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viernes, 28 de junio de 2013

Capitulo: 39


Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro
era que necesitaba mantener a Gas bajo control. Claro, yo quería matar

a ese imbécil tanto como él, pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si,
literalmente, le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos
responsables, y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No
dejaría que Gas fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermano
mayor, sobre todo ahora con el bebé en camino. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chica y mi bebé como el infierno fuera de
aquí, ahora.
Ángel, vamos, te llevaré a la mí a casa declaré, agarrando su mano y tirando de ella lejos de Gas.
Ella arrancó su mano de la mía y me miró.
¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlos hacer esto, a ninguno de los dos.
Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan
jodidamente estúpido! gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras
hablaba.
Ángel, tiene que salir, ahora ordené. No se iba a quedar aquí, cerca de ese
hombre, de ninguna forma, porque si él la miraba de manera equivocada no sería
capaz de contenerme, y mucho menos mantener a Gas bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terca, por lo general me
encantaba eso de ella pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo
quiere así, entonces al diablo. La tomé, envolviéndola en mis brazos, levantándola
en estilo nupcial.
¡Peter, no te atrevas! gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba
por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría
enfadada conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría
totalmente la pena, solo si sabía que ella estaba completamente a salvo. Comenzó
a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras la cargaba fuera
de la casa. ¡Maldita sea, me estaba matando! Odiaba verla llorar.
Le di un beso al lado de su cabeza.
Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder
concentrarme en mantener tranquilo a Gas, ¿de acuerdo? dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente, en dirección al sofá. Me senté y la mantuve en mi regazo, meciéndola suavemente.
Por favor, no te metas en problemas, Peter, por favor suplicó, abrazándome
con más fuerza.
No lo haré. Necesito ir al lado ahora. Tú te quedas aquí, no vengas hasta que
venga a buscarte. ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? pregunté con
desesperación.
Ella suspiró y se alejó sin mirarme.
Sólo ve entonces espetó enfadada, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto.
Gruñí, odiando su expresión de enojo.
Te amo, Ángel. Sólo los necesito a ti y a nuestro bebé seguros expliqué
mientras besaba su mejilla, frotando mi mano sobre su vientre plano. Luché contra
la urgencia de sonreír pensando en mi bebé creciendo dentro de ella, ese pequeño bebé afortunado que conseguía estar más cerca de ella que nadie por los próximos ocho meses. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro.
Me puse de pie y me volví para irme.
¿Peter? llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta, con la esperanza de una sonrisa. Te amo demasiado. Si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui. No había respuesta para eso. Estaba seriamente
enfadada conmigo y tendría mucho que hacer después de esto.
Nunca había hecho nada que ella no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora.
Corrí de nuevo hacia Gas. Él se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
Gas, tienes que escucharme dije, agarrando su hombro y haciéndolo enfrentarme.
Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada a menos que él comience, nada. Sólo quiero
hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas, pero si se acerca a mí, juro... Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría y no sería indoloro tampoco.
Después de unos diez minutos un coche se detuvo en frente. Agarré el brazo de
Gas cuando se levantó del sofá.
Tranquilízate de una maldita vez,Gas. ¿Entiendes? ordené. Él asintió y me
dirigí a la puerta. La abrí y el imbécil se quedó mirándome furiosamente. Mis
manos estaban ansiosas de estrangularlo. No lo había visto desde que lo echamos por la puerta seguido de todas sus cosas, hace tres años, pero lucía exactamente igual al que recordaba.
Peter Lanzani, has crecido un poco, ¿eh? afirmó, mientras me examinaba.
Stephen Walker, ¿dejaste de abusar sexualmente a las muchachas? respondí, mi mano apretando la manija de la puerta con tanta fuerza que mis dedos estaban doliendo.
Él me miró y se abrió paso en la casa.
¿Dónde diablos están Gas y Lali? preguntó con enojo.
Estoy aquí. Y Lali está fuera dijo Gas con calma. Tal vez iba a estar
tranquilo, después de todo.
¡Tú, pequeña mierda! ¡Siempre fuiste un maldito problema! ¿Dónde mierda están mi esposa e hijo? Y me voy a llevar a Lali también gritó Stephen dirigiéndose hacia el pasillo en la parte trasera. Podía sentir mi ira en aumento cada vez que decía el nombre de mi ángel. Me tomó un par de respiraciones profundas, necesitaba ser el fuerte.
