¿Estás bien? —Gas llegó junto a mí y tocó mi brazo.
Miré directamente hacia sus grandes y preocupados ojos, y sonreí.
—Atrás, chico, y dale espacio para que respire. Ella no acaba de dar a luz, su mamá lo hizo. —La Sra. Mary apartó el brazo de Gas y se dirigió hacia mí.
—¿Es tan hermoso como tú?
Reí y sacudí mi cabeza.
—No, él es más hermoso que cualquier cosa que jamás he visto —respondí sinceramente. No lucía para nada como una ciruela pasa. Era perfecto.
—Me resulta difícil creer que cualquier varón fuera capaz de superarte en belleza —llegó otra voz familiar. Preston movía sus pies y sonreía.
No lo había visto detrás de Gas. Yo le sonreí y me encogí de hombros.
—Bueno, créelo —dije, y todos se rieron.
—Fuera de mi camino, manojo de buitres. Ni siquiera puedo ver a la chica, mucho menos hablar con ella —murmuró el Sr. Greg al tiempo que empujó a Gas fuera del camino.
—¡Es un niño! Bueno, ¿No es esa una buena noticia? ¿Saludable y todo?
Asentí, miré por la ventana de la enfermería y vi que lo traían para ponerlo en su cuna.
—Allí está. Vengan a ver.
Di la vuelta y caminé hacia el vidrio. Estaba todo envuelto en mantas nuevamente, pero esta vez limpio y resplandeciente. La enfermera que se lo había llevado me vio y lo trajo a la ventana para que todo el mundo pudiera verlo.
-Es una belleza. —dijo la Sra. Mary.
—Miren al pequeño hombrecito. Ya tiene su puño levantado listo para una pelea. —Gas se rió.
Sacudí mi cabeza y reí antes de regresar mi mirada a mi hermanito.
—Supongo que si existen los chicos lindos, entonces este sería uno. —admitió el Sr. Greg desde su lugar detrás de mí.
Yo no podía estar más de acuerdo.
—Bueno, entonces, ¿Cómo está tu mamá? —La Sra. Mary preguntó, haciéndose a un lado para que otros pudieran ver.
—Está muy bien. Ella, uh, se volvió un poco ruidosa y furiosa al final, pero está bien ahora y se estaba quedando dormida cuando la dejé.
La Sra. Mary rió y sacudió su cabeza.
—Supongo que no querrás tener hijos pronto después de presenciar eso.
Me reí.
—Tiene razón, no lo haré.
Gas se acercó a mi lado. —¿Por qué no me dejas llevarte por algo de comer mientras esperas?
Tienes que tener hambre.
Estaba preparándome para rechazarlo, cuando la Sra. Mary asintió.
—Deja que los chicos te lleven por un bocado. Tardará una hora para que te dejen entrar en la habitación de tu mamá. Además, cuando tengas que irte, va a estar muy oscuro como para parar en algún lugar tú sola.
—Seguro.
Sabía que no tendría que hacer frente a las profundas conversaciones con Preston y Gas. Estaba hambrienta y salir del hospital sería un buen cambio de escenografía.
Afortunadamente, no tuvimos que viajar apretados en la camioneta de Gas porque Preston había traído su Jeep. Gas, sin embargo, se quedó en la parte de atrás, y Preston pareció sumamente complacido con esto. Todos estuvimos de acuerdo en ir por una hamburguesa a Pickle Shack. No había tenido nada de tiempo libre desde que comencé en mi nuevo trabajo, y las visitas de Gas siempre eran cortas. Me alegré de que pudiéramos sentarnos y hablar sin tener prisa por tener que ir a trabajar.
Elegimos nuestra mesa y Preston le lanzó una mirada asesina a Gas cuando este se deslizó junto a mí.
