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jueves, 20 de marzo de 2014

capitulo: 24

Peter


A pesar de lo mucho que quería dormir a la mañana siguiente, me vestí  y  bajé  a  las  ocho  en punto  al  auto  para  llevar a Lali  al estudio de grabación. Mientras ella saltaba en el asiento trasero, no me perdí el bostezo que se extendió por su rostro. 

—¿Somnolienta?  —le  pregunté  mientras  cerraba  la  puerta  detrás  de nosotros.
—Un poco  —respondió con una sonrisa. Luego se deslizó a través de los asientos de cuero para acurrucarse junto a mí.
—Anoche fue increíble, Peter.
Sonreí. 
—Me alegro de que pienses así.
Sus cejas se alzaron por la sorpresa. 
—¿No estás de acuerdo?
Acercando mis labios a los de ella, devoré su boca en un hambriento beso.
Empujé mi lengua contra la suya, buscando su sabor y calor. Deslicé un brazo por su  cintura  y  tiré  de  ella  sobre  mi  regazo.  Después  de  pasar  largos  y  deliciosos minutos, gimió en mi boca antes de alejarse.
—Creo recordar que hay alguien conduciendo este auto —susurró.
Sonreí.
—¿Estás  avergonzada  o  tienes  miedo  de  que  nos  vayan  a  detener  por besarme con mi chica?
Ella bajó la mirada y luego meneó la cabeza. 
—Un poco de ambos.
—Ángel, vas a tener que acostumbrarte  a que quiera tener mis manos y labios  sobre  ti.  Es  difícil  para  mí  contenerme,  y  francamente,  me  importa  una mierda quién nos ve o lo que piensen.
Una tímida sonrisa  se  formó en sus labios  que  estaban  hinchados de mi anterior asalto. 
—¿Al menos podemos ir poco a poco en todo este manoseo en público?
Eché mi cabeza hacia atrás y reí. 
—Claro que sí  —Froté mi pulgar a lo largo de su mejilla—. Jamás, jamás quiero  hacer  algo  que  te  haga  sentir  incómoda.  Por  lo  tanto,  voy  a  intentar controlarme.
—Umm, mi héroe  —murmuró antes de besarme de nuevo.  Estábamos a punto de  ponernos  calientes  e  intensos  de nuevo  cuando  el coche se detuvo  en frente del estudio.
—¿Lista para ir a hacer algo de música juntos? —le pregunté.
—Tan lista como pueda estarlo, supongo.
Me eché a reír. 
—Estarás bien.
Después  de  que  ayudé  a  Lali  a  salir  del  auto,  nos  dirigimos  hacia  el interior.  Producciones  Pinpoint  era  un  estudio  pequeño  donde  los  chicos  y  yo usualmente grabábamos, pero era la intimidad del lugar y el equipo de producción lo que me encantaba. Gio, el jefe productor, salió de su oficina y me dio la mano. 
—Me alegro de verte, Peter.
—Me alegro de verte también. Esta es Lali Esposito. Ella es la que canta el dúo conmigo.
—Encantado de conocerte —dijo Gio.
Lali sonrió. 
—Encantada de conocerte también.
—Estamos muy contentos y honrados de quieras escoger tu primer dueto con nosotros. Eso fue una increíble música lo que tú y los chicos tocaron ayer para la pista.
—Gracias, hombre.
Gio echó un vistazo hacia nosotros. 
—Entonces, ¿quién quiere ir primero?
Sonreí. 
—Yo diría que Lali siguiera adelante para sacarla del camino ya que ella está muy nerviosa, pero supongo que mejor seré yo.
Lali asintió frenéticamente.
—Sí, tu primero.
Tomé su mano y le di un tranquilizador apretón mientras Gio conducía el
camino de vuelta a la cabina de grabación y sonido. 
—Te puedes sentar aquí. —Le hice señas a una silla en la mesa de sonido.
—Gracias  —murmuró  mientras  se  calmaba.  Me  di  cuenta  de  que  sus enormes ojos estaban captando cada aspecto y detalle a su alrededor. Entré en la cabina de grabación y cerré la puerta. Después me puse mis auriculares y saludé a Lali.  Ella  sonrió  y  me  devolvió  el  saludo.  Aunque  la  hoja  con  la  letra  estaba delante de mí, no la necesitaba. La letra estaba estampada en mi mente.
La voz de Gio llegó a través de mis auriculares:
—Está bien Peter, vamos a intentarlo. Toma Uno.
—Me parece bien
La melodía sonó en mis oídos con la apertura de la guitarra, y empecé a cantar.  Cerré  mis  ojos  y  me  concentré  en  las  emociones  de  la  letra.  Cuando terminé, abrí los ojos para ver a Lali secándose las lágrimas de sus ojos.
—Bien, ¿eh? —bromeé.
Ella  asintió,  mientras  que  Gio  dio  un  pulgar  hacia  arriba.  Su  voz  sonó nuevamente en mí oído.
