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domingo, 31 de marzo de 2013

Capitulo: 15



—Estoy loco por ella —dijo Peter, encogiéndose de hombros.
Me dirigí al refrigerador para tomar un poco de leche para mi cereal, tratando de
fingir que no estaba ahí. Mi corazón estaba fallando en mi pecho. ¡Oh, dios! ¡Él iba

a hacerlo! ¡Iba a decirle a Gas!
—¿Loco por ella? Así que debes estar sobre ella. Debe ser muy buena en la cama
—dice Gas, sonriendo y dándole una palmada en la espalda con orgullo. Me
atraganté con el jugo de naranja.
—No he dormido con ella. Ella no cree en el sexo antes del matrimonio. —Peter
sonrío.
Gas parecía estar cerca de desmayarse, estaba mirando a Peter como si le hubiera crecido otra cabeza.
—Tú... Ella... ¿Qué? —tartamudeó, agitando su cabeza con violencia.
Peter se rió.
—A partir de ahora, estoy oficialmente retirado del negocio. Por lo tanto, Ángel,
dile a tu amiga que no estoy disponible —indicó, volviéndose hacia mí y guiñándome.
—Lo haré. Vaya, así que un mujeriego reformado, tal vez haya esperanza para ti
después de todo, Gas. —Me reí, lanzándole un pedazo de coco.
—De ninguna manera, le doy a Liam una semana antes de que regrese a su
antiguo yo, acostándose con cualquier cosa que se mueva —dijo Gas con
confianza.
—No sé, Gas. Esto se ve bastante serio para mí —dije, mientras terminaba mi
desayuno. Peter me sonrío, obviamente le gustó lo que dije, mostrándole mi
confianza.
—Finalmente has aprendido a usar la cabeza que está pegada a tu cuello —
bromeó Gas, haciéndome dar un respingo con sus palabras.
—Creo que es dulce, Peter. Ella debe ser una chica afortunada; ojalá que no rompas su corazón —murmuré, mirando mi plato vacío; con la esperanza de que él no me hiciera daño.
—No lo haré —digo Peter con confianza. Me sonrío mientras caminaba de vuelta a
mi habitación para ver a Rochi. Podía oír a Gas interrogando a Peter en la cocina, y
no quería estar ahí para eso.
—Entonces, ¿qué vamos a hacer hoy? —le pregunté a Rochi mientras se aplicaba su habitual tonelada de maquillaje.
—Hmm. No sé. ¿Qué tal si jugamos a los bolos? Podía llamar a Sarah y Sean.
Podríamos preguntarle a tu hermano y a Peter si quieren venir —decía con
emoción.
No me gusta mucho jugar a los bolos, pero mis otros amigos lo amaban.
Probablemente terminaríamos de ir como en un mes.
—Claro. Los llamaré. —Tomé mi teléfono y marqué el número de Sarah.
—Voy a pedirle a Dios sexo. —Sonrió Rochi, saliendo de mi habitación.
Seguí detrás de ella cuando Sarah respondió.
—Hey, Sar, ¿quieres venir a los bolos? —pregunté alegremente, mientras Rochi se
dejaba caer junto a Gas en el sofá, prácticamente sentándose en su regazo.
—Sí, seguro. ¿A qué hora? —respondió, sonando emocionada.
—Nos encontramos allí, digamos, ¿en una hora? —sugerí, mirando mi reloj, eran
sólo las diez pasadas así que eso podría ir bien.
—OK. Llamaré a Sean, puedo buscarlo en el camino —dijo.
Sonreí porque Rochi estaba coqueteando descaradamente con Gas. —Está bien.
Nos vemos allí. —Me desconecté de la llamada y me apoyé contra la pared, viendo
a mi mejor amiga suplicar a mi hermano.
—¿Puedes venir con nosotras? Así podrás ver que tan buena soy con pelotas —
ronroneó Rochi, agitando sus pestañas. Peter se ahogó con su risa, que rápidamente se volvió en tos cuando Rochi lo miró—. Vamos, Peter, voy a hacer que valga la pena. Sé que eres un buen jugador, ¿qué tal si tú me enseñas un par de trucos? — dijo seductivamente, acercándosele. Él se veía incómodo con sus avances. En realidad estaba disfrutando verlo retorcerse. Por lo general le coquetearía, pero hoy parecía que quería huir.
Decidí ayudarlo a salir.
—Rochi, ¿los dejarías solos? No quiero al perro de mi hermano y a su reformado
mejor amigo, viniendo, y que tener que verte tirándoteles encima todo el día. —Me
burlé, pretendiéndola hacer callar. En realidad se me estaba haciendo muy molesto
que ella siguiera mirando a Peter como si se lo quisiera comer aquí y ahora. Peter
me miró agradecido, lo que hizo que mi corazón empezase a tartamudear un poco
en mi pecho.
Rochi me sonrió.
—Hmm, bueno ¿dónde está la diversión en eso? —preguntó, guiñándome el ojo
haciéndome reír.
—Nos vamos de bolos en una hora de todos modos, si quieres venir es por tu
cuenta. Sarah y Sean están llegando, y tal vez Terri. —Me encogí de hombros,
dejándome caer en el suelo en los pies de Peter, apoyándome en sus piernas. Podía ver a Rochi mirándome con ojos asombrados y anchos, así que rápidamente me alejé de él, ruborizándome como loca.
—No me importan los bolos. ¿Qué piensas, Gas? Quiero azotarle el culo a las
chicas —preguntó Peter sonriendo.
Rochi asintió con la cabeza rápidamente.
—Estoy definitivamente para algunos azotes —dijo con entusiasmo. Pero los chicos
la ignoraron.
—Sí, está bien. Me gusta jugar a los bolos, supongo. Hey, Peter, ¿por qué no le
preguntas a tu novia para que vaya también? ¿O tienes miedo de que ella vaya a
tener una mirada en mí y creer que ella ha cometido un error y volcar el culo de
una actualización? —bromeó Gas.
—Mi novia ni siquiera te miraría, Gas, por lo que no tengo nada de qué preocuparme —respondió Peter con confianza, podía oír diversión en su voz. Sólo
me sonrojé más duro, tratando de fundirme en el sofá y desaparecer.
—¿Tienes novia, Peter? —preguntó Rochi, con el ceño fruncido. Parecía que estaba
tratando de resolver un problema matemático complejo, con la cara toda la
arrugada en la concentración.
—Sí, la tiene. Una misteriosa chica por la que está loco, aparentemente —se burló
Gas, rodando sus ojos.
Los ojos de Rochi saltaron a mí por alguna razón. Parecía que estaba tratando de
hacerme un agujero en la cara. Tragué saliva y miré hacia otro lado, en realidad no
quería mentirle a mi mejor amiga. Ella abrió la boca y me miró con ojos muy
abiertos, luego miró a Peter, a continuación, volvió a mí, en silencio preguntando si
era yo.
Mierda, ¿es ella un lector de mentes o algo así? Asentí con la cabeza lentamente,
tratando de no ser obvio, haciéndola gritar ahogadamente de nuevo y se hecho a reírse con entusiasmo.
—¡Vamos a terminar de prepararnos en tu habitación, La! —gritó, saltando.
Estaba tan emocionaba que aplaudía como un niño.
Gemí internamente, oh, bien, aquí viene, el millón de preguntas.
—Ya estoy lista. —Negué con la cabeza en su advertencia.
—¡Necesito tu ayuda en el dormitorio con algo! —susurró ella, mirándome como si
me fuera a asesinar, si no me levanto ahora mismo. Me esforcé y oí la risa de Peter
desde el sofá.
Puse los ojos en él, ¡realmente tenía una boca grande a veces! Pero es una dulce
boca.
Seguí a Rochi a mi habitación; cerró la puerta y me agarró.
—¡Lo sabía! Ese muchacho ha estado observándote durante años —gritaba, saltando arriba y abajo. Me reí de su entusiasmo, parecía casi tan contenta sobre
ello como si estuviera saliendo con él.
—¡No lo estaba! —Sonreí.
Ella me arrastró hasta la cama.
—¡Oh, cállate! Él siempre está buscándote. Encuentra cualquier excusa para tocarte. Coquetea descaradamente contigo, y siempre te dice qué tan atractiva eres. —Ella suspiró con aire soñador—. Así que, señorita, ¿cuándo estabas pensando en decirme, tu mejor amiga? —Me reprendió, en broma.
—Emm bueno, lo íbamos a mantener en secreto por un par de semanas. No le va a
gustar nada a Gas.
Me encogí ligeramente en el pensamiento de la advertencia que lo había visto
dándole a Peter antes, cuando estábamos limpiando después de la fiesta, que se
opone realmente a la idea de mí saliendo con él.
—Guau, si, no había pensado en ello. ¡Gas estará muy enojado! —dijo con los ojos
muy abiertos. Asentí con la cabeza, jugando con mis manos en mi regazo—. Así
que, ¿cuándo sucedió todo esto? Estaban juntos en la fiesta, ¿verdad? Tenía la vista fija en ti toda la noche, y golpeó a la basura del hermano de Paula por besarte.
Di un grito ahogado, un poco sorprendida.
—¿Él golpeó al hermano de Paula? —pregunté. Me acordé de él, depositándolo
contra la pared, pero luego me eché a correr por estar enferma.
—Sí. Él le gritaba para que mantuviera sus sucias manos fuera de ti, y que no
quería que él te bese. Te había visto tratando de empujarlo lejos, al parecer. Peter le pegó un par de veces antes que el equipo se disolviera. Luego, desapareció
después de eso, Gas dijo que se fue a su casa. —Ella me miró con curiosidad. Sabía que mi cara estaba roja, que era una mentirosa terrible—. Él no fue a su casa, ¿verdad? —Sonrió a mí a sabiendas.
