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lunes, 24 de marzo de 2014

Capitulo: 27

Lali


La asa  del  dobladillo  de  mi  corto  vestido  blanco  se arremolinaba alrededor  de mis pantorrillas  mientras  luchaba por mantenerme al día con Euge.

El  rugido  de  la  multitud  para  Vindicated  picaba  mis oídos mientras avanzaba dentro y fuera de la multitud en el backstage de la Phillips Arena.  De  vez  en  cuando,  ella    daba  un  vistazo  por  encima  del  hombro  y  me sonreía. No podía evitar sonreír de regreso. Después de todo, le debía todo a ella por finalmente conseguir que viera la luz.
Aunque me volví de un corazón endurecido con Peter cuando había rogado y suplicado para que lo perdonara, en realidad solo tomó un par de palabras de Euge para convencerme de que le diera otra oportunidad. Había llamado a la puerta de mi habitación poco después de que Peter se había ido, así que naturalmente le había gritado que me dejara en paz. En su lugar, escuché su persistente voz en el exterior.
Cuando abrí la puerta, me dio una sonrisa vacilante. 
—Sabes que estoy de tu lado en toda esta situación. Pero yo solo tengo que decir esto, y cuando haya terminado, es totalmente tuyo el cómo proceder.
Crucé los brazos sobre mi pecho. 
—Está bien, te escucho.
—Conozco a Peter desde hace ocho años, y nunca, nunca antes lo he visto actuar así o sentir tanto por una chica. Nunca. Él es un músico brillante,  pero es una absoluta metedura de pata cuando se trata de asuntos del corazón. Pero si fue capaz de convencerme de lo mucho que lo sentía y cuán profundo es lo que siente por ti, puedes apostar que es un asunto real. —Suspiró a mi falta de respuesta—. Mira, Lali, yo estaba en la misma encrucijada que estás hace cinco años. Estaba herida y enojada por algunas de las realmente cosas de mierda que Nicolas había hecho.  La  había  jodido  tantas  veces  que  no  pensé  que  pudiera  darle  otra oportunidad cuando me rogó y suplicó, al igual que Peter está haciendo contigo. Si hubiera  mantenido  un  corazón  endurecido,  habría  perdido  al  hombre  más increíble  que  jamás  podría  esperar,  por  no  hablar  de  que  no  tendría  a  mis  dos hermosos hijos.
Cerré los ojos por un momento antes de volver a abrirlos. 
—Estoy asustada —admití.
Ella asintió con la cabeza. 
—Lo  sé.  Yo  lo  estaba  también,  y  cuando  esto  se  vino  abajo,  para  Peter también  lo  hizo.  Pero  en  realidad  tiene  un  buen  corazón  Lali,  uno  que  por primera vez en su vida quiere dar a una sola chica. Y esa chica eres tú.
Inmóvil y sin parpadear, miré a Euge por un momento mientras dejaba sus profundas palabras arrastrarse sobre mí.
Echando un vistazo por encima de mi hombro, miré todo el hermoso color rojo, rosa, amarillo, púrpura  de  las rosas cubriendo  mi habitación. Pensé en los innumerables mensajes de Peter, junto con sus acciones en el ascensor.
Mordisqueando mi labio inferior, finalmente pregunté: 
—Entonces, ¿cómo debo proceder para hacer lo correcto con nosotros? 
Una amplia sonrisa  llenó  sus mejillas antes de  que ella se inclinara para abrazarme. 
—Bueno, en primer lugar, ¡necesitas un vestido blanco
Y  así  es  como  llegué  a  estar  por  detrás  de  ella  mientras  buscábamos  a Runaway Train, o lo que es más importante a Peter. Al ver a Frank hablando con algunos otros roadies, corrí pasando a Euge.
—¿Dónde está Peter? —exigí sin aliento.
Su mirada vagó sobre mi atuendo, y luego sonrió. 
—¿Quieres que te lleve con él? 
—Por favor. 
—Seguro, Ángel.
Él me llevó a través de una serie de habitaciones. Vico, Nicolas, y Poli se encontraban  en  la  segunda,  engalanados  y  esperando  su  llamada  para  ir  al escenario. Cuando me vieron, ellos silbaron y maullaron. Supongo que debo de haber lucido como si estuviera en una misión porque no intentaron detenerme. 
—¡Ve y consigue a tu hombre, Ángel! —llamó Poli.
Habíamos  dejado  la  habitación  con  los  chicos  cuando  Frank  se  detuvo.
