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viernes, 14 de junio de 2013

Capitulo: 31



Lali

Cuando me desperté por la mañana mi cabeza estaba palpitando. Gemí. En
verdad no necesitaba un dolor de cabeza encima de todo lo demás que iba a
ir mal hoy. Peter todavía estaba dormido así que salí de la cama, intentando no

despertarlo. Me dirigí a mi baño para tomar una ducha. Aún estaba bajo la
regadera, intentando desesperadamente no llorar mientras pensaba en la “nueva
familia” de mí padre. ¿Qué en la tierra iba a decirle a este chico Nicolas? Suspiré y salí de la ducha, enrollándome con una toalla.
En silencio, intenté convencerme a mí misma que este chico Nicolas probablemente ni siquiera querría hablar conmigo hoy y que me estaba preocupando por nada. No era culpa del chico que mi padre se casara con su madre y lo hicieran mudarse aquí. Demonios, él probablemente necesitaría un amigo ahora mismo porque acabaría de dejar todo y todos los que le importaban detrás.
Caminé hacia la cama, mirando a Peter. Parecía tan tranquilo que casi no quería
despertarlo. Me senté en el borde de la cama y tomé su mano, sabiendo que necesitábamos prepararnos para el colegio.
—¿Peter? —susurré. Se despertó al instante, lo que no era inusual, a él normalmente le costaba mucho levantarse.
—Hola —se sentó y me miró tristemente.
Sonreí de modo tranquilizador; estaba preocupado por mí, lo podía notar.
—Hola —contesté, entrando otra vez en la cama y acostándolo conmigo—. Estoy
bien, deja de estresarte —prometí, suavizando las líneas fruncidas de su frente.
Suspiro y sacudió su cabeza.
—Estoy aquí si quieres hablar. ¿Lo sabes, verdad? —preguntó, mirándome
intensamente.
Él era simplemente demasiado adorable algunas veces, de verdad no me lo
merecía.
—Lo sé, Peter, pero estoy bien. Solamente vamos a superarlo y ver lo que tiene que decir este chico hoy —sugerí, encogiéndome de hombros.
Inclinó su cabeza y besó cada pulgada de mi rostro, haciéndome reír, antes de que se alejara hacia la ducha.
Cuando entramos en el aparcamiento del instituto una hora más tarde, Rochi se
acercó saltando hacia un lado del coche con una sonrisa en su cara. Abrió mi
puerta.
—¡Estoy oficialmente enamorada! —me anunció, orgullosa.
Me reí.
—De verdad. Vale… felicidades —contesté sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco.
Ella se rió.
—Lo digo en serio. Hay un chico nuevo hoy, y él está ¡caliente! —Abanicó su cara
dramáticamente.
Me quedé pasmada; apostaba que era él, mi nuevo hermanastro. Bueno eso era
perfecto, ahora Rochi se iba a enamorar de él y estaría obligada a pasar el rato con él.
Genial, simple y jodidamente genial.
—¿Chico nuevo? —pregunté tranquilamente. Peter me acarició la espalda
gentilmente.
—¡Oh, diablos sí! Deberías verlo, es delicioso, pero tú tienes a Peter así que lo he
reservado —dijo sonriendo y saltando a mí lado—. Aún no sé su nombre, Caliente
McTottie, le queda bien sin embargo. —Ella movió sus cejas hacia mí, y no pude
evitar reírme.
Gas envolvió su brazo alrededor de sus hombros.
—Sabes, no estoy acostumbrado a que no me quieras,Rochi. No estoy seguro si me gusta este nuevo comportamiento —le dijo, dándole su sonrisa coqueta.
Ella suspiró con aire soñador.
—Siempre te querré Gas, es simplemente algo de carne fresca sobre la cual
babear. Creo que tendrás que trabajar más duro por mi atención a partir de ahora
—bromeó, parpadeando hacia él mientras se encogía entre sus brazos. Él
realmente parecía muy sorprendido y un poco enfadado—. Así que necesito
descubrir todo sobre él. ¿Me ayudaras? —preguntó, deslizando su brazo por el
mío.
Demonios no.
—Su nombre es Nicolas—le dije, encogiéndome de hombros e intentando ir por el
enfoque casual.
Ella se rió.
—Sí que eres psíquica, ¿no? Acabas de llegar, ¿cómo sabes que se llama Nicolas? —preguntó, sacudiendo su cabeza divertida.
