Datos personales

jueves, 20 de junio de 2013

Capitulo: 35


Lali? repitió la señora, mirando entre él y yo. ¿Tu hija,Lali? preguntó, con una sonrisa tirando de sus labios. Mi padre asintió con la cabeza, sin separar sus ojos de los míos. Me sentí como un venado atrapado en los faros de un coche que se aproxima y lo único que puede hacer es prepararse para el impacto.
Bueno, es grandioso al fin conocerte. He oído a Stephen y Nicolas hablar tanto
de ti que ya siento como si te conociera dijo la señora, sonriéndome con gusto.
Traté de devolverle la sonrisa y fingir que todo estaba bien, que no estaba a punto
de desmayarme en cualquier segundo, que no estaba a unos cinco segundos de
tumbar la casa a gritos.
Igualmente, Ruby contesté en voz baja, arrastrando mis ojos de él.
¿Qué estás haciendo aquí, Lali? preguntó mi padre, levantando las cejas y
sonriendo con una media sonrisa. El sonido de su voz envió escalofríos por mi
columna mientras trataba desesperadamente de no recordar mi infancia. Tenía
pesadillas con su voz, sus ojos, la forma en que se paraba tan derecho y cómo sus puños siempre estaban cerrados, igual que ahora.
Yo... yo vine con Niclas . Él está... él esta se está cambiando tartamudeé.
Inmediatamente me regañé mentalmente por mi tartamudez. Sus viejas reglas
volvieron, enderézate, habla claro, no murmures.
Ruby sonrió.
Bueno, es genial que estés aquí. ¿Te gustaría quedarte a cenar? Creo que vamos a pedir comida, porque no tenemos muchos alimentos aquí. No pensábamos volver hasta tarde esta noche, pero Matt ha estado enfermo toda la semana, así que volvimos temprano explicó Ruby mientras besaba la cabeza del bebé con suavidad. Ella parecía muy agradable, demasiado buena para este imbécil abusador.
Negué con la cabeza, incapaz de hablar de nuevo. Me temblaban las manos, así
que las apreté juntas con fuerza, tratando de mantener el control y no lanzarme al
suelo a llorar.
¿Estás segura? No es molestia. Nos encantaría que te quedaras para la cena, ¿no es así, Stephen? continuó, sonriéndole, completamente ajena a lo que yo estaba viviendo mi peor pesadilla en estos momentos.
Él asintió con la cabeza, su mirada viajó a lo largo de mi cuerpo, haciéndome sentir escalofrío.
Estoy segura, gracias dije en voz baja, quebrándome un poco al final.
El niño empezó a llorar de nuevo. Los ojos de Ruby se agrandaron mientras miraba a Stephen.
Voy a darle un poco de medicina y a dormirlo dijo, levantando la cabeza hacia
la despensa, de la que sacó una botella de medicina y una cuchara.
Mi padre anduvo un par de pasos hacia mí y yo retrocedí contra la puerta, mi
respiración salió entrecortada. Le eché un vistazo a mi teléfono abierto y marqué el numero de Nicolas, era la persona más cercana, si tan sólo pudiera llamarlo y
decirle de alguna manera que bajara, podríamos irnos.
¿Cómo has estado,Lali? He estado tratando de verte por años, pero tu
hermano no me dejó afirmó con sorna en la palabra hermano.
¿Había estado tratando de verme y Gas no me dijo? ¿Por qué diablos no iba a
decirme algo así? Conociendo a Gas, probablemente pensó que me estaba
protegiendo. Miré a la madre de Nicolas en busca de ayuda, ella estaba regresando la botella de medicina.
He estado muy bien, gracias contesté. Miré mi teléfono, que todavía estaba
tratando de conectar, Nicolas no respondía. ¡Maldita sea!
Voy a llevar a Matt a la cama y vuelvo para hacer un poco de café o algo.
Sugirió Ruby, sonriéndome amablemente.
Está bien, amor respondió mi padre, sin apartar sus ojos de los míos.
Tragué saliva, ¡no podía estar allí sola con él!
¿Puedo ir contigo? pregunté con desesperación. Ruby me miró un poco
sorprendida. Me gustaría ver el cuarto de Matt, si eso está bien mentí con
rapidez. De ninguna forma me quedaría aquí con él.
No creo que eso sea una buena idea,Lali. Matt no está bien. Puedes ver su
habitación en otro momento interrumpió mi padre antes de que Ruby pudiera
contestar.
Ruby sonrió.
Ya vuelvo. Se dirigió fuera de la habitación con el niño aferrado a su cuello.
Di un paso a un lado y casi salgo corriendo de la habitación después de ella. Tan
pronto lo pasé, agarró mi muñeca, halándome para que me detuviera, lo que casi
me hace caer. Sentí el grito tratar de salir de mi garganta, pero me lo tragué, no
podía demostrarle cuanto poder tenía sobre mí.
Te ves hermosa,Lali. Igual a tu madre cuando tenía tu edad. Siempre has sido
un jodido durazno ronroneó, lamiéndose los labios mientras pasaba su mano por mi mejilla.
Levanté mi rodilla y le di un rodillazo tan fuerte como pude en la ingle, tirando mi
brazo de su agarre y corriendo por el pasillo tan rápido como mis piernas pudieron
llevarme. Aunque no tenía ni idea de a dónde debía ir. Había venido en el coche de Nicolas, así que no quería simplemente salir corriendo de la casa sin un lugar al que ir. En vez de eso, corrí hacia las escaleras, pasando el pasillo hasta que me detuve en una puerta con un anuncio de Entre bajo su propio riesgo colgando. Tenía que ser la habitación de Nicolas. No me molesté en tocar, sino que entré azotando la puerta detrás de mí y estallando en sollozos histéricos mientras me inclinaba contra ella.
¡Lali! ¿Qué demonios? exclamó Nicolas. Alcé la vista y allí estaba, de pie
envuelto en tan sólo una toalla, con el cuerpo mojado acabando de salir de la
ducha. Me retiré de la puerta y me lancé hacia él, abrazándolo con fuerza,
ignorando el agua que goteaba de su pelo sobre mí mientras sollozaba en su
cuello.
¿Qué pasa? ¡Lali, por amor de Dios! ¿Qué pasó? preguntó desesperadamente mientras frotaba las manos por mi espalda tratando de
calmarme.
Necesito ir a casa. ¡Necesito irme, ahora mismo! grité. Mis piernas apenas me
sostenían, él estaba soportando a la mayor parte de mi peso. Probablemente lo
estaba lastimando dada la fuerza con que me aferraba a él, pero no se quejaba.
¿Qué pasa? preguntó, separándome para mirarme.
¿Nicolas, por favor? Me atraganté.
Él asintió con la cabeza y me arrastró hasta la cama para que me sentara.
Tengo que vestirme dijo, ruborizándose.
Asentí con la cabeza y cerré los ojos, tratando de imaginar a Peter, lo necesitaba
para calmarme, no podía entrar en crisis aquí. Lo escuché moverse vistiéndose.
Menos de un minuto más tarde, tomó mi mano.
Estoy listo. Vamos dijo, tirando de mí con suavidad. Me aferré a su mano con
fuerza mientras me conducía a través del cuarto hasta la puerta, deteniéndose con
una mano en la perilla. ¿Me prometes que me dirás de qué trata todo esto más
tarde? pidió, mirándome suplicante. Asentí con la cabeza. Aceptaría cualquier
cosa que me pidiera con tal de que me sacara de aquí.
Envolvió su brazo a mi alrededor, acercándome a su lado, mientras abría la puerta
que nos llevaba rápidamente por las escaleras. Me puse rígida cuando su madre
salió de la sala de estar.
¡Mierda! ¿Qué están haciendo en casa? preguntó, sorprendido.
Ella sonrió con cierta tristeza.
