Datos personales

domingo, 19 de mayo de 2013

Capitulo: 28




Hazme el amor susurró,
besándome suavemente.
Mi corazón se detuvo. Acaba de pedirme no, de ninguna manera, ¡dijo algo más y luego vas a parecer como un idiota cuando resulta que no la escuchaste bien!

¿Qué? pregunté débilmente, empujando su cabello detrás de su oreja.
Estoy lista ahora; quiero que me hagas el amor. Se sonrojó levemente,
luciendo más adorable todavía por cuan dulce e inocente era.
La giré en su espalda. ¿Ella cree que tiene que rendirse por mí? Jesús, ¿no me cree cuando le digo que la esperaré?
Ángel, te esperaré tanto como quieras. Prometo que puedo esperar prometí,
disponiéndola a que me creyera. Nunca tocaría a otra mujer de nuevo, sólo no me
interesaban, nunca lo hicieron.
Ella rió.
Bueno lo siento, Peter, pero yo solo no puedo esperar por ti más tiempo.
Necesito que estés listo ahora bromeó, apretando su mano en mi trasero.
Reí; era tan malditamente graciosa.
Oh no puedes esperar por mí, ¿huh? Bueno eso no es muy justo; como que estás poniendo excesiva presión en mi desempeño bromeé. Mi corazón estaba
volviendo a su ritmo normal ahora que me di cuenta de que sólo estaba
bromeando. Ella sonrió y bajó sus manos por mi pecho de nuevo, cuando llegó a
mis jeans deslizó su mano adentro, frotándome a través de mis bóxer. ¿Qué
diablos? Oh mierda, ¿no está bromeando? Ángel, ¿qué estás haciendo?
pregunté sin aliento. Mierda, ¡eso se siente bien!
Peter, deja de hablar susurró, acercándome mientras bajaba mis jeans.
Bien, sólo seguiré con esto hasta que me diga que me detenga; sé qué se siente lo suficientemente cómoda como para pedirme que me detenga, lo que amo. Amo
que tenga fe en que no la apuraré o la presionaré. La beso hambrientamente,
moviendo mis manos sobre su sostén, amando la sensación del material de encaje.
Lo desabroché, tirándolo, lentamente, esperando que me detenga. Estaba tan
nervioso que mis manos estaban temblando levemente. Sus pechos eran perfectos.
Incliné mi cabeza besándolos por todas partes, haciéndola arquear su espalda y
gemir sin aliento. Bien, así que este esta es una primera vez, ¡no he llegado tan
lejos con ella antes! Pateé mis jeans para sacarlos ahora que estaban casi en mis
rodillas y recorrí mis manos bajando por su cuerpo, deteniéndome cuando llegué a
su ropa interior, mi mano rozando sobre ella suavemente, lo que hace que levante
sus caderas intentando obtener más. Sonreí ligeramente mientras la frotaba a
través de su ropa interior, haciéndola gemir y sostener su mano libre en mi hombro
fuertemente.
Sus ojos estaban conectados con los míos.
Hazme el amor,Peter susurró.
Mierda, ¡era en serio! Me detuve y me alejé, no quitando mis ojos de los suyos. No
había señal de confusión; se había decidido. Todo lo que veía en su rostro era
amor, felicidad y necesidad, y apostaría cualquier cosa a que mi cara lucía
exactamente igual.
Ángel, puedo esperar prometí de nuevo.
Sé que puedes, pero estoy lista ahora. Asintió, mirándome suavemente.
¿No debería ser especial tu primera vez? ¿En un lindo hotel o algo, con pétalos
de rosas y velas dispersas alrededor? pregunté, frunciendo el ceño. Podía reservar uno para mañana en la noche si estaba realmente lista.
Ella sacudió su cabeza.
Será especial, Peter . Será nuestra primera vez. Eso es lo suficientemente especial para mí. ¿Por favor? rogó, moviendo su mano por mi espalda.
Todo mi cuerpo estaba regocijándose al pensamiento de estar con ella, pero mi
cabeza sabía que tenía que estar segura de que no estuviera haciendo esto por las razones equivocadas; nunca me perdonaría si se arrepintiera de esto en la mañana.
Esto no es por la apuesta, ¿no? pregunté curiosamente.
Rió y sacudió su cabeza.
No podría importarme menos la apuesta. Confío en ti, te amo, quiero que me
hagas el amor.
Sentí mi corazón saltándose un latido cuando me ponía tan emocionado y nervioso al mismo tiempo que juro que me mataría.
También te amo, Ángel, más que todo. Me incliné para besarla de nuevo
dulcemente, sabiendo que necesito tomarlo lenta y suavemente, sólo recé a Dios
que no le doliera tanto.
Recorrí con mis manos bajando por su cuerpo, amando la sensación de su suave
piel bajo mis manos mientras la beso apasionadamente, mostrándole cuánto la
amo y la deseo. Enganché mis pulgares en su ropa interior, bajándola lentamente,
molestándola, obteniendo la revancha. Estaba enterrando sus dedos en mi espalda, su respiración acelerándose con excitación, poniéndome más caliente por ella. La besé bajando por su cuerpo, recorriendo con mi lengua a través de sus pechos y bajando por su estómago, deteniéndome para morder justo debajo de su ombligo, haciéndola jadear y levantar sus caderas. Me senté y bajé su ropa interior
quitándola por completo y sólo la miré. Era pura y completa perfección, yaciendo
allí desnuda y vulnerable. Supe que nunca sería capaz de mirar a otra chica de
nuevo sin compararla a la visión de mi Ángel, mientras sólo yacía allí, sonrojándose.
Obviamente estaba avergonzada de que la estuviera viendo desnuda por primera
vez.
Eres tan hermosa, Ángel susurré. Sonrió y sostuvo su mano alrededor de mi
nuca, guiando mi boca de vuelta a la suya. Sentí mi corazón hinchándose mientras
la besaba apasionadamente, mostrándole cuanto la amaba y la apreciaba antes de prepararme para hacerle el amor por primera vez.