Tomé una profunda respiración y sacudí la cabeza. Ella gritó, literalmente, gritó, y
cerca de dos segundos más tarde, Gas y Peter irrumpieron en mi habitación.
—¿QUÉ? ¿QUÉ ES? —gritó Gas, mirando alrededor como si hubiera un incendio o
algo.
—Em… em, fue una… em —balbuceé, agarrándome violentamente por algo que
decir
—Araña —intervino Rochi rápidamente, apuntando en la dirección de mi cuarto de
baño.
Gas suspiró y se dirigió allí, moviendo la cabeza con desaprobación.
—En serio, ¿todo esto por una araña? ¡Pensé que estaban siendo asesinadas aquí!—regañó.
Rochi sonrió a Peter y a mí. En realidad él parecía que se estaba divirtiendo
mirándome retorcerme. Me guiñó un ojo, lo que hizo reír a Rochi. Yo le saqué la
lengua, y él movió las cejas hacia mí, ella sólo se rió más fuerte a los dos de
nosotros.
Gas volvió a salir, con el ceño fruncido y moviendo la cabeza.
—No he podido encontrar nada allí.
—Oh, quizás no fue una araña; podría haber sido sólo un poco de pelusa o algo así
—sugirió Rochi, agitando su mano para que se vayan.
Gas puso los ojos en blanco.
—Por Dios, Rochi, eres realmente extraña —dijo, saliendo y cerrando la puerta
detrás de él.
Ella se volvió hacia mí, luciendo exaltada.
—¡No puedo creer que hayas perdido tu virginidad con Peter Lanzani! ¿Estuvo
bueno? Apuesto a que estuvo bueno, ¿no? ¡Él es tan atractivo! ¡Estoy muy celosa!
—Se arrulló, yéndose a su propio mundo.
—No tuve sexo con él —dije rápidamente.
Ella chasqueó los ojos con los míos.
—¿No lo hiciste? Bueno, ¿por qué diablos no? Si esa fuera yo, hubiera saltado en su culo allí y en ese mismo momento.
Me reí y me encogí de hombros.
—Sí, sé que lo harías, pero esa no soy yo.
—Está bien, lo sé. —Ella suspiró, mirando un poco derrotada. De repente su rostro
se iluminó de nuevo—. Así que, ¿qué hicieron entonces?
—Acabamos de empezar, Rochi, eso es todo —le dije con sinceridad. En realidad no había ido mucho más lejos que eso, por lo que en realidad no era una mentira.
—Tienes tanta suerte. Tienes al chico más atractivo de toda la escuela como tu
novio y el segundo más atractivo es tu hermano. Quiero decir, ¡eso es sólo
codicioso! —me regañó, meneando el dedo hacia mí en un gesto molesto—.
Entonces, ¡él te llamó su novia! ¿Te ha invitado a salir? Oficialmente, ¿son pareja?
¿Exclusivamente? —preguntó, mirándome con asombro.
Asentí con la cabeza, pero hice una mueca, al mismo tiempo.
—Sí lo hizo, y sí que somos. Pero para ser honesta, no sé cómo va a funcionar.
Quiero decir, él es un jugador. Tengo sinceramente un poco de miedo en dejarme
caer por él, en caso de que me engañe o termina conmigo o algo así —admití en
una pequeña voz, mirando al suelo mientras todos los pensamientos de mis
preocupaciones pasan por mi mente.
Ella me agarró en un abrazo, que de inmediato me hizo empezar a sentir mal. Mi
corazón latía con fuerza en mi pecho a su toque desenfadado. Sabía que sólo
estaba tratando de consolarme, pero no pude evitar la reacción de mi cuerpo con
el tacto.
—No creo que lo hará. Quiero decir, él nunca ha tenido una novia antes, nunca ha
sido exclusivo, por lo que no tienes nada en que basar tu teoría. Técnicamente, él
nunca ha engañado a nadie. —Me dio una media sonrisa. No podía dejar de reír en
su intento de hacerme sentir mejor. Supongo que eso es cierto, el hecho de que
está dispuesto a ser exclusivo es una señal.
—Será mejor que vayamos de todos modos, Sarah y Sean nos estarán esperando
allí. Ah, y Rochi, no digas nada a nadie, ¿de acuerdo? Ni siquiera a Sarah. Quiero ver cómo va por un par de semanas antes de Gas se dé cuenta —le expliqué.
—No lo haré, lo prometo —prometió, atravesando su corazón—. Por lo tanto, ¿es
un buen besador? —susurró, mientras caminábamos por el pasillo.
—Increíble —le contesté, mientras caminábamos hacia el salón.
—¡Maldita sea! ¡Cuánta suerte! —murmuró en voz baja, por lo que me arrancó una
sonrisa.

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