Me senté rápidamente.
—¿Qué
demonios?
Peter puso su mano en mi hombro.
—No te
levantes —dijo severamente. Jesús, ¿el condenado chico estaba siendo
arrestado y todavía estaba preocupado por mí?
—¡Esto es estúpido!
¡No pueden arrestarlo, no fue su culpa! —grité
desesperadamente, mirando a los dos hombres que estaban observando a Peter
ponerse sus zapatos. ¿Por qué demonios está tan calmado con esto?
¿Esperaba que algo así sucediera?
—Ha habido un
serio reclamo, Señorita. Necesitamos investigarlo —declaró el
hombre, sin siquiera molestarse en mirarme.
—Ángel, todo
está bien. No te preocupes —me aseguró Peter. ¿Bien? ¿Cómo
esto está bien? Se giró para mirar al hombre que sostenía su brazo—. ¿Puedo
besar a mi novia? Acaba de tener un aborto espontáneo —rogó. El
rostro del hombre se suavizó levemente y soltó su brazo. Peter se inclinó y me
besó suavemente en los labios—. Te amo, Ángel. No empieces a
estresarte por mí. Necesitas descansar — ordenó, acariciando suavemente mi
rostro.
Mientras se alejaba, entré en pánico. No podía dejarlo ir, lo
necesitaba. Lancé mis
brazos alrededor de su cuello y me negué a soltarlo.
—Por favor no
se lo lleven, ¿por favor? Esto no fue su culpa, todo fue mi culpa.
Debería sólo haberme quedado en su casa. No debería haber ido a casa,
¿por
favor? —rogué, agarrando mis manos en el cabello de Peter, sollozando en su
hombro.
—Señorita,
tiene que dejarlo ir ahora —declaró el mismo hombre. Tensé mi
agarre
En Peter, probablemente lastimándolo pero él no se quejó—. ¡Señorita! —ladró el
hombre.
Peter frotó sus manos por mis brazos suavemente, desenganchando mis
manos de su cabello. Cuando estuvo libre de mis brazos, se alejó para mirarme.
Estaba estresado y preocupado, podía decirlo por sus ojos.
—Te amo —prometió,
besándome suavemente en los labios de nuevo.
—También te
amo —susurré, no confiando en mi voz para hablar de nuevo.
Peter se puso de pie y el hombre inmediatamente llevó sus manos detrás
de su
espalda, esposándolo. Los ojos de Peter no dejaron los míos mientras
sentía mi
corazón rompiéndose de nuevo. Pensé que después de perder al bebé que
nada
podría ser más doloroso. Estaba equivocada.
Observé mientras lo llevaban hacia afuera de la habitación dejándome
sola. Me
sentí enferma. No podía dejarlos hacer esto, esto no era su culpa.
Podría presentar cargos también, entonces verían que mi padre me golpeó primero,
y luego Peter sería liberado porque estaba defendiéndome. Pero no lo dejarían
libre por eso, ¿no? Defenderme es una cosa, pero él se volvió loco, nunca
creerían que lo que hizo fue en defensa propia.
Pongo mis manos sobre mi rostro, intentando pensar en algo. En cualquier
manera, Peter se metería en problemas por esto porque mi padre había presentado
cargos, aún si presentaba cargos contra mi padre, los cargos de Peter seguirían
en pie.
Autodefensa o no, aún sería acusado de LCG4( Lesiones corporales graves.) porque lo
hizo a pesar de que fue provocado. No
puedo tomar el riesgo de que fuera liberado. ¿Y si no lo era? ¿Y si era enviado a la cárcel por esto y lo
perdía?
En la única cosa que podía pensar era en conseguir que mi padre quitara
los
cargos. Tomé mi teléfono y llamé a Gas. Contestó en el segundo tono.
—Gas, Peter
fue arrestado —dije simplemente.
—¿Qué
demonios? ¡No hay manera! —gritó, haciéndome encogerme lejos
del
teléfono levemente.
—Gas, mira me
dejarán salir esta tarde, ¿así que puedes traerme algo de ropa
limpia para ese momento? —pregunté, intentando mantener la
calma.
—Sí, estaré
allí en como veinte minutos —accedió. Podía escucharlo haciendo
un
estrépito en el fondo, probablemente lanzando todas mis cosas en un
bolso o algo.
—Gracias. —Cerré mi
teléfono, presionándolo contra mi frente, pensando. ¿Había
otra manera? Sólo no podía ver otra opción.