Alisé su cabello fuera de su sudorosa frente. Ella estaba sonriéndome y luciendo
tan feliz que hizo que mi corazón se saltara un latido.
Te amo, Ángel. Yacimos allí intentando ralentizar nuestros ritmos cardiacos.
Presioné mi rostro en la curva de su cuello besándola, sintiendo su pulso acelerado bajo mis labios. Me sentí más feliz de lo que me había sentido en toda mi vida.
Luego de un minuto o algo, me bajé de ella y me giré a mi lado. Apreté mis brazos
en ella, tirándola cerca de mí, recorriendo con mis dedos su desnudo, sudoroso
cuerpo, demorándome en sus pechos. Siento haberte lastimado dije
silenciosamente. Me sentí terrible de que fuera el que tuviera que causarle dolor,
pero supongo que cada chica tiene que pasar por lo mismo la primera vez.
Ella rió.
Peter, lo valió tanto bromeó, presionando su cuerpo más cerca al mío, acurrucándose en mis brazos.
Reí. Bueno estoy feliz de que lo disfrutaras declaré, sonriéndole con suficiencia.
No había recibido quejas antes, pero nunca me importo realmente si la chica lo
disfrutaba antes. Normalmente, sólo hacía lo que quería; nunca me había tomado
el tiempo para pensar sobre aquello, era gracioso cuán diferente era eso con mi
Ángel. Todo lo que me importaba era ella; mis sentimientos eran secundarios.
Definitivamente lo disfruté. ¿Lo hiciste tú? Quiero decir, no sabía qué hacer o
nada, ¿debería haber hecho algo diferente? preguntó, mordiéndose el labio,
mirándome preocupadamente.
Reí y besé su frente.
Ángel, fue lo mejor que me ha pasado alguna vez. Fue perfecto, eres perfecta, y
te amo tanto prometí.
Se acurrucó más cerca de mí, tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos;
suspiró con satisfacción y cerró sus ojos.
También te amo,Petersusurró, besando mi pecho suavemente. No pude
contener mi reacción corporal; comencé a encenderme de nuevo. Estaba tan cerca y ahora que ya la había tenido una vez no podía tener suficiente. Alejé mis caderas para que no me sintiera excitándome de nuevo. Era su primera vez; tenía que estar adolorida así que no necesitaba saber mi reacción corporal caliente por ella.
Pero me moví muy tarde, ella debe haberlo notado. Levantó su cabeza y miró hacia abajo. Me miró de vuelta un poco sorprendida. Sonreí disculpándome y ella rió dulcemente.
¿En serio? ¿Ya? bromeó, mientras las yemas de sus dedos recorrían bajando
por mi pecho, haciéndome estremecer.
Lo siento; bajará en un minuto. Sólo eres demasiado sexi. Deberías descansar,
estarás adolorida dije un poco tímidamente. Levantó sus cejas, una lenta sonrisa esparciéndose a través de su rostro mientras me giraba a mi espalda, a horcajadas en mí, luciendo como una alucinante diosa del sexo sentada arriba de mí.
Estoy bien. Esta vez quiero intentarlo, dime si hago algo mal dijo, besándome
apasionadamente.
¡Santa mierda, esta chica es malditamente asombrosa!





Me desperté temprano en la mañana. Lali tenía que estar en práctica de danza a
las ocho treinta, ahora eran solo pasadas las siete. No pude quitar la sonrisa de mi
rostro. Anoche fue increíble, la mejor noche de todas. Oírla gemir mi nombre fue el
mejor sonido en el mundo. Ella lo disfrutó también lo que lo hizo más especial para
mí. No le había dolido tanto, bueno, ella dijo que no de todas formas. No pudo
haber sido tan doloroso porque me hizo hacerle el amor de nuevo después. Envolví mis brazos más fuerte alrededor de ella, amando la sensación de su piel desnuda contra la mía. Solo yací allí y la miré dormir hasta que la alarma sonó. Ella era tan malditamente hermosa; honestamente era justo como imaginaría que luce un ángel.
Se acurrucó más cerca de mí mientras abría sus ojos, una lenta sonrisa esparciéndose en su rostro cuando me miraba.
Hola, novio.
No pude evitar sonreírle de vuelta.
Hola, novia. Envolvió sus brazos alrededor de mí más fuerte mientras suspiraba con satisfacción. ¿Cómo te sientes hoy? pregunté, recorriendo con mis dedos a través de su desordenado cabello de sexo.
Ella sonrió.
Estoy bien, un poco adolorida, pero extremadamente feliz declaró, riendo
dulcemente.
Giré arriba de ella, presionando mi cuerpo con el de ella.
Un poco adolorida, ¿huh? Mejor podría besar eso para ti coqueteé.
Ella mordió su labio, mirándome emocionada.
Oh puedes, ¿huh?
Asentí, sonriendo perversamente.
Oh sí. Le sonreí con suficiencia antes de besar mi camino bajando por su cuerpo, apenas pudiendo contener mi emoción.

4 comentarios: