¿Qué demonios estaba
mal conmigo? ¿Por qué me importaba una mierda sobre Lali
actuando con Poli? Quiero decir, ella dejó bastante claro que no iba a darnos
la hora del día a ninguno de nosotros.
Mientras lavaba mis manos, capté un destello de mí mismo en
el espejo.
—Consigue un poco de control, amigo. No quieres involucrarte
con ella —murmuré.
—¿Huh? —preguntó un sujeto en una cabina.
—Nada —murmuré antes de salir por la puerta.
Afortunadamente,
cuando regresé del
baño Lali y poli ya no
estaban cantando y habían regresado a la mesa. Desde que los aperitivos
habían llegado, todos empezamos a atacarlos. Lali hizo un buen trabajo
eliminando uno de ellos también. Una
vez que fueron devorados, esperamos
ansiosamente que nuestros platos principales llegaran. Moví
mis ojos hacia donde Lali retorcía la pajilla de su soda de dieta. Una pregunta
saltó en mi mente, y actúe con ella.
—Entonces Lali, tienes veintiuno y eres legal, ¿no bebes?
—No, no lo hago —respondió ella, antes de tomar un sorbo de
su soda de dieta.
—¿Entonces la cafeína es tú única sustancia ilícita? —insté
con una sonrisa.
Con un encogimiento de hombros, respondió:
—Supongo.
—¿Alguna vez probaste una cerveza?
Ella miró mi espumosa jarra y arrugó su nariz.
—No, gracias.
—Oh vamos. Solo intenta un sorbo. —Deslicé mi cerveza más
cerca de ella. Cuando mordió su labio, no pude evitar provocarla un poco más—.
¿No me digas que tienes miedo de probarla?
Lali movió su mirada para encontrar la mía, y el fuego que
destellaba en sus ojos me hizo removerme
en mi asiento. Joder, ¿cómo es
posible que la Srta. Remilgada
me afecte solo
con una mirada?
Solo podía imaginar
que con el apropiado atizador, esa llama podría ser
abrasadora en la habitación.
Sin una palabra hacia mí, ella se estiró y agarró mi jarra.
Lamió sus labios mientras yo me
inclinaba hacia adelante, silenciosamente retándola a continuar. Tomó un
trago antes de que sus ojos se ampliaran, y se girara lejos para escupir la cerveza.
—¡Oh.Dios.Mío!
¿Cómo bebes eso?
¡Sabe cómo a
orina de caballo! —exclamó pasando su mano a
través de la boca.
Vico y Poli se rieron a su respuesta.
—¿Últimamente
has estado bebiendo
mucha orina de
caballo, Ángel? —pregunté, mientras tomaba mi cerveza
de regreso.
Ella frunció el ceño hacia mí.
—No, no lo he hecho. Ni siquiera he estado alrededor de un
caballo desde que fui tirada de uno cuando tenía diez y me rompí el brazo.
—Necesitas volver a montar.
Lali me dio una mirada fulminante.
—Y déjame adivinar: ¿tú eres el hombre para enseñarme?
Ignoré su insinuación de enseñar a montar
—Bueno, crecí en una
finca y tengo seis caballos, bueno, mi mamá y yo tenemos.
La expresión de desdén de Lali lentamente se desvaneció, y
me miró con curiosidad.
—¿Todavía vives en la finca con tú mama?
—Cuando no estoy de gira, es el único lugar donde quiero
estar.
—¿No en la gran ciudad, no intercambiando parejas y en
fiestas salvajes?
Sonreí y sacudí mi cabeza.
—No, dame una zona aislada con fogatas, todo terreno y pesca
por encima de eso.
—Hmm, no te
hubiese imaginado como
el tipo de
chico que prefiere lugares aislados.
Poli resopló.
—No conseguirás ningún lugar más aislado que donde Peter
creció en Ball Ground, Georgia.
Las cejas de Lali se arrugaron.
—¿Pero pensé que ustedes se conocían desde adolescentes?
—Así es. Después que mi mamá y papá se divorciaron, él se
fue y se mudó a Atlanta. Lo visitaba los fines de semana y la familia de Poli
vivía al lado.
Poli asintió.
—Mi familia siempre ha sido citadina. Nosotros realmente no
hacemos lo de las regiones
apartadas, los campesinos
sureños no son realmente
tolerantes, ¿sabes?