—Eso fue de puta madre, Peter. Eres bueno, pero nunca una sola toma es buena. Vamos a intentarlo de nuevo.
Me eché a reír. 
—No hay problema, amigo.
Hicimos  unas  diez  tomas  más  para  asegurar  que  teníamos  justo  lo  que queríamos. Cuando terminé, salí de la cabina y fui a los brazos de Lali. 
—¡Eso fue fantástico! —exclamó.
—Gracias, Ángel. Estoy seguro de que la tuya también lo será.
—Uf, no creo eso —se quejó.
—Vamos. Ve allí y patea algunos traseros, ¿de acuerdo? —Ante su dudosa expresión, agregué—: Voy a estar aquí, ¿de acuerdo?
Ella hizo una breve inclinación de cabeza antes de entrar en la cabina y cerrar la puerta detrás de ella. Vi como agarró el auricular junto al micrófono y con manos  temblorosas,  se  lo  colocó.  A  través  del  cristal,  le  di  una  sonrisa tranquilizadora y un pulgar hacia  arriba. Ella inclinó la  cabeza antes de bajar la mirada a la hoja con la letra. 
—Está bien, Lali, vamos por la Toma Uno —instruyó Gio.
—Está bien —respondió en voz baja.
Cuando la música empezó en la cabina, Lali lucio como si fuera a vomitar en  vez  de  cantar.  Empezó  de  manera  uniforme,  pero  luego,  cuando  las  notas subieron una octava, ella se perdió en la nota.
—Lo siento —murmuró.
—No hay problema. Vamos a intentarlo de nuevo.
La segunda y la tercera toma fueron aún peores. Incluso a través del cristal, pude ver las lágrimas brillando en sus ojos. Me incliné hacia adelante y palmeé el hombro de Gio. 
—Espera. Déjame probar algo.
Caminé  a  través  de  la  puerta  y  entre  en  la  cabina.  Lali  se  quitó  el auricular.
—Lo siento, Peter. No sé lo que me pasa. Pensé que podía hacerlo. Lo siento mucho.
—No vamos a detenernos.
Sus cejas se levantaron sorprendidas. 
—¿No lo haremos?
—Oh  diablos  no.  Vas  a  cantar  muy  bien  ahora  mismo como yo  sé  que puedes, y vamos a grabar esta canción juntos.
Su rostro se derrumbó. 
—¡Pero  no  puedo!  Ya  me  has  oído  antes.  Soy  horrible.  Tienes  que encontrar a alguien más.
Tomé su cara entre mis manos. 
—¿Dónde está la asombrosa e impresionante Lali que conozco?    Cuando ella se encogió de hombros, sacudí la cabeza—. La Lali que conozco no0 se vendría abajo en estos momentos. Ella cantaría hasta en el infierno esta canción como sé que puede.
—¿De verdad crees tanto en mí?
—Sí, lo creo.
Tomó una respiración profunda. 
—Está bien. Lo haré.
Le sonreí.
—Bueno.  Me  alegro  de  oír  eso.  —Tomé  sus  manos  entre  las  mías  y  las apreté fuertemente—. Y me voy a quedar aquí mientras lo haces.
Una mirada decidida se extendió a través de su rostro que era lindo y al mismo tiempo sexy. 
—Bueno, vamos a hacer esto.
Le di un pulgar hacia arriba a Gio. En cuanto empezó la música, la mirada de Lali se trabo con la mía. Ella ni siquiera bajo la mirada hacia la hoja con la letra.  En  cambio,  cantó  con  su  jodido  corazón  para  mí  y  solo  para  mí.  Cuando terminó, me parpadeó un par de veces incrédula.
—Mierda, Ángel. Creo que fue excelente.
Ella sonrió. 
—¿Eso crees?
Ambos  miramos  a  Gio  que  estaba  haciendo  una  señal  perfecta  con  los dedos. Se inclinó hacia el micrófono.
—Fue fantástico, pero vamos a hacer un par más por si acaso.
Asintiendo, Lali movió su cabeza. 
—¿Crees que puedes hacerlo aún mejor? —le pregunté.
—Segura como el infierno que puedo intentarlo —respondió ella.
Después  de  más  de  cinco  tomas,  nos  quedamos  alrededor  del  estudio escuchando la unión de nuestras dos pistas vocales.
—Eso de allí es un número uno —dijo Gio con una sonrisa.
—Nunca tuve dudas —le respondí.
Los azules ojos de Lali se agrandaron. 
—¡Que mi primera canción fuera la número uno sería increíble!
Gio sonrió.
—Solo  espera  hasta  que  esto  se  lance.  Las  personas  van  a  enloquecer, especialmente con Peter cantando a dúo. Él nunca había hecho esto antes. Conecta esto con las emociones, y ¡bang! oro macizo. Con un chillido, Lali hizo su fLeonz baile de la victoria alrededor del estudio antes de saltar en mis brazos y envolver sus piernas alrededor de mi cintura. Luego procedió a darme un caliente y prolongado beso justo en frente de Gio. Fue en ese momento que supe que amaba jodidamente a Lali Esposito con todo mi corazón.
*********

