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miércoles, 22 de enero de 2014

Capitulo: 20


¿Estás bien? —Gas  llegó junto a mí y tocó mi brazo.
Miré  directamente  hacia  sus  grandes  y  preocupados  ojos,  y sonreí.

—Atrás, chico, y dale espacio para que respire. Ella no acaba de dar a  luz,  su  mamá  lo  hizo.  —La  Sra.  Mary  apartó  el  brazo  de  Gas  y  se dirigió hacia mí.
—¿Es tan hermoso como tú?
Reí y sacudí mi cabeza.
—No,  él es  más hermoso  que cualquier  cosa que  jamás he  visto  —respondí  sinceramente.  No  lucía  para  nada  como  una  ciruela  pasa.  Era perfecto.
—Me  resulta  difícil  creer  que  cualquier  varón  fuera  capaz  de superarte  en  belleza  —llegó  otra  voz  familiar.  Preston  movía  sus  pies  y sonreía.
No  lo  había  visto  detrás  de  Gas.  Yo  le  sonreí  y  me  encogí  de hombros.
—Bueno, créelo —dije, y todos se rieron.
—Fuera de mi camino, manojo de buitres. Ni siquiera puedo ver a la chica, mucho menos hablar con ella —murmuró el Sr. Greg al tiempo que empujó a Gas fuera del camino.
—¡Es un  niño! Bueno,  ¿No  es esa  una  buena noticia?  ¿Saludable y todo?
Asentí, miré por la ventana de la enfermería y vi que lo traían para ponerlo en su cuna.
—Allí está. Vengan a ver.
Di  la  vuelta  y  caminé  hacia  el  vidrio.  Estaba  todo  envuelto  en mantas nuevamente, pero esta vez limpio y resplandeciente. La enfermera que  se  lo  había  llevado  me  vio  y  lo  trajo  a  la  ventana  para  que  todo  el mundo pudiera verlo.
-Es una belleza. —dijo la Sra. Mary.
—Miren  al  pequeño  hombrecito.  Ya  tiene  su  puño  levantado  listo para una pelea. —Gas se rió.
Sacudí mi cabeza y reí antes de regresar mi mirada a mi hermanito.
—Supongo que si existen los chicos lindos, entonces este sería uno. —admitió el Sr. Greg desde su lugar detrás de mí.
Yo no podía estar más de acuerdo.
—Bueno, entonces, ¿Cómo está tu mamá? —La Sra. Mary preguntó, haciéndose a un lado para que otros pudieran ver.
—Está  muy  bien.  Ella,  uh,  se  volvió  un  poco  ruidosa  y  furiosa  al final, pero está bien ahora y se estaba quedando dormida cuando la dejé.
La Sra. Mary rió y sacudió su cabeza.
—Supongo que no querrás tener hijos pronto después de presenciar eso.
Me reí.
—Tiene razón, no lo haré.
Gas se acercó a mi lado.  —¿Por qué no me dejas llevarte por algo de comer mientras esperas?
Tienes que tener hambre.
Estaba preparándome para rechazarlo, cuando la Sra. Mary asintió.
—Deja  que  los  chicos  te  lleven  por  un  bocado.  Tardará  una  hora para  que  te  dejen entrar  en  la  habitación de  tu mamá.  Además,  cuando tengas que irte, va a estar muy oscuro como para parar en algún lugar tú sola.
—Seguro.
Sabía  que  no  tendría  que  hacer  frente  a  las  profundas conversaciones  con  Preston  y  Gas.  Estaba  hambrienta  y  salir  del hospital sería un buen cambio de escenografía.
Afortunadamente,  no  tuvimos  que  viajar apretados  en  la  camioneta de Gas porque Preston había traído su Jeep. Gas, sin embargo, se quedó en la parte de atrás, y Preston pareció sumamente complacido con esto.  Todos  estuvimos  de  acuerdo  en  ir  por  una  hamburguesa  a Pickle Shack.  No  había  tenido  nada  de  tiempo  libre  desde  que  comencé  en  mi nuevo  trabajo,  y  las  visitas  de  Gas  siempre  eran  cortas.  Me  alegré  de que  pudiéramos  sentarnos  y  hablar  sin  tener  prisa  por  tener  que  ir  a trabajar.
Elegimos  nuestra  mesa  y  Preston  le  lanzó  una  mirada  asesina  a Gas cuando este se deslizó junto a mí.
Comenzaba a pensar que Gas no estaba exagerando, y quizás es cierto que le gustaba a Preston. No importaba. Mi corazón no se aceleraba cada vez que lo veía. Ni mis rodillas se volvían débiles cuando sonreía. El sólo  era  otro  chico.  Yo  sabía  que  siempre  sería  así.  Estaba  mejorando acerca de lidiar con el dolor y los recuerdos. Una vez que había aceptado el hecho de que nunca querría a alguien de la forma en que amaba a Peter, era un poco más fácil respirar. Siempre estará en mi corazón, lo quisiera o no.
Simplemente  no  tenía  suficiente  espacio  para  nadie  más.  Él  era  el guardián de mi corazón, mi alma y mi aire.
—¿Así  que,  estás  lista  para  tu  último  año?  —Preston  se  recargó sobre la mesa y sonrió.
