Lali
Cuando me desperté por la mañana mi cabeza estaba
palpitando. Gemí. En
verdad no necesitaba un dolor de cabeza encima de todo
lo demás que iba a
ir mal hoy. Peter todavía estaba dormido así que salí
de la cama, intentando no
despertarlo. Me dirigí a mi baño para tomar una ducha.
Aún estaba bajo la
regadera, intentando
desesperadamente no llorar mientras pensaba en la “nueva
familia” de mí padre. ¿Qué
en la tierra iba a decirle a este chico Nicolas? Suspiré y salí de la ducha,
enrollándome con una toalla.
En silencio, intenté
convencerme a mí misma que este chico Nicolas probablemente ni siquiera querría
hablar conmigo hoy y que me estaba preocupando por nada. No era culpa del chico
que mi padre se casara con su madre y lo hicieran mudarse aquí. Demonios, él
probablemente necesitaría un amigo ahora mismo porque acabaría de dejar todo y
todos los que le importaban detrás.
Caminé hacia la cama,
mirando a Peter. Parecía tan tranquilo que casi no quería
despertarlo. Me senté
en el borde de la cama y tomé su mano, sabiendo que necesitábamos prepararnos
para el colegio.
—¿Peter? —susurré. Se
despertó al instante, lo que no era inusual, a él normalmente le costaba mucho
levantarse.
—Hola —se sentó y me
miró tristemente.
Sonreí de modo
tranquilizador; estaba preocupado por mí, lo podía notar.
—Hola —contesté,
entrando otra vez en la cama y acostándolo conmigo—. Estoy
bien, deja de
estresarte —prometí, suavizando las líneas fruncidas de su frente.
Suspiro y sacudió su
cabeza.
—Estoy aquí si quieres
hablar. ¿Lo sabes, verdad? —preguntó, mirándome
intensamente.
Él era simplemente demasiado
adorable algunas veces, de verdad no me lo
merecía.
—Lo sé, Peter, pero
estoy bien. Solamente vamos a superarlo y ver lo que tiene que decir este chico
hoy —sugerí, encogiéndome de hombros.
Inclinó su cabeza y
besó cada pulgada de mi rostro, haciéndome reír, antes de que se alejara hacia
la ducha.
Cuando entramos en el
aparcamiento del instituto una hora más tarde, Rochi se
acercó saltando hacia
un lado del coche con una sonrisa en su cara. Abrió mi
puerta.
—¡Estoy oficialmente
enamorada! —me anunció, orgullosa.
Me reí.
—De verdad. Vale…
felicidades —contesté sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco.
Ella se rió.
—Lo digo en serio. Hay
un chico nuevo hoy, y él está ¡caliente! —Abanicó su cara
dramáticamente.
Me quedé pasmada;
apostaba que era él, mi nuevo hermanastro. Bueno eso era
perfecto, ahora Rochi se
iba a enamorar de él y estaría obligada a pasar el rato con él.
Genial, simple y
jodidamente genial.
—¿Chico nuevo? —pregunté
tranquilamente. Peter me acarició la espalda
gentilmente.
—¡Oh, diablos sí!
Deberías verlo, es delicioso, pero tú tienes a Peter así que lo he
reservado —dijo
sonriendo y saltando a mí lado—. Aún no sé su nombre, Caliente
McTottie, le queda bien
sin embargo. —Ella movió sus cejas hacia mí, y no pude
evitar reírme.
Gas envolvió su brazo
alrededor de sus hombros.
—Sabes, no estoy
acostumbrado a que no me quieras,Rochi. No estoy seguro si me gusta este nuevo
comportamiento —le dijo, dándole su sonrisa coqueta.
Ella suspiró con aire
soñador.
—Siempre te querré Gas,
es simplemente algo de carne fresca sobre la cual
babear. Creo que
tendrás que trabajar más duro por mi atención a partir de ahora
—bromeó, parpadeando
hacia él mientras se encogía entre sus brazos. Él
realmente parecía muy
sorprendido y un poco enfadado—. Así que necesito
descubrir todo sobre
él. ¿Me ayudaras? —preguntó, deslizando su brazo por el
mío.
Demonios no.
—Su nombre es Nicolas—le
dije, encogiéndome de hombros e intentando ir por el
enfoque casual.
Ella se rió.
—Sí que eres psíquica,
¿no? Acabas de llegar, ¿cómo sabes que se llama Nicolas? —preguntó, sacudiendo
su cabeza divertida.
—Es mi hermanastro.
