Iras finalmente separarme de Peter el
sábado por la mañana, literalmente no
podía mantener alejada la sonrisa de mi
cara. Fue tan increíble la noche
anterior y fue mejor de lo que alguna vez
pensé que podría ser. Fue tan dulce
,
paciente y tierno conmigo, tomándoselo
todo lenta y tranquilamente. No pude
haber pedido un novio más cariñoso.
—Vamos, chico
amoroso, vámonos —ordené, deslizándome en un pantalón de
chándal y una camiseta sin mangas lista para la práctica de baile.
Agarró mi cintura y besó la parte trasera de mi cuello.
—Está bien.
Pero por favor trata de no sacudir demasiado ese lindo trasero en mi
rostro, o quizás tenga que rasgar esos sexis pantalones y tomarte justo
en frente de tu equipo —gruñó, mordisqueando suavemente mi cuello.
No pude evitar reírme ante el comentario. Nunca me había dicho nada como
eso
antes y me sonrojé como loca mientras golpeaba su hombro.
—Sal de mi
cuarto, hombrezuelo —bromeé, empujándolo, riendo. Sujetó mi mano,
tirando de mí, sonriendo felizmente. No pude evitar más que mirar a su
trasero
mientras caminaba enfrente de mí hacia el pasillo. ¡Wow, me ha
convertido en una
pervertida también!
La práctica de baile fue genial. Parecía que finalmente me estaba
saliendo el
levantamiento con el que había estado teniendo problemas la semana
pasada, así
que por lo menos no me caí sobre mi trasero demasiado. Para el momento
en que
terminamos estaba cansada y sudorosa. Peter se sentó ahí pacientemente
observando como de costumbre, bromeando con Justin. Parecía que estaba
sonriendo más de lo normal. Supongo que fue difícil para él, esperar una
semana
entera para tener sexo, apuesto que nunca había hecho eso en su vida.
Probablemente estaba satisfecho de finalmente tener algo la noche
anterior
después de todo el flirteo que había hecho recientemente.
Espera, ¿sólo habíamos estado saliendo una semana? Me reí para mí misma,
vaya, era una zorra. Me acosté con un chico con el que he estado saliendo por
una semana; ¡Nunca pensé que podría decir eso! Parecía como si hubiéramos
estado juntos desde siempre porque todo era sólo demasiado fácil y lo había
conocido durante tanto tiempo.
Cuando terminamos de practicar, fuimos a un pequeño café y compramos
sándwiches, llevándolos a un parque para comerlos. Peter se sentó bajo
la sombra de un árbol, abriendo sus piernas para que me sentara entre ellas.
Cuando estaba a punto de sentarme, me detuvo.
—Espera,
Ángel. —Se quitó su sweater con capucha y lo tendió en el suelo para
que me sentara sobre él.
—Gracias. —Sonreí
agradecidamente, dentándome y recargándome en su pecho,
comiendo mi comida. Como de costumbre, Peter inhaló su comida y envolvió
sus
brazos a mí alrededor, meciéndose suavemente mientras yo terminaba de
comer.
Nunca pensé que alguna vez podría tener algo como esto con un chico.
Cada vez
que pensaba en salir, me había asustado como el infierno porque nunca
quise que
un hombre me tocara de esa manera. Después de lo que mi padre había
hecho con todo el toqueteo, supongo que estaba un poco asustada. Todo el tiempo
había
pensado que nunca quise un novio, jamás me di cuenta que ya tenía al
chico
perfecto que era dulce, amable y que me mantenía a salvo todas las
noches.
—Podría
quedarme aquí para siempre —mascullé, cerrando mis ojos,
suspirando
con alegría.
Besó el lado de mi cabeza.
—¿No te
arrepientes de dormir conmigo entonces? —preguntó.
Me giré para mirarlo de frente, pretendiendo pensar acerca de ello.
—Eso depende.
¿Vas a dejarme ahora que me rendí? —bromeé.