Mis manos estaban temblando, estaba asustada como el infierno, pero
marqué el
número de teléfono de la casa de mi padre. Sonó por un largo tiempo.
Justo
cuando me iba a rendir, contestó. Su voz estaba gruesa de sueño; envió
un
estremecimiento por mi columna. Cerré mis ojos con fuerza.
—¿Hola? —De alguna
manera se las arregló para sonar aterrador con una palabra.
—Soy Lali—dije,
tragando el nudo en mi garganta.
Él rió.
—¿Y qué puedo
hacer por ti, Lali?
—Quiero que
quites los cargos contra Liam —contesté, intentando sonar segura.
Rió de nuevo.
—No voy a
quitar los cargos, ¡ese cabrón rompió mi nariz! Deberías ver lo que le
hizo a mi rostro —gritó, haciéndome estremecer.
¿Cómo es que aún me asusta, y
tan sólo estaba al teléfono?
—Por favor,
por favor no hagas esto, ¿por favor? —rogué, intentando no llorar.
Él suspiró.
—¿Quieres que
quité los cargos?
—Sí —contesté,
secando las lágrimas de mi rostro.
—Ven a mi casa
y hablaremos sobre eso —declaró, sonando entretenido.
¿Ir a su casa? Oh Dios mío, ¿está bromeando?
—Por favor
quita los cargos. Sabes que me golpeaste primero, ¿por favor? —
rogué, sintiendo la bilis subir por mi garganta, le encantaba mantener
esto en mi
cabeza podía notarlo.
—Ven a mi casa
y hablaremos sobre eso —repitió.
Levanté la mirada al reloj; Gas estaría aquí en como diez minutos.
—¿Puedo llevar
a Gas? —pregunté, sabiendo que era la pregunta más estúpida
que había preguntado en mi vida. ¿Por qué en la tierra podría llevar a
Gas? Si
estaba algún lugar cerca de él entonces no tendríamos que preocuparnos
por
cargos, porque estaría enterrado a un lado de una carretera en algún
lugar.
—No. ¡Deja a
ese cabrón fuera de esto! —gruñó.
Oh Dios, ¿puedo hacer esto? ¿Realmente puedo ir allí y hablar con él?
¿Era lo
suficientemente fuerte? Sabía la respuesta a esa pregunta. Haría
cualquier cosa por Peter, aún si tenía que matar a mi padre yo misma para
detenerlo de presentar
cargos. Sin víctima, no hay crimen.
Me tragué mi miedo.
—Bien, estaré
allí en una hora —dije silenciosamente mientras cerraba mi teléfono, desesperadamente
intentando no tener un ataque de pánico. Necesitaba ser fuerte ahora.
Me recosté en la cama e intenté calmarme. No podía demasiado alterada
cuando
Gas viniera, de otro modo no querría dejarme sola. Yací allí, contando
las losas de
espuma en el techo, intentando no pensar en algo más. Llegué a 867 antes
de que
Gas entrara corriendo a la habitación. Lucía realmente cansado y
estresado.
Apostaría mi último centavo que no había dormido muy bien anoche. Me
atrajo a
un abrazo suavemente e intenté no estremecerme mientras lastimaba mi
estómago y caderas.
—Mierda, La,
esto es malo. —Sacudió su cabeza, luciendo ambos enojado y
preocupado al mismo tiempo.
Asentí; necesitaba sacarlo de aquí rápido.
—Gas, necesito
que vayas a la estación de policía y veas si hay algo que puedas
hacer por Peter. No me dejarán salir hasta esta tarde, así que no puedo
ir—ordené, presionando
su mano.
Él asintió, luciendo preocupado.
—¿Estás segura
de que no quieres que me quedé aquí contigo por un rato? ¿Estás bien?
Asentí y sonreí débilmente.
—Sólo necesito
que Peter esté bien. Así que si puedes hacer eso por mí,Gas—
pedí, asintiendo hacia la puerta.
Me abrazó de nuevo.
—Bien. Te
llamaré si escucho algo. —Besó la parte superior de mi
cabeza y puso un bolso con mi ropa en el suelo junto a mi cama—. Si te dejan
salir, llámame y vendré a buscarte y te llevaré a casa —dijo
severamente.
Asentí y lo atraje a otro abrazo para no tener que mentirle a la cara.
—Bien. Por
favor anda a ver si puedes hacer algo —rogué.
—Cierto. Te
veré en un rato. —Sonrió de modo tranquilizador antes de girarse y
correr fuera de la habitación.
Le di un minuto para irse antes de que apretara el botón de llamada en
la muralla.