Tenía  una  bonita  sonrisa  —incluso  una  sonrisa  sexy—  pero  no  me hizo  sentir  nada.  Suspire  y  me  encogí  de hombros,  porque  la  verdad  era que ya no me importaba la escuela. No pensaba en mi futuro de la manera en que lo hacía antes de que comenzara el verano.
—Supongo que estoy tan lista como puedo estarlo. —Balbuceé.
Él frunció el ceño.
—El  último  año  se  supone  que  es  el  mejor  año  de  tu  vida.  ¡Tienes que estar emocionada por él!
Yo  no  lo  estaba  y  sabía  que  ellos  no  lo  entenderían,  así  que  no intenté explicarles que la razón por la cual respiraba se había ido.  Asentí como para estar de acuerdo con él y sólo manteniendo mi boca cerrada.
—Me  voy  en  una  semana  para  volver  a  Tuscaloosa.  Tengo  que encontrar un apartamento y mudarme antes de que comience el semestre.
Las  palabras  de  Marcus  me  sorprendieron.  No  me  había  puesto  a pensar que él se iría pronto.
—¿En serio? —Pregunté, escuchando la tristeza en mi voz.
Él asintió y alejó su mirada.
—Bien, asegúrate de despedirte de mí —le recordé, pensando que al menos este adiós no iba a aniquilarme la vida.
Me  miró  con  una  extraña  expresión  en  su  rostro,  como  si  quisiera decir algo pero estuviera luchando por no hacerlo.
—Sí. Lo haré —dijo finalmente sonriendo.
—Bueno,  la  buena  noticia  es  que  yo  no  iré  a  ningún  lado  y  me puedes llamar en cualquier momento y estaré más que dispuesto a, eh, no sé, llevarte a cenar, ver una película, o un… ¡Ouch!
Salté y Preston le lanzó a Gas una mirada asesina.
—¿Por qué hiciste eso? —Lo desafió. Gas rodó sus ojos.
—Hice  que  te  detuvieras  antes  de  que  hicieras  de  ti  un  idiota  aún más grande de lo que ya eres.
Preston inhaló profundamente.  —¿Siempre es tan temperamental cuando esta contigo?
Solté una pequeña risa y sacudí mi cabeza.
—Nop.
Preston dejó escapar una sonrisa.
—Así  que,  no  te  gusta  la  competencia,  ¿Cierto,  niño  grande?  —fastidió,  y  Gas dirigió  una  fría  mirada  a  su  amigo  y suspiró  antes  de que se volverse hacia mí.
—Lo  que  él no  sabe es que  la competencia  ni siquiera está  en esta mesa.
Preston  frunció  el  ceño,  y  luego  como  si  una  luz  se  hubiera encendido se volvió a sentar, y se puso serio, por primera vez.
—Puedo  ofrecerles  algo  de  beber...  Esperen,  ¡Oh  Dios  mío!  ¡Eres  tú! Ah, ¡No puedo creerlo! La novia de Peter Lanzani.
La  chica  rebuscó  en  su  delantal  y  sacó  un  pedazo  de  papel  y  me entregó un bolígrafo.
—¿Me puedes dar tu autógrafo, por favor?
Estaba  muy  sorprendida  para  responder,  o  moverme  para  ser exactos. Miré a Gas, y supongo que notó el pánico en mis ojos, porque tomó el papel y el bolígrafo y se los devolvió a la chica.
—Eh, ¿Por qué mejor no toma nuestra orden en su lugar?
La sonrisa de la chica cayó, y yo dejé caer mis ojos sobre mis manos. No  estaba  segura  de  qué  decir  o  cómo  responder.  Esto  era  algo  que  no había visto venir.
Gas me ordenó una Coca-Cola y luego tomó mi mano.
—¿Supongo que no has venido al centro de la ciudad últimamente? —preguntó con cautela.
Sacudí mi cabeza, pero no encontré su mirada.
Él suspiró profundamente y se inclinó hacia mí.
—Las  cosas  van  a  ser  un  poco  diferente,  al  menos  durante  un tiempo.  Todavía  estas  en  algunos  noticieros  y,  bueno,  en  esta  pequeña ciudad, eres una estrella. Nadie ha estado tan cerca de ser famosa como tú lo has estado.
Cerré  mis  ojos.  Esto  no  debería  estar  sucediendo.  Peter  me  había dejado  para  evitar  que  esto  sucediera.  ¿Mi  vida  va  a  ser  siempre  así? ¿Cuándo  se  darían  cuenta  todos  de  que  me  había  dejado  la  estrella  de rock?  Ya  no  era  suya,  y  ya  no  era  interesante.  Simplemente  era  Lali Esposito
—Lali, mírame, por favor —susurró gas.
Llevé  mi  mirada  lentamente  hacia  sus ojos  y  noté  a  la  camarera apuntando en nuestra dirección.
—Genial, ella está anunciando mi presencia —murmuré.
Gas se volteó a ver a las chicas mirando hacia nosotros. Me giré hacia a Preston.
—Podrías hacer una de esas miradas de chico lindo que tienes para distraer al escuadrón 'OMG' allí.
Preston asintió.
