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sábado, 23 de marzo de 2013

Capitulo:12









Tomó un largo tiempo limpiar la casa. Alguien se había enfermado en el
patio trasero así que mandé a Gas a limpiar eso mientras yo trabajaba en la
cocina, recogiendo todos los vasos y botellas vacías. Parecía que la fiesta se había
salido un poco de control después de que Peter y yo nos hubiéramos ido a la cama,
y mi idiota hermano borracho no se había molestado en detenerlo.
—Ésta es la razón por la que me mantengo sobrio —declaró Peter, arrugando su
cara con desagrado al ver un jarrón lleno de orina en el alféizar de la ventana del
salón.
—¿Te mantienes sobrio para evitar que las personas orinen en los ornamentos de
mi mamá? —pregunté, riendo histéricamente.
Él asintió.
—Sorprendente pero cierto. Siempre hay alguien que no se molesta en caminar
hasta el baño —bromeó, haciéndome reír aún más fuerte.
Me sonrió, haciendo que mi corazón se derrita, y Gas entró.
—Guau, ¿en serio los acabo de escuchar riéndose de algo juntos? Es la primera vez —dijo mirando a lo que estaba sosteniendo Peter y pestañando.
—Será mejor que vaya a resolver esto —murmuró Peter, caminando rápidamente.
Podía notar que estaba un poco incómodo al mentirle a Gaston, pero yo estaba
realmente segura que un par de semanas sería lo mejor, sólo para asegurarnos que esto era lo que ambos queríamos.
—Gas, ¿se puede quedar Rochi este fin de semana? Sus padres están fuera de la
ciudad y no se quiere quedar en su casa sola —pregunté, dándole mi cara de
perrito.
Hizo una mueca.
—¡Ugh! Esa chica no hace nada más que coquetear conmigo, no me importaría
tanto si fuera mayor, pero quiero decir, por Dios, ¡tiene la edad de mi hermana
pequeña! ¡Ew! —dijo con falso estremecimiento.
—¿Así que piensas que alguien de dieciséis no debería salir con alguien de
dieciocho? —pregunté, tratando se ser casual.
No lo creyó, me miró con escepticismo.
—No estás interesada en nadie de dieciocho, ¿verdad? —preguntó, entrecerrando
los ojos hacia mí. Vi a Peter volver por el pasillo desde la esquina de mi ojo.
—No, estaba hablando sobre Rochi—mentí.
Asintió, al parecer satisfecho.
—No, no creo que deberían. Quiero decir, ¿qué clase de persona de dieciocho años miraría a alguien de dieciséis de esa forma? —preguntó, mirando a Peter mientras pasaba, viéndose un poco avergonzado.
—Sólo son dos años, Gas, no es la gran cosa. Sólo estás enloqueciendo porque es
la misma edad que tengo yo. Sólo porque tú no saldrías con alguien de mi edad,
no quiere decir que otros chicos se sientan de la misma manera, ¿cierto, Peter? —
respondí, todavía tratando de sonar casual a pesar de que mi voz se quebró un
poco cuando dije el nombre de Peter.
—Cierto. Conozco a muchas chicas de dieciséis que están bien calientes —
respondió Peter, guiñándome un ojo detrás de la espalda de mi hermano.
—Sí, ¡pero tú no puedes salir con ninguna de ellas! —gruñó Gas, girándose para
mirarlo y golpeándolo en la nuca mientras pasaba. Me encontré con la mirada de
Peter y estaba un poco sorprendido. Guau, Gas de verdad sabía que le gustaba, y al parecer estaba muy en contra a la idea de nosotros estando juntos. Esto podría ser incluso más complicado de lo que pensé.
rochi llegó aproximadamente una hora más tarde.
—Hola Gas, hola Peter—ronroneó mientras entraba, dándoles a ambos una
sonrisa coqueta. Vi a Peter reírse en voz baja mientras que sonreía de vuelta.
—Hola, Rochi—sonrió Gas, dándole un guiño coqueto. Realmente no se estaba
ayudando, si quería que ella lo deje en paz, entonces, ¿por qué animarla?
—Vamos, dejemos a los gigolós solos —bromeé mientras agarraba su mano y la
arrastraba a mi habitación. Vi a Peter sonreírme por la esquina de mi ojo y me
ahogué con una carcajada.
—No puedo creer que voy a pasar todo el fin de semana aquí contigo y tu
hermano. ¿Piensas que Peter se quedará también? —preguntó con sus ojos brillando.
—No lo sé, tal vez deberías preguntarle. —Sonreí un poco incómoda. Podía
imaginarla coqueteando con Peter justo en frente de mí; no estaba segura acerca
de cómo me voy a sentir al respecto.
Dejó caer sus cosas en el piso y se tiró en mi cama. De repente se dio vuelta y
agarró mi almohada frunciéndole el ceño, se veía confundida.
—Lali, ¿por qué tu almohada huele a colonia?
Podía sentir mis nervios burbujeando.