Me reí.
—Oh por favor, eso no es cierto.
—Sí, claro. No sabes cuantas veces conseguí el “No eres de
por aquí, ¿no es así chico?” — imitó Poli
su mejor acento rústico.
Golpeé su brazo.
—Yo digo que eso es
una mierda, Poli. Mi familia
sureña son unas de las mejores personas que conoces y no lo niegues.
Poli sonrió.
—De acuerdo, quizá disfruté un poco estar en el campo con Peter.
—Síp, le enseñé a su afeminado trasero de chico de la ciudad
a cazar, pescar y tender el lazo.
La boca de Lali cayó abierta.
—¿También tienes vacas?
—Nah, mi papá las tiene.
Poi codeó a Lali.
—¿Escuchaste
eso? De vez
en cuando, Peter se suelta
y suena como
un pueblerino.
Puse mis ojos en blanco.
—Lo que sea.
Lal sonrió.
—Me gusta el
acento sureño. Quiero
decir, tenía doce
cuando nos mudamos de regreso a
los Estados Unidos, así que realmente no puedo llamarme una Texana, pero
obviamente amaba el lugar. El hermano de mi papá tiene este enorme rancho
que está fuera
en el medio
de la nada.
Puedo pasar días
solo vagando alrededor en los campos y a lo largo de los arroyos,
alimentando las vacas, y acariciando los caballos. —Un pequeño temblor corrió a
través de ella—. Juro que un día conquistaré mí miedo montando uno de nuevo.
Me le quedé
mirando por un
momento, asimilando la
sinceridad en sus palabras. Yo
nunca, jamás, había conocido una chica que pareciera amar tanto el campo como
yo.
—No tendrás mucho tiempo
para ranchos si empiezas a presentarte con tus hermanos.
Su expresión se oscureció un poco.
—Y que lo digas. Van a ponernos en una agotadora gira en
otoño. No puedo siquiera recordar en cuantas ciudades estaremos. Apenas
conseguiremos llegar a casa para
navidad. —Ella suspiró—. Esa no es la vida que veía para mí misma. Por primera vez
en mi vida, tengo
algo de raíces, y
quiero que se
quede así. —Sus mejillas se sonrojaron un poco mientras
agregaba—: Sin mencionar que quiero un hogar para mí y niños.
Poli se rio.
—¿Quieres todo eso ahora?
—En realidad sí. —Ella ladeó
su cabeza hacia él—. ¿Crees que soy muy joven para estar casada y tener
hijos?
Al mismo tiempo, Vico, Poli, y yo respondimos al unísono:
—Absolutamente.
Ella puso los ojos en blanco.
—Considerando las fuentes, elegiré ignorar eso.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunté.
Billie Jean, junto con otra mesera, interrumpió la
conversación trayendo nuestra comida. Una vez que ellas dejaron la mesa, Lali
se inclinó sobre sus codos y me observó con una dura mirada.
—Significa que ustedes tres están por nada más que sexo sin
ataduras. No pueden imaginar a nadie queriendo más que solo una noche de ligues
y enganches sin sentido. Estoy segura que si le preguntara a Nicolas, él se
sentiría diferente.
Nico le dio un guiño a Lali.
—Pero probablemente no soy la mejor persona para preguntar.
Siempre he sido un alma vieja. EUGE y yo nos casamos cuando teníamos tu edad, y
Jude vino un año después. —Una genuina sonrisa se formó en sus labios—. No
tomaría nada, no el estrellato, la adulación de las fans, o el dinero, por lo
que mi familia significa para mí.
La expresión de Lali se derritió con sus palabras, y ella
prácticamente se hizo un charco a sus pies.
—Aw, eso es tan dulce. —Ella se estiró hacia él y palmeó su
brazo—. Yo espero tener lo que tú algún día.
—Lo tendrás. Solo sé paciente. El chico correcto vendrá, uno
que acepte todo sobre ti y respete tus límites y carácter.
Lali le dio una sonrisa a Nico.
—Gracias.
A la mención de sus “límites”, quedaba una pregunta que
tenía que hacer.
—Entonces Ángel…
Ella resopló y exageró un suspiro.
—¿Tienen que seguir llamándome así?