Ella paró de caminar y
me miró sorprendida.
—Estás bromeando —jadeó
con los ojos ampliamente abiertos.
Sacudí mi cabeza.
—Aparentemente, mi
padre se volvió a casar, y su mujer ya tenía un hijo. Si es él a quien has
visto, entonces tiene diecisiete años y se llamaNicolas—dije,
encogiéndome como si
pensara que no era gran cosa.
Ella gritó y entrelazó
su brazo con el mío con entusiasmo.
—¡Esto es asombroso! Me
lo puedes presentar, tendré ventaja sobre las zorras. —
Estaba sonriendo de
oreja a oreja.
—No lo conozco, no
puedo presentártelo —contesté tranquilamente. No quería
que ella se enamorara
de él; quería mantener mi distancia con cualquier cosa
relacionada remotamente
con mi padre.
—Tú eres tan
malditamente codiciosa, ¡Lali! De verdad, el chico más caliente es
tu novio, el segundo
más caliente tu hermano y el más cercano al tercer puesto ¿Tu maldito
hermanastro? —gritó, mirándome con una mueca furiosa.
Estaba a punto de
contestarle cuando Paulas y tres de sus pequeños clones se
acercaron, todas
mirando a Peter hambrientamente. No pude evitar sonreír cuando el brazo de Peter
se enrollo en mi cintura.
—Hola Paula, ¿tienes mi
dinero? —dije sonriendo.
Ella se burló de mí.
—Sí claro. Como si
fuera posible, emo. —Ella se giró hacia Peter y le sonrió de
forma seductora,
haciendo que su agarre fuera más fuerte sobre mi cintura. —No
dormiste con ella,
¿verdad, cariño? —ronroneó con confianza.
Escuché a Gas gemir
detrás de mí.
—¡No puedo escuchar
esto! Me voy a mi casillero,La. Si me necesitas llámame.
Tendré mi teléfono
encendido —dijo mientras se iba rápidamente.
—Bueno, ¿cariño? —preguntó
Paula poniendo su mano sobre brazo de Peter.
Él se rió y se encogió
de hombro.
—Un caballero nunca lo
cuenta —contestó besando un lado de mi cabeza.
Me reí.
—Bueno eso no ayuda
realmente con toda la cosa de reclamar mi dinero, chico
amante —bromeé,
poniendo mis ojos en blanco.
Él suspiro
dramáticamente.
—Bien. Paula le debes a
Ángel cuatro mil dólares —dijo, mirándome con amor.
Ella golpeó su pie
contra el suelo y no pude evitar reír.
—¿Cómo diablos has
podido hacerme esto a mí? —casi le estaba gritando aPeter —. ¡Se suponía que
tenías que estar conmigo! ¡No puedes acostarte con
alguna pequeña puta! —La
gente se estaba parando a mirar ahora que su cara se
volvía más y más roja.
Quizás había olvidado respirar.
—Paula, salimos un par
de veces —contestóPeter, luciendo incómodo.
—¡No me importa cuántas
veces saliéramos! ¡Soy la capitana de las porristas! Se
supone que teníamos que
estar juntos. No con alguna pequeña fenómeno de pelo
marrón y ojos grises —gritó
ondeando su mano hacia mí con disgusto.
No puede evitar reírme,
¿pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises? ¿De
dónde diablos salió
eso?
—Woow, Paula ten
cuidado, tendremos una manada de perros si tu voz se eleva
más —bromeé riéndome.
Ella se giró furiosa
hacia mí.
—¡Tú, tú me has robado
mí novio! Yo era su novia secreta y tú dormiste con mi
chico —escupió apuntándome
acusatoriamente.
Rochi estalló en risas
detrás de mí. Oh no, ¡Ella no ha ido por ahí!
Me paré cerca de Paula,
advirtiéndola.
—Sí lo hice, y Dios fue
bueno. Acepto efectivo o un cheque con garantía bancaria,
lo que sea más fácil
para ti. Oh, y Paula, si vuelves a gritarme así otra vez te voy romper la cara ¿Me has entendido? —gruñí,
furiosa.
Ella se estremeció
apartándose ligeramente; cogí el brazo de Peter y lo arrastré
dentro del instituto,
con rochi saltando detrás de mí, partiéndose el culo de la risa.
—Debías haber
abofeteado a esa perra. Amaría ver eso —gorgoreó Rochi felizmente.
Sarah y Sean se
acercaron corriendo en ese momento.
—¿Ganaste la apuesta? —exclamó
Sarah con los ojos muy abiertos.