Matt no está bien. Se puso enfermo ayer por la noche y ha estado incómodo
durante todo el día, así que vinimos antes explicó, abriendo los brazos para
abrazarlo.
Se apartó de mí y sentí mi aliento entrecortado en mi garganta por estar por mi
cuenta. Él le dio un rápido abrazo.
Te extrañé susurró ella, dándole palmaditas en la espalda.
Él sonrió y la besó en la mejilla.
Yo también. Mira, mamá, tengo que llevar a Lali a su casa, su hermano la
necesita mintió, pasando de nuevo su brazo sobre mí rápidamente.
Ella sonrió con tristeza.
¿Segura de que no puedes quedarte a cenar, Lali? A Stephen le gustaría pasar
algún tiempo contigo.
¿Pasar tiempo conmigo? ¿Es una maldita broma? Negué con la cabeza.
No puedo susurré.
Mi padre caminaba por la esquina, así que me encogí al lado de Nicolas,
apretándome contra él con tanta fuerza que dolía. Su brazo se apretó a mi
alrededor, aunque no sabía por qué estaba actuando de esa manera. Realmente
era un gran hermanastro.
Hola, Stephen saludó Nicolas, con rigidez.
Hola, Nicolas. ¿Siendo acogedor con mi hija? preguntó, su voz dura me hizo
estremecer.
Me tengo que ir susurré desesperadamente, enterrando mis dedos en su
costado.
Los veré más tarde dijo Nicolas volteándose y empujándome delante de él
para colocarse entre mi padre y yo mientras caminábamos hacia la puerta.
Prácticamente corrí hasta su auto, mirando hacia la puerta todo el tiempo en caso
de que viniera a buscarme. Aunque sabía que no lo haría. Necesitaba mantener su papel frente a su esposa y Nicolas, pero eso no impedía que el pánico se elevara en mi pecho. Nicolas me miró preocupado mientras aceleraba por las calles.
¿Estás bien, Lali? Te ves muy pálida y estás temblando dijo, tomando mi
mano.
Asentí con la cabeza. Quiero ir a casa escupí.
Está bien, shh. Te llevaré a casa. Frotó su pulgar sobre la palma de mi mano
mientras se dirigía a mi casa. Apreté los ojos cerrados. Realmente no había
cambiado nada, la forma en que me miró me revolvió el estómago. ¡Oh Dios,
necesitaba a Peter!
Después de unos diez minutos de estar tratando de pensar en otra cosa que no
fuera mi padre, nos detuvimos en mi entrada. Me lancé del auto y corrí hacia la
casa, rezando porque Peter todavía estuviera allí. Abrí la puerta y lo vi sentado en el sofá jugando PlayStation con Gas.
Ambos levantaron la mirada cuando entré. Peter me sonrió con alegría antes de
que su rostro se ensombreciera. Se levantó del sofá mientras corría hacia él.
¿Qué demonios? gritó furioso, mirando a Nicolas que venía detrás de mí.
Me lancé hacia él, sollozando. Vaya, lo necesitaba, era lo único que me mantenía
cuerda cuando mi mundo comenzaba a desmoronarse. Me envolvió en sus brazos
con fuerza, volteándome lejos de Nicolas, con todo el cuerpo y estresado.
¿Qué diablos está pasando? gritó Gas, dando un paso hacia Nicolas, luciendo
muy enojado.
No lo sé. Me estaba cambiando cuando ella simplemente se volvió como loca y
comenzó a llorar. ¡Gas, yo no le hice nada! exclamó Nicolas sonando un poco
asustado.
Gas me agarró del brazo, tirando de mí lejos de Peter.
¿Lali, él te lastimó? me preguntó con fiereza, señalando acusadoramente a Nicolas.
Negué con la cabeza, tratando de hablar. ¿Pensaban que Nico me había hecho daño?
Fui a su casa. Se suponía que no estaría ahí. Lloré, mis piernas no soportaron
mi peso. Peter me agarró de la cintura antes de que cayera al suelo y me levantó
rápidamente, se sentó, tirando de mí en su regazo, retirando el pelo de mi cara y
besándome en la mejilla.
Shh está bien, Ángel. Todo está bien susurró.
¿Quién no se suponía que iba a estar allí? Alguien tiene que decirme qué
demonios pasó. ¡AHORA MISMO! gritó Gas cada vez más enojado y furioso.
Papá dije con voz ronca.
Los ojos de Gas se ampliaron, sus manos se cerraron en puños, su mandíbula se
mantuvo apretada. Sentí los brazos de Peter apretarse más a mi alrededor.
¿Lo viste? preguntó Gas, su voz sonaba realmente amenazadora.
Asentí con la cabeza y lo vi mirar a Nicolas de nuevo, como si de alguna manera
fuera su culpa.
¿La llevaste a tu casa y dejaste que ese imbécil se le acercara? gruñó Gas,
haciendo que Nicolas se estremeciera.
¡Yo no sabía que estaba allí! No se suponía que estuviera allí. Llegaron temprano a casa, mientras yo estaba en la ducha protestó, manteniendo sus manos en alto inocentemente mientras Gas lo miraba como si quisiera matarlo. Si las miradas mataran, Nicolas estaría muerto ahora mismo.
¿Qué hizo, Ángel? susurró Peter, empujando mi cara para que pudiera verlo.
Negué con la cabeza. ¿Podría decirles? Si lo descubrían, no tenía duda de que irían hasta allá en un futuro muy, muy cercano y se meterían en problema.
Dime ordenó Peter.
Lo abracé con fuerza, no podía mentirle.
Él.... me agarró del brazo. Me dijo... que me veía hermosa, como mi mamá a mi
edad, y que yo era un ma... maldito du... durazno susurré, apenas capaz de
articular palabra, mi voz subiendo y bajando entre sollozos.
Los brazos de Peter se apretaron a mi alrededor, tan fuerte que en realidad
empezaban a dolerme las costillas.
Peter, me haces daño. Me quejé, apretando mis manos en su pelo. Sus brazos me soltaron al instante, pero su cuerpo estaba tan tenso que probablemente estaba dándole una úlcera.
Gas agarró las llaves.
Voy a ir. ¿Vienes Peter? preguntó Gas, caminando hacia la puerta. ¡Oh, diablos, no! ¡No podía permitir que se metieran en problemas!
Peter me levantó de su regazo y me sentó en el sofá.
Vigílala le dijo a Nicolas con severidad, mientras se puso de pie para irse.
¡No! grité, agarrando la mano de Peter. ¡Gas, no! supliqué.
No voy a dejar que te haga daño otra vez gruñó Gas.
No lo hará. No se acercará a mí. Ha sido mi culpa, no debí ir a casa de Nicolas.
No debía tomar ese riesgo. Por favor, por favor no lo hagas. No puedo ver que se
metan en problemas. Te necesito. Los necesito a los dos. Por favor no me dejes
sola le supliqué. Apreté la mano de Peter para dar énfasis.Por favor rogué halándolo cerca de mí de nuevo.
Él suspiró y miró a Gas.
Ella tiene razón,Gas. No podemos ir si él no hace nada primero. Se saldría con la suya y seríamos nosotros los que nos meteríamos en problemas razonó Peter. Me relajé. Peter estaba siendo sensato; él siempre pensaba bien las cosas, no como Gas.
¿Qué quieres decir con hacerle daño de nuevo? preguntó Nicolas en voz baja.Los tres lo miramos. Gas habló primero.
Nada. Creo que deberías irte,Nicolas. Él asintió con la cabeza mirando hacia la puerta, señalándole que se fuera.
Nico negó con la cabeza.
No.Lali, me prometió que me diría qué era todo esto dijo, mirándome
suplicante.
Tiene razón, le dije eso. Gas me miró, dejándome tomar la decisión.
Yo le dije eso confirmé, asintiendo con la cabeza y cerrando los ojos,
presionándome contra Peter de nuevo. ¡Vaya, esto iba a ser tan duro!



 +2

3 comentarios: