Estuve en el hospital otra semana, pero no me importó. Tener
a Peter conmigo todo
el día hacía
que los días
pasaran más rápido. Una
vez que me permitieron
tener más visitas,
el señor Greg vino y
jugamos ajedrez. Me dejó ganar, y no se dio cuenta
que ya yo sabía
lo que intentaba
hacer. Varias veces
hablé con Jessica
por teléfono, y parecía
feliz y más
como sí misma.
También ella quería
ver a Sam desesperadamente. En verdad no se le
hacía nada fácil lidiar con lo
que le
había hecho. Peter
me aseguró que
también recibiría ayuda
por la culpa que sentía.
La Sra. Mary me trajo deditos de pollo con puré de papas y
un pie de manzana, lo cual
fue un gran
respiro de la
comida del hospital.
Peter continuaba cantándome. Las
enfermeras se asomaban
por la puerta
y suspiraban cuando lo
veían. Lo entendía.
El chico que
amaba también tendía a
ser el rompecorazones más
famoso del mundo.
Ya lo había aceptado.
Peter se negaba a dejarme regresar a mi apartamento, y la
Sra. Mary se negaba a
permitir que Peter
me llevara a
casa con él.
Así que terminé yéndome a casa con ella. Me
encontraba ansiosa por ver a Sam. Él había logrado enterrar su pequeño ser en
mi corazón. Tenía que recordarme a mí misma el rol que cumplía en su vida cada
vez que comenzaba a pensar en su futuro y a preocuparme por cosas de las que no
debía preocuparme, ya que ése no
era mi lugar.
Todo mejoró al
sostenerlo de nuevo,
y permitir que sus deditos
gorditos se apretaran fuertemente alrededor de mi dedo.
Peter se sentó a
mi lado en el
sofá de la Sra. Mary
y bajó la mirada hacia Sam.
—Es un niño adorable. Tiene tus ojos.
Le sonreí y
asentí. —Aparentemente, Jessica
tiene unos genes bastante fuertes.
Peter tocó suavemente
la nariz de
Sam. —Bueno, amigo,
entonces serás uno de los chicos más lindos que alguna vez he
visto.
Me reí, y también la Sra. Mary.
—De acuerdo, ya
lo has visto,
ahora necesitas despedirte
de Peter y descansar un
poco. —Miró a Peter—. Has estado con
ella por dos semanas enteras. Necesita un descanso.
Comencé a discutir, pero Peter
sacudió la cabeza. —No,
tiene razón. Necesitas descansar.
El lunes ya podrás regresar a la escuela, y te quiero bien descansada para
entonces.
No creo que pueda estar mucho más descansada de lo que ya
estoy. He estado en la cama por dos semanas.
—Está bien, de acuerdo —murmuré y me hundí en el sofá.
Peter rió y se inclinó para besarme la frente. —Cancelé dos
conciertos de mi gira,
y tengo que
reprogramarlos. No me
quedaré mucho. Sólo necesito ir a casa y lidiar con las mil
llamadas que he estado evitando.
No quería que se fuera, pero sabía que había renunciado a
todo para poder estar a mi
lado en
estas dos semanas.
—De acuerdo. —Forcé
una sonrisa.
Suspiró. —Vamos, Lali, no pongas esa cara. Me lo haces todo
más difícil. Tienes escuela el lunes,
y yo voy a estar en
un avión hacia Nueva York mañana
por la tarde.
Sabía esto. Ya
habíamos hablado sobre
su programación para
los próximos meses. No le iba a hacer esto aún más difícil. Me había
jurado a mí misma que le haría las cosas tan fáciles como pudiera.
—Lo sé, tienes razón. No voy a hacer más pucheros, lo
prometo.
Se rió, inclinó
su cabeza y,
esta vez, besó
mis labios. Respondí de inmediato, él gimió y rompió el
beso.
—Vamos, no me hagas eso en la casa de la Sra. Mary. Toda la
culpa será mía si nos descubre.
Sonreí. —Lo siento.
Levantó las cejas y sonrió satisfecho. —Sí, seguro que lo
sientes.
