Datos personales

viernes, 11 de julio de 2014

Capitulo: 65


Rochi
Gas se puso de rodillas frente a mí y comenzó a llorar.
—Rochi, por favor, no me hagas esto. Por favor, no me dejes otra vez… ¡Te lo ruego!

¡Oh, Jesús, María y José… puto infierno! Mi corazón se partió en dos. Lo amaba tanto, pero me sentía tan jodidamente cabreada en esos momentos. No quería nada más que ponerme de rodillas y consolarlo. Pero no podía, simplemente no podía. Me arrebató una parte de mí esta noche. Algo que nunca jamás iba a volver. La oportunidad de darle su primer hijo; la idea me hizo comenzar a llorar.
—Te amo, Gas, más que nada, pero no puedo manejar esto ahora mismo. Necesito tiempo… necesito estar sola y lejos de ti mientras resuelves esto. No te estoy dejando… yo… sólo necesito estar lejos de ti.
—Rochi… por favor, esta noche se suponía que cambiaría todo. Por favor. —¡Oh, Jesús, Gas, por favor deja de rogarme, por favor!
—Voy a volver a la cabaña. Por favor, no vayas allí. Voy a irme a casa con Cande y Agus mañana. Por favor, sólo… sólo… déjame en paz por un tiempo, Gas. Si me amas, déjame en paz.
Me di la vuelta y me alejé de él… otra vez. Esta vez era tan jodidamente difícil. Sabía que nunca tuvo la intención de que esto sucediera. Era la culpa de ambos. Bueno, no realmente. Era culpa de ese idiota por no ser capaz de decirme que me amaba y luego ponerse en campaña de puto por tres meses.
No puedo creer que me fuera a pedir que me casara con él esta noche. ¿Por qué papá no pudo esperar para decirme sobre la maldita orden de restricción? ¡¿Por qué?!
Oh, esa perra era lo suficientemente inteligente como para obtener esa maldita cosa. ¡Deseaba tanto ir en ese mismo minuto y… y… bien, no puedo decir lo que quería hacerle a causa de que la estúpida perra estaba embarazada!
Esa estúpida hija de puta… Oh, Dios…
Lloré todo el camino hasta la cabaña de caza. Casi choqué con dos ciervos hijos de puta en el camino. Estúpidos animales, ¡oh, Jesús, no quería decir eso! ¿Qué diablos está mal conmigo?
Lamento que Lali no estuvierese aquí. Oh, por Jesucristo, cómo me gustaría poder llamarla. Me detuve y vi unas pequeñas luces encendidas. Me sentía tan cansada de repente. Todo lo que quería hacer era meterme en la cama y dormir. Me senté en el Jeep y pensé en la primera vez que Gas y yo hicimos el amor.
Fue la noche de la boda de Agus y de Cande. Se casaron en el Hotel Driskill y Gas reservó una habitación allí aquella noche, y yo no lo sabía. La manera que no pudo apartar los ojos de mí durante toda la ceremonia de la boda debería haber sido mi primera pista. Por supuesto que los vestidos de prostituta de Cande nos tenían a todas mostrando nada más que nuestro escote al máximo, ayudado con su lujuria esa noche. Me quejé acerca de no ser capaz de respirar en ese maldito vestido durante toda la ceremonia.
La habitación lucía perfecta. Simple, pero llena de velas de Led y pétalos de rosas repartidos por toda la cama. Se hallaba en la parte histórica del hotel y tenía un balcón que daba a la calle Sixth. Había aceites y lociones de masaje y fresas cubiertas de chocolate. Oh, diablos… fue mágico. Mágico porque Gas fue tan dulce y suave. Después de hablar con Lali no me sentía tan nerviosa por mi primera vez. Ella dijo que le había dolido, pero después de un tiempo se sentía maravilloso. No bromeaba, joder.
Fue increíble.
Suspiré y me bajé del jeep. Cande y Euge probablemente vendrán a buscar sus cosas. Estoy segura de que una vez que se enteren de lo sucedido, les gustaría asegurarse de que me hallaba bien. Simplemente quería salir de este vestido y botas y sólo dormir. Abrí la puerta y casi me caí.
¡Oh, no! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! Toda la habitación estaba cubierta de lirios perfumados. Me refiero a toda la habitación. Había ramos de flores en jarrones con capos azules mezclados adentro. Ramos de flores que tenían los tallos envueltos en un satén de color rosa claro. Oh, Dios mío. Un ramo enorme… se encontraba en un viejo cubo con otros ramos de flores silvestres. El olor de la habitación era increíble.
Era… perfecto.
Hubiera sido perfecto. Me sentía tan enojada con mi padre por arruinar esto para mí. ¡Oh, Gas! Debe de haber gastado una fortuna en todas estas flores.
Empecé a deslizarme por la puerta, llorando. Pongo la cabeza en mis rodillas y sollozo. Golpeo la cabeza contra la puerta y simplemente grito tan fuerte como puedo.
—¡Joder! —He arruinado todo, sólo porque no pude dejar que se explicara. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!
Me senté y lloré tanto que me sentía como si no pudiera respirar. Oh, Dios mío, Gas… Oh, Jesús… ¿por qué sólo me fui y le dije que no viniera? Si lo hubiera sabido… ¡Agh! ¡Soy tan estúpida!
—Oh, Jesús, ¿por qué? ¿Por qué tiene que pasar esto? ¡¿Por qué?! —grité. Entonces oí un pequeño golpe en la puerta.
Deben de ser Cande y Euge. Poco a poco, me levanté y abrí la puerta.
Aspiré una bocanada de aire cuando vi al único hombre que alguna vez amaría de pie allí. Vino por mí. No se alejó esta vez.

Vino por mí…

7 comentarios:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!

    ResponderEliminar
  2. la verdad no se que decir no se si querer matar al papa de rochi por que es cierto para que le dijo antes!! para que le dijo lo que haria!!!! haber para que?? pero me parece bien que rochi dijera como se sintio y mas que gas no la dejara si no que fuera por ella

    ResponderEliminar
  3. mas por fa no nos dejes con la duda :C

    ResponderEliminar