Woow ¡Las noticias
viajan rápido en este colegio!
Peter sonrió y me besó,
pasando sus dedos por mi pelo.
—Mejor me voy. Te daré
algún tiempo para que cotillees sobre mí antes de clase
—dijo, sonriendo hacia
mí coquetamente—. Te quiero, Ángel. —Me besó otra vez
gentilmente, antes de
alejarse rápidamente en dirección a su casillero.
Me quedé ahí,
contándole a mis amigo sobre como habíamos estado saliendo en
secreto, y sí había
ganado la apuesta. Tenía mis dudas de si iba a cobrar mí dinero, sin embargo. Rochi
abrió su gran boca para contarles que el “Caliente chico nuevo” era mi
hermanastro. Y estuve secretamente agradecida cuando la campana sonó así podía
escaparme a clase. No quería seguir hablando sobre nicolas. Todavía no había
conocido al chico y ya era una gran parte de mí vida.
Hice mí camino hasta la
clase de inglés, y tomé mi sitio normal, al lado de Rochi.
Unos minutos después él
entró. Supe que era él sin ni siquiera mirarlo, lo podía
decir por la forma en
la que Rochi agarró mi brazo demasiado fuerte. Levanté la
mirada y lo vi. Él, era
totalmente caliente; podía ver de lo que ella estaba hablando.
Él no era tan alto como
Peter o tan musculoso. De hecho, era un poco desgarbado, pero aprobaba
totalmente. Usaba unos vaqueros desgastados y una camiseta negra con una
sudadera negra encima. Tenía los ojos marrones, su pelo castaño era más largo
que el dePeter, estaba desecho y un poco revuelto. Parecía un poco tímido, con
los hombros encorvados como si estuviera nervioso. Definitivamente
podía ver el atractivo
que tenía y también como cada chica de la clase lo estaba
mirando con lujuria. Me
reí; pobre chico no sabía lo que le esperaba. Una vez
Paula pusiera sus
garras en él estaría acabado.
Rochi me dio un codazo
para que la mirara. Vocalizo la palabra “caliente” y se abanicó el rostro,
asintiendo con entusiasmo y me hizo reír más fuerte. El chico
realmente estaba en
algunos problemas.
—Clase, este es el
nuevo estudiante. Nicolas Brice —dijo la Sra. Stewart, sonriendo hacia él
cálidamente. Se giró hacia la clase y sonrió incómodo.
—¡Te lo dije!
Verdaderamente caliente —susurró Rochi.
Claro que era caliente,
pero no tenía nada que hacer con mi Peter .
—Es lindo —confirmé,
asintiendo de acuerdo.
—Nicolas , dinos algo
sobre ti —sugirió la Sra. Stewart.
Él se movió incómodo
sobre sus pies, mirando nervioso a la clase.
—Er…. Bueno, me acabo
de mudar a Timberfield con mi madre y mi padrastro. Y tengo un hermano pequeño.
¿Y me gusta patinar? —dijo, haciendo que sonara
más como una pregunta.
—Vale, estoy segura de
que serás muy feliz aquí. ¿Qué te parece si te emparejo con alguien de mi clase
así te puede mostrar tu próxima clase? —ofreció la Sra. Stewart.
Gruñí. No había forma
de que ella me eligiera, esa era la clase de cosas que
pasaban en las
historias cursis. Me hundí en mi silla, mirando mi libro, rezando por
un escape.
—¿Paula te ofreces
voluntaria? —preguntó la Sra. Stewart. Levanté mi cabeza y di un suspiro de
alivio. Rochi maldijo bajo su respiración y bajo su cabeza, obviamente quería
ser voluntaria, también.
Nicolas hizo su camino
a través de clase para sentarse cerca de Paula, quien
estaba ocupada
desabrochando otro botón de su ya camisa de zorra. Él sonrió
hacia mí cuando pasó al
lado de mi escritorio.
—Hola,Lali—dijo
tranquilamente.
—Hola,Nicolas—contesté
un poco sorprendida.
¿Cómo demonios sabia mi
nombre? Lo observé sentando al lado dePaula, ella
inmediatamente empezó a
flirtear con él, mientras solo estaba asintiendo
cortésmente, pareciendo
incómodo.
Rochi me miró con los
ojos ampliamente abiertos.
—Pensé que no lo
conocías —susurró, frunciéndome el ceño, mirándome un poco
confusa.
Sacudí mi cabeza.