—Bien. Lali
—empecé con una
sonrisa—, ¿lo que declaraste antes
es realmente cierto? Ya sabes, sobre ser virgen, ¿o solo estabas
engañándonos para tratar de guiarnos y conseguir entrar en tus bragas?
—Peter —advirtió Nicolas.
Alcé mis manos.
—¿Qué está mal con hacer una simple pregunta para una aclaración?
—Porque parte de tu apuesta con Lali suponía que fueras un
caballero, y la última vez que chequeé, un caballero no pregunta a una mujer su
pasado o la falta de él.
Lali sacudió su cabeza.
—Está bien, Nicolas. No me importa responder la pregunta.
—Ella miró directo a mis ojos—. Sí, es cierto, soy virgen.
—Demonios —murmuró Poli.
—¿Pero cómo es eso humanamente posible? —preguntó Vico.
Lali se rio.
—Debido a que tengo una fuerte creencia, pero también tengo
estándares bastante altos.
Miré abajo a su mano.
—¿Entonces dónde está tu anillo de pureza?
Sus mejillas se sonrojaron un poco.
—Bueno, no llevo
uno porque significan
que estás esperando
al matrimonio, y yo necesariamente no creo en eso.
—¿No lo haces? —presioné.
—Lo hacía cuando era más joven, pero ahora, es más sobre
esperar hasta que esté enamorada.
Arrugué mis cejas.
—¿Así que todo lo que se necesita es que te enamores de
algún sujeto, y te rendirás? ¿Solo así? —Chasqueé mis dedos para mayor efecto.
—Dices eso como si fuera algo fácil. Enamorarse profundamente
de alguien y que te corresponda es realmente un milagro.
—Entonces, suena como que mantendrás
tu tarjeta V por un
tiempo, Ángel.
Ella se encogió de hombros.
—Ya veremos. Solo sé que la espera valdrá la pena.
—Bien por ti, Lali —dijo Nicolas, a través de su boca llena
de carne.
Con un gruñido de disgusto, respondí:
—Todo es magnífico para ti, pero tengo que decir algo más en
nombre de los hombres. Yo, nunca podría tenerlo duro por una virgen.
Lali jadeó y dejó caer su hamburguesa.
—¡Mentiroso!
—¿Disculpa?
—T-tú estabas… bueno,
ya sabes, esta
mañana en la
cama conmigo —farfulló ella.
Tragando un bocado de mi hot dog con chile, puse mis ojos en
blanco.
—Eso es porque
al principio pensé
que eras Pula
quien siempre está apareciéndose para acostarse conmigo
cuando estoy en la carretera.
Golpeando su dedo en mi pecho, ella contra ataco.
—Oh no, tu seguías lanzándote hacia mí cuando encendiste la
luz y viste que no era Paula. —Ella apretó sus labios—. Quizá no sepa mucho,
pero sé que era eso.
Los chicos se rieron a lo que yo sacudí la cabeza.
—Lo siento, Ángel, pero todavía hay un punto vacío. Al
momento, no tenía idea de que eras virgen. Si hubiese sabido lo que sé ahora,
mi erección hubiese sido derribada rápidamente.
Poli resopló.
—Oh vamos, Peter. Eso es un montón de mierda. Cualquier
sujeto que mire a Lali, virgen o no, totalmente tendría una erección.
—Uhm, gracias… creo —replicó Lali.
Con un guiño, Poli dijo:
—Solo, para que
sepas, yo no
tendría ningún problema,
mi amor. En cualquier momento o en cualquier lugar.
—Yo tampoco —agregó
Vico. Él lamio
sus labios sugestivamente hacia
Lali.
Ella dejó salir un frustrado soplido.
—No puedo creer que estemos discutiendo esto de entre todas
las cosas y estoy a punto de decir gracias, Poli y Vico, por admitir que
podrían… bueno, ya saben, incluso por una virgen. —Ella miró hacia Nicola quien
abrió los ojos.
Alzando su mano arriba defensivamente, él rápidamente
argumentó:
—No puedo comentar en esta conversación.
Las mejillas de Lali se ruborizaron a su comentario.
—¡Oh no, no quise decirlo por ti! —Luego ella enterró la cabeza en sus manos—. Esto es humillante.
Nico se movió en su asiento y aclaró su garganta.