Me sonrió maliciosamente.
—Hmm, quizás
debería —contestó, besándome suavemente.
Sonreí contra sus labios.
—Bueno quizás
debería llegar ahí yo primero y botar tu candente trasero.
Ahorrarme la humillación —sugerí, elevando mis cejas,
sonriéndole.
Se rió y se recostó en su espalda, tirando de mí encima de él,
sosteniéndome cerca.
—Si me botas
voy a estar rogándote hasta el día que muera para que me aceptes
de nuevo —declaró, acariciando mi espalda.
—¿Rogando de
rodillas? —pregunté, riendo.
Asintió, mirándome seriamente.
—Sí, lo que
sea que se necesite. Donde sea que vayas, estaré siguiéndote detrás de ti,
rogando por otra oportunidad. Seré como un acosador obsesionado —bromeó, rodando
entonces yo estaba debajo de él.
—Suena como si
eso fuera a ser un dolor en mi trasero. Tal vez sólo debería
quedarme contigo entonces. —Sonreí, encogiéndome de hombros.
Asintió.
—Buen plan —coincidió,
besándome apasionadamente, terminando la
conversación.
Después de una hora en el parque nos fuimos a casa para ordenarla. Como
de
costumbre el lugar era un desastre. Gas ya había empezado. Teníamos que
hacer
un muy buen trabajo esta vez porque mamá tenía programado volver mañana.
No
tenía idea de que se llevaba a cabo una gran fiesta en su casa todas las
semanas.
Que incluso llamé Rochi para ayudar con la limpieza, pero para ser
honesta tan
pronto como apareció ninguno de nosotros habíamos hecho mucho. Me siguió
a
todas partes esperando para saber cada pequeño detalle de anoche, cómo
era él,
cómo fue, y cualquier otro detalle que pudieras pensar. Me negué a
contestar más
preguntas personales, como cuánto había durado, y qué tan grande era.
Finalmente, terminamos de limpiar y nos acomodamos con pizza y un DVD.
—Así que ahora
que esos dos están emparejados, Gas, eso sólo nos deja a ti y a mí —le dijo Rochi
a mi hermano, sonriéndole coquetamente.
Él le hizo una mueca.
—Eres una
chica demasiado buena para mí,Rochi—le dijo, sonriendo perversamente.
Ella se rió.
—¿Y quién te
dijo que era una chica buena? Como sea, incluso si lo fuera, quizás tú podrías
corromperme. —Alzó las cejas, mirándolo por encima lentamente.
Me aclaré la garganta teatralmente, obteniendo su atención.
—Paren. La
película empezó. No coqueteo durante las películas de terror, ésa es la regla,
ambos lo saben —los reprendí, tratando de sonar severa. Gas me dio una
sonrisa de agradecimiento. Rodé los ojos. Él realmente no se ayudaba;
había
caminado derecho dentro de eso. ¿Si no la quería encima de él entonces
por qué
se metía el solo en eso?
Me acurruqué más cerca de Peter, viendo el resto de la película. Cuando
finalmente terminó, Peter fue a su casa como de costumbre para mantener las
apariencias con sus padres. Con mi madre llegando a casa mañana, necesitábamos
hacerlo parecer como si se quedara en su casa. No creo que a mi madre le
gustaría escuchar que el chico de al lado duerme con su hija todas las noches.
Lo besé hambrientamente en la puerta, antes de entrar a mi habitación, antes de
decidir tomar un largo y agradable baño en la bañera. Estaba un poco adolorida
por tener sexo, y además
bailar por horas esta mañana había puesto mis músculos un poco tensos.
Me
deslicé en la bañera, cerrando mis ojos, completamente feliz.
—Hey, tú —dijo Peter desde
la entrada un poco más tarde.
—Hey —saludé, sin
abrir los ojos.
—¿Otro baño
frío? —preguntó, riendo. Sacudí mi cabeza y le eché un vistazo.
