Rochi
Oh, santos demonios. ¡Nunca había experimentado algo así en
toda mi vida! ¡Quería más! Necesitaba más. Necesitaba a Gas tanto que dolía
físicamente.
Lo dije antes de que siquiera supiera que las palabras salían de
mi boca. Lo declaré y le dije a Gas que quería tener sexo con él. Oh, Jesús,
¿por qué dije eso?
Su rostro se puso blanco y se tensó.
—No, no, esto fue un error, Rochi. Uno que no debería haber
pasado.
Espera… ¿Qué? Tuve que sacudir la cabeza para aclarar mis
pensamientos. ¿Acaba de decir que lo que pasó entre nosotros fue un error? ¿Que
eso nunca debió haber sucedido?
—¿Qu… Qué? —Apenas podía hablar. ¿Cómo podía decir eso? Ese
fue el momento más increíble de mi vida. ¿Cómo podía decir eso? Vi la forma en
que me miraba. Él también lo sintió. ¡Sé que lo hizo!
—Lo siento tanto, nena, nunca debí dejar que eso pasara. Te
prometo que jamás volveré a hacerlo.
Oh, Dios mío, estaba tan jodidamente confundida en ese
momento que sólo quería gritar. Me pasé las manos por el cabello y sacudí la
cabeza para aclarar mis pensamientos.
—¿Qué demonios estás diciendo, Gas? ¿Cómo puedes decir que
fue un error? ¿Cómo… cómo me puedes hacer eso, hacerme sentir de esa manera y
luego decirme que fue un error? ¡No! ¡No fue un error! No me arrepiento de
haber hecho lo que hicimos.
Gas se apartó de mí y se pasó las manos por el pelo. Me miró
de arriba abajo y se concentró en mis pantalones cortos, todavía desabrochados.
—Gas, te quiero. Te he querido durante tanto tiempo, por
favor, no digas que esto fue un error. —Comencé a caminar hacia él, pero
levantó sus manos para detenerme.
—¡No! Lo jodí. No quise hacerlo, Rochi. Tú… ¡Tienes un puto
novio! —dijo, mirándome sorprendido.
Negué con la cabeza. No, no iba a usar a Jason para salirse
de esto.
—No quiero a Jason. ¡Te quiero a ti, Gaston! ¡Te amo!
Se quedó allí y me miró, sorprendido. Al principio, parecía
aliviado cuando le dije que no quería a Jason, luego lucía confundido y
después… no sabía cómo leer sus gestos. Las emociones corriendo por su rostro
empezaban a asustarme. Parecía… ¿enojado?
Se echó a reír. ¿Por qué demonios se reía?
—¿Me amas? No, no lo haces, sólo quedaste atrapada en un
momento que nunca debí haber dejado que sucediera. Todo fue un error, Rochi. Si
pudiera regresar en el tiempo para evitar que sucediera, lo haría. No significó
nada.
Sentí las lágrimas llenando en mis ojos. ¡No! No lloraría.
No quiso decir lo que dijo. ¿Cómo podía estar diciéndome esto ahora?
—Pensé… pero pensé que me querías, Gas. La forma en que me
mirabas…
Pasó la mano por su pelo y se alejó de mí. No me podía
mover; me quedé mirándolo. Respiró hondo y se dio la vuelta para mirarme de
nuevo. No había ninguna emoción en su rostro.
—Rochi, lo siento si te ilusioné. Yo… sólo me dejé llevar
por el momento y no pensé con claridad. No significó nada y creo que tenemos
que olvidar que esto sucedió.
No podía respirar. Oh, Dios mío, no podía respirar… Todo mi
mundo acababa de ser puesto patas arriba. El único hombre que he amado, que
siempre he querido, básicamente me dijo que me fuera a la mierda. Sentí una
lágrima deslizarse por mi cara. Ni siquiera podía mover la mano para limpiarla.