—Sin embargo diré esto. —Lali tentativamente alzó su cabeza
para mirar hacia él—: Mi esposa, Euge, era virgen. —Él le dio una tímida
sonrisa—. Ambos lo éramos.
—¿En serio? —preguntó Lali.
Él asintió.
—Nunca me molestó que ella no hubiese estado con nadie.
Yo gruñí.
—Sí, porque ustedes eran unos adolescentes calientes de
dieciséis años, que no conocían nada más.
Nico estrechó sus ojos hacia mí.
—Sí, bueno, hubo un año que nos separamos justo cuando la
banda se dio a conocer, y yo me acosté con todo lo que se movía, tratando de
olvidar cuanto amaba y necesitaba a Euge. —Una expresión feroz se esparció por
su rostro—. Pero ninguna de esas experiencias significó nada comparado con
hacer el amor con Euge, y ella solo ha estado conmigo. Sí, quizá hayamos sido
dos adolescentes torpes en el pasado,
pero nada era
más jodidamente sexy
que nosotros descubriéndolo todo juntos.
Me quedé mirando a Nicolas en shock. Nunca lo había
escuchado hablar tan
apasionadamente sobre sexo
con Euge. Él
usualmente era muy
reservado y trataba de
patear nuestros traseros
cuando aludíamos cualquier
cosa que los involucrara a ellos haciéndolo. Su cosa
favorita para hacer era gritar “¡Esa es mi esposa, cabrón!” o “¡Esa es la madre
de mis hijos!” cuando hacíamos comentarios estúpidos sobre Euge siendo una ninfomaníaca.
—Guau—murmuró Lali ante su declaración.
Él sonrió hacia ella.
—Lo siento, me dejé llevar un poco.
Ella sacudió la cabeza.
—No, lo aprecio, y estoy segura que Euge también lo haría.
Exhalé ruidosamente
—A pesar de lo que ustedes tres idiotas digan, me mantengo
firme a mi declaración de que no lo haría o podría ponerme duro por una
virgen. —Cuando Lali inclinó su cabeza
hacia mí, dije—: Bien. No podría sabiendo
que lo es, ¿qué tal eso?
Ella mordió su labio y giró su cabeza de mí. La mesa cayó en
un incómodo silencio antes de que Lali murmurara:
—Uhm, ya regreso. —Ella prácticamente se cayó de la silla y
corrió de la mesa.
Después de tragar el resto de mi cerveza, miré arriba para
ver a los chicos observándome.
—¿Qué?
Nicolas se inclinó hacia adelante a través de la mesa por lo
que sus codos chocaron con los míos.
—Eres un total y completo cretino por lastimar sus
sentimientos sobre la cosa de ser virgen.
—¿Soy un cretino por decir la verdad?
Poli resopló desdeñosamente hacia mí.
—Se llama jodido filtro, hombre. Trata de usarlo de vez en
cuando.
Cuando miré hacia Vico, él estrechó sus ojos.
—No es para
nada agradable hacer
sentir mal a Lali sobre
sí misma, especialmente cuando es
tan jodidamente caliente como lo es.
Abrí mi boca
para discutir cuando el chillido del micrófono
de karaoke atrajo mi
atención al escenario.
Mirando hacia nosotros,
Lali me dio
una empalagosa, dulce sonrisa. Mi estómago inmediatamente se contrajo, y
sabía que estaba en problemas y a punto de ser llamado públicamente un idiota.
—Espero que no les importe que cante otra vez.
El disperso grupo de camioneros silbaron y rieron
apreciativamente, lo que causó que Lali sonriera y sin aliento dijera: —Gracias.
Agarrando fuerte el micrófono, dijo:
—Es solo que realmente me gustaría ganar una apuesta esta
noche, y cantar esta canción es la única forma que vi que podría ser capaz de
hacerlo. —Una vez más sus ojos azules se
encontraron con los míos—. Peter, esta es para ti.
Ella asintió hacia el DJ quien presionó el botón de
reproducir de la música.
Tomó dos segundos para mí reconocer los golpes bajos de
apertura.
—Oh, joder —murmuré
mientras Like a Virgin empezó
a sonar a todo
volumen en el bar. Tan pronto como algunos de los camioneros borrachos se
dieron cuenta de la canción, gritaron y aplaudieron.