Gas se echó a reír.
Sí, está bien dijo con sarcasmo. Creo que estaba tratando de incitar a su padre a empezar algo. Creo que estaba pensando en dejarle conseguir un par de golpes al principio para que pueda decir que fue en defensa propia.
¿Dónde están? Stephen prácticamente gritó. Siempre tuvo muy mal carácter.
Te estoy diciendo, viejo, que si alguna vez te acercas a mi hermana una vez más, te voy a matar gruñó Gas. ¿Me entiendes? Tienes que salir de la ciudad.
Ahora. No hay nada aquí para ti ahora. Ruby no te quiere tampoco, nadie te quiere le espetó.
Sonrió ligeramente mientras Stephen se acercó a él con los puños apretados.
¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Lali tenían que abrir sus sucias bocas
y decirle a Nicolas lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de
mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así,
cuando me dijo que estaba embarazada de ti gritó Stephen con rabia.
¡Maldita sea, era un imbécil!
Gas lo agarró y lo arrojó contra la pared, golpeándolo hasta dejarlo sin respirar.
¡Mierda! Agarré a Gas justo cuando estaba a punto de darle un puñetazo y lo
aparté.
¡Así no!Gas, no así le grité, tratando de detenerlo.
¡Déjame ir! Voy a matar maldita sea.Gas, ¡déjame ir! gritó Gas, tratando de
deshacerse de mí.
¡Gaston, cálmate! escuché decir a Amber.
Mi sangre se congeló al sonido de su voz. ¿Qué demonios estaba haciendo allí?
Todos nos volvimos para verla de pie en la puerta. Solté a Gas rápidamente y fui
hacia ella, pero ese idiota estaba entre ella y yo. Agarró su muñeca. Ella se
estremeció y trató de sacar su brazo fuera de su control.
¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! le gritó.
¡Déjala ir, ahora! gruñí a través de mis dientes apretados, apenas capaz de
contener mi ira. Podía oír latir mi corazón tamborileando en mis oídos, estaba tan
enojado que me temblaban las manos. Iba a matarlo en tres segundos si no la
dejaba ir.
Se volvió para mirarme, el odio clara en su rostro.
¡Vete a la mierda! Es mi hija gritó, tirando de ella bruscamente cerca de él. Ella se volvió y trató de alejarlo. Su rostro se endureció. Me lancé hacia adelante al mismo tiempo, la abofeteó con fuerza en la cara.
Agarré su camisa y le di un puñetazo de lleno en la cara, disfrutando del
satisfactorio "crack" que hizo su nariz mientras mi puño conectaba con ella. Retiré
mi brazo y lo golpeé una y otra vez, ignorando el dolor que cada golpe causaba en
mi mano. Después del cuarto o quinto golpe su cuerpo estaba cojeando un poco
así que lo empujé contra la pared, así no tenía que sostenerlo, y le di un puñetazo
otra vez. Puse todo mi odio en él, toda la ira, el dolor y la impotencia que alguna
vez había sentido cuando veía a mi chica llorar hasta dormirse. Nunca dejaría a este hombre lastimarla de nuevo. Se dejó caer al suelo, envolviendo sus brazos
alrededor de su cabeza, pero no me detuve, no podía parar. Así que empecé a
darle patadas en su lugar.
De repente, Gas me agarró por detrás y me palmeó mi cara por primera vez en la
pared. ¿Qué diablos estaba haciendo?
¡No! ¡Todavía no he terminado! ¡Aléjate de mí.Gas! le grité, tratando
desesperadamente de quitármelo para poder matar al hombre que hizo de la vida
de mi Ángel una desgracia. Me aparté de la pared tratando de liberarme.
Lali está herida,Peter dijo Gas, empujándome contra la pared otra vez, su
brazo a través de la parte trasera de mi cuello.
¡Sólo aléjate de mí. Déjame terminar! grité, todavía luchando en contra de su
abrazo.
¡PETER , LALI ESTÁ HERIDA! gritó Gas.
Espera, ¿qué dijo? ¿Lali? Oh, Dios mío.
¿Qué? ¿Dónde? ¿Dónde está? pregunté con desesperación. No la vi salir
lastimada, él la abofeteó y se cayó y todo lo que pude ver fue a él. ¡Mierda!
Me soltó y me volví para buscarla, yaciendo de costado, hecha un ovillo, con los
ojos cerrados, la mandíbula apretada, todo su rostro era la viva imagen del dolor.
Me sentí enfermo mientras corrí a su lado, inclinándome sobre ella con rapidez.
¿Ángel? susurré, agachándome y acariciando su mejilla de color rojo donde él
la había abofeteado.
Gimió y trató de moverse, haciendo un estrangulado jadeo.
Me duele,Peter. Por favor, me duele mucho exclamó, mirándome desesperadamente. Parecía aterrorizada, se veía tan asustada que sentí como si mi corazón dejara de latir al verla.
¿Qué te duele, Ángel? pregunté, tratando de aliviarla mientras me inclinaba y
besaba su mejilla dolorida. Necesitaba conseguir un poco de hielo o algo así,
entonces estaría bien, tendría un moretón por una semana aproximadamente, pero estaría bien.
Mi estómago dijo con voz ronca, sollozando, volviendo el rostro hacia el suelo,
llorando histéricamente.
¿Su estómago duele? Miré hacia abajo a su estómago, lo estaba acunando
protectoramente. Podía ver la sangre filtrándose a lo largo de la pierna de sus
pantalones vaqueros. Mi corazón se detuvo, no podía respirar. Todo lo que podía
ver era la sangre, lo único que podía oír era su llanto y quejidos.