Estaba inclinado contra el marco de la puerta, una pierna colgando
casualmente
sobre la otra, sus brazos cruzados sobre su pecho, una sonrisa en su
rostro. Se veía tan candente como el infierno.
—En realidad,
está tibio esta vez. ¿Quieres entrar? —ofrecí.
Se veía un poco sorprendido.
—¿En serio? —preguntó,
parándose derecho, viéndose ridículamente anhelante.
Me reí y asentí en confirmación.
—En serio.
Más rápido de lo que creí posible, estaba desnudo y en la bañera detrás
de mí,
envolviendo sus brazos a mí alrededor.
El domingo se fue increíblemente rápido. Estaba realmente emocionaba de
ver a
mi madre; no la había visto por más de dos semanas. Ella no tenía
pensado volver
hasta el próximo fin de semana pero en su lugar quiso volver esta
semana. Era
ahora justo después de las seis en punto, y llegaría en cualquier
minuto. Estaba
sentada en el regazo de Peter en la sala, prácticamente vibrando de
emoción.
Cuando escuché su auto detenerse afuera, corrí hacia la puerta,
chillando
alegremente.Gas saltó al mismo tiempo que yo y me sujetó alrededor de la
cintura, riendo mientras me tiraba al sofá.
—Yo primero,
renacuajo —declaró, corriendo a la puerta delante de mí,
haciéndome reír.
Lo seguí fuera de la puerta y atacamos a mamá en un abrazo.
—¡Hola,Gas.
Hola,Lali! —gorjeó, abrazándonos fuertemente. Peter fue directo
a la camioneta y sacó su equipaje. Cuando se empujó fuera del abrazo
estaba
sonriendo con lágrimas en los ojos—. Los extrañé chicos —dijo,
besándonos a
ambos felizmente—. Hey,Peter. ¿Tienes un abrazo para mí? —preguntó,
sonriendo.
Él se rió y asintió.
—Siempre,
Margaret —dijo, abrazándola fuertemente.
—Te has vuelto
más guapo —declaró, palmeando su mejilla afectuosamente.
Se rió.
—No sé acerca
de eso —contestó, sacudiendo su cabeza, sonriendo. Mordí mi
labio; definitivamente se había vuelto más guapo en mi opinión. Mi mamá
adoraba
a Peter, siempre lo ha hecho. Él pasa mucho tiempo en nuestra casa, y
desde que
mi padre la dejó ella se hizo realmente cercana a Pat y Rick ahora que
tenía
“permitido” socializar.
—Entonces, ¿qué me he
perdido? —preguntó, enganchando su brazo con el mío,
caminando hacia la
puerta, dejando que los chicos cargaran sus maletas.
Sonreí sabiendo que iba
a enloquecer cuando le contara acerca de Peter.
—Um, no demasiado. Me
enamoré —dije alegremente.
Jadeó y me obligó a
detenerme, mirándome tan sorprendida que no pude evitar
reírme.
—¿Tú… Tú qué? —tartamudeó, mirándome con una expresión perpleja.
Sonreí y la hice caminar dentro de la casa, tirando de ella dentro de la
cocina.
—Tengo un
novio —confirmé, sonriendo como loca.
—Oh, Lali,
¡nunca pensé que serías capaz de hacerlo! Estoy tan orgullosa de ti,
cariño. Sé que tan difícil te es dejar que las personas estén cerca de
ti —susurró,
abrazándome apretadamente, lágrimas brillando en sus ojos de nuevo.
Peter y Gas entraron; ambos recargándose contra el mostrador de la cocina. Peter
me dio un pequeño guiño y sonreí en respuesta—. Bueno, ¿cuál
es su nombre? ¿Lo conoceré mientras esté aquí? Oh espera, ¿Gas lo sabe? —preguntó,
susurrando la última parte, probablemente pensando que estaba arrojándome a
algo con mi hermano mayor sobreprotector.
Me reí y miré a Gas que estaba en proceso de mirar a Peter otra vez.