Desde el instante en que ella empezó a cantar, fue como si Lali
enviara un rayo de lujuria directo hacia mí. Quiero decir, yo sabía poner un
acto cuando estaba en el escenario, así que
el hecho de que fuera una artista debió hacer su conducta menos creíble. Pero, demonios,
que era convincente para tentar. Cada baile y
movimiento de su atractivo
cuerpo, cada vez que ella sacudía
su cabeza hacia atrás y pasaba sus dedos a través de su cabello, cada
elegante paso que tomaba y cada golpe de caderas estaba volviéndome jodidamente
loco.
Si pensaba que yo estaba impresionado, los otros chicos
estaban con la boca abierta y los ojos
amplios a su actuación.
Por la esquina de mi
ojo, atrapé a Poli
tragando su cerveza como un hombre muriendo de sed. Incluso, Nicolas estaba viendo
a Lali de una manera que no lo había visto hacer en años, aunque era más inocente
a como Poli, Vico y yo estábamos comiéndola con los ojos.
Moviéndome en mi asiento, sabía que no iba a ser mucho
tiempo antes de que perdiera la apuesta. Miré hacia abajo a mi traidora polla.
Cuando miré arriba hacia Lali otra vez, un ruido de dolor escapo de mis labios
mientras se desataba un infierno bajo mi cinturón a lo que vi. Bajándose hasta
sus rodillas, ella empezó a hacer lo impensable.
Empezó a arrastrarse hacia el final del escenario, nunca
perdiendo el ritmo de la letra. Sentado debajo
de ella, tuve
un vistazo directo a
la parte baja
de su vestido con una vista épica
a su fabuloso escote. Cuando ella alcanzó el final del escenario, movió sus
piernas alrededor, y por un breve momento, tuve un destello de sus muslos antes
de que dejara colgando sus piernas en el borde.
Ella saltó abajo y se movió hacia nuestra mesa. Sin una
mirada a los otros chicos, me dio un seductor movimiento con su dedo. Sacudí la
cabeza y sonreí, tratando de hacerle
creer que no estaba teniendo un efecto sobre mí, lo que era una maldita
mentira. Pero Lali no se estaba creyendo nada de ello. Se movió hacía mí
mientras pasaba su mano sobre sus caderas y trasero y cantaba sobre ser tocada por
primera vez. Luego sus dedos se deslizaron por mi cabello y a través de mi mejilla
para ahuecarla y luego juguetonamente golpearla.
Justo cuando pensé que se dirigía de regreso al escenario,
ella retrocedió y se sentó a horcajadas sobre mí. Un siseo se escapó de mis
labios mientras empezaba a mover su trasero a
través de mi entrepierna. No pude evitar lanzar mi cabeza atrás y gemir.
Me han dado bailes expertos en mis días donde pagaba a algunas de las strippers
más codiciadas en el negocio. Lali era torpe y no sabía exactamente como montar
para darle a mí polla mayor placer, pero diablos si no podía sentir su caliente,
pequeño centro quemando a través de mis pantalones. Había estado duro antes,
pero imaginaba que en cualquier minuto con sus quejidos y las partes de los ohh
y ahh de la canción estaría saliendo por mí cremallera.
Incluso en su inexistente experiencia, ella sabía lo que
estaba pasando, sin juego de palabras. Con la canción todavía sonando, Lali
miró por encima de su hombro y me lanzó una mirada triunfante.
—¿Ahora aceptas antes los chicos que con conocimiento y
disposición te pusiste duro por una virgen, o debería continuar?
Aunque mi polla habría disfrutado su continuo medio intento
de baile de regazo, sacudí mí cabeza.
—Bien, Ángel tu ganas.
Mientras Poli y Vico aplaudían y aullaban, Lali empezó a
deslizarse fuera de mi regazo. Cuando lo hizo, agarré su brazo y le di la
vuelta a donde ella estaba frotándose contra mí
otra vez, pero esta vez estábamos cara a cara. Una mirada sorprendida destelló
en sus oscuros
ojos azules. Me incliné
cerca de ella.
Mi respiración acariciando el lóbulo de su oreja, y tembló.
—Así que me
pusiste caliente y
duro. ¿Vas a
dejarme ahora tan insatisfecho?
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+1
Maaaassssss
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