Hizo una seña a una puerta cerrada. 
—Él  está  ahí. Por  supuesto,  dejó órdenes  estrictas  de no  ser molestado.       —Entonces  con  un  guiño,  Frank  añadió—:  Pero  estoy  bastante  seguro  de  que querrá verte.
Me incliné y le besé en la mejilla. 
—Gracias. 
Frank  se  volvió  y  me  dejó  sola  en  el  pasillo.  Mis  nervios  me  hicieron tambalearme mientras me empujaba hacia adelante. Mi mano temblaba mientras llamaba a la puerta del camerino. 
—¿Están jodidamente sordos? Les dije que quería que me dejaran en paz, ¡así que váyanse! —gruñó.
Probando la perilla de la puerta, la encontré abierta. Tuve que tomar unas cuantas respiraciones calmantes antes de abrirla
Peter se sentaba encorvado en una de las sillas con un ceño grabado en su rostro. Al sonido de la puerta cerrándose tras de mí, levantó la cabeza. 
—Dije… —El resto de sus palabras murieron en sus labios al verme. Sus ojos  se  desorbitaron  mientras  salía  disparado  de  su  silla.  Él  se  quedó  allí, mirándome con una expresión de absoluta incredulidad.
Las comisuras de mis labios se torcieron en una sonrisa. 
—¿No me digas que te he dejado sin palabras?
—Ángel, realmente viniste. —Luego hizo un gesto a mi vestido—. Y estás vestida de blanco. 
Asentí con la cabeza. 
—Para ti.
Cerró la distancia entre nosotros en dos zancadas. 
—¿Esto significa que aceptas mis disculpas, y que estás dispuesta a darle  a un gran imbécil como yo otra oportunidad? 
No pude evitar la risa que escapó de mis labios al análisis de sí mismo de Peter. 
—Sí, lo hace.
Arrastrándome hacia él, plantó un largo, largo beso en mí boca. 
—Oh Dios, me haces tan, tan feliz —murmuró contra mis labios.
—Tú también me haces feliz. 
Después de que él se alejó, las cejas de Peter se fruncieron. 
—¿Pero  qué  te  hizo  finalmente  cambiar  de  opinión?  Quiero  decir,  yo estaba a punto de tener a mamá llamándote y suplicando por mí causa.
Me eché a reír. 
—Eso  podría  haber  ayudado,  pero  fue  Euge  quien  me  ayudó  a  ver  más amplio el panorama
--¿En  serio?  Guau,  estoy  impresionado  con  sus  locas  habilidades  de persuasión —sonrió—.  Maldición, me alegro de que abogara por mí. Supongo que le debo una grande, ¿eh? 
—No, no creo que le debas nada. Ella solo estaba siendo honesta acerca de la persona que realmente eres.
—Gracias,  Ángel  —respondió  Peter  con  una  sonrisa—.  Ahora  déjame conseguir un buen vistazo. 
Con  un  pequeño  giro,  me  di  la  vuelta  para  darle  una  vista  del  vestido.
Aunque  el  bajo  estaba  hecho  de  gasa,  la  blusa  tenía  complejas  e  intrincadas lentejuelas  blancas.  Con  sus  tirantes  de  espagueti,  hacía  un  trabajo  increíble mostrando mi escote. Era de buen gusto, pero sexy a la vez.
Peter se pasó la lengua por sus labios.
—Oh Ángel... te ves absolutamente impresionante. 
Sonreí. 
—Me alegro de oír eso. 
—Peter, es hora —llamó Vico desde la puerta.
—Un segundo —respondió.
Con un codazo, lo empujé hacia la puerta. 
—Tienes  que ir. Después  de  todo, no  puedes  mantener esperando  a tus admiradores.
La expresión de Peter se puso seria. 
—Hay algo que tengo que decirte antes de irme ahí afuera.
Mi pulso se aceleró tan rápido que me sentí mareada. 
—Está bien —murmuré.
Agarrando mis mejillas en sus manos, Peter me miró fijamente a los ojos. 
—Te amo, Ángel.
Me fui hacia atrás con su declaración. 
—¿En serio? 
Él sonrió mientras pasaba el pulgar por mi mejilla.
—Sí, en serio.
Parpadeando con incredulidad, seguí mirándolo. Finalmente, dije en voz baja:
—Oh Peter —antes de arrojarme hacia él—.  Dilo otra vez  —ordené,  mi voz ahogada contra su pecho.
—Te amo, Lali —susurró en mi oído.