El rostro de Gas se retorció con dolor. Se acercó y extendió
la mano para limpiar la lágrima.
Di un paso atrás.
—¡Jamás. Me. Toques. De. Nuevo! Bastardo. No puedo creerlo.
—Lo perdí y me abalancé sobre él y comencé a golpear mis puños contra su
pecho—. ¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste hacerme esto? —Sólo me agarró y me abrazó
mientras golpeaba su pecho con mis puños.
Oh, Jesús, mis piernas comenzaron a ceder. Empecé a
deslizarme hacia el suelo, él conmigo y me abrazó mientras lloraba. Lo odiaba,
lo odiaba con todo lo que tenía.
¡No! No tenía permitido consolarme después de haber
arrancado mi corazón. Lo alejé de mí y me levanté. Oí a alguien acercándose.
Gas se levantó y se acercó a mí. Tenía lágrimas en los ojos,
pero no me importaba una mierda.
—¡Te odio! —dije a través de los dientes apretados.
—Rochi…
—No, no, ya no tienes que decirme cómo la jodiste, hijo de
puta. Nunca te perdonaré por esto. ¿Me entiendes, Gas? ¡Nunca! ¡Te odio!
¡Joder, te odio!
Le grité tan fuerte que retrocedió, conmocionado. Me abroché
los pantalones cortos y caminé hacia el otro lado de la camioneta. Temblaba de
pies a cabeza y me sentía mal del estómago.
Parecía que era Drake. Gracias a Dios, no podía soportar
estar cerca de Gas en estos momentos. De repente, me sentí como una puta
barata. ¡¿Cómo pude ser tan malditamente estúpida?! ¡Y pensar que le pedí tener
sexo conmigo!
Drake detuvo la camioneta, salió y comenzó a caminar hacia
la parte trasera.
—¡Hola! ¡El señor Mathew me dijo que salieron en la
camioneta! ¡Debe haber olvidado que Peter le dijo que necesitaba una batería
nueva! Compré una en la ciudad esta mañana.
Me volví para mirar al idiota, que seguía viéndome. Parecía
que iba a vomitar. Esperaba que lo hiciera. Tal vez pondría algo en su cena de
esta noche, así se pondría mortalmente enfermo y vomitaría toda la maldita
noche. Me aparté de él y me acerqué a Drake, que sacaba la batería para la
camioneta de la parte trasera de la suya.
—Drake, eh, realmente necesito volver a la casa. ¿Puedes
regresar con Gas, por favor, para que regrese en la camioneta?
—Rochi, espera, tenemos que hablar…
Me di la vuelta y lo miré, deteniéndolo a media frase. Nunca
supe que podía odiar a alguien tanto como lo odiaba ahora.
—No, creo que dijiste todo lo que tenías que decir, así que
ahora es mi turno.
Pasé junto a un Drake muy confundido y fui derecho a Gas.
—¡Cuando llegue a casa con Jason, mi novio, puedes estar
seguro que no me estará diciendo que fue un error después de que terminemos
follando por primera vez!
Gas cerró los ojos brevemente y luego los abrió de nuevo.
Sus ojos parecían estar llenos de dolor, pero lo conocía mejor, joder.
Me di la vuelta y me detuve frente a Drake.
—¿Las llaves están en la camioneta?
—Ah, eh… sí. —Como que me sentía mal por el tipo, pero, oh,
bueno, mierda. Estaba harta de toda esto.
Apenas logré volver a la casa del rancho en una sola pieza.
Casi no podía ver a través de las lágrimas que corrían por mi cara. Vi a Peter
y Lali sentados en el pórtico con Emma. Traté de limpiar las lágrimas, pero no
paraban. Estacioné la camioneta por el granero y empecé a caminar hasta la
casa. Pude ver a Lali sonriéndome, pero tan pronto como me vio realmente, su
sonrisa se desvaneció y comenzó a correr hacia mí.
—Rocio. Oh, Dios mío, ¿qué sucede?