—Seguro.  —Caminó hacia las chicas, y, casi inmediatamente, él las tenía soltando risitas y sonriéndole.
Me llené de alivio.
—¿Crees  que  pueda  ir  conmigo  a  la  escuela  y  hacer  eso?  —le pregunté tranquilamente.
Gas se rió.
—No,  estarás  por  tu  propia  cuenta  allí.  Pero,  recuerda,  ellos  lo superaran. Es sólo que Peter grabó una nueva canción, y se rumorea en las noticias de que trata de ti. Alcanzó el número uno de su primera semana en la radio. El ruido está siendo alimentado un poco más.
Me tragué el bulto en mi garganta.
—¿Qué  dice  la  canción?  —Me  escuché  preguntar.  ¿Por  qué  la necesidad  de  saberlo  me  superaba?  Esto  iba  a  ser  doloroso,  pero  quería saber.
Gas soltó mis manos y se movió incómodamente en su asiento.
—Es  suficiente  saber  que  se  trata  de  ti  —dijo  sin  ninguna  emoción en su voz.
Asentí  y  me  enfoque  en  observar  el  mundo  fuera  de  la  ventana. Preston  regresó  con  nuestras  bebidas  carbonatadas  y  las  puso  sobre  la mesa
—Gracias por eso —dije, haciendo una seña con la cabeza hacia las chicas sonrientes que ahora sólo tenían ojos para Preston.
Él se encogió de hombros y sonrió.
—No  hay  problema.  Me  alegro  de  que  estas  miradas  sean  buenas para algo. —Me guiñó un ojo y tomó un sorbo de su coca.
Me  relajé  y  tomé  un  sorbo  también.  Tenía  tanto  que  procesar  hoy. Nuestro  dos  se  había  convertido  en  tres  y  necesitaba  prepararme  para tener un bebé en casa. Y luego, estaba el hecho de que aparentemente era conocida por completos extraños. Dejé que mi mente fuera hacia la nueva canción  de  Peter,  y  mi  corazón  comenzó  a  acelerarse  cuando  lo  pensé.  Lo había visto escribiendo en el gazebo mientras trabajaba en los jardines de las últimas semanas que estuvimos juntos. En ese entonces, nunca había soñado que en lo que él estaba trabajando  era  sobre  mí. Si era sobre mí, ¿Qué  decía?  ¿Las  palabras  me  perforarían  y  traerían  de  vuelta  la  manta oscura?  ¿Gas  tendría  que  regresar  a  mi  habitación  y  sacarme  a  la fuerza  de  mi  dolor?  Necesitaba  saber  lo  que  decían  esas  palabras. Necesitaba  saber  si  hablaba  de  lo  que  teníamos,  con  alegría  o  tristeza. ¿Encontró luz en nuestros recuerdos, o había ido desapareciendo para él?
Ordené  mi hamburguesa,  y  comimos simplemente  en  una pequeña plática. Gas y Preston hablaban de Rock, de la próxima boda y luego de fútbol.  Finalmente,  una  vez  que  supe  que  era  lo  suficientemente  fuerte como para escuchar la respuesta, pregunté a Gas.
—¿Me harán daño las palabras?  —Sabía que iba a entender de qué estaba hablando.
Gas sonrió tristemente y sacudió su cabeza.
—No  lo  creo,  Lali,  pero  eso  depende  de  lo  que  te  haga  daño.  Te describe y lo que siente por ti. Si eso va a ser doloroso, entonces sí.
Tragué  para  impedir  que mi  garganta se  cerrara. Preston  aclaró  su garganta.
—¿De qué están hablando?
Gas  apretó mi mano.
—Del nuevo número uno de Peter.
Los ojos de Preston se agrandaron, él me miro embobado y luego se volvió a Gaston.
—¿Es sobre Lali?
Gas levantó sus cejas como retándolo  a que se atreviera  a  decir algo más.
—Sí, lo es. —soltó las palabras como un desafío.
—Joder,  no  hay  duda  de  por  qué  la  gente  quiere  tu  autógrafo  —balbuceó y le dio una mordida a su sándwich.
Tenía que escuchar esa canción.
—Preston, quiero ir a tu Jeep y escuchar la radio. ¿Te importa?
Él sacudió su cabeza.
—No, las llaves están dentro.
Gas  se  levantó  y  me  dejó  pasar.  Empecé  a  caminar  hacia  la puerta, y él agarró mi mano. Me volví hacia él.
—¿Vas a estar bien tú sola? —preguntó en voz baja.
—Necesito hacer esto sola —le aseguré, y me dejó ir.
Me  senté  y  estuve  cambiando  de  estación  hasta  que  encontré  una que sabía probablemente la ponía a menudo, y esperé. No tuve que esperar mucho tiempo. En el momento en que  comenzó a escucharse  la guitarra, sabía  de  quién  era  la  canción.  Había  oído  esos  mismos  acordes  que estaban siendo reproducidos cuando trabajaba en el jardín. Incluso si esta canción no era para mí, él la había escrito cuando había estado conmigo.
Cuando él era mío. Por eso, era especial para mí. Y luego su voz se unió a la música, y me perdí.

