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sábado, 28 de junio de 2014

Capitulo: 35


Lali
Todo el mundo comenzó a irse alrededor de la una de la mañana. Jack había recogido mucho antes y Gaston había puesto el estéreo para reproducir la música por las últimas dos horas.

Estaba un poco sorprendida por cuánto habían bebido Peter y Gaston. Rochi se encontraba bien en su manera de estar borracha. Como había tomado un par de cervezas, decidimos pasar la noche allí. Euge se fue a casa con Cande y Agus. Cande sólo bebió refrescos durante toda la noche, ya que era la fiesta de cumpleaños de Agus y sabía que él bebería.
Empecé a limpiar cuando sentí a Peter ponerse detrás de mí y envolver sus brazos alrededor de mi cintura.
—Cariño, contratamos a alguien para que viniera y limpiara. Ven, siéntate conmigo un rato —dijo mientras se inclinaba cerca de mi cara. El calor de su boca puso mi cuerpo en llamas. Dios, el dolor entre mis piernas cuando se hallaba tan cerca de mí era casi demasiado para soportar.
Me di la vuelta y le sonreí. —Está bien, ¿adentro o afuera?
Me devolvió la sonrisa y tomó mi mano. Pasamos junto a Gaston y Rochi, que discutían quién tenía que dormir en el sofá… Gaston o Peter o Rochi y yo.
—¿Por qué diablos no puedes dormir conmigo en mi cama? Me comprometo a mantener mis manos para mí mismo —le dijo Gaston a Rochi con una risa malvada.
—Sí, claro, imbécil… Puedo estar borracha… pero no estoy así borracha. Tú toma el sofá, yo me quedo tu cama —dijo Rochi mientras pasaba por delante de Gaston y se dirigía a su dormitorio.
Peter y yo salimos a la calle y nos sentamos al lado de los refrigeradores. Agarró una cerveza.
—Eh, Peter, ¿cuánto más vas a beber? —pregunté cuando se detuvo a abrir la botella antes de ponerla en sus labios.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que pueda estar demasiado borracho y me aproveche de ti esta noche? —dijo con un guiño. Al instante sentí que mi cara se ruborizaba. Dejó escapar una risita y tomó un trago de la cerveza.
—No, no estoy preocupada por eso, en lo absoluto. Realmente no creo que estés borracho. ¿No? —pregunté mientras miraba hacia el suelo.
—Lali, simplemente quería celebrar esta noche, eso es todo. Ven aquí y siéntate en mi regazo otra vez…
Después de tantos años de ver a mi madre beber, lo último que quería era preocuparme por Peter bebiendo todo el tiempo.
—Sé lo que estás pensando, La, y no, no bebo así todo el tiempo, cariño, ¿está bien? Sólo me sentía feliz poque al fin estuviéramos juntos y, bueno… Quería divertirme un poco esta noche. Te prometo que no tiendo a emborracharme.
Peter bebió su cerveza. Me di cuenta de que la estaba derramando, pero se veía tan malditamente lindo.
—¿Estás emocionada por ir al rancho, Lali? —preguntó Peter mientras movía su mano de arriba abajo por mi espalda. Dios mío, las puntas de sus dedos tenían magia. Apenas podía respirar y mucho menos pensar.
Respiré hondo y traté de aclarar mi cabeza. —¡Sí! Estoy muy emocionada. Siempre he querido ir a un rancho y ver un montón de vacas y montar a caballo. ¡Oh, por favor! Dime que podemos montar a caballo —dije mientras me sentaba en el regazo de Peter.
—Mierda, Lali, por favor no te muevas así, ¿de acuerdo? —Peter me ajustó en su regazo y yo, por supuesto, sentí el calor subir por mis mejillas.
—Oh… lo siento. ¿A cuántas chicas has llevado a conocer a tus abuelos? —pregunté mientras miraba sus ojos, que poco a poco empezaban a decaer.
—¿Qué?
—Tú sabes, ¿cuántas chicas has llevado al rancho? —La cabeza de Peter parecía que se movía en cámara lenta mientras me miraba.
—A ninguna… Nunca he llevado a nadie al rancho, excepto Gas, Agus y Nico… Nunca he llevado ninguna chica allí. Estaba esperándote Lali. Sólo a ti.
Oh, guau, vaya si eso no hizo que mi corazón comenzara a latir más rápido… Quiero decir, sabía que estaba borracho, pero también sabía que quería decir lo que dijo.
—Quiero besarte, Lali… pero no creo que pueda en este momento, porque podría querer hacer algo más que besos —dijo Peter con mala pronunciación.
Tuve que reír. —¿Cómo qué tipo de más? —Sabía que no debería ir allí, pero… seguí.
Peter me dio la sonrisa más adorable. Justo cuando pensaba que su sonrisa torcida iba a derretirme, me sonrió infantilmente.
—Vamos a ver… para empezar. Quiero besarte en más lugares que en tus ios.
—¿Mis ios?
—Tus labios. Labios…
—Está bien. ¿Dónde quieres besarme?
—Ehm, en el cuello y luego bajar por tu garganta hasta tu pecho y después de darle suficiente atención, iría por tu estómago.
Santa madre… nunca en mi vida deseé a alguien como deseaba a Peter justo en ese momento. Tuve que apretar las piernas para aliviar el palpitante dolor entre ellas. ¿Qué demonios sucedía conmigo?
—Eh… entonces, ¿qué harías?
Oh, mierda, estaba en aguas muy profundas.