Lali


Oí el coche estacionar, así que di un salto y corrí hacia la ventana. Me estremecí
cuando lo vi salir del coche y caminar furioso hacia la casa. Me sentí enferma. No
podía dejarlos hacer esto, se iban a meter en tantos problemas. No podría soportar perder a ninguno de ellos.
No quería que Gas se metiera en problemas, pero en serio me mataría si Peter
estaba en problemas por esto.
Mordí mi labio, pensando. Tal vez podría ir y ser otro testigo, entonces de esa
manera cuando él empiece algo primero podría decir que fue en defensa propia
también. Otro testigo ayudaría sin duda a su caso. Oh, mierda, ¡Peter me va a matar por esto! Salí corriendo de su casa hacia la mía. Podía oír gritos provenientes de adentro y me detuve, sentí el temor familiar que siempre sentía cuando era una niña. No podía moverme del lugar, era como si estuviera congelada. Podía oír su voz, gritando, y me helaba la sangre pero esos eran Gas y Peter allí, siempre estaban cuidando de mí, siempre. Podía hacer esto por ellos, todo lo que tenía que hacer era presenciar como él lanzaba el primer golpe.
Me acerqué a la puerta, no estaba cerrada, sólo la empujé.
¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Lali tenían que abrir sus sucias bocas
y decirle a Nicolas lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de
mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así,
cuando me dijo que estaba embarazada de ti gritó mi padre enojado.
Gemí a causa de las horribles palabras que acababa de decirle a mi hermano. Mi
padre siempre fue una desagradable pieza para trabajo, pero eso fue bajo, incluso
para él.
Escuché una explosión y un gemido, así que abrí la puerta, para ver a Peter
sosteniendo a Gas, tratando desesperadamente de mantener a Gas lejos de mi
padre, que estaba parado contra la pared, mirándolos con rabia.
¡Así no!Gas, ¡así no! gritó Peter, a Gas mientras lo sujetaba en sus brazos.
Gas no estaba calmándose. Su rostro estaba rojo de ira, lo único que podía
detenerlo cuando estaba así, era yo. Odiaba verme alterada ni algo, era tan
sobreprotector.
¡Gas, cálmate! supliqué desesperadamente.
Él dejó de moverse, Peter lo apartó y me miró sorprendido y un poco asustado. Se
movió hacia mí y vi a mi padre, moverse al mismo tiempo, estaba mucho más cerca de mí que Peter , y estaba bloqueando su camino. Ni siquiera tuve tiempo de alejarme antes de que agarrara mi muñeca, apretándola fuerte, su cara enojada y roja. Me estremecí mientras me apretaba más fuerte haciendo al dolor disparar por mi brazo. Intenté sacar mi brazo con rapidez, pero él no lo soltaba.
¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! me gritó, hundiendo sus uñas en mi piel. No
podía respirar.
¡Déjala ir, ahora! ordenó Peter, luciendo tan enojado que realmente me asustó.
Mi padre se volvió hacia él, aun sujetándome con fuerza.
¡Vete a la mierda! Es mi hija le espetó él, tirando de mi brazo, haciéndome
perder mi equilibrio y tropezar más cerca suyo. Podía oler el alcohol en su aliento,
haciéndome sentir enferma. Giré y tiré de mi brazo, tratando de liberarme. Todavía
no me dejaba ir, así que puse mi mano sobre su pecho y lo empujé tan fuerte
como pude. Él no se movió ni un centímetro. Vi su mano moverse y cerré los ojos
sabiendo que me iba a golpear.
Su mano conectó con mi cara, haciéndome sentir como si mi cabeza hubiera