—Tu hermano, tu hermano eso es lo que pasa. Es un idiota
bueno para nada, un hijo de puta. Lo odio. Joder, lo odio.
—¿Qué… qué hizo? —En ese momento, se puso una mano en la
boca y empezó a negar con la cabeza—. No lo hizo.
Comencé a reír, vaya broma. —No. Supongo que soy un bajón a
lo que eso se refiere. Si me disculpas, creo que necesito tomar un largo baño y
acostarme un rato.
—Rochi, dime lo que hizo —dijo, agarrando mi brazo.
Me volví y la miré, las lágrimas regresaron.
—Me esperanzó por unos breves minutos antes de que me
arrancara el corazón, lo tirara al suelo y lo enterrara profundamente en la
tierra con sus botas.
Me volví y vi a Peter con las manos cerradas en puños. Traté
de sonreír mientras me dirigía al pórtico. Emma me detuvo y me dio un abrazo
que me causó otro ataque de llanto. Me ayudó a entrar en la casa y subir las
escaleras. Me llevó al baño y llenó la bañera con agua caliente mientras yo
permanecía allí, mirando al vacío.
¿Cómo pude haber sido tan estúpida?
—Rocio, los hombres son criaturas estúpidas. A veces aman
tanto algo que los asusta, y tratan de alejarlo lo más lejos que pueden —dijo,
quitando el cabello de mis ojos llorosos, rojos e hinchados.
Empecé a negar con la cabeza. —Emma… ningún hombre que ame a
una mujer alguna vez dice las cosas que él dijo.
Dejó escapar una risita cuando me ayudó a desvestirme. —Te
sorprenderías, mi querida niña. Te sorprenderías.
Me senté en la bañera durante no sé cuánto tiempo. Salí sólo
cuando ya no podía soportar el agua fría. Me envolví en la toalla que Emma
había dejado cerca y luego la extendí para que se secara. Poco a poco, caminé
al dormitorio que Lali y yo compartíamos. Debe haber entrado y dejado algo de
ropa para que me pusiera. Eran mis cómodos pantalones azul y camisa blanca sin
mangas. Me metí en ellos de alguna manera. Todo mi cuerpo se sentía entumecido.
No sabía que una persona pudiera dañar tan gravemente a otra.
Me senté en la cama y fue cuando oí a Lali gritándole a Gas.
—¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste destruirla de esa manera?
Luego oí a Gas y a Peter discutiendo. Me levanté y me
acerqué a la ventana. Los vi parados junto al granero más cercano a la casa. No
pude oír lo que contestó Gas, pero lo siguiente que supe fue que Peter le dio
un puñetazo. Lali se puso en medio y le dijo que se detuviera. El corazón me
latía a mil por hora.
¡Mierda! ¡Todo esto era mi culpa!
Garrett se acercó, cogió a Gas del brazo y se alejaron hacia
los establos. Lali se echó hacia atrás con Peter, observándolos alejarse. Gas
se volvió y miró directamente hacia la ventana donde yo me encontraba. Parecía
que lloraba.
No. Ese bastardo de corazón frío no tenía una pizca de amor
corriendo por sus venas.
Lo odiaba…
De repente me sentí tan cansada.
Dormir, sólo necesitaba dormir.
omg!!!!!11 no enserio lo odiooo pobre de rochi
ResponderEliminarQue maldito hijo de bicht eso nos se hace gaston hay lo odio
ResponderEliminarhay no que horrible es gas :/
ResponderEliminarllore todo el cap :(
Otroo porfa! Gracias por subir :D
ResponderEliminardios gaston no puede ser mas idiota porque no puede seguila queiro saber como continua
ResponderEliminarOh por dios que triste lo que le hizo Gas a Rochi me partió el alma...pero jamás pensé que Peter iva a pegar a Gas...no lo puede creer..
ResponderEliminarSeguila porfis!!!