—También te amo. Demasiado, mucho, mucho —le contesté, apretándolo con fuerza—. Nunca pensé que alguna vez te oiría decir eso.
Después que envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, él presionó su frente contra la mía.
—Yo podría decir lo mismo de ti.
—¡Peter! —llamó de nuevo Vico.
—Joder, no quiero ir ahí afuera. Solo quiero estar aquí contigo.
—Vamos a tener tiempo juntos después del show. 
La expresión de Peter se ensombreció. 
—Nunca  es  suficiente  tiempo,  sobre  todo  porque  tienes  que  volar  de regreso mañana. 
—Ya se nos ocurrirá algo. Siempre lo hacemos.
—Tal vez la próxima vez en lugar de esos idiotas de Vindicated podamos tener a Jacob’s Ladder abriendo para nosotros. 
Me eché a reír. 
—Eso sería increíble.
—Hablo totalmente en serio, Lali.
Cuando él utilizaba mi nombre real, en lugar de Ángel, yo sabía que él lo hacía. 
—Pero… 
Apretó un dedo contra mis labios para silenciarme. 
—Todo  lo  que  tengo  que  hacer  es  llevarlo  antes  al  conjunto,  y  por  lo
general cuando voy detrás de algo, consigo lo que quiero. 
Negué con la cabeza y no pude ocultar la sonrisa formándose en mis labios. 
—Ahí vas con ese ego de nuevo. 
—Vamos. —Entonces me tomó de la mano. Él me llevó a lo largo de los pasillos  oscuros.  Llegamos  al  escenario  justo  mientras  Poli  estaba  haciendo  su habitual gran entrada. Peter me llevó casi hasta el borde de los bastidores.
—Quédate aquí para el show, ¿de acuerdo? 
Mis cejas se alzaron por la sorpresa. 
—¿Aquí mismo? Estoy casi en el escenario —protesté.
Él se echó a reír. 
—Lo digo en serio, Ángel. —Se inclinó y me besó. Justo mientras su lengua rozaba la mía, fuimos interrumpidos por el locutor diciendo:
—¡Y el cantante y guitarrista, Peter Lanzani!
Sacudiéndose lejos de mí, lamentablemente, dijo:
—Me tengo que ir. —Luego procedió a palmear mi culo juguetonamente antes de pavonearse fuera en el escenario con más arrogancia de la que yo le había visto utilizar antes.
Euge me pasó el brazo por los hombros. 
—Así que asumo que todo está bien con ustedes, ¿eh?
No podía ocultar la sonrisa tonta en mis labios. 
—Sí, lo está. Muchas gracias por venir a hablar conmigo.
—No hay de qué.  —Ella me dio una sonrisa conocedora—. Soy bastante buena reconociendo el verdadero amor cuando lo veo, y tú y Peter son el verdadero asunto.
Mi corazón se agitó con su evaluación. Entonces nos quedamos en silencio al ver a nuestros hombres actuar. Cuando un técnico le trajo a Peter un auricular y tomó el micrófono,  mi ceño se frunció por  la confusión. Yo no  sabía que había añadido una parte diferente al show.
Después de ajustar el auricular, se volvió hacia mí y me guiñó un ojo. 
—Entonces como algunos de ustedes saben, esta suele ser la parte del show donde  tengo  a  una  fan  traída  al  escenario  para  cantar.  Pero  esta  noche  quiero cambiar  un  poco  las  cosas.  —Peter  hizo  una  pausa  por  un  momento  como  si estuviera tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Hace tres semanas una chica cayó en mi vida. Bueno, la verdad es que accidentalmente cayó en mi cama, pero esa es otra historia.
Di un grito ahogado cuando el público silbó y maulló. 
—Antes de ella, podría haber cantado sobre el amor, relaciones, y estar con esa persona especial, pero realmente no creía en ello. Pero a través de su belleza física e interior, ella me enseñó el don de dar tu corazón a alguien. —Peter respiró desigual, y mi pecho se apretó cuando me di cuenta de que estaba luchando contra sus emociones—. En muchos sentidos, ella me salvó del infierno que  me rodea. Ella  es  realmente  un  ángel,  ella  es  mi  ángel.  —Girando  hacia  los  bastidores, encontró con mi mirada y sonrió—. Así que ven aquí, Ángel. —Congelada, no podía parpadear, y menos moverme del todo
. Euge tuvo que empujarme hacia adelante, o me habría quedado clavada en mi lugar. Con las piernas temblorosas, me dirigí hacia el escenario donde Peter estaba haciéndome señas.  Ante  mi  aparición,  la  multitud  se  volvió  loca,  causando  que  mis  oídos zumbaran por el  ruido.