—Sí, mamá. Gas
lo sabe —confirmé, riendo entre dientes.
—¿Bueno?
¿Quién es? ¿Cómo es? —preguntó, sonriéndome emocionadamente.
—Bueno,
mayormente es un dolor en el trasero. Es arrogante y demasiado seguro
de sí mismo. Pero por el lado positivo, es extremadamente ardiente —declaré, viendo
la cara de Peter mientras él trataba de no reír.
—¡Las
apariencias no duran,Lali! ¡No deberías basar una relación en cómo se ve
alguien! —me regañó, sus cejas juntas en señal de desaprobación.
No pude evitar reírme.
—No te
preocupes, mamá, no lo voy dejar cuando deje de lucir guapo —bromeé.
—¡Más te vale
que no! —advirtió Peter, moviéndose a mi lado, envolviendo su
brazo alrededor de mi cintura.
Mi mamá miró entre los dos varias veces, una expresión sorprendida en su
rostro.
Sus ojos se movieron a Gas, su expresión desconcertada y confundida. Gas
asintió un poco a regañadientes. De repente, ella empezó a reír y a menear la
cabeza.
—¡Debí haberlo
sabido! Todas las provocaciones y por el estilo, no me di cuenta
que era tensión sexual —dijo, riéndose más fuerte cuando Gas
bufó enojado.
—¡No quiero saber!
—gruñó Gas,
cubriendo rápidamente sus oídos, sacudiendo su cabeza mientras todos nos
reíamos.
Mi madre me tiró en un abrazo.
—Estoy tan
feliz por ti,Lali. Él es un chico tan bueno —susurró.
—Sé que lo es —coincidí
mientras me soltaba. Tomé la mano de Peter, presionando mi costado contra el
suyo. No pude evitar desear llevarlo a mi cuarto y tenerlo frotando sus manos
sobre todo mi cuerpo de nuevo, no había estado con él desde esta mañana y se
sentía como una eternidad.
—Felicidades,
chicos —chilló, sonriendo. Peter apretó mi mano, sonriéndome
felizmente, haciendo derretirse a mi corazón. Mi mamá sonrió un poco
triste,
mirando primero a Gas, luego a mí—. Chicos, necesito hablar con
ustedes acerca
de algo. Hay una razón por la que volví una semana antes —admitió, su
voz tensa y seria.
Gas se puso rígido, su rostro endureciéndose.
—No queremos
verlo si eso es lo que vas a decir —dijo severamente, moviéndose
para pararse a mi lado protectoramente.
Mamá meneó la cabeza.
—No es así de
simple. No quiero tener que decir esto, él me ha puesto en una
posición tan difícil y lo lamento —dijo en voz baja. Peter y Gas
ambos se movieron
más cerca de mí inconscientemente, así que estaba completamente
apretujada
entre los dos. Por Dios, ¿por qué demonios se ponen tan preocupados
acerca de
eso? ¡Él no está aquí ahora!
—Mamá, ¿de qué
estás hablando? No dejaré que ese imbécil se acerque a Lali
—gruñó Gas enojado.
Ella empezó a llorar así que empujé a los chicos y envolví mis brazos
alrededor
suyo. Mierda, esto era malo. Lo sea que fuera, ella estaba realmente
alterada sobre ello.
—¿Qué está
mal? —susurré, obligándome a no llorar también. Odiaba ver a mi
mamá alterada, siempre era la fuerte.
—Necesitó
sentarme —dijo en voz baja, limpiando su cara con fuerza, secando las
lágrimas mientras tomaba un profundo respiro. La seguí a la sala,
sentándome en
el sofá, apenas capaz de respirar. Pensamientos de ellos dos volviendo a
estar
juntos, él queriéndose mudar con nosotros, demandando para vernos,
incluso él
queriendo la custodia de nosotros, todos estos pensamientos pasaban
zumbando a través de mi cerebro tan rápido que me hizo sentir enferma. Peter se
sentó a mi
lado, envolviendo fuertemente sus brazos a mí alrededor. Me presioné a
él por
apoyo, esperando que ella lo dijera.