Comenzaba a pensar que Gas no estaba exagerando, y quizás es cierto que le gustaba a Preston. No importaba. Mi corazón no se aceleraba cada vez que lo veía. Ni mis rodillas se volvían débiles cuando sonreía. El sólo era otro chico. Yo sabía que siempre sería así. Estaba mejorando acerca de lidiar con el dolor y los recuerdos. Una vez que había aceptado el hecho de que nunca querría a alguien de la forma en que amaba a Peter, era un poco más fácil respirar. Siempre estará en mi corazón, lo quisiera o no.
Simplemente no tenía suficiente espacio para nadie más. Él era el guardián de mi corazón, mi alma y mi aire.
—¿Así que, estás lista para tu último año? —Preston se recargó sobre la mesa y sonrió.
Tenía una bonita sonrisa —incluso una sonrisa sexy— pero no me hizo sentir nada. Suspire y me encogí de hombros, porque la verdad era que ya no me importaba la escuela. No pensaba en mi futuro de la manera en que lo hacía antes de que comenzara el verano.
—Supongo que estoy tan lista como puedo estarlo. —Balbuceé.
Él frunció el ceño.
—El último año se supone que es el mejor año de tu vida. ¡Tienes que estar emocionada por él!
Yo no lo estaba y sabía que ellos no lo entenderían, así que no intenté explicarles que la razón por la cual respiraba se había ido. Asentí como para estar de acuerdo con él y sólo manteniendo mi boca cerrada.
—Me voy en una semana para volver a Tuscaloosa. Tengo que encontrar un apartamento y mudarme antes de que comience el semestre.
Las palabras de Marcus me sorprendieron. No me había puesto a pensar que él se iría pronto.
—¿En serio? —Pregunté, escuchando la tristeza en mi voz.
Él asintió y alejó su mirada.
—Bien, asegúrate de despedirte de mí —le recordé, pensando que al menos este adiós no iba a aniquilarme la vida.
Me miró con una extraña expresión en su rostro, como si quisiera decir algo pero estuviera luchando por no hacerlo.
—Sí. Lo haré —dijo finalmente sonriendo.
—Bueno, la buena noticia es que yo no iré a ningún lado y me puedes llamar en cualquier momento y estaré más que dispuesto a, eh, no sé, llevarte a cenar, ver una película, o un… ¡Ouch!
Salté y Preston le lanzó a Gas una mirada asesina.
—¿Por qué hiciste eso? —Lo desafió. Gas rodó sus ojos.
—Hice que te detuvieras antes de que hicieras de ti un idiota aún más grande de lo que ya eres.
Preston inhaló profundamente. —¿Siempre es tan temperamental cuando esta contigo?
Solté una pequeña risa y sacudí mi cabeza.
—Nop.
Preston dejó escapar una sonrisa.
—Así que, no te gusta la competencia, ¿Cierto, niño grande? —fastidió, y Gas dirigió una fría mirada a su amigo y suspiró antes de que se volverse hacia mí.
—Lo que él no sabe es que la competencia ni siquiera está en esta mesa.
Preston frunció el ceño, y luego como si una luz se hubiera encendido se volvió a sentar, y se puso serio, por primera vez.
—Puedo ofrecerles algo de beber... Esperen, ¡Oh Dios mío! ¡Eres tú! Ah, ¡No puedo creerlo! La novia de Peter Lanzani.
La chica rebuscó en su delantal y sacó un pedazo de papel y me entregó un bolígrafo.
—¿Me puedes dar tu autógrafo, por favor?
Estaba muy sorprendida para responder, o moverme para ser exactos. Miré a Gas, y supongo que notó el pánico en mis ojos, porque tomó el papel y el bolígrafo y se los devolvió a la chica.
—Eh, ¿Por qué mejor no toma nuestra orden en su lugar?
La sonrisa de la chica cayó, y yo dejé caer mis ojos sobre mis manos. No estaba segura de qué decir o cómo responder. Esto era algo que no había visto venir.
Gas me ordenó una Coca-Cola y luego tomó mi mano.
—¿Supongo que no has venido al centro de la ciudad últimamente? —preguntó con cautela.
Sacudí mi cabeza, pero no encontré su mirada.
Él suspiró profundamente y se inclinó hacia mí.