Una amplia sonrisa curvaba los labios de Peter mientras tomaba mi mano entre las suyas. Él la llevó a sus labios y galantemente beso mis dedos, lo que hizo que el público gritara en señal de aprobación. 
—Atlanta, esta es Lali, pero para mí ella es Ángel. 
En una extraña experiencia fuera del cuerpo,  mi mirada se giró hacia  la multitud, e hice un saludo flojo con mi mano libre.
—Y si bien pude haber escrito una canción que capturara todo lo que eres para mí, siento que ésta lo dice casi todo.  —Echando un vistazo por encima del hombro, Peter dijo—: Bien chicos, vamos a hacerla sonar.
Poli comenzó con un ritmo de batería antes de que Nicolas comenzara una introducción con una fusión de guitarra. Casi al instante reconocí la canción y di un grito ahogado. Era Ángel de Aerosmith, y era toda para mí.
Estoy solo, y no sé si puedo hacer frente a la noche... —cantó Peter en el micrófono de sus auriculares. Me miró a los ojos y vi la emoción reflejada en ellos.
Sin una guitarra o un micrófono para sostener, sus manos eran libres de vagar por encima  de  mí.  Mientras  cantaba,  sus  ojos  nunca  dejaron  los  míos.  El  calor  se extendió por mis mejillas y a lo largo de todo mí cuerpo ante la devoción con que solía cantar la letra. 
En el segundo verso, me dio la vuelta y me tiró contra él, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura. Cerré los ojos y me tambaleé con la canción de amor mientras él me cantaba al oído. Bueno, incluso con el micrófono, se sentía como  si  estuviera  cantando  solo para  mí  cuando  en  realidad  él  mantenía  a  una multitud de cincuenta mil con la atención absorta. Apenas me di cuenta cuando Nicolas armonizó con él.
En  ese  momento  en  el  tiempo,  no  había  nada  en  el  mundo  sino  Peter interpretando esas increíbles letras solo para mí. Cuando llegó a la parte en la que repitió:
—Ven y sálvame esta noche. —Me dio la vuelta. Tirando de mí contra él mientras me ruborizaba, Peter tomó mi mejilla antes de llevar sus labios a los míos.
Me  podría  haber  importado  menos  que  estuviéramos  frente  a  miles  y  miles  de personas.  Se  sentía  como  que  éramos  solo  nosotros  dos,  y  yo  no  podía  tener suficiente de él. Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, me apreté contra él y profundicé el beso.
Mi  lengua  danzaba  tentadoramente  alrededor  de  la  suya  mientras  Poli intervenía con Nicolas para terminar la letra de Peter. No nos separamos hasta que la música terminó, y los gritos y silbidos interrumpieron nuestro momento.
Tropecé lejos de Peter antes de volver la mirada a la salvaje multitud. Peter se rió entre dientes ante el micrófono por mi reacción. 
—Entonces,  ¿qué  piensan,  Atlanta?  ¿Pueden  ver  ahora  por  qué  esta increíble chica ha robado mí corazón? 
Haciendo una mueca, esperé una ronda de abucheos y silbidos viniendo hacia mí por ser  la  perra que robo a  Peter de su adorado harem femenino. Pero sorprendentemente no oí nada, sino porras y más silbidos. 
—¿Y  saben  algo  más?  Ella  tiene  una  voz  de  puta  madre,  y  no  solo simplemente  grabamos  nuestro  primer  dueto,  sino  que  escribimos  la  canción juntos también. ¿Quieren escucharla? 
Aunque  los  fans  se  volvieron  locos,  no  pude  evitar  agarrar  su  camisa  y protestar:
—¡No, Peter! 
Se inclinó para susurrarme al oído:
—No discutas conmigo,  Ángel.  A pesar  de  que no  quieres creerlo,  estás lista para este momento. Todo lo que tienes que hacer es sintonizar fuera a todos los  demás  y  solo  mirarme  a  los  ojos.  Vamos  a  cantar  el  uno  para  el  otro  como siempre.
Una oleada de placer me recorrió con sus palabras. Tirando mis hombros hacia atrás, por fin asentí con la cabeza en acuerdo. Fue una buena cosa porque un técnico apareció de la nada con una réplica exacta de mi guitarra.