—Tú padre se
ha mudado a esta ciudad —dijo suavemente.
Gas saltó de su asiento.
—¡Hijo de
puta! ¡Le dije que se mantuviera lejos! —gritó furioso, viéndose como si
quisiera golpear algo.
Mi madre asintió.
—Gas, él
quiere estar en contacto con ustedes dos de nuevo. Dice que lo lamenta
y que ha cambiado. Quiere que le den otra oportunidad.
—¿Quieres
decir que quiere otra oportunidad para tratar y violar a Lali? —gritó
Gas. Me estremecí mientras los recuerdos volvían. Los brazos de Peter se
tensaron a mí alrededor, sus manos apretándose en puños.
Mi madre sacudió su cabeza, mirándolo suplicante.
—¡Gas, no me
gusta esto más que a ti, así que por favor deja de gritarme! Odio
que sea yo quien tenga que decirles eso, pero no es mi culpa —dijo, llorando
de nuevo.
Gas suspiró y meneó la cabeza, arrodillándose enfrente de ella y
tirándola en un
abrazo.
—Lo siento. No
debí desquitarme contigo —dijo, aun sonando enojado.
Presioné
mi cara en el hombro dePeter, inhalándolo. Lo sentí poner sus labios en
mi cuello y me concentré en la sensación de su respiración soplando
tranquilizadoramente por mi espalda, tratando desesperadamente de no enloquecer.
Luego de un minuto de silencio, Gas habló—: ¿Por qué vuelve? ¿Por qué no
sólo le dijiste que no queríamos verlo? —preguntó.
Ella cerró sus ojos y sonrió tristemente.
—Se volvió a
casar. Tiene un hijo de un año, es su medio hermano. Aparentemente, la mujer
con la que se casó ya tenía un hijo. Él tiene diecisiete. Su padre quiere que conozcan
a su nueva familia —dijo, burlándose ligeramente en “nueva familia” un poco al final.
Mierda, ¿tengo un hermano pequeño, y un hermanastro?
Gas saltó.
—¡Ese hijo de
puta debió haber sido castrado! ¡No debió haber tenido permitido
tener más hijos! —gritó, pasando sus manos por su cabello
apretadamente.
—Necesitaba
volver hoy y hablar con ustedes porque el chico más grande, Nicolas
ese es su nombre; él va a empezar en su escuela mañana. Sabe acerca de
ustedes dos —dijo, mirándome excusándose.
Gas pateó la mesa de café, fuerte, mandándola volando. Peter saltó y se
paró
enfrente de mí protectoramente mientras Gas gritaba blasfemias y pateaba
la
mesa una y otra vez, probablemente lastimándose el pie. Me paré y empujé
a Peter, apartando sus manos mientras trataba de impedirme acercarme a mi
hermano.
Agarré el brazo de Gas, haciendo que se detuviera y me mirara. Su cara
era pura
ira y pienso que si mi padre estuviera aquí justo ahora, estaría muerto.
El hombre
necesitaba mantenerse malditamente lejos de Gas. Envolví mis brazos a su
alrededor apretadamente, sabiendo que necesitaba tranquilizarlo antes de
que se
hiriera a sí mismo. La única manera de calmar a Gas cuando enloquecía
así era
hacerle creer que estaba alterada, eso usualmente lo sacaba de su ira
bastante
rápido.
—Gas, detente.
Me estás asustando. ¿Por favor? —susurré, aferrándome a él para calmarlo.
Estaba temblando por la rabia mientras envolvía sus brazos alrededor de
mí.
—Está BIEN.
Shh, todo está BIEN. Lo siento —murmuró, acariciando mi espalda,
su naturaleza sobreprotectora revelándose.
—Lo siento —murmuró mi
madre, sollozando detrás de nosotros.
Salí de los brazos de Gas y me senté junto a ella.
—Está BIEN,
mamá. Nada de esto es tu culpa. Ya veremos qué hacer. Ni Gas ni yo queremos
verlo, así que simplemente no lo veremos —declaré, pretendiendo que sería
así de fácil.
—¿Qué sobre
este chico, Nicolas, tu hermanastro? Él va estar en tu escuela mañana. Él sabe
quién eres pero no sabe sobre qué paso en aquel entonces. Tu padre me dijo que
su nueva familia piensa que no quieres verlo debido al rompimiento de nuestro
matrimonio, nada más —dijo ella sacudiendo la cabeza.
Gas se rio sin humor.
—Sí, ¿por qué
el invertebrado bastardo le diría a su nueva esposa que golpeó por
años a su vieja familia antes de finalmente tratar de violar a su propia
hija? ¿No es
algo que puedas sacar en una conversación normal cierto? —escupió de
manera
repugnante. Me estremecí otra vez. Odiaba la palabra violar, era
horrible.
—¡Gas, maldita
sea! ¿Dejarás de decir eso? —chilló Peter , mirando hacia él
con
enojo mientras se sentaba enfrente de mí, tomando mi mano.
—Lo siento, La,
no pensé —Gas murmuró en tono de disculpa.
Sacudí mi cabeza y fingí una sonrisa.
—Está bien, Gas,
no te preocupes. —Agité la mano con desdén, pretendiendo que
no estaba afectada por toda esta situación—. ¿Cuál es el
nombre del bebé? —le
pregunté a mamá, queriendo saber sobre el hermano pequeño que ahora
tenía.
Ella sonrío tristemente.
—Matt.
Sonreí. Matt. Era lindo, me gustaba. Podía sentir la histeria creciendo
dentro de mí
aunque sabía que necesitaba estar sola.
—Bueno, no hay
nada que podamos hacer al respecto ahora, supongo. Tendremos que ver como es
este Nicolas mañana. Pero no quiero tener nada con ese hombre jamás —declaré
segura de eso mientras me ponía de pie—. Voy a recostarme. Tengo dolor de
cabeza —dije mientras empecé a alejarme. Necesitaba salir de aquí antes de tener
una crisis enfrente de Gas, eso sólo lo haría volverse loco otra vez.
Peter tomó mi mano.
—¿Quieres algo
de compañía? —preguntó en voz baja, mirándome con una cara
de perrito. El condenado chico sabía que no podría decirle no a esa
cara.
—Sí, de
acuerdo. —Asentí ligeramente y empecé a caminar hacia mi habitación.
—Estaré ahí en
un minuto. Sólo voy a ayudar a Gas a limpiar la mesa —dijo Peter,
asintiendo hacia el desastre de madera rota que solía ser nuestra mesa
de café.
Asentí y me alejé rápido. Podía escucharlos susurrando detrás de mí,
sabía que
ellos estaban hablando sobre mí, pero simplemente no me importaba. Me
enrollé
en una bola en mi cama y sollocé mientras pensaba al respecto. Mi padre
estaba en el pueblo y quería tener contacto con nosotros otra vez. Tenía una
nueva familia.
No podía evitar preguntarme si los trataba bien o si los amaba, y si los
trataba bien
y los amaba, ¿Por qué demonios no pudo haber sido así con nosotros? ¿Por
qué no nos amó?
Uno minutos después Peter entró, envolviendo su cuerpo alrededor del
mío,
dejándome sollozar en su pecho hasta que me dormí. La última cosa que
pasó por
mi cabeza fue que sabía que todo en mi vida era demasiado perfecto.
Sabía que no debía poner mis esperanzas por un final feliz.
Yo nunca tenía un final feliz.
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chicas perdon pero estaba ocupa con asuntos del cole
me encanta qe comente
Me encanta!!!!!!!
ResponderEliminarMass mas porfa!!!!
Seguilaaaa porfaaaa YA quiero saber que pasará :S
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