—Eh... bueno, yo...eh.... ¡Oh! Se la presté a Peter cuando se quedó aquí, así que
debe oler a él —mentí, tropezando con las palabras.
Enterró su cara en la almohada.
—Mmm, voy a dormir con ésta esta noche —declaró, apretando la almohada.
Me atraganté con la risa.
—Como sea, Rochi. Comamos, estoy muriéndome de hambre. —Me empujé fuera
de la cama y caminé hacia la puerta así podíamos pedir la comida.
—¡Tengo esto! —gorjeó, agitando un DVD frente a mi cara. Incluso la cubierta me
asustó demasiado. Rodé los ojos y caminé a la sala, dejándome caer en el sofá
junto a Liam. Él puso su mano en el sofá junto a la mía y discretamente frotó su
meñique contra el mío cuando nadie estaba mirando.
—¿Pediste la comida, Gas? —le pregunté, poniéndome de lado en el sofá para que
mi rodilla toque el muslo de Peter. Vi una sonrisa asomarse en la comisura de su
boca.
—Sip, hecho. Estará aquí en diez —dijo Gas, moviéndose en el otro sofá unos
centímetros porque Rochi prácticamente se había sentado sobre su regazo.
—Así que, Peter, ¿tu lindo trasero se quedará esta noche aquí también? Soy más
que feliz de compartir mi cama si quieres. Capaz que esté asustada de la película,
tal vez necesita a alguien que me haga sentir mejor en la noche —ronroneó Rochi seductoramente.
Lo sentí cambiar su peso más cerca de mí por lo que mi pierna estaba sobre la de
él aún más.
—Nop, no puedo. Estoy ocupado esta noche. Vas a tener que arreglártelas sin mí.—Se encogió de hombros y apartó la mirada hacia el televisor.
—Oh, bueno. Tendrás que ser sólo tu entonces, Gas, si estás interesado ronroneó.
No escuché su respuesta, mis oídos habían comenzado a sonar. En realidad
comencé a sentir celos. Era la primera vez que había sentido algo como esto,
quería pararme y gritarle a mi mejor amiga que deje a Peter en paz. Estallé en risas y mordí mi labio para detenerme.
Todos me miraron como si estuviera loca.
—¿Qué? —preguntó confundido Gas.
Sacudí la cabeza, sonriendo.
—Nada, sólo pensé en un chiste gracioso eso es todo —mentí levantándome—.
¿Alguien quiere algo para tomar? —ofrecí, necesitando cambiar de tema. Todos
dijeron que sí, así que me dirigí a la nevera y agarré cuatro latas de Pepsi.
Mientras cerraba la puerta, Peter me agarró desde atrás y me hizo girar para
mirarlo. Estaba parado tan cerca que podía sentir su respiración golpeándome en la cara.
—Ya te extraño —susurró, besándome suavemente. Tiré mis brazos alrededor de
su cuello y lo empujé hacia mí, profundizando el beso y enredando mis manos en
su cabello. Dio un paso hacia adelante haciéndome ir hacia atrás, así que mi
espalda estaba contra la nevera mientras que él empujaba su cuerpo contra el
mío—. Creo que simplemente deberíamos hablar con tu hermano ahora —
murmuró mientras se alejaba un par de minutos más tarde.
Negué con la cabeza, mirándolo suplicante.
—No, sólo un par de semanas, es todo lo que pido.
Esbozó una pequeña sonrisa.
—Está bien, como quieras. ¿Pero puedes hacer que tu amiga deje de coquetear
conmigo? Dile que estoy tomado.
Mi respiración se atoró en mi garganta con sus palabras.
—¿Estás tomado? —pregunté tímidamente.
Me besó de nuevo, dándole a mi cuerpo un hormigueo y haciendo que anhele por
más.
—Definitivamente estoy tomado, si tú me quieres tener —contestó, mirándome
fijamente a los ojos. Por dentro estaba saltando de alegría, mi corazón latía tan
rápido que casi lo podía escuchar en mis oídos, pero mi cabeza todavía me decía
que sea cuidadosa.
—Te tengo si tú me tienes —negocié.
Me dio una sonrisa maliciosa.
—Absolutamente. Cuando estés lista, te tendré todo el tiempo —dijo sugestivamente, meneando las cejas hacia mí. Jadeé y lo golpeé en el hombro,
haciéndolo reír—. Oh, vamos, estoy autorizado a decirte comentarios cachondos
ahora, ¿verdad? Quiero decir, eres mi novia así que tengo que usar mis mejores
movimientos contigo —dijo, fingiendo estar herido.
¿Me acababa de llamar su novia? Mi corazón se derritió con el sonido de esa
palabra saliendo de su boca.
—Dilo otra vez —susurré, tirándolo más cerca de mí.
—¿Estoy autorizado a decirte comentarios cachondos? —preguntó, luciendo un
poco confundido.
Negué con la cabeza.
—No, eso no. La siguiente parte —murmuré, poniendo mi boca a pulgadas de la
suya.