—Pero,  ¿cómo…?  —empecé  mientras  otros  técnicos  corrían  alrededor para colocar los taburetes en el escenario y ajustar los micrófonos.
Con una sonrisa maliciosa, la única respuesta de Peter fue un guiño. Entregó sus auriculares y luego se volvió hacia la multitud. Los dos nos reclinamos en los taburetes  y  ajustamos  nuestras  guitarras  en  nuestro  regazo.  Me  aseguré  de acomodar mi vestido  para  asegurar  que  no  estaba mostrando mi  ropa interior  a media Atlanta.
—De  acuerdo,  esta  es  una  canción  muy  especial,  y  se  llama Te  llevaré conmigo.
Peter  comenzó  tocando  la  introducción,  y  entonces  me  uní,  en  lugar  de cantar  a  la  audiencia,  giró  en  su  taburete  hacia  donde  pudiera  verme  mientras cantaba. Una vez más, su interpretación fue tan sincera y tensa por la emoción que encontré lágrimas picando en mis ojos. Cantamos juntos el coro, y luego llegó el momento para mi solo. No aparté los ojos de Peter en todo el tiempo. Una sombra de una sonrisa se dibujó en sus labios mientras rasgaba su guitarra.
Cuando terminamos, me incliné para darle un beso. 
—Te amo Peter —murmuré contra sus labios.
—Yo también te amo, Ángel.
Se levantó del taburete antes de tomar el micrófono del pedestal. 
—¡Gracias Atlanta! Mi multitud de mi ciudad natal, han estado increíbles como siempre. ¡Nos vemos  el  próximo  año!  —Tomando  mi  mano,  entonces  me llevó fuera del escenario.
Tan  pronto  como  estuvimos  en  los  bastidores,  me  levantó  en  brazos.
Deslizando sus manos debajo de mi trasero, me izó, y envolví mis piernas alrededor de él.
Nuestros labios hicieron estragos entre sí hasta  que Nicolas se aclaró la garganta detrás de nosotros. Después de que reticentemente me aparté, miré por encima de mi hombro. Con una sonrisa, preguntó:
—¿Supongo que esto significa que ustedes dos están bien ahora?  
Acariciando mi trasero con sus manos, Peter me dio una sonrisa maliciosa.
—Yo diría que estábamos más que genial. 
Tiré los mechones de cabello en la nuca de su duro cuello. 
—Dejé de maltratarme en público, Sr. Lanzani. 
—Ángel, vas a conseguir que me detenga en el camino equivocado. Tirar de mi cabello es un infierno  de excitación  para mí  —me susurró  al  oído—. Me estremecí, tanto por sus palabras como por la calidez de su aliento.
—Hmm, así que si te dejo que me lleves de vuelta al autobús y tonteamos un poco, ¿vas a desquitarte conmigo otra vez? 
Un destello decidido ardió en sus ojos. 
—Nunca. Eres mía, y no te librarás de mí.
Sonreí.
—Bueno, me alegro de oír eso. 
Frank  junto con LL, se acercaron a nosotros.
—Tenemos una gran multitud afuera esperando por ti. Un montón de cosas con ellas para firmar.
—Está bien —respondió Peter. De mala gana, me puso de regreso sobre mis pies. Él todavía mantenía un brazo alrededor de mi cintura mientras salíamos por la puerta trasera de la arena mientras los chicos seguían detrás de nosotros. Al ver a Peter, una oleada de gritos y chillidos estallaron entre la multitud, principalmente de niñas y mujeres.
Mientras las fans irrumpían sobre Peter y los chicos, le sonreí.
—Me voy al autobús. 
Él sonrió y entonces besó la coronilla de mí cabeza. 
—Frank —llamó frank  asintió  con  la  cabeza  y  puso  un  brazo  protector  alrededor  de  mi hombro. 
—Vamos, Ángel. 
Las fans apenas nos reconocieron mientras pasábamos junto a ellos. Solo se preocupaban por ver a Runaway Train, pero más a su cantante líder.
Incapaz de mantener la ridícula expresión fuera de mi cara, miré a Frank. 
—¿Viste lo que hizo Peter?
Él se rió entre dientes.
—Oh, sí. He visto y oído.  —Él me guiñó un ojo—. Y yo no podría estar más feliz de que él finalmente se haya dado cuenta que está enamorado de una chica increíble.
Me reí delirantemente  mientras  solo podía imaginar a alguien con unos tragos  de  licor  en  ellos  haría,  excepto  que  yo  era  una  sobria  roca  fría.  Bueno, demasiado elevada fuera de la vida en este momento. Girando fuera del abrazo de Frank, caminé hacia atrás por un momento para mirarlo. 