—Las cosas van a ser un poco diferente, al menos durante un tiempo. Todavía estas en algunos noticieros y, bueno, en esta pequeña ciudad, eres una estrella. Nadie ha estado tan cerca de ser famosa como tú lo has estado.
Cerré mis ojos. Esto no debería estar sucediendo. Peter me había dejado para evitar que esto sucediera. ¿Mi vida va a ser siempre así? ¿Cuándo se darían cuenta todos de que me había dejado la estrella de rock? Ya no era suya, y ya no era interesante. Simplemente era Lali Esposito
—Lali, mírame, por favor —susurró gas.
Llevé mi mirada lentamente hacia sus ojos y noté a la camarera apuntando en nuestra dirección.
—Genial, ella está anunciando mi presencia —murmuré.
Gas se volteó a ver a las chicas mirando hacia nosotros. Me giré hacia a Preston.
—Podrías hacer una de esas miradas de chico lindo que tienes para distraer al escuadrón 'OMG' allí.
Preston asintió.
—Seguro. —Caminó hacia las chicas, y, casi inmediatamente, él las tenía soltando risitas y sonriéndole.
Me llené de alivio.
—¿Crees que pueda ir conmigo a la escuela y hacer eso? —le pregunté tranquilamente.
Gas se rió.
—No, estarás por tu propia cuenta allí. Pero, recuerda, ellos lo superaran. Es sólo que Peter grabó una nueva canción, y se rumorea en las noticias de que trata de ti. Alcanzó el número uno de su primera semana en la radio. El ruido está siendo alimentado un poco más.
Me tragué el bulto en mi garganta.
—¿Qué dice la canción? —Me escuché preguntar. ¿Por qué la necesidad de saberlo me superaba? Esto iba a ser doloroso, pero quería saber.
Gas soltó mis manos y se movió incómodamente en su asiento.
—Es suficiente saber que se trata de ti —dijo sin ninguna emoción en su voz.
Asentí y me enfoque en observar el mundo fuera de la ventana. Preston regresó con nuestras bebidas carbonatadas y las puso sobre la mesa
—Gracias por eso —dije, haciendo una seña con la cabeza hacia las chicas sonrientes que ahora sólo tenían ojos para Preston.
Él se encogió de hombros y sonrió.
—No hay problema. Me alegro de que estas miradas sean buenas para algo. —Me guiñó un ojo y tomó un sorbo de su coca.
Me relajé y tomé un sorbo también. Tenía tanto que procesar hoy. Nuestro dos se había convertido en tres y necesitaba prepararme para tener un bebé en casa. Y luego, estaba el hecho de que aparentemente era conocida por completos extraños. Dejé que mi mente fuera hacia la nueva canción de Peter, y mi corazón comenzó a acelerarse cuando lo pensé. Lo había visto escribiendo en el gazebo mientras trabajaba en los jardines de las últimas semanas que estuvimos juntos. En ese entonces, nunca había soñado que en lo que él estaba trabajando era sobre mí. Si era sobre mí, ¿Qué decía? ¿Las palabras me perforarían y traerían de vuelta la manta oscura? ¿Gas tendría que regresar a mi habitación y sacarme a la fuerza de mi dolor? Necesitaba saber lo que decían esas palabras. Necesitaba saber si hablaba de lo que teníamos, con alegría o tristeza. ¿Encontró luz en nuestros recuerdos, o había ido desapareciendo para él?
Ordené mi hamburguesa, y comimos simplemente en una pequeña plática. Gas y Preston hablaban de Rock, de la próxima boda y luego de fútbol. Finalmente, una vez que supe que era lo suficientemente fuerte como para escuchar la respuesta, pregunté a Gas.
—¿Me harán daño las palabras? —Sabía que iba a entender de qué estaba hablando.
Gas sonrió tristemente y sacudió su cabeza.
—No lo creo, Lali, pero eso depende de lo que te haga daño. Te describe y lo que siente por ti. Si eso va a ser doloroso, entonces sí.