Se levantó y
caminó hasta la
puerta, donde se
detuvo y dijo:
—Regresaré tan pronto como pueda. Mientras tanto, duerme, cuando regrese
podremos hablar sin tener a la Sra. Mary sobre mí todo el tiempo.
Asentí, y me
lanzó un beso,
luego se giró
y continuó caminando hacia la salida.
Nuestro último día junto
se fue súper
rápido. Antes de
darme cuenta, Peter se había
ido de nuevo, y yo me preparaba para regresar a la escuela.
Me desperté antes que el sol saliera y tomé una ducha. Enfrentarme
a la
secundaria luego de
estar tanto tiempo
con Peter era
deprimente.
Cuando estuve vestida y entré a la cocina, la Sra. Mary ya
tenía un plano de panqueques y tocino puesto en la mesa.
—Te levantaste bastante temprano. ¿Qué te tomó tanto tiempo?
Ven a comer antes de que se enfríe.
Nunca nadie me
había tenido el
desayuno caliente antes
de ir a la escuela. No pude
evitar sonreírle a
pesar de mi
tristeza.
—Gracias, Sra. Mary. Lamento que me haya tomado tanto
tiempo.
No dije nada más, y ella se giró del lavado y colocó una
mano llena de jabón en
su cadera.
—Bueno, sé
que extrañas a
ese chico. Puedo entenderlo completamente. Sin embargo,
ya le prometiste que disfrutarías tu último año de secundaria, y no vas a
lograrlo si sigues lloriqueando por ahí. —Su ceño de tía Bee había vuelto, y
asentí.
—Tienes razón, por supuesto. Tengo tantas cosas por las
cuales ser feliz. Comenzando contigo.
Sus mejillas se
sonrojaron y ondeó una mano llena de jabón en mi dirección. —Oh, vas y dices
como esas como esas. Eres especial, chica, de eso no hay duda.
Se giró y terminó de lavar los platos. Me
comí la mayoría
del desayuno mientras
pude y llevé
al plato hasta el lavado.
—Bien, ahora ve y ten un buen día.
Asentí y recogí
mi mochila. Sam
lloriqueó y caminé
hasta él, me incliné y besé su dulce cabecita
calva.
—Pórtate bien con
la Sra. Mary,
pequeño. Te veré
después de la escuela.
Sus brazos gorditos se
alzaron, y dio pataditas. Era su
pasatiempo favorito. Caminé hasta la cocina y me despedí mientras salía
por la puerta.
Kane se encontraba
inclinado contra la
Hummer. Cuando me
vio, miró la hora
en su reloj,
como si ya
fuera tarde. Dejé
de moverme, confundida por su
presencia aquí. Fue entonces cuando mi teléfono sonó.
Busqué en mi bolsillo y lo saqué.
—¿Hola?
—Buenos días, hermosa.
Ahora, quiero que
me hagas un
favor y entres al
vehículo con Kane.
No discutas conmigo.
Sucede que tengo órdenes del doctor que dicen que no
podrás manejar tu bicicleta durante al menos dos meses.
Me quedé en mi lugar
mirando al ahora sonriente Kane. —Órdenes del
doctor, ¿ah? Por
casualidad no le
habrás pagado al
doctor para conseguir esa orden,
¿verdad?
Rió. —Nunca, ahora entra en la Hummer antes de que Kane haga
lo que se le instruido.
Me congelé y
miré al gigante
frente a mí.
—¿Cuáles fueron esas instrucciones?
—Lograr meterte en ese vehículo sin importar qué.
Sonreí, me encogí
de hombros, derrotada,
y caminé hasta
la Hummer. Kane abrió
la puerta, y
tuve que apoyarme
en su mano
para poder subir. —De acuerdo, Estrella de Rock, estoy dentro de tu
Hummer.
—Gracias.
Había estado esperando
su respuesta engreída,
así que ese
simple gracias hizo que mi corazón se acelerara.
—De nada.
—Te extraño —dijo con suavidad.
—También te extraño.
—Tengo un concierto el jueves por la noche, y luego otro el
sábado, pero después, volveré a casa por el domingo, al menos.
—Te estaré esperando.
—Diviértete hoy en
la escuela por
mí, por favor.