explotado. Me caí hacia atrás y me estrellé en el aparador. Dolor como nunca había sentido en mi vida se disparó a través de mi estómago y mi espalda baja. Era como si alguien me hubiera apuñalado. Me aferré al aparador, tratando de mantenerme en pie mientras siseaba a través de mis dientes.Gas pasó por encima y me agarró tirando de mí hacia abajo sobre el piso, sentándonos abajo apoyándonos en el aparador.
Mierda.La, ¿estás bien? preguntó con desesperación, acunando mi cabeza
contra su pecho.
Envolví mis brazos alrededor de mi estómago, tratando de respirar a través del
dolor.
No gruñí. ¡Oh, no, estaba perdiendo el bebé! ¿Peter? ¿Dónde está Peter? pregunté, abriendo los ojos y mirando alrededor por él, pero apenas podía ver
nada, porque mis ojos estaban llenos de lágrimas. Podía oír ruido gruñidos y
gemidos. Oh Dios, él no está... ¡Por favor, dime que no está haciendo eso! Parpadeé y miré para ver a Peter golpear a mi padre una y otra vez, su rostro era la viva imagen de la rabia. Él no iba a parar hasta que ya no respiraba. Esto era todo. Peter me iba a ser arrebatado, y yo estaba perdiendo su bebé. Sentí mi corazón rompiéndose en mil pedazos.
Ve a detenerlo susurré, apenas capaz de hablar.
No. Deja que lo mate gruñó Gas enojado.
Negué con la cabeza. ¡Oh, Dios mío, por favor!
Gas, ¡ve a detenerlo! Por mí, ¿por favor? Lo necesito. Dile que estoy herida. Lo
necesito jadeé mientras una oleada de náuseas se apoderaba de mí, haciéndome vomitar. ¿Peter? grité desesperadamente, pero fue apenas un susurro.
Gas se movió.
Iré a buscarlo dijo rápidamente mientras se ponía de pie de un salto. Rodé
hasta ponerme de lado, llevando mis rodillas al pecho, sosteniendo mi estómago.
¡Oh por favor, no me dejes perder este bebé! Cerré los ojos con fuerza contra el
dolor; un par de segundos después Peter acarició mi mejilla haciéndola arder de
nueva.
¿Ángel? susurró, sonando tan preocupado que me rompía el corazón una vez
más. ¿Cómo podía decirle que estaba perdiendo el bebé? Él estaba tan feliz por
eso, ¿cómo demonios iba a decir las palabras? Quería envolverlo con mis brazos y hacer que me abrazara y que hiciera que todo esto se fuera. Peter podía hacer que todo estuviera bien, él podía hacer que todo estuviera bien.
Me moví para levantarme pero una oleada fresca de dolor me golpeó, haciéndome
jadear.
Duele,Peter. Por favor, duele tanto murmuré, levantando la Mirada hacia su
perfecto rostro. Él lucía tan preocupado por mí. Yo estaba perdiendo todo. ÉL iba a ir a la cárcel y yo estaría sola. ¿Cómo iba a vivir sin él?
¿Qué duele, Ángel? preguntó, mientras inclinaba su cabeza y besaba mi
mejilla.
Mi estómago. No pude mirar su rostro cuando se dio cuenta que estaba
perdiendo el bebé, no quise ver el dolor y la devastación allí. Volví me rostro hacia
la alfombra y sollocé. Esto era completamente mi culpa. Debería haberme quedado en su casa como me dijo. Si estuviera allí ahora el bebé estaría a salvo, y Peter no estaría enfrentándose a la cárcel. Él sólo había golpeado a mi padre porque yo estaba allí, no lo hubiera hecho si yo sólo me hubiera quedado. ¿Por qué no podría haberme quedado allí como él me había dicho?
¡Gas! ¡Llama una ambulancia! gritó Peter desesperadamente. Estaba
acariciando la parte de atrás de mi cabeza suavemente. Shh, todo está bien. Está bien, Ángel me arrulló. Sentí su brazo envolverme, así que volví mi rostro hacia él. Estaba acostado junto a mí. ¿Cómo demonios todavía me estaba consolando? Esto era todo mi culpa; ¿por qué no me gritaba?