—Es mi hermanastro.
Ella paró de caminar y me miró sorprendida.
—Estás bromeando —jadeó con los ojos ampliamente abiertos.
Sacudí mi cabeza.
—Aparentemente, mi padre se volvió a casar, y su mujer ya tenía un hijo. Si es él a quien has visto, entonces tiene diecisiete años y se llamaNicolas—dije,
encogiéndome como si pensara que no era gran cosa.
Ella gritó y entrelazó su brazo con el mío con entusiasmo.
—¡Esto es asombroso! Me lo puedes presentar, tendré ventaja sobre las zorras. —
Estaba sonriendo de oreja a oreja.
—No lo conozco, no puedo presentártelo —contesté tranquilamente. No quería
que ella se enamorara de él; quería mantener mi distancia con cualquier cosa
relacionada remotamente con mi padre.
—Tú eres tan malditamente codiciosa, ¡Lali! De verdad, el chico más caliente es
tu novio, el segundo más caliente tu hermano y el más cercano al tercer puesto ¿Tu maldito hermanastro? —gritó, mirándome con una mueca furiosa.
Estaba a punto de contestarle cuando Paulas y tres de sus pequeños clones se
acercaron, todas mirando a Peter hambrientamente. No pude evitar sonreír cuando el brazo de Peter se enrollo en mi cintura.
—Hola Paula, ¿tienes mi dinero? —dije sonriendo.
Ella se burló de mí.
—Sí claro. Como si fuera posible, emo. —Ella se giró hacia Peter y le sonrió de
forma seductora, haciendo que su agarre fuera más fuerte sobre mi cintura. —No
dormiste con ella, ¿verdad, cariño? —ronroneó con confianza.
Escuché a Gas gemir detrás de mí.
—¡No puedo escuchar esto! Me voy a mi casillero,La. Si me necesitas llámame.
Tendré mi teléfono encendido —dijo mientras se iba rápidamente.
—Bueno, ¿cariño? —preguntó Paula poniendo su mano sobre brazo de Peter.
Él se rió y se encogió de hombro.
—Un caballero nunca lo cuenta —contestó besando un lado de mi cabeza.
Me reí.
—Bueno eso no ayuda realmente con toda la cosa de reclamar mi dinero, chico
amante —bromeé, poniendo mis ojos en blanco.
Él suspiro dramáticamente.
—Bien. Paula le debes a Ángel cuatro mil dólares —dijo, mirándome con amor.
Ella golpeó su pie contra el suelo y no pude evitar reír.
—¿Cómo diablos has podido hacerme esto a mí? —casi le estaba gritando aPeter —. ¡Se suponía que tenías que estar conmigo! ¡No puedes acostarte con
alguna pequeña puta! —La gente se estaba parando a mirar ahora que su cara se
volvía más y más roja. Quizás había olvidado respirar.
—Paula, salimos un par de veces —contestóPeter, luciendo incómodo.
—¡No me importa cuántas veces saliéramos! ¡Soy la capitana de las porristas! Se
supone que teníamos que estar juntos. No con alguna pequeña fenómeno de pelo
marrón y ojos grises —gritó ondeando su mano hacia mí con disgusto.
No puede evitar reírme, ¿pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises? ¿De
dónde diablos salió eso?
—Woow, Paula ten cuidado, tendremos una manada de perros si tu voz se eleva
más —bromeé riéndome.
Ella se giró furiosa hacia mí.
—¡Tú, tú me has robado mí novio! Yo era su novia secreta y tú dormiste con mi
chico —escupió apuntándome acusatoriamente.
Rochi estalló en risas detrás de mí. Oh no, ¡Ella no ha ido por ahí!
Me paré cerca de Paula, advirtiéndola.
—Sí lo hice, y Dios fue bueno. Acepto efectivo o un cheque con garantía bancaria,
lo que sea más fácil para ti. Oh, y Paula, si vuelves a gritarme así otra vez te voy  romper la cara ¿Me has entendido? —gruñí, furiosa.
Ella se estremeció apartándose ligeramente; cogí el brazo de Peter y lo arrastré
dentro del instituto, con rochi saltando detrás de mí, partiéndose el culo de la risa.
—Debías haber abofeteado a esa perra. Amaría ver eso —gorgoreó Rochi felizmente.
Sarah y Sean se acercaron corriendo en ese momento.
—¿Ganaste la apuesta? —exclamó Sarah con los ojos muy abiertos.
Woow ¡Las noticias viajan rápido en este colegio!
Peter sonrió y me besó, pasando sus dedos por mi pelo.
—Mejor me voy. Te daré algún tiempo para que cotillees sobre mí antes de clase
—dijo, sonriendo hacia mí coquetamente—. Te quiero, Ángel. —Me besó otra vez
gentilmente, antes de alejarse rápidamente en dirección a su casillero.
Me quedé ahí, contándole a mis amigo sobre como habíamos estado saliendo en
secreto, y sí había ganado la apuesta. Tenía mis dudas de si iba a cobrar mí dinero, sin embargo. Rochi abrió su gran boca para contarles que el “Caliente chico nuevo” era mi hermanastro. Y estuve secretamente agradecida cuando la campana sonó así podía escaparme a clase. No quería seguir hablando sobre nicolas. Todavía no había conocido al chico y ya era una gran parte de mí vida.
Hice mí camino hasta la clase de inglés, y tomé mi sitio normal, al lado de Rochi.
Unos minutos después él entró. Supe que era él sin ni siquiera mirarlo, lo podía
decir por la forma en la que Rochi agarró mi brazo demasiado fuerte. Levanté la
mirada y lo vi. Él, era totalmente caliente; podía ver de lo que ella estaba hablando.
Él no era tan alto como Peter o tan musculoso. De hecho, era un poco desgarbado, pero aprobaba totalmente. Usaba unos vaqueros desgastados y una camiseta negra con una sudadera negra encima. Tenía los ojos marrones, su pelo castaño era más largo que el dePeter, estaba desecho y un poco revuelto. Parecía un poco tímido, con los hombros encorvados como si estuviera nervioso. Definitivamente
podía ver el atractivo que tenía y también como cada chica de la clase lo estaba
mirando con lujuria. Me reí; pobre chico no sabía lo que le esperaba. Una vez
Paula pusiera sus garras en él estaría acabado.
Rochi me dio un codazo para que la mirara. Vocalizo la palabra “caliente” y se abanicó el rostro, asintiendo con entusiasmo y me hizo reír más fuerte. El chico
realmente estaba en algunos problemas.
—Clase, este es el nuevo estudiante. Nicolas Brice —dijo la Sra. Stewart, sonriendo hacia él cálidamente. Se giró hacia la clase y sonrió incómodo.
—¡Te lo dije! Verdaderamente caliente —susurró Rochi.
Claro que era caliente, pero no tenía nada que hacer con mi Peter .
—Es lindo —confirmé, asintiendo de acuerdo.
—Nicolas , dinos algo sobre ti —sugirió la Sra. Stewart.
Él se movió incómodo sobre sus pies, mirando nervioso a la clase.
—Er…. Bueno, me acabo de mudar a Timberfield con mi madre y mi padrastro. Y tengo un hermano pequeño. ¿Y me gusta patinar? —dijo, haciendo que sonara
más como una pregunta.
—Vale, estoy segura de que serás muy feliz aquí. ¿Qué te parece si te emparejo con alguien de mi clase así te puede mostrar tu próxima clase? —ofreció la Sra. Stewart.
Gruñí. No había forma de que ella me eligiera, esa era la clase de cosas que
pasaban en las historias cursis. Me hundí en mi silla, mirando mi libro, rezando por
un escape.
—¿Paula te ofreces voluntaria? —preguntó la Sra. Stewart. Levanté mi cabeza y di un suspiro de alivio. Rochi maldijo bajo su respiración y bajo su cabeza, obviamente quería ser voluntaria, también.
Nicolas hizo su camino a través de clase para sentarse cerca de Paula, quien
estaba ocupada desabrochando otro botón de su ya camisa de zorra. Él sonrió
hacia mí cuando pasó al lado de mi escritorio.
—Hola,Lali—dijo tranquilamente.
—Hola,Nicolas—contesté un poco sorprendida.
¿Cómo demonios sabia mi nombre? Lo observé sentando al lado dePaula, ella
inmediatamente empezó a flirtear con él, mientras solo estaba asintiendo
cortésmente, pareciendo incómodo.
Rochi me miró con los ojos ampliamente abiertos.