Recuérdalo, estás experimentando
la secundaria por los dos.
Suspiré. —Tendré eso en mente cuando me molesten en los
pasillos y coma la horrible comida de cafetería.
Rió y luego
su voz se
tornó bastante seria.
—Si alguien te
molesta, amenázalos conmigo.
Esta vez me
reí a carcajadas.
—Seguro, eso me
ayudará a encajar perfectamente.
—Te amo, Lali.
Mi corazón todavía
se aceleraba cuando
decía esas palabras.
—También te amo.
—Voy a dejarte porque Kane ya debe estar por llegar a la
escuela.
Miré por la ventana y me di
cuenta que tenía razón. —Sí,
acaba de llegar. Adiós, que tengas un
buen día.
—También tú, nos vemos.
Terminé la llamada y suspiré. Alcancé mi mochila justo cuando
Kane abría mi puerta.
Sonriendo, le dije: —Gracias, Kane.
Asintió, y puedo
jurar que vi
una sonrisa. Me
dirigí hasta mi casillero.
Iba a tener
un montón de
trabajo con el
que ponerme al
día. Necesitaba vaciar mi mochila para que pudiera caber todo allí.
—Lali, me alegro que hayas regresado a la escuela. Es una
pena lo que sucedió. —Dylan McCovey llegó a mi lado. Miró hacia Kane yéndose y
sonrió—. De veras que tienes un mucho más dulce par de ruedas ahora.
Tuve que esforzarme muy duro para no rodar los ojos. En vez
de eso, asentí.
—No puedo manejar mi bici por un tiempo.
Dylan rió. —Sí,
bueno, dudo que vayas a conducir tu bici de nuevo. Todo el pueblo está hablando
de que Peter Lanzani se quedó en tu habitación del hospital
y te cantó
hasta que saliste
de coma. Luego,
que aparentemente no podía
dejarte por un
minuto. El chico
suena enamorado.
Sonreí a las
palabras de Dylan,
pero no respondí.
Entramos al edificio de la
escuela.
—Debo ir a
clases. Te veo
después, Dylan —dije
sobre mi hombro mientras me alejaba de él. No quería
discutir mi vida privada con nadie.
En el momento en que puse un pie en el pasillo, la gente se
detuvo y me miraron fijamente.
Quería devolverme y correr hacia
afuera. En lugar de eso, obligué
mis pies a
caminar hasta mi
casillero. No hice
contacto visual con nadie,
pero no pareció
importar. Antes de
poder dar cinco pasos, las personas comenzaron a
atacar.
—Me alegra mucho que estés mejor, Lali.
—Lali, ¿es verdad que Peter Lanzani estuvo contigo en el
hospital?
—¿Era esa la Hummer de Peter que te trajo a la escuela?
—¿Estás viviendo con él?
—¿PeterLanzani se va a mudar para acá?
Quería colocar las manos sobre mis oídos y gritarles que
se fueran. Más voces se
escucharon, y la gente comenzó
a hacer más pregunta que no quería contestar, ya que no
era de su incumbencia.
—¡Muévanse! Todos tienen clases, así que les sugiero que se
vayan a ellas —llamó el Director Farmer por encima de los buitres.
Se movieron, pero todos lo hicieron sin muchas ganas. Me
giré hacia mi casillero y busqué lo que necesitaba.
—Señorita Esposito, nos
alegramos que haya
regresado y que se
encuentre bien —dijo el señor Farmer detrás de mí.
Me giré y le sonreí. —Gracias.
Asintió y aclaró su garganta. —Quiero que sepa que si
necesita algo, o si está
experimentando cualquier problema
como el que me acabo
de encontrar, puede hacérmelo
saber, y yo
lo arreglaré. Quiero
que su experiencia aquí en la
Secundaria Sea Breeze sea placentera.
Nunca antes me había hablado, así que su súbito deseo de que
me encontrara feliz era un poco extraño.
—Gracias, señor —dije, a pesar de mi confusión.
—Sí, bueno, también
quiero que sepa
que si su,
um, novio quiere asistir a alguna de nuestras
instalaciones aquí, nos encantaría tenerlo. Es más que bienvenido.
Entonces todo tuvo sentido, y quise echarme a reír. El señor
Farmer sólo estaba tan
asombrado por la estrella como
todos los demás.
No confiaba en que
podría hablar, así
que simplemente asentí y me
dirigí a clases. Probablemente ya
iba tarde.
El almuerzo en la cafetería fue una especie de mezcla entre
pasta y tomates que era
difícil de tragar.
Hice lo mejor
que pude pero
luego de algunos bocados, me
resigné a tomarme sólo mi agua. Encontré a Amanda y me
había sentado con
ella. Estábamos rodeadas
por sus amigos
y personas que querían saber sobre Peter. No dije mucho. Me las arreglé
para ignorar las preguntas
de todos, y
Amanda intentó todo
lo que pude
para mantenerlos lejos de mí.
—Entonces,
¿quién está listo
para el Baile
de Bienvenida este viernes? —preguntó Amanda, intentando
distraer la mente de todos hacia otra cosa.
—Encontré el vestido más lindo en Mobile la semana pasada.
—Saltó una chica frente
a Amanda. Algunas
otras chicas hablaron
sobre sus vestidos y cómo
planeaban arreglarse el cabello. Yo sólo escuché, pero no tuve nada que añadir
a la conversación, ya que no iba a asistir.
—Lali, ¿vas a
ir al juego?
—preguntó Amanda antes
de darle un mordisco a su manzana.
Comencé a responderle que no, pero luego recordé mi promesa
a Peter y sus ganas de que fuera a los juegos de fútbol americano.
—Um, no lo sé —dije por encima de mi botella de agua.
Amanda tragó. —Por
favor, ven conmigo.
Después voy a ir
al baile con Jeff
Garner, pero él
está en el
equipo, así que no voy
a tener cita durante el juego.
Eso sonaba bien para mí. Podría ir al juego y contarle a Peter,
y tal vez satisfacerlo por un tiempo.
—Seguro, suena bien.
Amanda sonrió feliz.
—¡Genial! ¡Puedes venir
a mi casa
después de la escuela, y podremos
jugar con esos rulos increíbles de los que estoy tan celosa, y encontraremos un
modo de arreglarte el cabello, y luego puedes ayudarme con mi cabello tan recto
como una tabla!
Fruncí el ceño. —Um,
¿importa cómo se ve mi cabello para el juego de fútbol?
Sonrió y asintió.
—Sí, porque no
vas a tener
tiempo de hacer
nada más que cambiarte para el baile.
—Oh, bueno, no
voy a ir
al baile, así
que no hay
que hacer gran cosa.
Amando me frunció el ceño. —¿Por qué no?
Bueno, porque no quería ir al baile sin Peter.
Me encogí de hombros en vez de decirle
la verdad.
Se inclinó sobre
mí y susurró.
—Si quieres una
cita, lo único
que tienes que hacer es llamar con tu dedo y cada chico vendrá
corriendo.
Sacudí la cabeza. —No, no es eso. Simplemente no quiero
ir.
Suspiró. —Así que
vas a dejarme
sola. Pensé que
dijiste que Peter quería que disfrutaras todas las
experiencias de la secundaria.
Asentí sin muchas ganas.
—Bueno, noticia de última hora, el Baile de Bienvenida es la
mayor experiencia del año.
Exhalé. Tenía razón.
Él había mencionado los bailes. Podría venir e irme en un rato. —De acuerdo, vendré.
Amanda sonrió. —¡Perfecto! ¿Quieres una cita?
Sacudí la aveza. —No, voy a ir sola.
Suspiró y se encogió de hombros. —Como sea. Sólo estoy feliz
de que vayas.
***
Ganamos el juego
de bienvenida, así
que el baile
era una loca celebración. Las
animadoras usaban sus
trajes de porristas,
y los jugadores vestían
sus uniformes sin
las almohadillas. Estaban
sucios y sudorosos, y me pregunte
como Amanda bailaría de cerca con Jeff oliendo así. Arrugué la nariz con ese
pensamiento.
El Dj comenzó a poner la música cuando todos empezaron a
entrar, y ya me
encontraba observando el
reloj para poder
hacer mi escape.