Después de haber terminado en el estudio, nos dirigimos de nuevo al hotel para reunirnos con los demás y almorzar. Cuando nos sentamos, Ncolas dijo:
—Tuvimos que esperar hasta que llegaran para ordenar.
—Ay, eso fue muy dulce. Gracias —respondió Lali.
Tan pronto como ordenamos, todo el mundo quería saber cómo había ido la sesión de grabación. Con gestos entusiasmados, Lali les puso al corriente de todos los detalles, incluyendo su ataque de nervios. Mi corazón se llenó de orgullo cuando les contó cómo fue que la ayudé a superar su miedo escénico. Se inclinó y planté un beso en sus labios. 
—Estuviste increíble solo por tu cuenta. Yo no hice nada.
—Hiciste todo —argumentó.
Poli rodó sus ojos. 
—Dios, ustedes son totalmente repugnantes —se quejó.
—Solo estás celoso.
—Lo que sea —gruñó mientras levantaba a Jude sobre su regazo.
Nuestra comida llegó, y después de comer, encontré a Lali contemplando con  una  mirada  nostálgica  a  Ncolas  y  Euge.  Mientras  Melody  dormía profundamente sobre uno de los hombros de Euge, Ncolas acariciaba el cuello de Euge  y  le  hablaba  en voz  baja.  Los  ojos de  Euge  se  cerraron mientras  una serena
sonrisa  llenaba  su  cara.  Tuve  una  muy  buena  suposición  de  que  Lali  estaba envidiando lo que veía, la perfecta familia estrella de rock.
Cuando ella me encontró mirándola, Lali sonrió. Indicando con su mano hacia Ncolas y Euge, ella preguntó:
—¿Siempre son así?
Me reí entre dientes. 
—Más o menos. Durante  la gira no tienen una gran cantidad de tiempo juntos, y mucho menos tiempo a solas. Cuando por fin se ven, actúan como dos adolescentes en celo.
—Pero están tan enamorados  —murmuró  mientras miraba la mejilla de Ncolas rozar con la de Euge. Una arruga apareció en boca de Lali—. Pobrecitos, apuesto a que no tienen mucho tiempo a solas con los niños.
Encogiéndome de hombros le respondí:
—A mí me parece ellos lo están haciendo muy bien, ya que es repugnante.
Cuando su mano llegó a rozar mi muslo casi salté de la silla. 
—Peter, si te pido que hagas algo por mí, ¿lo harías?
Mi corazón dio un vuelco hasta detenerse antes de volver a reiniciar. 
—¿No  me  digas que  ver  a  esos  dos  te  ha  encendido  y  quieres  ir  arriba conmigo?
—¡Eh, no! —gritó.
Me reí ante su indignación. 
—Está bien, ¿qué es?
Miró de mí hacia Ncolas y Euge. 
—¿Quieres ayudarme a cuidar de Jude y Melody hoy?
—Estás bromeando, ¿verdad?
Dio una pequeña sacudida de cabeza.
—Podrían tener todo el día juntos, solo ellos dos. Podría incluso pasar la noche en su suite y darles la mía. Ya sabes, un día entero de romance.
Cruzando los brazos sobre mi pecho, le pregunté:
—Está bien, pero ¿por qué todo esto tiene que involucrarme?
Sus azules ojos se estrecharon, y yo sabía que estaba en problemas. 
—Pensé  que  te  gustaría  no  ser  un  egocéntrico  egoísta  por  una  vez  y querrías ayudarnos tanto a mí como al hombre que es como un hermano para ti.
Levanté mis manos en señal de rendición. 
—Bien, bien. Me encantaría pasar el resto del día contigo cuidando a los niños de Nic.
Las comisuras de los labios de Lali se arquearon, y me di cuenta de que estaba luchando por no sonreír. 
—Trata de no parecer demasiado emocionado por ello.
Coloqué una falsa sonrisa en los labios. 
—Oh, estoy jodidamente emocionado. ¿No te das cuenta?
Ella me sonrió. 

—Eres un idiota. —Acariciando mi muslo, dijo—: ¡Ahora vamos a decirles a Ncolas y a Euge la buena noticia!
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subo otro por el de ayer perdon 
,:D

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