—¿Eres mi novia? —preguntó. Asentí, con la respiración entrecortada, su sonido
me hizo sentir como si estuviera volando, honestamente no podía recordar la
última vez que estuve así de feliz. Él sonrió—. Eres mi novia, Ángel —ronroneó
seductoramente, besando ligeramente mis labios—. Mi chica. —Me besó de
nuevo—. La única que quiero. —Me besó otra vez, ésta vez no lo dejé retirarse,
sostuve su cabeza contra la mía y lo besé apasionadamente, haciéndolo gemir
suavemente y que me sostenga aún más cerca de él. De pronto, saltó lejos de mí y
se movió hacia el costado. Lo miré confundida, ¿había hecho algo mal?
Justo entonces, Gaston dobló la esquina, dándome una expresión severa.
—Tienes que hablar con tu amiga, en serio, ¡me acaba de agarrar el pen*! —me
susurró casi gritando. Peter y yo estallamos en risas al mismo tiempo. El timbre
sonó y corrí a atenderlo, necesitando salir de la habitación, realmente no me
gustaba estar alrededor de los dos juntos, era un poco incómodo.
Después de la comida, Rochi puso la estúpida película de terror. Me senté junto a
Peter, lo que significó que gas se tuvo que sentar junto a Rochi en el otro sofá —
evidentemente fastidiado. La película fue horrible; Peter colgó su brazo
casualmente sobre el respaldo del sofá y estuvo jugando con mi cabello
discretamente, lo que la hizo un poco más soportable. Hacia la mitad
honestamente estaba tan asustada que me deslicé justo al lado de Peter y enterré
mi cabeza en su pecho. Podía sentir a Gas lanzando dagas hacia nosotros, pero no lo pude evitar.
Para el momento en el que terminó, casi estaba en su regazo, para su diversión.
Podía ver el bulto formándose en sus jeans a pesar de que puso su brazo sobre él
para cubrirlo rápidamente. Me sonrojé levemente, sabiendo que había provocado
eso, porque se sentía atraído a mí y yo estaba saltando sobre él. Mi mente volvió a
todas las veces que había estado excitado cerca de mí antes, en la cama o bailando, y me pregunté cuántas de ellas fueron causadas por atracción. Me mordí el labio, tal vez le preguntaría en otro momento.
Finalmente la estúpida película de zombies había terminado y suspiré de alivio.
—Eso fue impresionante —gorjeó Rochi, sonriendo.
—Sip, la mejor película que he visto en años —estuvo de acuerdo Peter con una
sonrisa, sabía que lo decía porque estuve sentada sobre él.
—¡La odié! ¿Cómo pueden decir que estuvo buena? Quiero decir, cielos, son
personas muertas que comen personas vivas y también las convierten en zombies
comedores de carne. Y ahora tengo que ir al baño, ¡y tengo miedo de ir sola! —me
quejé, poniéndome de pie y haciendo pucheros. ¿Por qué había visto la estúpida
película de todos modos? ¡Sabía que me asustaría!
Los tres se rieron de mí, pero Peter se paró.
—Iré contigo y revisaré el baño por aterradores no muertos antes de que entres,
¿qué te parece? —ofreció, inclinando la cabeza hacia el baño en el corredor,
sonriendo.
—¿Revisarías mi habitación también? ¿Y mi baño? —pregunté esperanzada. Se rió, obviamente pensó que estaba bromeando—. No estoy bromeando, Peter.
—Lo que tú quieras, Ángel —estuvo de acuerdo, sonriendo y siguiéndome por el
pasillo. Me detuve fuera de la puerta del baño y esperé que él entrara primero.
Salió un minuto después, riéndose entre dientes—. Es una zona libre de zombies —
dijo, sacudiendo la cabeza y sonriéndome.
—Gracias —murmuré, sonrojándome y sintiéndome como una niña pequeña. Me
dirigí al baño, dejando la puerta sin cerrar en caso de que necesitara salir de allí
rápido. Sabía que estaba siendo estúpida pero simplemente no podía evitarlo. Lavé mis manos, salí y lo vi inclinado contra la pared esperándome, lo que me hizo
sonreír.
—Pensé que sería mejor esperarte. Nunca sabes qué podría estar al acecho en un
pasillo oscuro —dijo, mirando alrededor lentamente con los ojos muy abiertos. Mi
corazón saltó a mi garganta mientras me tiraba hacia él, envolviendo mis brazos
alrededor de su cintura con fuerza y enterrando mi cara a un lado de su cuello. Él
río—. Sip, ¡la mejor película! —declaró, poniendo sus brazos alrededor de mí
caminando por el pasillo hacia el salón. Antes de doblar la esquina se apartó y me
besó suavemente en los labios.

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Chicas no saben lo feliz que estoy con sus comentarios me ubiera encantado subirles es la semana pero
se me habian acabado los cap editados y con el liceo no me queda mucho tiempo  ahora voy a editar lo mas que pueda xou besitos¡¡¡¡

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