—No lo hago, ¿cómo
demonios sabía quién era yo? Nunca lo había visto antes —
contesté.
La profesora se aclaró
la garganta.
—Bien entonces, si lo
tenemos todo claro. ¿Por qué no empezamos con la lección? —preguntó
sarcásticamente. Cogí mi libro y me hundí furtivamente en mi asiento,intentando
no mirar en su dirección.
Tan pronto como sonó la
campana salté de mi silla y prácticamente corrí hacia la
puerta, sin querer otra
oportunidad para encontrármelo. Rezaba en silencio una y
otra vez sobre mí
cabeza que él no estuviera en otra de mis clases. Gracias a Dios, el resto de
la mañana pasó sin más encuentros con mi nuevo hermanastro.
La gente estaba
hablando mucho conmigo hoy, preguntándome si Peter y yo
éramos pareja, querían
saber cuánto tiempo habíamos estado juntos. Bla, bla, bla,
era lo mismo una y otra
vez y yo ya estaba aburrida.
—Hola Ángel —ronroneóPeter
, cogiéndome por detrás cuando estaba parada en
la cola del almuerzo
con Rochi y Sean.
—Hola —sonreí,
sintiéndome instantáneamente feliz, ahora que él estaba cerca de mí.
—¿Cómo va tu día? —preguntó,
besándome el cuello, haciendo que me
estremeciera. Suspiré.
—Bueno, he estado
respondiendo las mismas preguntas una y otra vez. Es tan
malo que estoy pensando
en tatuarme a través de la frente “Sí, estoy saliendo con Peter. Sí, gané la
apuesta. Sí, él es un buen novio. No, mi hermano no enloqueció.” Así no tendré
que repetirme todo el tiempo —bromeé encogiéndome de hombros. Él
rió y me sujetó más fuerte—. A parte de la repetición, tuve clase con mi hermanastro.
Él me conocía, oh sí, y va ahora mismo con esa zorra de Paula, quien
por cierto, luce como
si me quisiera matar. Así que mí día no está yendo muy bien,
novio —dije, asintiendo
discretamente hacia Nicolas.
—¿Él sabía quién eras? —Peter
preguntó, girándome ligeramente así me escondería de la vista de Nicolas.
—Sí. Él me saludó
cuando pasó por mi lado —contesté, frunciendo, aun no
entendía como me reconoció.
Peter se rió y me miró
como si hubiera dicho algo estúpido.
—Él probablemente no
sabía quién eras, Ángel, seguramente pensó que eras
caliente. No lo puedo
culpar —ronroneó, sonriendo mientras su mano se movía hacia mi trasero.
Puse mis ojos en blanco.
—Peter él pasó a mi
lado y dijo hola, Lali así que creo que sabía quién era —
contesté
sarcásticamente.
Él frunció y miró sobre
su hombro antes de reírse con maldad.
—Él no se ve muy cómodo
con Paula.
—Bueno, ¿quién demonios
se encuentra cómodo cerca dePaula? Oh, sí, tú no te
veías muy estresado
cuando ibas con ella a todas partes —me burlé, sonriendo
hacia él.
Él levantó su nariz,
fingiendo un temblor.
—No me recuerdes mi
estilo de vida antes de ti, Ángel. Voy a tener pesadillas —
dijo con una mueca de
horror, haciéndome reír.
Cogí un par de
sándwiches y bebidas. Peter insistió en pagar y llevar la bandeja
como siempre. Me dirigí
hacia su mesa y me senté a su lado. Gas ya estaba allí con alguno de los
miembros del equipo, mis amigos se sentaron, también, tomando los últimos
asientos. Desgarré la envoltura de mi sándwich y estaba a punto de morderlo
cuando una sombra cayó sobre mí.
—Hola —dijo Nicolas sonriendo,
estaba ligeramente ruborizado.
Tragué, sintiendo que
mi estómago se hundía un poco.
—Er… hola.
—¿Te importa si me
siento contigo? —me preguntó mirándome de manera
esperanzadora.
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y como en cada capitulo les pido perdon pero la semana ante pasada era mi
semana de pruebas en el liceo y no podia subir y estos dias era porqe estoy
tratando de escribir mi propia novela bueno eso .
*Otra cosa quieren maraton?
*Vienvenidas a las nuevas lectoras¡¡¡¡
*Vienvenidas a las nuevas lectoras¡¡¡¡
Seguilaaaa porfaaaaa me re contra encanta esa nove
ResponderEliminarY siii OBVIO que quiero maratón jajajajaaja
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