—Pensé que no lo conocías —susurró, frunciéndome el ceño, mirándome un poco
confusa.
Sacudí mi cabeza.
—No lo hago, ¿cómo demonios sabía quién era yo? Nunca lo había visto antes —
contesté.
La profesora se aclaró la garganta.
—Bien entonces, si lo tenemos todo claro. ¿Por qué no empezamos con la lección? —preguntó sarcásticamente. Cogí mi libro y me hundí furtivamente en mi asiento,intentando no mirar en su dirección.
Tan pronto como sonó la campana salté de mi silla y prácticamente corrí hacia la
puerta, sin querer otra oportunidad para encontrármelo. Rezaba en silencio una y
otra vez sobre mí cabeza que él no estuviera en otra de mis clases. Gracias a Dios, el resto de la mañana pasó sin más encuentros con mi nuevo hermanastro.
La gente estaba hablando mucho conmigo hoy, preguntándome si Peter y yo
éramos pareja, querían saber cuánto tiempo habíamos estado juntos. Bla, bla, bla,
era lo mismo una y otra vez y yo ya estaba aburrida.
—Hola Ángel —ronroneóPeter , cogiéndome por detrás cuando estaba parada en
la cola del almuerzo con Rochi y Sean.
—Hola —sonreí, sintiéndome instantáneamente feliz, ahora que él estaba cerca de mí.
—¿Cómo va tu día? —preguntó, besándome el cuello, haciendo que me
estremeciera. Suspiré.
—Bueno, he estado respondiendo las mismas preguntas una y otra vez. Es tan
malo que estoy pensando en tatuarme a través de la frente “Sí, estoy saliendo con Peter. Sí, gané la apuesta. Sí, él es un buen novio. No, mi hermano no enloqueció.” Así no tendré que repetirme todo el tiempo —bromeé encogiéndome de hombros. Él rió y me sujetó más fuerte—. A parte de la repetición, tuve clase con mi hermanastro. Él me conocía, oh sí, y va ahora mismo con esa zorra de Paula, quien
por cierto, luce como si me quisiera matar. Así que mí día no está yendo muy bien,
novio —dije, asintiendo discretamente hacia Nicolas.
—¿Él sabía quién eras? —Peter preguntó, girándome ligeramente así me escondería de la vista de Nicolas.
—Sí. Él me saludó cuando pasó por mi lado —contesté, frunciendo, aun no
entendía como me reconoció.
Peter se rió y me miró como si hubiera dicho algo estúpido.
—Él probablemente no sabía quién eras, Ángel, seguramente pensó que eras
caliente. No lo puedo culpar —ronroneó, sonriendo mientras su mano se movía hacia mi trasero.
Puse mis ojos en blanco.
—Peter él pasó a mi lado y dijo hola, Lali así que creo que sabía quién era —
contesté sarcásticamente.
Él frunció y miró sobre su hombro antes de reírse con maldad.
—Él no se ve muy cómodo con Paula.
—Bueno, ¿quién demonios se encuentra cómodo cerca dePaula? Oh, sí, tú no te
veías muy estresado cuando ibas con ella a todas partes —me burlé, sonriendo
hacia él.
Él levantó su nariz, fingiendo un temblor.
—No me recuerdes mi estilo de vida antes de ti, Ángel. Voy a tener pesadillas —
dijo con una mueca de horror, haciéndome reír.
Cogí un par de sándwiches y bebidas. Peter insistió en pagar y llevar la bandeja
como siempre. Me dirigí hacia su mesa y me senté a su lado. Gas ya estaba allí con alguno de los miembros del equipo, mis amigos se sentaron, también, tomando los últimos asientos. Desgarré la envoltura de mi sándwich y estaba a punto de morderlo cuando una sombra cayó sobre mí.
—Hola —dijo Nicolas sonriendo, estaba ligeramente ruborizado.
Tragué, sintiendo que mi estómago se hundía un poco.
—Er… hola.
—¿Te importa si me siento contigo? —me preguntó mirándome de manera

esperanzadora.
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y como en cada capitulo les pido perdon  pero la semana ante pasada era mi
 semana de pruebas en el liceo y no podia subir y estos dias era porqe estoy
 tratando de escribir mi propia novela bueno eso .
*Otra cosa quieren maraton?
*Vienvenidas a las nuevas lectoras¡¡¡¡

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