Tus ojos guardan la llave de mi alma. Tus manos sanan todo mi dolor, 
y eres todo lo que hace que este chico se sienta completo.
 Cuando respiras, envías calor a través de mis venas. 
Cuando te ríes, mi cuerpo se vuelve loco. 
Eres todo lo que necesito para sobrevivir. 
Tu cuerpo es lo que me hace sentir vivo. 
«No  llores.  No  soy  tan  fuerte.
  No  puedo  soportar  cuando  tu  corazón está roto.
 Cómo  he  anhelado ser  todo lo  que necesitas. 
Pero  en cambio,  yo soy  todo  lo  que  está  mal.
  No,  no,  no  llores.  No  soy  tan  fuerte.  
No  puedo soportar  cuando  tu  corazón  está  roto. 
 Cómo  he  anhelado  ser  todo  lo  que necesitas.
 Pero en cambio soy todo lo que está mal. 
«El  día  que  entraste  en  mi  vida. 
 Supe  que  no  era  ningún  sacrificio dejarte pasar. 
No había nada que quisiera más que ganar tu corazón. 
Y una vez  que  lo  tuve,  mi veneno  arruinó  todo. 
 Así  que  lo  único  que  puedo  hacer 
ahora es quedarme aquí solo con mi guitarra y cantar. 
«No  llores.  No  soy  tan  fuerte. 
 No  puedo  soportar  cuando  tu  corazón está roto.
 Cómo  he  anhelado ser  todo lo  que necesitas.
 Pero  en cambio,  yo soy  todo  lo  que  está  mal.  
No,  no,  no  llores.  No  soy  tan  fuerte.  
No  puedo soportar  cuando  tu  corazón  está  roto.  
Cómo  he  anhelado  ser  todo  lo  que necesitas. 
Pero en cambio soy todo lo que está mal. 

—Y  eso,  mis  amigos,  es  el  nuevo  éxito  musical  Don't  Cry  de  Peter Lanzani. —La voz del D.J. comenzó a escucharse, y me estiré hacia la radio y la apagué.
Si,  me dolía.  El  dolor  estaba  allí.  Pero  su  voz  había  sido  como  un bálsamo para mis heridas. Ahora tenía algo que podría ayudar a aliviar el dolor.  Por  supuesto,  no  hacerlo  desaparecer,  pero  escuchar  su  voz  era suficiente para aliviar el dolor, aunque sólo fuera por un corto tiempo. Yo podía  lograr  sobrevivir  día  a  día  si  sólo  escuchaba  su  voz.
 Si  sólo escuchaba mi canción.

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No puedo hacer maraton pero puedo aser capitulo doble, mas ratito les subo otro

Gracias por comentar :D

2 comentarios:

  1. Mas mas mas NECESITO EL REENCUENTRO LALITER xfaaas subi otro hoy BESOSS
    Naty

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  2. Me encanta !!!!!!! Es súper tierna

    Besos

    Leti

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