—No puedo creer que me llevó allí y me cantó delante de toda esa gente, que yo soy realmente su ángel. —Me tragué el nudo en la garganta—. Y él me ama
—Tengo que admitir que, incluso para un pedo viejo y gruñón como yo, fue francamente conmovedor y tan malditamente romántico. 
Los  penetrantes  chillidos  de  las  niñas  gritando  nos  interrumpieron, haciéndonos  mirar  por  encima  del  hombro  de  Frank.  Los  chicos  parecían acorralados por todas los fans, y los amplios ojos de Peter barrieron sobre nosotros.
Frank sacó el teléfono del bolsillo y llamó por varios detalles de seguridad.
—Yo puedo hacerlo desde aquí. Sigue y ayuda a Peter a salir de allí.
—Está bien, Ángel. 
Giré el dobladillo de mi vestido de un lado a otro mientras me sentía como si estuviera caminando en el aire. Estoy segura que si alguien me vio juraría queestaba tropezando en alguna sustancia ilícita. Tuve que morderme el labio para no sonreír. Peter real y verdaderamente me amaba. Era una sensación increíble.
Justo cuando di la vuelta en la esquina hacia el autobús, alguien me agarró del cabello, tirando de mí hacia atrás. Grité antes de que mi cabeza fuera aplastada contra el costado del autobús tan fuerte que vi las estrellas ante mis ojos. 
Teniendo en cuenta algunas de las áreas escabrosas en las que había vivido, mis  padres se habían  asegurado  de  que  me  inscribiera  en cada  clase  de  defensa imaginable desde el momento en que pude caminar. Por supuesto, nada te prepara para  ser  tomada  por  sorpresa  y  con  tus  pensamientos  revueltos  por  el  dolor  de cabeza al estrellarte contra el acero.
Dedos se torcieron aún más en mi cabello mientras mi cabeza seguía siendo aplastada contra el lado de autobús.
Recuperándome  y  poniéndome  de  pie,  me  di  la  vuelta  para  lanzar  dos golpes  fuertes  en  la  cara  de  mi  agresor,  haciendo  que  se  tropezara  hacia  atrás momentáneamente. En el estacionamiento con poca luz, eché un vistazo. 
—¿Pula? —pregunté tontamente.
Su áspera voz resonó en mi desorientado estado. 
—¡Maldita perra! ¿No era suficiente que me llamara por tu nombre cuando él estaba dentro de mí, pero no, él tiene que ir y cantar para ti?  —Ella sacudió la cabeza violentamente—. ¡Si crees que voy a renunciar a Peter con tanta facilidad, estás equivocada! 
Traté de bloquear su siguiente golpe, pero ella agarró mis dos hombros y luego golpeó mí cabeza de nuevo, haciéndome gritar.
—¿Qué has hecho  con él? Peter nunca, nunca hubiera ido por una chica como tú. Ahora lo tienes cantándote canciones y profesándote su amor. ¡Se supone que me ama!
—Sí, bueno, lo siento, pero no lo hace. Soy yo a quién ama —protesta.
Pula soltó mi cabello, pero antes de que  pudiera orientarme, me  dio un puñetazo en la boca, enviando salpicaduras de sangre a través de nosotras. Cuando desvié  sus  siguientes  dos  golpes,  entonces  ella  me  dio  una  fuerte  patada  en  el estómago. Me doblé de dolor cuando me pateó la espalda. Colapsando en el suelo, traté  de  detener  su  siguiente  patada,  pero  apenas  terminó  clavándome  en  las costillas.
—¡PETER! —grité con la fuerza que me quedaba.
—Sí, vamos a ver cuánto te quiere Peter cuando termine contigo —se burló de  mi Pula.
Un sabor metálico llenó mi boca, y escupí un chorro de sangre.
—Peter —gemí de nuevo.
Mientras todo empezaba a oscurecerse alrededor de mí, oí la voz de Peter:

—¡ÁNGEL! —Y luego la negrura me envolvió.

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Se suponia que el cap se tenia que publicar ayer en la noche pero nose que paso que no se publico
Asi que se los publico desde el cole 

2 comentarios:

  1. Hola, como estas? te dejo mi nove, si queres leerla y comentar, espero que te guste, y me encanto la nove, quiero mas, beso http://xlaliter.blogspot.com/2014/03/un-gran-amor-capitulo-1.html

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