Amanda intentó convencerme
de ir a comprar un vestido nuevo con ella, pero lo
aseguré que ya tenía uno que podría usar. Hizo un pozo de baba a su alrededor
cuando vio el
vestido azul que Peter me
había regalado. Le permití jugar con mi cabello, ya que
disfrutaba tanto hacerlo, pero al final, simplemente lo usé suelto. Era mucho
más fácil de esta manera.
—Lali, ¿bailarías conmigo?
Me giré para
mirar a Daemon,
y por supuesto,
tenía puesto su sudado uniforme. No quería bailar con
nadie más que Peter. Daemon podría estar limpio y apuesto, pero aún así no
querría bailar con él. Comencé a sacudir la cabeza cuando Mary Ann se acercó y deslizó su brazo dentro del suyo.
—Hola, Lali. ¿Sola esta noche?
Le sonreí, porque,
de verdad, ella
simplemente era una
chica muy insegura.
—Sí, lo estoy —le aseguré.
Miró a Daemon
como si hubiese
ganado un premio
súper importante. —Una vez más, pareces ser rechazada por tu famoso
amigo —ronroneó y jaló del brazo de Daemon—. Vamos a bailar.
Él me miró
como queriendo decir
algo, pero me
giré para hacerle saber que no estaba interesada. Mary
Ann lo jaló una vez más, y ambos se alejaron.
Exhalé aliviada. Amanda
me saludó desde la pista
de baile, le sonreí y le devolví el saludo.
El reloj me dijo que ya había estado allí veinte minutos. Y
le prometí a Peter que me quedaría al menos unos treinta. Todavía me quedaban
diez minutos. Me volteé
para buscar algo
de tomar, y
me congelé cuando escuché la canción que salía de los
altavoces. Era mi canción. Vi como las parejas
en la pista
de baile disminuían
sus ritmos y
se acercaban aún más. Escuchar su voz me hacía sentir
menos sola.
—Disculpa, pero, ¿bailarías conmigo?
Mi corazón se
aceleró. Tragué, y recé porque
no me estuviese imaginando todo esto. Me giré, y Peter
se encontraba allí, sonriéndome con la mano extendida.
—Peter —dije sin aliento, y luego me lancé hacia sus brazos.
Rió en mi oído y me
abrazó con más
fuerza—. ¿Qué estás
haciendo aquí? ¿Cómo? ¡Mañana en la noche tienes un
concierto en Detroit!
Rió y se inclinó para besarme suavemente. —No podía permitir que vinieras a un baile
sin mí.
Descansé mi cabeza contra su pecho, e inhalé su aroma. —¿Por
qué no me dijiste que vendrías?
Me sostuvo más fuerte. —Porque quería sorprenderte.
Sonreí. Me gustaban este tipo de sorpresas.
—Y no me encontraba completamente seguro de poder mantenerme
alejado. Esta mañana cuando
hablamos por teléfono,
sonabas tan triste
que decidí que no importaba más nada. Encontré
la manera. Tú siempre serás más importante.
Besé su pecho, y
luego miré sus
intensos ojos. —Me
he vuelto tan egoísta. Todo lo que me importa es que
estás aquí.
Se rió, tomó mi
mano, y la besó.
—Está bien. Conmigo puedes ser todo lo egoísta que quieras. Soy
tuyo.
Suspiré y escuché los latidos de su corazón.
Se inclinó para hablarme al oído. —Ven a la playa
conmigo.
Asentí, y tomó mi
mano. Caminamos en silencio
hasta el estacionamiento de la escuela, y luego
bajamos la colina que llevaba hasta la playa.
—Quiero abrazarte por un rato más, lejos de toda esa
audiencia que teníamos allí dentro.
Se detuvo, y se sentó con la misma gracia en que lo había
hecho la primera vez que vinimos
a la playa
juntos. Me senté,
y frunció el ceño.
Apuntó hacia la arena justo a su lado.
—Ven aquí —dijo, sonriendo maliciosamente.
Me reí y me
arrimé tanto como pude.
Luego se inclinó hacia atrás, con una mano detrás
de su cabeza y la otra estirada a su lado. —Ahora, recuéstate aquí —dijo, señalándome su
brazo.
Me acosté sobre su brazo.
Me abrazó más cerca
y luego comenzó a jugar con mi cabello.
—Esto es mucho más difícil de lo que me imaginé —murmuró en
la oscuridad.
Suspiré. —Estar alejado de tu “aire” nunca es sencillo.
Sonrió. —No me digas.
Esta semana me
ha costado muchísimo respirar. No quiero nada más que
decirte que olvides todo esto y te vayas conmigo, Pero no puedo hacerlo. Quiero
que tengas todo esto. Y yo estaré aquí lo más que pueda. Quiero experimentar
todas las cosas que me perdí, contigo. Simplemente
quiero que sepas
que no hay minuto que
pase en que no te extrañe o piense en ti, ni que
desee estar abrazándote.
Me apoyé en mi brazo y
lo miré. —Cuando
todo se acabe
y me gradúe, ¿qué pasará entonces?
Sonrió. —Entonces te secuestraré, y nunca te devolveré.
Me reí bajito.
Su rostro se volvió
serio. —¿Qué quieres
que suceda cuando
esto acabe?
Pensé en la universidad,
y mi deseo
de ser mucho
más de lo que Jessica había sido. Quería tener un
propósito en la vida.
—Siempre pensé que
iría la universidad. Pero ahora…
Peter se apoyó sobre
sus codos. —La
universidad es buena,
Lali. Hay muchísimas universidades en California.
—Hizo una pausa—.
¿O pensabas quedarte cerca de casa?
Pretendí estar pensándolo. —Um, bueno,
supongo que podría
ir a algún lugar en California, eso es, si me
aceptan.
Levantó las cejas. —¿Aún no
te has dado cuenta que
puedo mover hasta montañas?
Reí y sacudí la
cabeza. —No vas
a mover montañas
para que me acepten
en una universidad.
Se sentó y me llevó consigo, luego tomó mi rostro en sus
manos. —Haré lo que sea que tenga que hacer para estar contigo. No voy a
mentir. Éste año será el
año más difícil
de mi vida.
Pero cuando acabe,
quiero tenerte cerca de mí.
También quería eso. Mi futuro era Peter. Sí, quería ir a la
Universidad, pero quería estar con Peter más que nada. Si puede lograr que
ambas cosas sucedan, no iba a permitir que mi terquedad se interpusiera en el
camino.
—Quiero estar contigo. —Mis palabras
produjeron una enorme
sonrisa en su hermoso rostro.
—Tú eres mi presente y mi futuro, Lali, usaré cualquier
poder que tenga para hacerte feliz.
Se inclinó y tocó con sus perfectos labios los míos, y mi
corazón se detuvo. Nunca me cansaré de sus besos.
Peter Lanzani era mi todo.
FIN
-------------
Para la proxima novela les voy a poner las votaciones mañana o mas ratito depende si puedo encontrar buenos formatos
PD: pregunta esto es importante para la PROXIMA novela, a ustedes les molestaria si son un poco zarpadas las novelas? no son muy zarpadas si no que alla rockanroll laliter? porque las que he suido no hay y no se si a ustedes les gustaria o las incomodaria?
Respondan por favor
Para mi está bien ajjaja me gustan las novelas donde se mezcla el genero erotico y romantico es mejor porque se mezcla todo y nunca sabes que pasara :D ajjaja como sabras mis dos novelas son así :P okis okis pasate
ResponderEliminarhttp://casijuegosca.blogspot.com.ar/
http://casijuegosca.blogspot.com.ar/
http://amorencopos.blogspot.com.ar/ -.- tiro cualquier cosa jajajaja
ResponderEliminarMe encanta tu idea Ale la verdad lo zarpado con el romanticismo es una combinación SUPER GENIAL espero la próxima nove con entusiasmo BESOS
ResponderEliminarNaty
Hola pasó rapidito =P termine de leer los capítulos me encanto me encanto Gracias por subir esta hermosa nove con respecto a tú pregunta ya leer todas las noves que subas eso seguro! Besos Naara
ResponderEliminarNo la verdad que no me incomodaria y no pensé que la nove terminaría tan rapido
ResponderEliminar