sentir un poco borracho. Me senté y lo miré. Iba a enfrentar la maldita verdad. —La amo.
Gas volteó la cabeza y me miró. —¿A Lali?
—¡Por supuesto que a Lali, ¿de quién mierda podría estar hablando?!
Gas sólo me sonrió. —¿Cuándo te diste cuenta?
—Más temprano. Fue como si hubiera chocado contra un muro de ladrillos. Me asusté bastante, y pasaron unos buenos tres o cuatro minutos antes de que pudiera hablar o moverme. —Miré hacia Lali, que ahora estaba de pie en medio de la multitud que bailaba, hablando con Euge y Rochi. Dios, no había absolutamente nada que no hiciera por ella.
—Peter, sabes que confío en ti con mi hermana, de verdad lo hago. Te quiero como a un hermano y no hay nada en el mundo que preferiría más que ver a mi hermana feliz contigo. Sólo ten cuidado con ella, no le hagas daño y, por favor, se paciente. Ha pasado por mucho, ¿sabes? Simplemente… simplemente no la presiones demasiado, ¿de acuerdo? Miré a Gas.
—Moriría antes de dejar que nada ni nadie la lastime. Necesito que sepas eso, Gas. Realmente necesito que sepas que la amo y que la protegeré con todo lo que tengo.
Gas se levantó y golpeó mi espalda. —Bueno, mierda, hombre, eso es todo lo que necesitaba oír. ¡No me extraña que estés borracho!
En ese momento, Jack empezó a hablar. —Muy bien, todos, voy a bajar la velocidad otra vez con un poco de Vince Gill.
Me levanté y caminé hacia Lali, que se dirigía hacia mí. —Cariño, ¿bailas conmigo? —le pregunté mientras pasaba mi mano por su cara.
—Por supuesto, Peter. —Me sonrió y mis rodillas casi cedieron debajo de mí. ¿Se calmarían alguna vez estas intensas sensaciones?
La canción comenzó y tiré de ella tan cerca de mí como pude. Enterró su cabeza en mi pecho y me abrazó con fuerza. Bailábamos lentamente cuando empecé a cantarle la letra, aferrándome a ella.
Amaba a esta chica e iba a pasar el resto de mi vida demostrando lo mucho que lo hacía.
Lali me miró con lágrimas corriendo por su rostro y mi corazón se detuvo. —Oh, cariño, por favor no llores, por favor, por favor no llores —dije mientras enjugaba sus lágrimas.
—Peter, yo… Nunca me he sentido así antes. Eres tan increíble y las cosas que dices me dejan sin aliento. Tengo tanto miedo de despertar y descubrir que todo esto no es nada más que un sueño.

Sonreí y la apreté contra mí cuando terminamos de bailar, mientras yo cantaba junto con Vince—: Te prometo, cariño, que esto no es un sueño.

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