Lo lamento tanto dije honestamente. Esto iba a arruinar todo; él no me querría
ahora que había matado a nuestro bebé.
Él inclinó la cabeza y besó mi frente.
Ángel, no tienes nada que lamentar susurró, acercándose a mí. Su mano
frotaba círculos en mi estómago, tan suavemente que apenas podía sentirlo.
Esto es mi culpa exclamé, sollozando una vez más. Él sacudió la cabeza
ferozmente y se alejó de mí de un empujón. Sentí mi corazón romperse. Lo sabía; él me iba dejar ahora. Se puso de pie y fue hacia mi padre quien estaba intentando levantarse del suelo y comenzó a golpearlo de nuevo, gritando una retahíla de improperios.
Gas lo lanzó al piso.
¡Détente! ¡Ve con Lali, ahora! ordenó, mirándolo con ira.
Peter asintió y corrió de vuelta hacia mí.
Voy a levantarte, ¿de acuerdo? dijo suavemente.
Sacudí la cabeza, no quería moverme.
No. Por favor no susurré. El dolor era tal que me sentía enferma. Él lucía como si también estuviera sufriendo mientras se movía sobre mí, apartando el cabello del mi rostro, besándome suavemente, murmurando palabras tranquilizadoras.
¿Dónde está la maldita ambulancia? le gritó a Gas.
En camino. ¿Qué le sucede? preguntó Gas, arrodillándose junto a mí. Apreté la mano de Peter, sin querer verlos pelear por esto si Gas se asustaba por lo del bebé.
Está embarazada,Gasexplicó Peter, besando mi mejilla.
¿Eembarazada? tartamudeó Gas. Peter asintió, mirándome con
preocupación.
Voy a hacerte pagar por esto, ¡pequeña mierda! gritó mi padre desde la
puerta. Gas y Peter ambos se movieron para levantarse pero yo tomé la mano de
Peter , no quería estar sola de nuevo.
Sal de aquí antes de que te mate yo mismo, y si ella pierde su bebé lo juro por
Dios, estás muerto gruñó Gas venenosamente.
Gas , por favor susurré, sin querer más problemas.
¿Bebé? ¿Está embarazada? La pequeña zorra gruñó mi padre.
Peter estaba tan enojado que todo su rostro estaba rojo cuando se movió para
levantarse una vez más. Justo en ese momento pude oír las sirenas aumentando
haciéndose más intensas. El rostro de Peter voló al mío, sonrió débilmente.
Está bien ahora, Ángel, la ayuda llegó. Todo va a estar bien dijo suavemente.
Levanté la mirada para ver que mi padre se había ido; Gas staba de pie en la
puerta esperando la ambulancia.
Peter me estaba mirando, sus hermosos ojos azules apretados con preocupación.
Lo amaba tanto, ¿cómo me las voy a arreglar cuando él me deje y se vaya a la
universidad, y todo lo que me quede sea lo que podría haber sido?
--------------------------------------------------------------------------------------------ç
:( ¿Lali perdio a su hijo?
¡Que hijodesumadre el papa¡ :(

PD: Chicas aqui van a subir el disco de aliados sin marca por si alguna lo quiere: 
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3 comentarios:

  1. Me encanta tu nove!!!es como una adiccion jaja, empiezo a leer los capitulos y no paro ajajajja
    Pobre lali! Si pierde al bb yo misma mato al padre jajaja!
    Besos! Aby:)

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  2. NANAI NANAI jajajaja lali NO va a perder a su bebe entendido?? y es mejor que me obedezcas porque sino voy a entrar en ese nove eh jajajaja
    seguilaaaa porfaaaa

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  3. Tengo nove en mi blog http://amorporcasiangeless.blogspot.mx/
    apenas va por el capitulo 6, te espero!
    Y esta muy buena tu nove, pobre lali a ver que pasa
    Besos..

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