Una enfermera entró en un minuto.
—Hola, ¿cómo
te estás sintiendo hoy? ¿Necesitas más analgésicos? —preguntó,
sonriendo amablemente.
Sacudí mi cabeza.
—No, necesito
darme de alta. Mi hermano fue a buscar el auto. Mi mamá ha tenido un accidente.
Necesito irme —mentí, balanceando mis piernas fuera de la cama.
—Lali, no
puedes sólo irte, tuviste una cirugía ayer —frunció el
ceño.
—El doctor
dijo que podía irme a casa esta tarde. Son sólo unas pocas horas antes —repliqué,
agarrando el bolso que Gas trajo y comenzando a ponerme mi ropa, estremeciéndome
levemente mientras me movía.
—¡Lali , no deberías
salir de la cama todavía! Aún si eres dada de alta esta tarde
sería para estar en cama por un par de días —explicó,
frunciéndome el ceño.
—Mira, aprecio
tu preocupación, pero me iré de este hospital ahora. No puedes
mantenerme aquí en contra de mi voluntad. Conozco mis derechos. Puedo
darme
de alta temprano siempre que firme una forma diciendo que me voy contra
las
órdenes del doctor para que no pueda demandarlos después —dije
severamente.
Ella comenzaba a molestarme; no tenía tiempo para esto.
Me miró un poco sorprendida antes de asentir.
—Iré a buscar
un doctor —murmuró, dirigiéndose a la puerta.
—Dígale que
traiga las formas con él, no tengo tiempo para esperar —solicité,
mordiendo mi labio. Estaba ansiosa para terminar con esto; necesitaba a Peter
fuera de problemas, ahora. Terminé de vestirme y guardé mis cosas y me senté en
la cama, impacientemente observando la segunda manilla del reloj avanzando. Finalmente,
luego de lo que se sintió por siempre pero probablemente como tres
minutos, un doctor entró mirándome severamente.
—Lali, no
recomiendo que dejes el hospital todavía —declaró.
Sacudí mi cabeza.
—Mi mamá ha
tenido un accidente; necesito ir con mi hermano. Está en el auto
esperándome, necesito irme ahora. Sólo muéstreme dónde firmar. —Asentí hacia
el sujetapapeles en su mano.
Él suspiró y me pasó la forma apuntando el final.
—Básicamente
es un permiso, diciendo que te he recomendado quedarte en el
hospital y te estás yendo en contra de mis órdenes —explicó
mientras firmaba mi
nombre en los tres lugares que apuntó. Asentí y se lo devolví, agarrando
mi
bolso—. Necesitas tomarlo con calma,Lali. Si comienzas a sentirme mareada o
débil, regresa. Si comienzas a sangrar mucho o tienes dolores fuertes,
más fuertes
que los normales calambres menstruales, tendrás que volver
inmediatamente —
ordenó, mirándome preocupado.
Asentí confirmando.
—Lo haré.
Necesito irme. Gracias por cuidarme —repliqué, ya haciendo mi camino
hacia la puerta. No me detuve para mirar atrás; caminé lo más rápido que
pude
hacia la parada de taxis y salté en el primer taxi disponible, dándole
la dirección de
mi padre.
Tomé mi teléfono y revisé la batería, haciendo un nuevo grupo familiar
con Gas,
Peter , Nicolas, Ruby, y el teléfono de mi mamá en él.
Escribí un mensaje para Gas, listo para enviarlo cuando llegara allá.
Adiviné que
serían como quince minutos de manejar rápido de la estación de policía a
la casa
de mi padre, lo que sería lo suficiente para hacer que mi padre quitase
los cargos y que Gas llegase antes que algo sucediera. Al menos, esperaba que
lo fuera.
Cuando el taxi se detuvo afuera de su casa estaba tan nerviosa que mis
manos
estaban temblando.
—¿Estás bien
allí, cariño? —preguntó el conductor, mirándome preocupado.
—Sí, estoy
bien. Gracias —murmuré, pasándole el dinero, tomando profundas
respiraciones para intentar y calmarme.
Cierro la puerta del taxi y le envío a Gas el mensaje que tenía ya
escrito:
“Estoy en lo de papá. Por favor ven a buscarme, ahora. NO ME REGRESES LA
LLAMADA. Lali x”
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¿Que esta tramando Lali?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSubii masss porfa!
ResponderEliminarYa lo dije varias veces pero lo repito: me encanta tu nove!
Besos! Abril:)
me encanta esa nove seguilaaaaa porfaaaaaa
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