Peter me sonrió. —¿La señorita Esposito está coqueteando conmigo? Porque tengo que decirte que si seguimos teniendo esta conversación, Gas va a matarme cuando te tome aquí.
No puedo respirar. Inhala profundamente… por la nariz… bota por la boca, Lali… Jesús, tengo la boca tan seca. Me incliné y agarré una botella del refrigerador.
—¿Sabes lo jodidamente hermosa que eres, Lali? No puedo esperar para recostarme bajo las estrellas contigo la próxima semana. No puedoesperar para mostrarte todo lo relacionado con vivir en el campo, maldición. Quiero enseñarte por primera vez… Hay muchas “primeras veces” que quiero mostrarte mientras estemos allí, cariño.
—No puedo esperar tanto, Peter. Estoy muy emocionada, sobre todo sabiendo que me mostrarás todo. —Me acerqué más a Peter y le susurré al oído—: Pasar cinco días con todos ustedes va a ser muy divertido.
Peter se levantó de un salto y casi me tira al suelo.
—¿Qué pasa? —pregunté mientras trataba de ayudarlo a ponerse de pie.
—Tengo que tomar una ducha fría, Lali… Tengo que sacar estos pensamientos de mi cabeza, cariño.
Me tuve que reír cuando trató de alejarse y tropezó por todas partes.
—Peter, deja que te ayude. —Hice todo lo posible para ayudarle a entrar en la casa. ¡Cristo, este tipo era enorme y pesaba un montón! Vi a Gaston en el sofá, dormido. Rochi debía estar en su cama durmiendo. Supongo que yo era la única que no estaba borracha, lo que era bueno.
Guié a Peter lo mejor que pude a su habitación. Debió golpear todo lo posible en el camino a su habitación. Llegamos a la puerta y la abrí. Conduje a Peter a la cama y traté de ayudarle a sentarse, pero como que se dejó caer en ella y me llevó con él. Estaba tumbado sobre su espalda y yo encima de él.
Oh, diablos. Tenía los ojos cerrados, pero los abrió lentamente y me miró con sus penetrantes ojos azules. Santo infierno… era hermoso. ¿Podría realmente ser todo mío? En ese momento, me acordé de lo que Maxi había dicho de Peter. Me pregunté con cuántas chicas había tenido relaciones sexuales. Estoy segura que más de… ¿tres… cinco… seis? Comencé a enojarme pensando en otra chica estando con él así, pero desnudo. ¡Argh!
En ese momento, me sonrió. Le devolví la sonrisa. —Quédate conmigo esta noche… Lali, me comprometo a no tocarte, cariño. Sólo quiero ver lo que sería despertarme contigo a mi lado.
—¿Alguna vez has dormido con una chica, Peter? —pregunté mientras buscaba en su rostro una reacción a mi pregunta.
Se dio la vuelta, llevándome con él, de modo que los dos quedamos recostados de lado.
—¿Qué estás tratando de preguntarme, bebé? —dijo Peter con una leve mala pronunciación.
Me encanta cuando me llama cariño, pero cuando me llama bebé… Joder, sólo quería meterme en su piel.
¿Debía preguntar? Quiero decir, está borracho y probablemente me diría la verdad de todos modos. ¿De verdad quiero saberlo?
—Eh, ¿con cuántas mujeres has estado en el pasado? —pregunté mientras apartaba la mirada.
—Nadie que alguna vez importara o significara algo —se apresuró a responder.
¿Se supone que eso me tenía que hacer sentir mejor? Eso podría significar cualquier cosa… tres, siete, quince. Oh, Dios mío, ¡¿y si se ha acostado con tantas que ni siquiera sabe?!
—Quiero decir, ¿con cuántas te has acostado?
—Lali, no creo que importe, cariño, porque en el momento que puse mis ojos en ti, me olvidé de todas las demás. Tú eres la única persona que quiero en mi vida y cama a partir de ahora.
Santo infierno… ¡Aceptaba esa respuesta!
—No respondiste a mi otra pregunta.
—¿Qué era? Se me olvidó —dijo con una risa. ¡Dios, era un borracho tierno!
—¿Cuántas chicas han pasado la noche contigo en tu cama?
—Ninguna.
Dejé escapar el aliento que ni siquiera sabía que contenía.
—Otra primicia para los dos, bebé —dijo Peter mientras cerraba los ojos. Lo siguiente que supe era que estaba dormido. Me las arreglé para salir de su agarre cuando empecé a quitar sus botas. ¿Trataba de desnudarlo?
Mmh… Podría divertirme un montón…
Pasé los próximos diez minutos tratando de sacar sus pantalones, pero no lograba que se moviera. Decidí que sería mejor si los tenía puestos, ya que iba a dormir a su lado. Entré en su baño y miré alrededor. Sonreí cuando vi el cepillo de dientes nuevo en la caja. Debe haberlo comprado para mí. Lo abrí y lo utilicé. Después de lavarme la cara, volví a su cuarto.
Me quedé allí durante unos minutos y lo vi dormir. Poco a poco, traté de pasar las sábanas por debajo de él, pero me di por vencida casi de inmediato. Me acerqué a la silla y agarré la manta que estaba en el respaldo de ella. Olía celestial. Me pregunto si su madre o su abuela la hicieron para él.
Me metí en la cama e intenté poner la manta sobre los dos. Peter se movió y empezó a murmurar algo. No debería haberlo hecho, pero me incliné para oír lo que decía.
—Lali… Te amo, Lali…
Joder. ¿Acaba de decir que me amaba?


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