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sábado, 20 de abril de 2013

Capitulo:22



                   

—¿Qué demonio? Ustedes dos están juntos, ¿no? —rugió.
Peter levantó una mano para detener su arranque.

—Mira Gas, tú y yo hablaremos de esto, pero justo ahora no es el momento
después de lo que ha pasado. Necesito asegurarme de que ella esté bien —dijo
con severidad poniéndole fin a la conversación.
Gas me miró arrepentido y asintió.
—Lo siento, Lali, pero tenía que decírtelo, asegurarme que lo supieras, pero te
prometo que nunca dejaré que te lastime. No tienes que preocuparte por nada. Lo
mataré antes de que te toque —dijo Gas tomando mi mano.
Sonreí, pero tengo la sensación de que se vio más como una mueca.
—Lo sé, Gas. Siento haberme vuelto loca y asustarte. —Levanté una temblorosa
mano y limpié mis lágrimas de nuevo.
—Está bien. Sólo, no lo hagas de nuevo —dijo sonriéndome. Reí débilmente y
asentí.
Peter me dio el vaso de agua y la bebí. Noté que Gas observaba cada movimiento
de Peter, mirándolo enojado.
—Deja de mirarlo así Gas, él no ha hecho nada malo —dije frunciendo el ceño.
Sacudió la cabeza y tensó su mandíbula, tomando un profundo aliento,
obviamente intentando calmarse a si mismo antes de hablar.
—Ustedes dos están juntos —dijo simplemente, mirándonos de uno al otro para
confirmación. Me moví incómoda en mi asiento. De acuerdo, demasiado para un
par de semanas.
—Sí —respondió Peter asintiendo. Su brazo envuelto apretadamente a mí
alrededor. Me encogí hacia él, esperando que esto fuera un sueño. No sólo mi
padre abusivo estaba regresando sino que mi hermano iba comenzar a golpear a
mi novio.
—¿Desde hace cuánto? —preguntó Gas, su mandíbula aún tensa, pero parecía
estar haciéndolo bien con su autocontrol.
—Desde el viernes —respondió Peter en voz baja. Se veía realmente culpable, y
sabia que era mi culpa, porque le había pedido que mintiera sobre esto.
—Él te lo quiso decir de inmediato Gas , pero yo quería esperar. No quiero que
ustedes dos peleen. ¿Por favor? —rogué mirando a mi hermano, poniendo carita
de cachorro.
—Te gusta, ¿Lali? —preguntó Gas, cerrando los ojos, pareciendo triste y
decepcionado.
—Sí —admití, aún rogándole con mis ojos que lo aceptara y no fuera a culpar a
Peter por esto. Odiaría esto si ellos caen sobre mí.
Él asintió pero no abrió sus ojos.
—¿Qué fue lo que hiciste, Peter? ¿Cómo hiciste eso? ¿Calmarla de esa forma? —
preguntó abriendo los ojos y mirándolo con gratitud.
—No lo sé. Es sólo algo que la calma, eso es todo. Siempre lo ha hecho —dijo Peter con un encogimiento de hombros.
—¿Qué siempre lo ha hecho? ¿Cuándo lo hiciste antes? —preguntó Gas, pareciendo confundido.
—Sí, he tenido que tranquilizarla un par de veces —respondió Peter tristemente.
Pensé a lo que se refería, todas las veces que me había visto llorar, probablemente
cada noche, hasta los 14 años.
—¿Qué? ¿Cuándo? Nunca te había visto hacer eso —protestó Gas, negando con
su cabeza, pareciendo confundido.
Saqué un inestable suspiro. Ahora va a descubrir que Peter duerme en mi cuarto.
Crucé mis dedos y recé porque esto saliera bien, que Gas estuviera de acuerdo, y
no muy enojado con su mejor amigo. Peter me miró pidiéndome permiso para
decirle, y asentí mordiéndome el labio, sabiendo que esto se iba a saber tarde o
temprano.
—Gas, por favor no enloquezcas —rogué, moviendo mi cuerpo hasta que estuvo
ligeramente enfrente de Peter, en caso de que Gas  se lanzara hacia él o algo. Mi
pequeño movimiento, podría detenerlo de atacar a mi novio.
—Gas, chico, nada nunca ha pasado, lo juro —prometió Peter. Gas lo miró, con su
expresión aún más confundida—. Cuando tenía diez, la vi a través de mi ventana
llorando en su cama. Así que me acerqué para asegurarme de que estaba bien, y
terminé durmiendo en su cama —Gas lo miraba como si estuviera a punto de
asesinarlo en ese momento—. Sucedió de nuevo a la noche siguiente y la siguiente.
Ella lloraba y yo entraba a hurtadillas por su ventana. Después de un tiempo, se
convirtió en un hábito —dijo Peter frunciendo un poco.
Gas saltó con su puño en alto. Sus ojos estrechos miraban a Peter. Tan rápido
como un rayo, Peter me agarró del brazo y me puso detrás de él, protectoramente.
Los ojos de Gas , llamearon antes de que su rostro se calmara.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó Gas, jadeando y mirando a Peter intensamente.
—¿Hacer qué? —preguntó Peter, aun sosteniéndome detrás de él.
—Poner a mi hermana detrás de ti de esa forma —dijo Gas, completamente
calmado ahora.
Peter sacudió su cabeza, como si no terminara de entender la pregunta.
—Es sólo que no quiero que salga lastimada, eso es todo.
Gas volvió a sentarse, pasando sus manos a través de su rubio cabello.
—¿De verdad te gusta mi hermana? —preguntó mirando el piso.
—Gas, estoy enamorado de tu hermana, lo sabes —Peter se sentó en el sofá y me
hizo sentar junto a él.
Gas asintió.
—Y has dormido en su cama antes, cuando éramos niños —declaró Gas, como si