Tragué para impedir que mi garganta se cerrara. Preston aclaró su garganta.
—¿De qué están hablando?
Gas apretó mi mano.
—Del nuevo número uno de Peter.
Los ojos de Preston se agrandaron, él me miro embobado y luego se volvió a Gaston.
—¿Es sobre Lali?
Gas levantó sus cejas como retándolo a que se atreviera a decir algo más.
—Sí, lo es. —soltó las palabras como un desafío.
—Joder, no hay duda de por qué la gente quiere tu autógrafo —balbuceó y le dio una mordida a su sándwich.
Tenía que escuchar esa canción.
—Preston, quiero ir a tu Jeep y escuchar la radio. ¿Te importa?
Él sacudió su cabeza.
—No, las llaves están dentro.
Gas se levantó y me dejó pasar. Empecé a caminar hacia la puerta, y él agarró mi mano. Me volví hacia él.
—¿Vas a estar bien tú sola? —preguntó en voz baja.
—Necesito hacer esto sola —le aseguré, y me dejó ir.
Me senté y estuve cambiando de estación hasta que encontré una que sabía probablemente la ponía a menudo, y esperé. No tuve que esperar mucho tiempo. En el momento en que comenzó a escucharse la guitarra, sabía de quién era la canción. Había oído esos mismos acordes que estaban siendo reproducidos cuando trabajaba en el jardín. Incluso si esta canción no era para mí, él la había escrito cuando había estado conmigo.
Cuando él era mío. Por eso, era especial para mí. Y luego su voz se unió a la música, y me perdí.
Tus ojos guardan la llave de mi alma. Tus manos sanan todo mi dolor,
y eres todo lo que hace que este chico se sienta completo.
Cuando respiras, envías calor a través de mis venas.
Cuando te ríes, mi cuerpo se vuelve loco.
Eres todo lo que necesito para sobrevivir.
Tu cuerpo es lo que me hace sentir vivo.
«No llores. No soy tan fuerte.
No puedo soportar cuando tu corazón está roto.
Cómo he anhelado ser todo lo que necesitas.
Pero en cambio, yo soy todo lo que está mal.
No, no, no llores. No soy tan fuerte.
No puedo soportar cuando tu corazón está roto.
Cómo he anhelado ser todo lo que necesitas.
Pero en cambio soy todo lo que está mal.
«El día que entraste en mi vida.
Supe que no era ningún sacrificio dejarte pasar.
No había nada que quisiera más que ganar tu corazón.
Y una vez que lo tuve, mi veneno arruinó todo.
Así que lo único que puedo hacer
ahora es quedarme aquí solo con mi guitarra y cantar.
«No llores. No soy tan fuerte.
No puedo soportar cuando tu corazón está roto.
Cómo he anhelado ser todo lo que necesitas.
Pero en cambio, yo soy todo lo que está mal.
No, no, no llores. No soy tan fuerte.
No puedo soportar cuando tu corazón está roto.
Cómo he anhelado ser todo lo que necesitas.
Pero en cambio soy todo lo que está mal.
—Y eso, mis amigos, es el nuevo éxito musical Don't Cry de Peter Lanzani. —La voz del D.J. comenzó a escucharse, y me estiré hacia la radio y la apagué.
Si, me dolía. El dolor estaba allí. Pero su voz había sido como un bálsamo para mis heridas. Ahora tenía algo que podría ayudar a aliviar el dolor. Por supuesto, no hacerlo desaparecer, pero escuchar su voz era suficiente para aliviar el dolor, aunque sólo fuera por un corto tiempo. Yo podía lograr sobrevivir día a día si sólo escuchaba su voz.
Si sólo escuchaba mi canción.
--------
No puedo hacer maraton pero puedo aser capitulo doble, mas ratito les subo otro
Gracias por comentar :D
Mas mas mas NECESITO EL REENCUENTRO LALITER xfaaas subi otro hoy BESOSS
ResponderEliminarNaty
Me encanta !!!!!!! Es súper tierna
ResponderEliminarBesos
Leti