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viernes, 1 de marzo de 2013

Capitulo 6:







Capitulo 6:

—Amigo, ¿qué demonios? ¡Es mi hermanita! —le gritó a Peter, agarrando
fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.

—Gas, hombre, en serio, solo estoy bailando con ella, ¡esa es su canción! —dijo
Peter, luciendo realmente enfadado.
—Peter, necesitas permanecer lejos de mi hermana, sólo tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo como tu persiguiéndola! —le replicó Gas, dando un paso adelante y enfrentando a Gas . Podía decir que estaba
borracho por el pequeño toque de rojo en sus orejas, que siempre lo delataban.
—¡Nunca la lastimaría! —gruñó Peter, sus pechos casi tocándose.
—¡No me importa una mierda! ¡Te digo que te mantengas lejos! —gritó Gas.
Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no necesitaba atestiguar su pelea,
de cualquier manera, ellos se arreglarían en un par de minutos, siempre lo hacían.
Mientras di la vuelta en la esquina hacia la cocina, choqué con un chico que no
conocía. Era quizás un poco mayor que yo, probablemente de la edad de Gas y era
realmente apuesto. Tenía cabello negro un poco alborotado, cayendo sobre su
frente y prácticamente cubriendo uno de sus ojos marrones. Sonrió y sostuvo mi
cintura tratando de estabilizarme mientras lo miraba. Inmediatamente di un
respingo dado que él estaba tocándome, pero no demasiado fuerte porque los
tragos habían adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí. Ya había quitado sus manos de mi cintura, así que di un paso
atrás para recuperar un poco de espacio personal.
—Soy Maxi. —Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta de que se le formaban unos
hoyuelos realmente lindos.
—Lali—contesté sin apartar la mirada de su rostro. Era realmente guapo. No lo
reconocía de la escuela—. ¿Vas a Penn State? —pregunté curiosa de por qué nadie lo conocía si estaba en la fiesta.
Sacudió su cabeza y sonrió.
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita, pero no puedo encontrarla.
—¿Ah, sí? ¿Quién es tu hermana? —pregunté frunciendo el entrecejo; puedo
decirte que alguien tiene como hermano un culo caliente.
—Paula reca —afirmó. No pude evitar la reacción natural de mi cuerpo.
Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres una gran fanática, ¿no? —
preguntó, todavía riendo.
—Oh... eh... Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de disculpa y sonrojándome
como loca. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a ser un dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla? —Le ofrecí, mirando alrededor de
la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me reí al recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no estaba allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos tomamos un trago? —sugirió,
asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos vasos y una botella de Jack Daniels.
Nos tomamos un par de tragos de eso hasta que me di cuenta que estaba
realmente borracha. Me apoyé sobre él pesadamente mientras charlábamos y
reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De
repente, me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra
el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda. ¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete
detrás de mí lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de
lágrimas. Él negó con la cabeza, mirándome un poco desconcertado y luego chocó
sus labios contra los míos. Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí,
pero sus manos estaban sujetando la parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada
como pude, pero él no se movió. Empecé a volverme loca, literalmente podía sentir
el ataque de pánico tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado. Levanté la mirada, desconcertada,
para ver a Peter recargado sobre la pared, su brazo cruzando sobre su garganta. Se veía tan enojado, que realmente comencé a sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser capaz de respirar.
—¡No la toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal
cosa y darle un beso a pesar de que ella no quería? —gruñó Peter con enojo.
Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Peter.
—¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero no pude responderle, sólo me
incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Peter, bendito sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi
cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
—¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinada que
no funcionó muy bien. Peter sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí
y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos. Tomé el cepillo de dientes y
le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que
todo el sabor a alcohol se había ido.
—¿A la cama? —preguntó, cuando había terminado. Asentí con la cabeza, y me
levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los
cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía
llevaba mi ropa de fiesta.
—¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré, mirando hacia mis shorts y
mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos también.
Él asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme, y sentía como si mis
piernas estuvieran estropeándose. Peter puso un brazo alrededor de mi cintura,
sosteniendo, y me quitó los collares.
Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi cabeza, pero me enredé en el
proceso y empecé a reír. Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me
sentara en la cama y me quitó el top.
Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Me puse hacia
atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas mientras bajaban por mi
trasero; él los tomó y los haló hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en
sujetador y tanga. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me quitaba una por
una mis sandalias.
—Bonito —ronroneó, mirándome con su sonrisa marca registrada, pero no me
importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi estómago me sacudió de nuevo.
—¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando una mano sobre mi boca.
Rápido como un rayo, me levantó y me llevó de nuevo al baño, sosteniendo mi
cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.
Después de haber cepillado mis dientes de nuevo, se quitó su camisa y la puso
sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de camisas —dijo con una sonrisa fácil,
mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.
Él caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo,
simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí.
Todavía podía oír la fiesta en el exterior.
Peter envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia su pecho. No podía
dejar de pensar en el tipo que me besó en la cocina. Antes de que supiera que
estaba pasando, estaba llorando.
—¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó, mirándome desconcertado.
—¡Ese imbécil se robó mi primer beso! —gemí. Peter se echó a reír y me sentí aún
peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de mí!—. ¡No es gracioso, Peter! El
primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una clase de
súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no
significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con rabia, golpeando su pecho.


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Peter de verdad se gana el titulo de invesil o porqe se rie ¿?


El proximo capitulo imperdible llega jajaja:)

+2

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