estuviera asegurándose que había entendido bien las cosas.
—No sólo cuando éramos niños, eso es lo que estaba intentando decirte. Ella solía
llorar, así que me metía a escondidas para confortarla cada noche. Es sólo que se
volvió una costumbre, y ahora ninguno de los dos puede dormir bien, sin el otro
ahí —admitió Peter, frunciendo el ceño.
El rostro de Gas se endureció.
—¿Aún duermes en su cuarto? ¿Cada noche desde que tenias diez? Maldición,
Peter. ¡Mierda! ¡Hijo de puta, idiota estúpido! —rugió Gas, no realmente capaz de
dejar salir las palabras, dando un paso al frente, con sus puños cerrados otra vez.
Apreté los ojos. ¡Oh, Dios, aquí viene! Levanté mis manos, intentando detenerlo.
—Gas, ¿recuerdas cuándo solía despertarme gritando todo el tiempo? —pregunté
desesperada. Necesitaba hacerlo entrar en razón antes de que terminaran
peleando.
Asintió y cerró los ojos, pestañeó.
—Sí, dejaste de hacerlo cuando tenías como ocho o algo así.
Asentí.
—Sí, tenía ocho. Eso fue cuando Peter comenzó a dormir conmigo. Ya no tuve
pesadillas, gracias a Peter—dije sonriendo, y apretando la mano de Peter.
—¡Sí las tenías! Tuve que dormir un par de veces contigo —protestó Gas.
—Sí, lo hiciste, pero seguí teniendo pesadillas aun cuando estabas ahí —lo
contrarié. Gas se estremeció y asintió, probablemente recordándome gritar en su
cama—. Sólo he tenido unas pocas pesadillas desde entonces, y la única vez que
las he tenido ha sido cuando Peter no estaba ahí. Como cuando estaba de
vacaciones o algo —expliqué mirando a Gas, viendo la comprensión pasar por su
rostro. Nos quedamos en silencio por un momento.
Peter acariciaba la parte de atrás de mi mano, Gas sólo miraba el piso. Después de lo que pareció una eternidad, Gas miró a Peter.
—Peter, si lastimas a mi hermana, mejor amigo o no, te mataré —le advirtió Gas.
Podía ver que lo decía en serio.
—No lo haré, lo prometo —juró Peter, con una sonrisa tranquilizadora.
—De acuerdo, entonces me voy a la cama. Supongo que los veré en la mañana,
asegúrense de cerrar la puerta antes de irse a la cama —instruyó Gas parándose y
dejándonos sentados en el sofá en shock.
Miré a Peter, se veía tan anonadado como yo me sentía.
—Wow, eso fue más fácil de lo que hubiera imaginado —reflexionó, sonriéndome
mientras ponía sus manos a ambos lados de mi rostro.
Sonreí, complacida de que esto finalmente saliera a la luz.
—¿Quieres ir a la cama Peter? No estoy de humor para hacer tareas, sólo quiero
dormir. —Sólo necesitaba meterme en la cama y tenerlo a él, sosteniéndome por
un rato.
Asintió y besó mi nariz.
—Sí, sólo necesito regresar a mi casa primero. Gas llamó y dijo que tú estabas mal,
así que sólo salí corriendo de la casa, sin decirles a mis padres a dónde iba. —
Acarició mi rostro con sus pulgares suavemente, sólo mirándome con una sonrisa
triste.
—Está bien. Supongo que me iré a la cama, y te veré cuando estés listo —dije
levantándolo y empujándolo hacia la puerta.
—Hey, ¿puedo usar la puerta ahora que Gas sabe? —sonrió.
Reí con su emoción, pero negué con la cabeza.
—No, tus padres podrían verte… a menos que quieras decirles que te estás quedando aquí —sugerí.
Sonrió felizmente.
—Me encantaría caminar por tu puerta de enfrente, y encontrarte en tu cama.
Nunca he hecho eso antes.
Saqué mis llaves y se las pasé.
—Asegúrate de cerrar bien la puerta, ¿si? —lo besé en la mejilla e hice mi camino
hacia mi cuarto.
Eran casi las diez pero mi cuerpo se sentía tan exhausto por todo el drama
emocional, que me sentía como si no hubiera dormido en días. Me saqué la ropa y
me metí en mi camiseta favorita, que solía ser de Peter. Me dormí de inmediato. Un
par de minutos después, sentí dos brazos rodeándome y una pesada pierna
deslizarse sobre la mía. Sonreí y me presioné contra él. Mi novio. Al único que
necesitaba cuando las cosas se ponían mal.
Es raro, pero cuando Gas me alejó de Peter esta noche, me sentí extraña, como si
hubiera dejado mi corazón detrás. No me di cuanta hasta entonces, cuán
fuertemente estaba conectada a él. Literalmente lo era todo para mí. Cuando sentí
sus brazos a mí alrededor más temprano, me sentí como en casa, todo el pánico
había comenzado a retroceder. Me sentía, como si mientras él estuviera conmigo,
estaría bien.
Me encogí dentro de él y lo escuché susurrar:
—Te amo —justo antes de caer en un profundo y tranquilo sueño, esta vez no
dudé de sus palabras.
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como resultaron ser las cosas al final gas no se enojo ... va mejor dicho no le pego a pitt

2 comentarios:

  1. Hola soy nueva me ENCANTA tu nove Peter es un amor . Espero que Gas no se interponga entre ellos y que Peter salga vivo Jeje . Espero que el padre de ellos no vuelva porque es un asco no se merece nada . Yo tambien hago novelas Laliter me gustaria que la leyeras y comentaras :))) http://ruizirene.blogspot.com.es/?m=1 Espero MASSS

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